Libro de Notas

Vocaciones de vacaciones

John Tones y Javi Sánchez - Mondo Píxel PG

El contenido de esta columna podía haberse escrito la semana pasada: Tones estuvo en Bilbao en el Fun & Serious, los Goya de los Oscars de los Emmy de los videojuegos (en España), y la entrega de los premios fue el jueves por la noche. Entre que los premios no quisieron dejar a nadie (pero nadie) sin premiar y que luego hubo fiesta con lo más granado de la industria, parecía buena materia prima para una pegera. Nuestra intuición nos dijo que nos estuviéramos tranquilitos: el viernes por la tarde Tones participaba en la sempiterna y anual mesa redonda sobre el estado de la prensa del videojuego. De ahí tenía que salir chicha. Cómo no iba a salir, compartiendo charla el cascarrabias calvo con gente de IGN, Hobby Consolas y Vandal.

Hubo chicha, sí.

Bueno, en realidad, no, no sobredimensionemos la tarde. Después de la charla había una competición de e-sports, y dado que a lo que iba la mayoría del público era a ver a titanes dándose chuzos en el League of Legends en una pantalla de cine durante cuatro horas, la mesa redonda acabo dejándonos en evidencia a todos. Ninguno de los presentes tenía intención o capacidad, reconocimos, de dar apenas cobertura en sus respectivos medios al cada vez más boyante tema de los e-sports. Por una vez, a Tones no le frustró ser el último mono de los medios que va a defender en mesas redondas a lo largo y ancho de las Vascongadas. Que piensen los jefes, que para eso les pagan. Freelancismo mercenario o muerte.

Dejando de lado el moderado ridículo colectivo, Tones se quedó con un momento, casi en el inicio, por el que se pasó de puntillas: una pregunta reveladora del moderador y que da buena fe de los momentos de confusión general por los que pasa la prensa especializada. La cuestión lanzada al aire: las consolas de nueva generación no se han recibido con el entusiasmo y la adoración colectiva que habíamos visto en generaciones anteriores. ¿Qué podemos hacer desde los medios para avivar el entusiasmo de los jugadores? No “¿Por qué?”. No “¿Qué indica?” Sino “¿Qué hacemos para evitarlo?” Las primeras respuestas fueron desoladoras, teniendo en cuenta que los asistentes a las mesas están en los medios especializados con más audiencia del país: generar más vídeos, más artículos, más unboxings que hagan que la gente se lance a por las nuevas consolas y la industria se mantenga efervescente y productiva. En realidad, Tones no recuerda muy bien las primeras respuestas porque tenía los ojos inyectados en sangre y escupía espuma entre los dientes. “Vaya”, dijo el moderador, “apuesto a que Tones no es de la misma opinión”

No, Tones no es de la misma opinión.

A estas alturas de la partida dárselas de periodista íntegro e incorruptible solo nos hace arquear una ceja a los más veteranos, porque sabemos cómo está el patio, la industria, y sobre todo, los que se las dan de Ultra Periodistas pero han abierto un blog para que les regalen juegos o se pasan las horas muertas poniendo motes por tuiter (desde la más estricta independencia periodística, eso sí). Pero algo de dignidad sí les queda a los dos gañanes que firman estas páginas: un periodista no está para “transmitir ilusión” por un producto, sino simplemente, para hablar de él. Eso no es incompatible con entusiasmarse con las cosas, o si vas a una fiesta, y vas fino, y te ponen una cámara en los morros, decir que claro que sí, que a tope con todo, que hail Microsoft. Pero serenos, sentados, observados por gente que anota tus palabras y las tiene en cuenta, la única respuesta posible a la pregunta del moderador debería haber sido otra. Ya pagan a los PR de las compañías para que vendan entusiasmo por la next-gen; a nosotros deberían pagarnos por describir ese entusiasmo y dar las pistas al jugador para que él mismo decida si quiere dejarse llevar por él.

Pero claro, entre el acento murciano, los nervios del momento y la total ausencia de espíritu navideño-gremial, la cosa quedó en lo de siempre: facepalms para todos y que hable el chico de las gafas del fondo que palmotea y que le apetece contarnos cómo lo peta su canal de Youtube.

Hoy no hay conclusiones. Bueno sí, que a) convento, y b) cagarse dentro. Repítanlo como un mantra, y todos juntos de la mano hacia la extinción.

06/12/2013

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