Televisión hay, aún, por todas partes. Mientras avanza el siglo, e Internet la remplaza, queda como el electrodoméstico más importante. El que expulsa información sin parar. Información que debe ser sopesada. Esta columna tiene como finalidad y motor reflexionar sobre lo que se emite por televisión y considerar críticamente lo que en ella se ve y expone. Y lo hacía cada lunes. Sigue en elreceptor.com.
En 1989 se canceló la serie regular de Doctor Who, en 1996 falló miserablemente el intento de volver a empezarla con un telefilme. Pero eso no significa que no hubiera más historias del Doctor. Más aún, no es que fuera algo realmente nuevo.
Así que, una vez más, debemos regresar al pasado.
El estreno en 1963 de Doctor Who fue un éxito, sobre todo su segundo serial que iniciaría la Dalekmanía. En las navidades de 1964 estaba el juego Dodge the Daleks, la novelización de ese serial Dr. Who in an exciting adventure with the Daleks by David Whitake y, por supuesto, los cómics de los Annuals de Under World que saldrían a uno al año del ’66 al ’86 y los que Tv Comic publicaba de manera… ahm… peculiar. Con el Doctor ejerciendo de abuelo apacible de dos pequeños y sin poder encontrarse con los Daleks que para eso Terry Nation había vendido sus derechos para su propio cómic a partir del año siguiente dentro del TV Century 21 de Gerry Anderson.
Además, claro, de las primeras chanzas con unos y otros ya desde ese año. Al fin y al cabo el impacto de los Daleks fue profundo. Del Doctor podemos discutirlo más pero no hay más que ver que los juguetes oficiales eran The Dalek Oracle, The Dalek Shooting Game, The Dalek Shooting Game o Daleks: The Great Escape… Es como si Hartnell no fuera un gran material para hacer juguetes.
Pasada la Dalekmanía, dos películas de Peter Cushing, y un puñado de cómics, y tras el trayecto tranquilo de Troughton, la llegada de Pertwee a la serie reactivó el interés y ese despegue se convirtió en auténtico interés con el paso a Baker.
No sólo aparecieron multitud de nuevos juegos y juguetes relacionados con el Doctor, incluyendo The Game Of Time And Space, además de más cómics aún —ahora en la revista Countdown además de Tv Comic—y posteriormente en su propia revista, creada en 1979, la Doctor Who Magazine que originalmente era Weekly, para el año siguiente Doctor Who Monthly hasta que pudo pasar al nombre definitivo en 1984. Creada gracias a un acuerdo entre la BBC y Marvel UK, eso facilitó que hubiera interacciones entre el Doctor y otros personajes de la rama inglesa de la compañía, especialmente Death’s Head, e incluso que publicara sus propios anuales, llamados ahora Yearkbooks, del ’92 al ’96, y es que aún con el cierre de la serie en 1989 se había seguido publicando la revista ofreciendo nuevas aventuras en formato cómic,resistiendo incluso el paso de Marvel UK a Panini Comics.
Pese a la importancia de las múltiples referencias y las parodias como ese programa de radio australiano del ’79 al ’81, Dr Poo, o, sobre todo, el sketch del enormísimo Spike Milliagan en su programa Q llamado Pakistani Dalek:
La mayor relevancia la tendría, sin embargo, las radionovelas y novelas, que supieron capitalizar de la mejor de las maneras a los responsables artísticos de la serie.
En el caso de las versiones para audio, todo empezó un LP con una aventura para niños Doctor Who and the Pescatons en 1976. Pronto le seguirían una versión de Genesis of the Daleks narrada por Tom Baker que pronto haría otra aventura, junto a Elisabeth Sladen, en formato de radionovela para la sección de recursos escolares de la BBC. Años más tarde, en 1985, durante el parón, la BBC pondría en marcha Slipback, una obra con Colin Baker y Nicola Bryant para el programa infantil Pirate Radio Four. En todos los casos eran situaciones especiales.
A principios de los ’90, tras la cancelación de la serie original, el Departamento de Sacar Dinero de la BBC decidió poner a la venta el audio de los episodios clásicos de los ’60, normalmente de aquellos incompletos en imagen por ser este el único medio de poder experimentarlo. El éxito llevó a la BBC a plantearse sacar una serie de especiales para radio, pese a lo cuál sólo lograron grabar dos, ambas por Barry Letts y protagonizadas por Jon Pertwee, Elisabeth Sladen y Nicholas Courtney. ,
No sería hasta 1998 cuando se comprobara a fondo el éxito de estas obras gracias a que el grupo de aficionados Doctor Who Appreciation Society decidió crear con finalidad caritativa Cosmic Fugue 2 con diversos actores de la serie —incluido Colin Bake— leyendo varios relatos escritos entre otros por Barry Letts o Gary Russell, quién fue fichado de inmediato por la empresa Big Finish Productions.
Especializada en la producción de radionovelas, audiolibros y demás derivaciones más audio que visuales, la empresa había sido aproximada por la gente de Vender Licencias para Hacer Pasta de la BBC para venderles los derechos para la publicación de radionovelas. A razón de una por mes y comenzando en 1999, la empresa conseguiría recuperar a los actores originales que interpretaron del Quinto al Octavo Doctor y a una enorme cantidad de sus acompañantes televisivos, así como alguno creado específicamente para estas obras.
El éxito de la iniciativa, que permite historias nuevas metidas más o menos en continuidad. Incluso pudieron sacar una serie nueva llamada Doctor Who Unbound que explora sucesos que hubieran podido pasar en determinadas divergencias temporales. Es decir “¿Y si…?”, que permiten además un reparto alternativo para los personajes. No es lo único fuera de la serie de televisión que ha aparecido, aunque para ello haría falta hablar primero de las adaptaciones literarias.
Las novelas comenzaron a ser adaptadas por la editorial Target a partir de 1973, realizando versiones de algunos de los seriales que se habían emitido y convirtiéndose en la fuente más fiable para reconstruir lo que sucedía en los que estaban desaparecidos.
Cuando empezaron a ver el éxito que tenían se publicaron también algunas de las aventuras que habían quedado sin novelizar, y se siguió completando los huecos tras la cancelación de 1989 hasta que en 1991 Virgin compró la editorial. Hasta entonces Targer había logrado sólo que le dejaran publicar novelizaciones de seriales ya existentes, y se había dejado alguno por el camino, y un par de rarezas. Por un lado seis novelas dentro del sello Make Your Own Adventure with Doctor Who que son Elige tu propia aventura del Doctor, por otro las primeras historias independientes que se permitieron escribir sobre personajes de Doctor Who —desde que en 1980 se publicaran una serie de cuentos infantiles sobre K9—, y que de nuevo giraba sobre los acompañantes, primero Turlough, luego Harry Sullivan y, finalmente, K9. Sin embargo, la BBC no permitió a Target que continuara con la línea.
Tras la cancelación de la serie original, en 1989, sí se permitió a Target que publicara material no visto en los seriales, primero en The Target Missing Episodes que adaptaba algunos de los guiones previstos para la temporada 23 que se puso en suspenso y acabó dando lugar a otra temporada distinta conocida como Trial of a Time Lord. Esos guiones ya preparados fueron adaptados en esta colección y permitieron evolucionar las adaptaciones por coincidir con la compra de Target.
A partir de 1991 sería Virgin Books directamente la responsable de seguir con las novelas y dado que la serie original estaba ya… tomándose un descanso se les permitió continuar en el punto en que se habían quedado, como el Séptimo Doctor y Ace. E incluso darle un contenido más juvenil/adulto que a la serie de la que venía.
El enorme éxito les animó a sacar en 1994 la colección The Missing Adventures en el que se contaban historias nunca antes vistas de los seis primeros Doctores, permitiéndoles así una mayor variedad de personajes bien conocidos. E, incluso, la creación de aventuras con a participación de varios Doctores
Virgin llegaría a sacar hasta una tercera colección, los Decalogs, unos recopilatorios de historias cortas con el Doctor como centro. Que durarían mientras tuvieran los derechos. Es decir, hasta 1996. En cuanto asomó el telefilme la BBC y su Loco Equipo de Derechos aprovechó para recuperar todas las licencias posibles, incluidas las de los libros.
En Virgin no se quedaron de brazos cruzados, aunque tuvieran que cerrar las Missing Adventures y pasar los Decalogs a relatos SIN el Doctor, aprovecharon a la acompañante que habían creado para las novelas, la Profesora Bernice Summerfield, para que siguiera viviendo aventuras independientes en una serie llamada, simplemente, The New Aventures. Que acabaría siendo incluida en las radionovelas de Big Finish con su propia serie.
El éxito seguía acompañándoles y el recuerdo de los libros sobre el Doctor era tan bueno que serviría de inspiración. Aunque la BBC, que pasó a publicar sus propios libros a partir de 1997, hubiera preferido ignorarlo, se acabaron incorporando hechos y situaciones de las Nuevas Aventuras y de las Perdidas a su línea de libros.
Entre 1997 y 2005 la BBC se encargaría de contar las historias del Octavo Doctor, empezando por La Novelas de La Película y, pese a todo, siguiendo desde ahí. Aunque para ello tuvieran que volver a empezar las novelas con una narración que reuniera a los ocho Doctores tras los problemas del telefilme entre los aficionados.
Como ejemplo de la explotación del formato creado por Virgin, la BBC abriría también la colección The BBC Past Doctor Adventures contando historias de los anteriores. Incluyendo algunas novelizaciones con personajes más que discutibles.
Pero como pasa siempre la BBC creía que podía exprimir incluso más dinero y decidieron licenciar a otra empresa, Telos, la publicación de unas novelas cortas del doctor. Desde 2001 a 2004 estuvieron publicándolas y, como hiciera Virgin antes que ellos, al quedarse sin la licencia decidieron sacar un spin-off, Time Hunters, y continuar, aunque no pasara su intento de 2007. Al fin y al cabo no todo el mundo puede ser Bernice Summerfield.
Aunque el mayor derivado de la serie sería, por supuesto, el intento de spin-off que en 1981 había logrado lanzar con esfuerzo John Nathan-Turner, K9 & Company, para lograr una serie en la que Sarah Jane Smith y K9 unieran fuerzas en aventuras semanales. Se hizo una prueba para un piloto aprovechando parte del dinero para la temporada que tenía asignado Doctor Who, la idea era hacerlo como especial para probar su viabilidad. Estaba pensado para un público más infantil/juvenil que el de la serie madre que JNT quería girar hacia el segmento juvenil/adulto. Tras los clásicos problemas se logró montar un piloto mostrando el primer encuentro entre los dos personajes que recibió el título de A Girl’s Best Friend y se decidió la emisión el 28 de diciembre de 1981. El resultado de audiencia fue muy bueno con 8,2 millones de espectadores que prácticamente garantizaban su continuidad. Es decir, ¿qué podría impedirlo?
Pues, por ejemplo, un cambio en el puesto de Controller de BBC que sacó al ya convencido Bill Cotton y puso en su lugar a Alan Hart, un directivo que consideró que era una tontería, demasiado infantil y en absoluto lo serio que él creía que la BBC debería ser. Así que no se continuó con la producción.
Pero, como vimos por el éxito de novelas y audios, se notaba que los aficionados a la serie estaban ahí, seguían pendientes —al fin y al cabo no habían tenido ni que cerrar la revista— y sin duda esperaban novedades pronto… Muy pronto.
2013-09-09 13:51
O sea que Bernice Summerfield es el caso opuesto al de Richard Dragon, que “nacio” en novelas fuera del Universo DC y acabó integrado en él. Bueno, hace como tres retconeos que no se le ve el pelo.