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Guía para perplejos por Antonio Martínez Ron

El programa de software avanzado A.B.E.R.R.O.N, desarrollado por la NASA a finales de 2003 y oculto bajo el pseudónimo de Antonio Martínez Ron (Fogonazos), rastrea sistemáticamente la red en busca de pequeños resquicios de irrealidad y vulnerabilidades del sistema. Con la Guía para Perplejos, los científicos pretenden ir más allá: estudiar el lado más oscuro del programa y enfrentarle a las paradojas de la creación literaria. Cada día 23, en LdN.

Melocotones en la tormenta

El sueño es más poderoso que las bombas. En su relato de la invasión nazi de la Unión Soviética, Vasili Grossman describe a los soldados durmiendo en el fragor de la batalla. “Se arrojan en la nieve y se quedan dormidos”, escribe. Algunos están tan cansados, que no se despiertan ni “cuando los alemanes les pinchan con sus bayonetas”.

El cansancio hace que los hombres prefieran dormir durante los bombardeos antes que en el aterrador silencio de la noche. “He visto un artillero dormido a dos pasos de un cañón disparando”, asegura. “Pisé a un soldado dormido y no se despertó”.

Científicos de la Universidad de Pensilvania acaban de comprobar lo que muchos ya sospechábamos, que el cerebro se enciende y se apaga como un árbol de navidad cuando hay falta de sueño. Al cabo de 24 horas sin descansar, un hombre es capaz de dormir en el mismísimo infierno.

Atrapados entre los escombros de un terremoto, o flotando a la deriva sobre una balsa de náufrago, el cerebro de los hombres encuentra siempre un instante para desconectar y trasladarse a un lugar lejano, donde se encuentra a salvo.

”Cuanto más horribles eran las condiciones en que dormíamos”, escribe Apsley Cherry-Garrard en “El peor viaje del mundo”, “más tranquilizadores y maravillosos eran los sueños que nos visitaban”. “Algunos dormimos en medio de un infierno de oscuridad, sin la menor posibilidad de volver a ver a nuestros amigos y sin comida que llevarnos a la boca”. Sin embargo, asegura, “no sólo dormimos profundamente la mayor parte de aquellos días y noches, sino que lo hicimos con una especie de placentera insensibilidad”.

En medio del horror antártico, con temperaturas inferiores a los -30º C, los hombres de Scott se refugiaban en sus sacos calados por la nieve y veían en el sueño una especie de salvación momentánea. “Queríamos algo dulce para comer”, asegura, “preferiblemente melocotón en almíbar. Pues bien, ésa es la clase de sueño que la Antártida le ofrece a uno en el peor de los casos”.

“Si realmente ocurre lo peor”, concluía, “y la Muerte se le aparece a uno en la nieve, vendrá disfrazada de Sueño, y uno la recibirá como a un buen amigo más que como a un terrible enemigo”.

Antonio Martínez Ron | 23 de mayo de 2008

Comentarios

  1. elpeor
    2008-05-23 16:19

    lo del sueño es muy fuerte, y lo se por experiencia propia, cuando era mas chico y me drogaba mucho, me podía tirar 2 o 3 días sin dormir, eso si, había un momento que da igual lo que te metas, lo que hagas o lo que pase, el cuerpo pesa, se cierran los parpados y duermes en un sueño profundo y maravilloso del que no te despierta nada hasta que el cerebro dice que ya puedes seguir, a veces con solo 1 o 2 horas después de mucho tiempo sin dormir, es suficiente para que te despiertes fresco y con fuerzas.. Otras veces se puede dormir mas de 20 horas sin parar, pero eso ocurre cuando también el cuerpo esta muy cansado y no solo la mente..

  2. Dem
    2008-05-23 17:51

    Hay quien cuenta, que en la carcel, peligra tu vida si despiertas a un preso.
    A donde iremos cuando dormimos?
    Por que volvemos?
    Inmejorable el sitio y sus notas, para no perder la costumbre.
    Muchas gracias
    Dem Adera

  3. el trampero
    2008-05-24 02:38

    Imagino al capitán Scott en el gélido frío antártico, momentos antes de escribir su última carta, a su mujer, anunciándole su inminente muerte. Después… el sueño.

  4. Lobux
    2008-05-24 07:10

    es verdad que cuando el sue;o pesa te duermes estes donde estes, yo una vez me dormi arriba de una bicicleta con un pie apoyado en el piso, otra vez me dormi parado frente al hinodoro con la cabeza apoyada en la pared, y ni hablar de las veces que me dormi borracho

  5. Rub
    2008-05-24 13:35

    Yo he llegado a dormir de pie durante intervalos cortos, hasta que te flaquean las piernas y te despiertas. También me he dormido montado en bicicleta bajando por una pendiente, después de muchas horas de trabajo nocturno, peligrosísimo. Quiero añadir también que cuando he estado muchas horas sin dormir se produce un estado alterado para mantenerte despierto y eso produce que luego aunque quieras dormir no puedas por muy cansado que estés, pero sin embargo en cualquier momento puede querer desconectar tú cerebro y hay ya no hay nada que hacer.

  6. MAC
    2008-05-24 20:09

    Cuando trabajaba y estuadiaba al mismo tiempo llevaba un ritmo de vida agotador, durmiendo 3 o 4 horas al día. Al cabo de unos meses me sucedia que me quedaba dormido parado mientras me duchaba, o meintras viajaba de pie en el subterraneo. Excelente post… Felicidades.

  7. miguelon
    2008-05-24 20:50

    Muy bueno el post, como de costumbre. Claro, hay otra cara de la moneda; no sé si habéis visto alguna vez un documental o un reportaje sobre la narcolepsia… Aberron, tienes información por ahí sobre el tema?

    De nuevo, gracias y enhorabuena

  8. Airos
    2008-05-24 21:19

    Nada como un buen salón de actos medio vacío, una conferencia sobre cualquier cosa (aunque sea interesante), la voz que salga por unos altavoces, y una presentación con letra arial sobre un fondo azul que degrada a blanco.

  9. Druida
    2008-05-26 00:44

    Cuando la mente no consigue el descanso que necesita, trata de obtenerlo a la fuerza. Doblega a tu voluntad de mantenerte despierto y, hagas lo que hagas, se desconecta.

    Yo sufro de Sindrome de Apnea Obstructiva del Sueño que se me manifiesta con intensidad en cuanto supero cierto peso. Cuando eso ocurre, durante períodos a veces de hasta un minutos, y varios cientos de veces cada noche, mi laringe se obstruye, impidiendome respirar. Cuando mi cuerpo siente que se ahoga, con un violento esfuerzo, se fuerza a respirar, provocando “microdespertares”.

    Todo ello, además, ocasiona una falta de oxígeno en sangre, aumento del CO2 en sangre, y deficiencias en el suministro al cerebro.

    Por el día, me siento cansado, falto de descanso, y mi cuerpo aprovecha cualquier tarea rutinaria para desconectarse. Me falta atención. En los peores momentos, he llegado incluso a dormirme durante una conversacion. Tareas como ver una pelicula o leer más de 3 páginas se hacen imposibles. No hablemos de conducir que se convierte en una ruleta rusa.

    Nuestro cerebro no puede vivir sin sueño reparador. Yo lo se bien, y como yo, miles… cientos de miles de personas en este país. Millones en el mundo.

  10. Petitcalfred
    2008-05-26 01:32

    El misterio que siempre me ha maravillado es que jamás podemos recordar en qué momento nos hemos dormido.

    ¿Nuestra mente nos engaña para mantenernos cuerdos? ¿la locura será un sintoma de no soñar?

    Curioso.


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