Ángel Arroyo y Oscar Calvo son integrantes del grupo de investigación AICU del departamento de Sistemas Inteligentes Aplicados en la UPM. Su investigación se centra en el estudio de modelos coevolutivos en los que el comportamiento inteligente global emerge a partir de interacciones entre las unidades autónomas constitutivas del entorno. Metaversos es una columna de opinión que se publica todos los 18 de cada mes con el objetivo de analizar las posibilidades tecnológicas y las implicaciones sociales de este tipo de entornos virtuales (un ejemplo actual es Second Life).
Si a usted le preguntan ¿cuántos metaversos conoce?, cosa que por otro lado es de lo más normal en cualquier charla tomando cañitas, ¿qué respondería? Bueno, déjame que piense, esto… si, bueno… uno. No se preocupe, es normal, a todos nos pasa. Second Life ha sido tan importante y lleva tanto tiempo que eclipsa la mayor parte de las alternativas.
Para ser sinceros hay que reconocer que dichas “alternativas” pocas veces pasan de ser flor de un día y su calidad es escandalosamente baja. De este corral hemos de sacar algunas gallinas, sobre todo aquellas que están dando huevos de oro como Entropía. Me resisto a clasificar a Entropía como metaverso genuino ya que en origen es un juego con capacidades colaborativas como lo es WoW o Modern Warfare 2. Si aceptamos este barco, nos quedan poquitas opciones aparte de Second Life y su vástago Open Sim.
Una de esas excepciones es Twinity. A pesar de su nombre no es un cliente de Twitter, sino un metaverso “de los buenos”, de esos que no te matan nada más entrar. La gran baza que está jugando este sistema es que en realidad se trata de un tipo especial de metaverso denominado paraverso o “mundo espejo”: esto significa que todos los entornos virtuales que se contienen tienen una correspondencia exacta con el mundo real. En Twinity, por ahora en fase beta, podemos entrar a distintas ciudades, en particular Berlín, Londres y Singapur.
Aunque por ahora la experiencia es de menor calidad gráfica que Second Life ya está bastante poblado y casi de manera involuntaria se ha convertido en una especie de “academia de idiomas”. Este efecto ha sido a la vez curioso e inesperado, al estar tan ubicado en nuestra realidad los nuevos usuarios no se han sentido tan desorientados como en Second Life y se desenvuelven con mayor soltura. Algunos usuarios angloparlantes interesados en aprender alemán “saltaban” a Berlín y solicitaban a los avatares que se encontraban que hablasen en alemán para relacionarse con el idioma. De manera similar muchas personas interesadas en viajar en el mundo real a cualquiera de estas tres ciudades se han paseado de manera virtual para poder hacerse una idea de lo que se van a encontrar.
Otra de las ventajas de Twinity es la posibilidad de tener un apartamento en cualquiera de los edificios que existen en este mundo, aunque hasta por ahora no se pueden hacer muchas cosas con él, aparte de adornarlo con un par de sillas y unas mesas. Todavía queda mucho por desarrollar en este mundo, aunque los creadores ya están dedicando mucho esfuerzo a dotarlo de características sociales para asegurarse un buen número de usuarios incondicionales.
Una última característica que me ha parecido extraordinariamente importante es la capacidad de hacer “viajes en el tiempo”. Con motivo de la celebración el año pasado del aniversario de la caída del muro de Berlín se desarrolló un “Berlín en 1989” al que se puede acceder simplemente pasando bajo un arco. Obviamente es algo tosco, pero no deja de ser una de las muchísimas y asombrosas capacidades que tienen los mundos espejo. En este vídeo se puede observar este viaje al pasado:
En estos otros vídeos podemos observar algunas otras características de Twinity.
Para visitarlo: www.twinity.com
2010-01-19 12:46
Ojalá hicieran Sevilla en los 80; me iría a vivir allí… Me queda una duda: ¿se puede entrar en todos los edificios o sólo pasear por las calles?
2010-01-19 12:57
Se puede entrar “más o menos”. No entras al vestíbulo sino que te sale una lista con los apartamentos que tienen libre acceso y te “teletransportas” directamente dentro. Todavía le queda mucho para tener una experiencia medio normal, pero al fin y al cabo es una beta. Lo más curioso en comparación con Second Life es que la gente no se siente desorientada al principio… lógico por otra parte.