Libro de notas

Edición LdN
Guía para perplejos por Antonio Martínez Ron

El programa de software avanzado A.B.E.R.R.O.N, desarrollado por la NASA a finales de 2003 y oculto bajo el pseudónimo de Antonio Martínez Ron (Fogonazos), rastrea sistemáticamente la red en busca de pequeños resquicios de irrealidad y vulnerabilidades del sistema. Con la Guía para Perplejos, los científicos pretenden ir más allá: estudiar el lado más oscuro del programa y enfrentarle a las paradojas de la creación literaria. Cada día 23, en LdN.

Enfermos de irrealidad

«Uno de los primeros síntomas de la psicosis consiste en pensar que uno quizá se esté volviendo psicótico. Es otra trampa china. No se puede pensar en la locura sin convertirse en parte de ella». Philip K Dick, VALIS

“Mi familia y todos cuantos me rodean son actores que siguen un guión, una farsa para convertirme en el foco de atención de todo el mundo”. Los psiquiatras canadienses Ian y Joel Gold aseguran haber descubierto una nueva patología mental a la que han clasificado con el nombre de Síndrome de Truman, en referencia a la conocida película de finales de los 90.

Al igual que le sucedía a Jim Carrey, los pacientes creen estar vigilados por cámaras que retransmiten su vida a través de un programa de televisión y consideran que todo forma parte de una gigantesca simulación. “Mi vida es seguida por millones y millones de personas”, asegura uno de ellos. “La gente actúa para ver mis reacciones”.

Uno de los enfermos tratados por los hermanos Gold, por ejemplo, viajó hasta Nueva York para comprobar si las Torres Gemelas seguían estando allí porque creía que la emisión en directo de los atentados del 11-S era parte del guión de su reality show. Si seguían estando allí, confesó, podría demostrar a los demás, y a sí mismo, que todo era un montaje.

Otro paciente, tal y como refiere The New York Times, confesó a los psiquiatras su intención de acudir a lo más alto de la Estatua de la Libertad convencido de que los guionistas le reunirían allí con el “amor de su vida”. Si al llegar ella no estaba, el paciente estaba dispuesto a saltar al vacío.

Aunque los síntomas pueden coincidir con un cuadro clásico de paranoia, los doctores han bautizado la enfermedad como “síndrome de Truman” porque una buena parte de los pacientes diagnosticados mencionaron expresamente la película. No hablaron de Matrix, ni de la novela “1984”, sino que compararon su situación con la película de Peter Weir.

A diferencia de otras enfermedades como el síndrome de Capgras, en el que el paciente cree que sus familiares han sido reemplazados por impostores, o el síndrome de Frégoli http://librodenotas.com/textpattern/index.php Txp › Libro de Notas › Enfermos de irrealidad, que consiste en creer que las personas conocidas no son quienes dicen ser, el mal de Truman tiene la particularidad de implicar una conspiración a nivel mundial.

Desde que informaron sobre la existencia de estos casos, otros psiquiatras han encontrado al menos media docena más de pacientes con síntomas similares. Los especialistas consideran que el entorno cultural tiene un gran peso en este fenómeno: la presión de una sociedad cada vez más interconectada y “videovigilada”, en la que nuestra intimidad personal empieza a disolverse en grandes redes de información.

Lo más interesante es que los psiquiatras sostienen que este tipo de alucinaciones suelen reflejar las verdaderas preocupaciones de una sociedad. De la misma forma, durante los años de la Guerra Fría era frecuente encontrar individuos que creían tener instalado un microchip de la CIA en una de sus muelas o que consideraban al vecino un peligroso miembro de la KGB.

Así pues, la existencia de una sociedad que nos vigila y conoce perfectamente cada paso que damos parece haberse convertido en nuestro nuevo miedo colectivo. Ante ello, no estaría mal recordar ese viejo e inquietante dicho, tan repetido en psiquiatría: “Sólo porque estés paranoico no quiere decir que no haya nadie siguiéndote”.

Referencias: Look Closely, Doctor: See the Camera? / Reality bites

Antonio Martínez Ron | 23 de septiembre de 2008

Comentarios

  1. CasS
    2008-09-23 12:40

    Genial tio, como siempre

  2. psicólogo
    2008-09-23 15:44

    Esto no es más que una expresión de un transtorno conocido como esquizofrenia paranoide, donde los delirios tienen contenidos de este tipo… así que tampoco han inventado ni descubierto la rueda estos psiquiatras, salvo quizás una excusa para recetar esos pildorazos que tanto beneficio les trae a esta clase médica y sobre todo el salir en la TV y revistas….

  3. Cayetano
    2008-09-23 16:11

    Al parecer hemos coincidido en reseñar la misma película:

    The eTa Ruman Show ¿Y? .

    Interesante artículo y añado: que estoy hartito que me llamen “paranoico de la seguridad”. No es verdad … es que uno ve tantas cosas ;-)

    Saludos

  4. giles
    2008-09-23 16:11

    Estoy con psicólogo. No es más que un nuevo nombre para una enfermedad ya conocida desde hace tiempo.
    Por otra parte la medicación (creo) es más que necesaria en ciertas patologías, precisamente en la que nombra #2 como la esquizofrenia.
    Saludos.

  5. bardruck
    2008-09-23 20:20

    Si, concuerdo en que es esquizofrenia paranoide pero una forma muy especìfica que quizas deba aislarse del resto pues las ideas de persecusiòn hablan de un programa, no de alguien que quiera atacarlos, lo que da una diferencia muy importante en el diagnóstico y trtamiento. Así mismo la esquizofrenia se ha demostrado el tratamiento más efectivo es la medicación ya que hay un problema biológico de fondo. En lo personal creo que psicólogo simplemente no quiere a los psiquiatras.

  6. Vany
    2008-09-24 07:25

    Muy bien… como todos los demas articulos!
    felicidades de nuevo

  7. Cristina
    2008-09-24 10:52

    Bardruck, me podrías decir cuál es esa diferencia tan importante en el diagnóstico y tratamiento, y por qué dices que es una forma que debe aislarse del resto?

  8. Ana Lorenzo
    2008-09-24 10:54

    Pero al menos en estos ¿no habrá la agresividad que hay en los otros? ¿O sí? No es lo mismo creer que tu hermana es un alien hostil o una enviada del demonio o un agente enemigo del KGB o de la CIA que creer que es una simple actriz que hace de tu hermana, ¿no?
    ¿Se ha descubierto que su agresividad es menor? ¿Antonio, sabes algo sobre eso, please?
    Un beso.

  9. Antonio Martínez Ron
    2008-09-24 14:19

    Ana: en los casos de los que hablan los doctores no mencionan ninguna agresividad, pero me imagino que tendrá la misma presencia que en otros casos de paranoia. Saludos :-)

  10. Ana Lorenzo
    2008-09-25 14:10

    Gracias, Antonio.
    Un beso.

  11. simbioagustin
    2008-11-09 21:21

    Hola,
    soy yo de nuevo (simbiodiversidad).
    Tengo el placer de contar en mi poder con ese diagnóstico: Psicosis, (es un estado modificado de conciencia hiperendorfíniko-manía). Estar siempre contento, o muy contento, no solo es posible y divertido sino que te permite una perspectiva crítica y creativa, y gozas de una fuerza extraordinaria para mantener ese sano optimismo. Un compañero hace tiempo me decía que la clave es que “las malas noticias” “te alegren más que las “buenas” “. Pero no como sadismo, sino simplemente por supervivencia darwinista: A mayores problemas, mayor alegría para resolverlos.
    Baste recordar la insoportable belleza y alegría de las mujeres cubanas, a pesar de ( o precisamente por) de la escasez de recursos…(“Al mal tiempo buena cara”; y ahora: “ A peor tiempo, mejor cara todavía”)

    El texto-comentario a continuación lo escribí para otro artículo de este blog, que ahora tiene cerrado los comentarios.
    De todos modos, me parece muy relacionado también con este texto sobre la psicosis.
    Está claro que la principal esquizofrenia del capitalismo (Deleuze y Guattari) es la de vivir en un mundo en el que no vives. El pensamiento occidental de la ilustración inventaba un mundo tan abstracto que al final no terminas de saber separar la realidad de la ficción.
    Y esa abstracción de discontinuidad “cientificamente sostenida” entre mi cerebro, o mi cuerpo, y el mundo, asumida ejemplarmente por el sistema económico que ahora agoniza, nos sume en la soledad-ego-indefendible más infinita.
    “Yo”, “Mi”, o lo que es igual, “el cerebro”, o “yo conozco mi cuerpo”.
    Qué carayo vamos a conocer, si co-nocer significa e implica un co-mpartir, un compartir ecosistemico (la eterna reivindicación de la ecología) de forma que el conocimiento termina siendo el propio ecosistema-proceso-en-cambio-permanente.
    Sí, el conocimiento es el propio ecosistema, que se mueve con nosotrxs a donde quiera que estemos y que no nos podemos quitar de encima.
    La continuidad es tal que “ni la muerte nos separa”.
    ¿Cómo nos podría separar la muerte de algo si las interconexiones y los intercambios son permanentes?
    No existe la muerte.
    No existe el origen de nada, ni del universo ni de la vida en el planeta ni de tu vida o la mía. Todo es un embrollado y maravilloso ciclo-hiper-ciclo.
    El supuesto individuo, y todo lo “individual” es una careta-persona: un juego de rol de una determinada civilización que decidió sin decidir profundizar en la separación abstracta como metodo de conocimiento y acción….

    C.C.E.rebro.-
    Saludaros y compartiros que el único problema que tiene el cerebro pratiarcal es que se da mucha importancia personal.
    El ego del cerebro es tan grande que no es que nunca se canse. Cuanta más importancia personal se de el cerebro, es decir, cuando más veces hablemos (y por tanto pensemos) del cerebro aisladamente, más se nos va grabando la idea (absurda para el sentido-sentir común) de que el “cerebro es lo único importante”.
    CCE.rebro, como nos gusta escribirlo, es un sistema ineludiblemente interconectado de manera permanente, que denominamos con las palabras Cerebro-Cuerpo-Ecosistema.
    Son tres palabras o términos de los que se habla continua-mente, pero curiosamente, cuando del sentir (del) común pasamos a la verborrea cientifista heredada, entre otrxs, de Newton y Descartes, mágicamente nos olvidamos de esa continuidad indisoluble e irreparable, saltándonos olímpicamente miles de tratados de ciencia moderna occidental, tanto de la sicología, biología, ecología.
    Es que, claro, el cerebro es “El Rey”. Se originó y engrosó, hasta ser un enorme quiste sensorial y ahora, no se nos ocurre nada mejor que “retirar” los créditos.
    Si toda la maravillla que le adjudicamos al cerebro han sido una producción en consorcio con el cuerpo y el ecosistema (la sensosfera), como es que (y automáticamente con esto quedan suspendidxs mogollón de prof-alumni: basta con esculcar en sus currícula) se pueda negar con tanta cara.
    Hay hasta una teoría reciente (Organism-Environment) que reintegra al organismo y al ecosistema en un sistema único (tratable en conjunto) para todos los campos relacionados con la sicología y neurobiología.
    Que nuestra mente se centre lo más posible del cuello para arriba tiene una muy fácil explicación-implicación.
    ¿Conocéis algún estado que permita en el DNI la foto de otra cualquiera parte de vuestro cuerpo?
    Razones, evidentemente hay muchas. Pero vamos con otro ejemplo, muy oportuno en estos momentos.
    Un buen día a una religión se le ocurrió venerar a las imágenes.
    Si abrimos un periódico muy probablemente los ojos más repetidos son los de “quién más manda”; lo cual, estadísticamente, quiere decir todo lo contrario en cuanto a la calidad de esa supuesta democracia.
    El culto al lider, no es que sea antidemocrático, es que además es la más clara y fácil contradicción de la democracia, palabra que dice: “el gobierno del pueblo” (por el pueblo). Es decir se opone a cualquier objetivo social-colectivo que aparezca en las hipócritas leyes.
    En este sentido hay pocas diferencias con un lider absolutista de hace siglos. Es más hace siglos ese lider no contaba con que su imagen estuviera repetida miles de millones de veces a lo largo de su reino.
    La razón es bien clara.
    Cada vez que con un implícito odio miro la foto de un lider (“contrario) en algun medio de incomunicación, de lo que puedo estar seguro es que a través de la antiquísima comunicación de nuestra mirada mutua (mirada que ante todo expresa y significa solidaridad y apooyo mutuo), ya, AUTOMÁTICAMENTE, le estoy espresando un porcentaje ekis de solidaridad y apoyo mutuo. Sí, a El/Ella. Aunque verbalmente le esté diciendo “lo peor”.
    Baste pensar que en cada retina hay un censo aproximado de cuatrocientos millones de neuronas.
    Y la verdad es que es un método muy astuto, (o era) por parte de los vendedores de la estrocracia (estro+picio de demo+cracia).
    Un personajillo “cualquiera” + un fotógrafo + miles y miles de repeticiones de esos ojos implicitamente (sensorialmente) amorosos, solidarios y apoyadores. Y el resultado no se hacía esperar.
    Su cerebro y mi cerebro de lector del periódico con esa imagen SON EL MISMO CEREBRO, sin absolutamente ninguna discontinuidad significativa entre ambos. Todo lo demás son peleas a ver quien es el más guapo, quien manda más en nuestro cuerpo…Chauvinismos vulgares, o Demasiada Importancia Personal

    Besos “descerebrados”

    (agustin) x n


    “Biodiversidad son especies biológicas y paisajes físicos;
    simbiodiversidad son además ideas o memes y paisajes del conocimiento”

  12. gekko
    2008-12-02 01:24

    acaso quieren confundirme???
    un dia de estos ire tras bambalinas y me reire.

  13. nuri1983
    2009-03-03 12:43

    Creo que a los americanos les encanta poner nombres a todo. No soy médico y quizá no sea la más indicada para hablar del tema pero puedo dar mi opinión. Al igual que el trastorno bipolar se ha puesto de moda en EEUU, parece un hobby poner nombres a todo l que a mi parecer nace de un trastorno psicótico. En fin , si eso les hace mas feliz. Es mi simple y poco fundamentada opinión…

  14. clark
    2011-01-16 11:25

    Yo tengo la duda eterna de si los demás son personas como yo o bien son actores o muñecos dirigidos por alguien. En fin, eso nunca lo llegaré a saber y me comerá la cabeza y la alegría. Pero no por ello soy esquizofrénico ni paranoico. Es que nadie puede demostrar que lo que yo dudo no sea cierto. Otra cosa es afirmar que los demás son actores. Personalmente no tengo pruebas así que no me lo creo. Dudo, pero no me lo creo.

  15. jesus
    2013-10-31 20:18

    Estoy de acuerdo con estas situaciones como la de Truman. Yo también pensaba que yo estaba viviendo una farsa en la que la gente actuaba a mi alrededor y yo era el punto de atención. Creia que todo era falso hasta mis padres, luego olvide esa sensación pero acabe dándome cuenta a los cuarenta que en alguna medida tenia razón al darme cuenta a esa edad que mis padres no eran mis padres y que yo era adoptado. Por lo tanto siempre hay algo de verdad en lo que pensamos.


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