Como podemos leer en la mayor parte de las noticias que diariamente se publican relacionadas con los metaversos y como he podido comprobar, también en un buen número de los comentarios recibidos en anteriores entregas de esta sección, existen muchas dudas sobre la evolución de estos espacios virtuales y es muy lógico ya que a todos nos está vedado el conocimiento del futuro y a todos parece gustarnos vivir en esa ventana temporal.

Intentando dejar a un lado las especulaciones y aplicando el principio de inducción, aunque pueda pasarnos lo que al pollo de Russell, observemos el proceso seguido por otras tendencias innovadoras que han logrado hacerse un hueco en nuestras vidas y por otras muchas más que han sucumbido en el intento o que andan por ahí a la espera de que llegue su momento.

Empleando una metáfora evolutiva podríamos decir que toda innovación surge de un pequeño grupo o incluso de un único individuo cuando éste desarrolla una nueva idea (mutación) y la da a conocer, normalmente, publicándola en los medios habituales para los especialistas del área. Posteriormente, otros grupos o individuos ven el potencial de la nueva idea y la adaptan a sus conocimientos (simbiosis/recombinación) con lo que aparecen muchas de variantes. De todas ellas, pocas resultarán realmente innovadoras ya que la creatividad es porcentualmente escasa en la sociedad humana al igual que lo es en la naturaleza. Si observamos los resultados obtenidos por los modelos empleados en el campo de la computación evolutiva, éstos parecen indicar que esta limitación en innovaciones (bajas tasas de mutación) es una necesidad inherente al propio proceso evolutivo.

Si la innovación se adapta a los tiempos ya sólo falta que se extienda, que se popularice. Para ello es necesario que se facilite su uso para ampliar el número de usuarios con acceso a la misma y, para esto, se requiere que se simplifiquen los procesos mediante la automatización de sus funciones. La mayor parte de los usuarios de este tipo de innovaciones del ciberespacio se incorpora cuando los beneficios obtenidos, sean del tipo que sean, igualan o superan los costes de aprendizaje.

Por ejemplo, lo que ahora llamamos blog lleva ya bastante tiempo entre nosotros y, sin embargo, su auge, su penetración en la sociedad, se está produciendo en estos últimos años. Los primeros blogs del ciberespacio, aunque se les diera otros nombres, contaban con un equipo informático encargado de instalar, configurar y mantener el sistema dejando sudor en el empeño. Hoy en día, la mayor parte de este proceso está automatizado, un simple proceso de configuración y listo. Lo mismo ocurría con la presentación de los contenidos, era necesario contar con personal especializado encargado de su diseño. Ahora, en muchos casos, basta con seleccionar una de las plantillas proporcionadas por el sistema.

Actualmente, para crear y mantener un metaverso hay que sudar lo suyo y es necesario contar con un equipo informático que realice las tareas de instalación, programación y mantenimiento y con otro conjunto de profesionales que diseñen los contenidos. Sin embargo, la maquinaría ya está en funcionamiento y pronto dejaremos atrás esta etapa del proceso. Como ejemplo de las iniciativas en marcha comentaremos algunos desarrollos que por el momento son poco más que interesantes declaraciones de intenciones:

• el proyecto Clever Zebra proporcionará un conjunto de elementos estructurales básicos para configurar fácilmente espacios virtuales como SL que podrán copiarse, modificarse y transferirse bajo los términos de la licencia GPLv3. Entre los objetos 3D configurables que están desarrollando podemos encontrar auditorios, oficinas, salas de reunión…
• el proyecto OpenSim, del que ya hemos hablado en otras ocasiones, nos permite configurar, de forma gratuita bajo licencia BSD, nuestros propios simuladores totalmente compatibles con SL
• el proyecto 3dxplorer, aunque en otra línea, también nos encamina hacia esa automatización de los procesos de configuración y mantenimiento de espacios en 3D. Se trata de una aplicación en java que nos permite configurar fácilmente nuestra página web como un espacio en 3D en el que nuestros visitantes puedan navegar inmersos en el entorno e interactuar con los objetos 3D que allí se encuentren. Estos objetos pueden importarse directamente desde herramientas populares de diseño como 3D Studio o Google SketchUp

Como ya hemos dicho, la maquinaria está en marcha, estamos en la fase de simplificación de los procesos, las grandes empresas toman posiciones y pronto veremos estos entornos en muchas de las facetas de nuestro quehacer. En la faceta laboral, por ejemplo, la firma Forrester dedicada a la asesoría tecnológica, acaba de publicar un informe del que reconozco no haber leído salvo el resumen debido al coste del mismo. En este informe, más resumido aun, se pronostica que dentro de 5 años los metaversos serán tan importantes para las empresas como la Web lo es hoy en día.

Sean 5 años o sean 10, el proceso parece imparable, lo hemos observado en la evolución de otras innovaciones del ciberespacio y, por lo tanto, inducimos que los metaversos inundarán nuestra vida en la noosfera y si no es así, pues sorpresa, y a la olla.