El programa de software avanzado A.B.E.R.R.O.N, desarrollado por la NASA a finales de 2003 y oculto bajo el pseudónimo de Antonio Martínez Ron (Fogonazos), rastrea sistemáticamente la red en busca de pequeños resquicios de irrealidad y vulnerabilidades del sistema. Con la Guía para Perplejos, los científicos pretenden ir más allá: estudiar el lado más oscuro del programa y enfrentarle a las paradojas de la creación literaria. Cada día 23, en LdN.
La naturaleza de esta actividad cerebral espontánea es tan misteriosa que hasta ahora nadie se ha atrevido a explicar por qué tiene lugar ni cuál es su función exacta. Los impulsos, que se producen durante los momentos de reposo, se manifiestan en forma de ondas en continuo movimiento que recorren el tejido neuronal y activan y desactivan diferentes regiones cerebrales.
Durante los últimos noventa años, los científicos han ignorado esta actividad por considerarla un mero “ruido de fondo”. En su opinión, se trataba de un simple mecanismo de compensación del cerebro, sin mayor trascendencia. Sin embargo, investigaciones recientes demuestran que estas variaciones podrían no ser tan aleatorias como se creía hasta ahora, sino responder a algún patrón predeterminado que daría algunas claves del funcionamiento de nuestra mente.
Pero la investigación más interesante la han desarrollado Olaf Sporns y Christopher Money, neurocientíficos de la Universidad de Indiana, quienes han estudiado en profundidad el comportamiento de estas ondas en el cerebro de los macacos y están en condiciones de afirmar que las fluctuaciones están determinadas por el “diagrama de cableado del cerebro”, es decir, por su propia anatomía.
Esto significaría que la anatomía de cada individuo contendría parámetros prediseñados que influirían en su forma de pensar o de procesar la información.
Ahora, mediante el desarrollo de un programa informático que simule el funcionamiento de ese sistema de impulsos aleatorios, Sporns y Money se proponen dibujar un mapa de las conexiones neuronales y su misterioso comportamiento espontáneo. Un experimento que podría darnos la llave del proceso por el cuál se desarrolla nuestro pensamiento.
Referencias:
2007-12-23 15:23
El típico antropocentrismo occidental aisla, aisla y aisla todo lo vivo hasta desnaturalizarlo y así es imposible comprender (comprehender) nada de la vida, donde todo es interconexión.
El cerebro, que es estudiado él solito, como si fuera un planeta independiente y lleno de vida autónoma, es como este ordenador conectado a la red. Si nos olvidamos de la red: si lo desenchufamos de la red, se queda muerto, es solo una pieza de las redes de la vida que al estudiarlo aisladamente no aporta nada interesante.
Nuestro cerebro no está hecho para pensar, sino para actuar. Cada segundo recibe 4 mil millones de bits de información y eso es su gasolina y su esencia.
Si estudiamos un ordenador desconectado de la red de internet tratando de descubrir como funciona la red, nos comeremos una mierda, no podremos explicar nada. Porque la esencia de la red, tal como se puede descubrir en un solo ordenador, es precisamente la enorme información que le llega desde otros millones de ordenadores conectados con él.
En el cerebro pasa lo mismo. El cerebro ha sido usado durante milesde generaciones como un transconector en esa red enorme de información que canalizan nuestros maravillosos órganos de los sentidos. Por ello estudiar el cerebro sólo, aislado de toda esta red de conexiones, que es lo que realmente le da la vida y lo conecta en y con la vida, es como ir a un chalét maravilloso y tratar de descifrarlo mirando solo su central o transformador eléctrico.
Sí, el cerebro es sólo la central eléctrica del organismo. Sin estudiar también esas conexiones con el cuerpo y con todo el ecosistema a través de los sentidos, es una paparucha. Por eso los científicos andan siempre diciendo que están a punto de descubrir cómo funciona realmente el cerebro, cuando en realidad nunca llegrán a entender de esta forma nada importante.
Si leéis esto con escepticismo, lo cual es siempre muy sano por supuesto, echar un vistazo a través de google a las neuronas espejo, que son LAS NEURONAS DE LA TELEPATÍA. Y veréis que en su funcionamiento, lo fundamental es la interconexión, tipo wifi, que se produce entre organismos, a través de los sentidos.
The theory organism-environment (ver google) también va en este sentido interconector y antireduccionista. Son pequeñas revoluciones que van a tener un enorme impacto pero que a la ciencia “oficial” le desmonta todas sus paparruchas ya anacrónicas, y por eso quizás no habíais oído hablar de ellas.
En symbiodiversity.wikispaces.com hemos listado una serie de novedosas teorías del conocimiento tan desconocidas como revolucionarias para entender de manera sencilla lo que la ciencia oficialista no está dispuesta a aceptar, pues perdería, de pronto, toda su credibilidad, y dejarían de ganar dinero a espuertas con nuestros impuestos, en investigaciones que, a la luz de todas estas novedades, dejarían de tener sentido.
Perdonar el rollo. para terminar solo deciros que estamos trabajando un nuevo paradigma de la conciencia que llamamos simbiodiversidad. Aunque aún no tenemos un material organizado y ordenado en internet con bastante información al respecto, podéis hulismear por google y hay bastantes cosillas aquí y allá.
2007-12-23 19:07
Perdóneme usted, simbiodiversidad, pero creo que está haciendo exactamente, lo mismo que critica, pero al revés. Si queremos entender la red, también es importante (quizá más) entender como funciona el ordenador.
Pero vaya, que no estamos hablando de ordenadores, sino de las personas y en ese caso no solo la psicología vale, la ciencia en todos sus sentidos debe analizar, tanto como funciona en sus conexiones como por sí solo, ya que, es posible que el desarrollo, en cierta manera, se deba también a la configuración interna.
Estoy de acuerdo con usted en que lo más probable es que jamás demos con el verdadero entendimiento del cerebro, y mucho menos a nivel generalizado, puesto que cada ser es tan independiente mental como físicamente y no hay, en mi opinión, dos personas iguales.
Si existe o no otras teorías más o menos aceptadas o no, lo dudo. En este punto reconozco mi desconocimiento de la materia pero también me parece increíble que la ciencia se niegue a aceptar teorías demostrables, que seguramente, al revés de lo que usted dice, les proporcionaría suculentas reaciones económicas, como las neuronas de la telepatía que usted propone y que, si existen, habría miles de interesados en conocerlas bien (se lo aseguro)
2007-12-24 20:54
Hablando informaticamente, pienso que el cerebro cuando descansa, esta desfragmentandose y pasando el ccleaner. ;)
Feliz Navidad a todos.
2007-12-25 00:30
Probablemente al cerebro le sea imposible parar, como al corazon. Esos impulsos electricos, o lo que quiera que sean, supongo que son lo que soñamos cuando estamos dormidos.
Yo no creo que al cerebro se le pueda comparar con un ordenador, aunque reconozco que la tentacion de hacerlo es grande, me da la sensacion de que en esencia su funcionamiento es muy diferente.
Respecto de telepatias y demas, siento ser un aguafiestas y echar un jarro de agua fria sobre el asunto, pero os contare un secreto: no existe nada de eso, ni remotamente relacionado. Se que es una lastima y que seria incluso muy bonito y fascinate (por no hablar de la parte practica) pero… desgraciadamente, no existe. Lo siento.
2007-12-27 17:40
Bonita sentencia.
Muy razonada.
2008-03-31 19:53
Por supuesto que existe la telepatia, pero un complot internacional dirigido por las compañias de telefonia mobil se ha encargado de ocultarlo. Imaginen el negocio que perderian si eso sale a la luz.
2009-05-29 08:04
la telepatia si es posible con algo de “concentracion cuantica”! …. O con una llamada al celular . O con un buen amigo.
2009-08-26 14:37
Como dijo Woody Allen:
“El cerebro es el mas sobrevalorado de todos nuestros organos”
2009-10-22 09:33
Gracias loop y Woody, y Giacomo, y a todas…
En el fondo se mueve…
2009-11-06 07:05
Solía pensar que el cerebro es el órgano más maravilloso de nuestro cuerpo. Hasta que me dí cuenta de quién me estaba diciendo eso.
– Emo Phillips