Televisión hay, aún, por todas partes. Mientras avanza el siglo, e Internet la remplaza, queda como el electrodoméstico más importante. El que expulsa información sin parar. Información que debe ser sopesada. Esta columna tiene como finalidad y motor reflexionar sobre lo que se emite por televisión y considerar críticamente lo que en ella se ve y expone. Y lo hacía cada lunes. Sigue en elreceptor.com.
Lo tengo casi asumido. La gente quiere información y la quiere ya. Más aún, lo que quieren es opinión, información subjetiva acabarán llamándola. En circustancias normales —risas— le doy a las series tres capítulos para comprobar por donde tiran, muchas veces el piloto no pasa de ser una presentación de los personajes o del concepto —los puntos de arranque de una serie suelen ser bastante limitados, generalmente giran en torno a alguien nuevo que llega a un lugar establecido o a alguien establecido que se enfrenta a una situación nueva, pero de esto, si acaso, hablaremos en otra ocasión— pero asumiremos que si la serie evoluciona de manera correcta volveremos a hablar de ella por aquí. De manera que vamos una vez más con un
PILOTOS DEATHMATCH
Better with you
Empezamos bien… Párame si ya has oído esta: Seguimos a tres parejas, la primer está formada por unos jóvenes atractivos que llevan saliendo juntos unos pocos meses y están aún muy enamorados; la segunda es de una anodina pareja de mediana edad que lleva ya diez años de matrimonio y se conoce tanto o más de loq ue quizá fuera necesario; la última es una pareja de ancianos que llevan treinta y cinco años casados y están, francamente, aburrido el uno de la otra y viceversa. Todos ellos van pasando por las mismas situaciones para comparar cómo cambian las cosas según el momento vital y de la relación. Cuando termines de gritar seguimos. Sí, eso es, algún genio de la televisión USA ha decidido que adaptar matrimoniadas era buena idea. Y no, claro.
Bleep my dad says
He aquí una catástrofe épica que pondrá a prueba a nuestros héroes. La historia de hijo que vuelve al hogar, como la padre sin pelos en la lengua, en fin, esas cosas que uno parece condenado a encontrar todas las temporadas. El problema aquí es que hay una parte que es mejor que todas las demás. William Shattner no sólo se come al resto de actores, también demuestra lo estúpido de todo el asunto de la situación entera. Con unos actores unánimemente mediocres la serie podría pasar simplemente por una cosa malilla, con buenos actores podría tirar pese a sus guiones —como HIMYM vaya— pero con un sólo actor dándolo todo se nota tantísimo el cartón que sólo la situación privilegiada de la serie, en mitad del Rodillo de los Jueves de la CBS entre The Big Bang Theory, CSI y El Mongolista le da posibilidades altas de supervivencia.
Blue Bloods
Difícilmente se puede ser más clásico que con esta serie sobre una familia de policías, incluso la elección de actores con Tom Selleck al frente en su versión palo por el culo parece justificar una premisa y un desarrollo que podría haberse estrenado hace diez o veinte años sin grandes diferencias. Lo que no deja de ser una garantía de seguridad —al fin y al cabo al público le gustan las series sobre policías— y, a la vez, una fuente de problemas porque ser tan fiable y seguro como un ladrillo implica casi el mismo grado de diversión.
Boardwalk Empire
Llegamos a uno de los estrenos de la temporada marcado de esta manera por motivos externos. al ser el proyecto de Scorsese para una HBO necesitada de un éxito no sólo en audiencia sino en crítica, viéndose superados por los ambos lados por Showtime , AMC e incluso la FX , de manera que la promoción ha ido a tope y el dinero chorrea por la pantalla. Lo primero que uno nota no es la caracterización de los actores o lo adecuado del contexto; no es una asunto tanto de Scorsese haciendo lo que mejor se le da como de lo apabullante que es el decorado —todo parece de la época de los grandes estudios— de manera que ya sabes que aquello tiene que tirar sin remedio. Y lo hace. En parte por el carisma de los actores, desde Steve Buscemi en un papel golosina a Michael Pitt, un Leonardo di Caprio barato para la tele, hasta la eficacia de la recreación musical. Es una serie que recuerda a la época de las buenas series de la HBO, y más concretamente a Deadwood. El problema, al menos para mí, es que ese ansia, esas ganas de volver a la Buena, Vieja, Aclamada HBO se nota, y mucho, de manera que uno ve con más frecuencia de lo deseable moverse los hilos no sólo de las tramas sino, además, de los intereses detrás de la elección del desarrollo de esas tramas. Como de todas formas es, al menos de momento, buena televisión de entretenimiento no hay duda de que la seguiré.
Chase
Era de suponer que dado el auge de Marshalls en la pequeña pantalla, desde Medias de esparto , perdón In plain sight, hasta Justified , acabaría provocando la creación de una serie de grupo policial a la Bellisario así que esta serie no debería sorprendernos. Y es cierto, no sorprende en ningún momento. Bueno, hay un hispano que se supone medio mexicano y habla español con acento cubano pero, ¿debería eso sorprendernos?
The Defenders
Habitualmente hay una serie que resulta difícil de creer que se emita y este año el premio Tan erróneo a tantos niveles parece inevitablemente predestinado para esta… este… esto… Sinceramente, no sé por donde empezar. La premisa argumental es absolutamente idiota con dos abogados de Las Vegas que parecen más cercanos a Los Productores que a The Good Wife_, eso sin contar conque es la imperfecta mezcla entre Las Vegas y Boston Legal sólo que en lugar de contar con James Spaider y William Shattner tienen a Jerry O’Connell —que se acerca así al record de encontrar serie tras hundir la anterior de Christian Slater — y a Jim El Malo Belushi con la pequeña diferencia de calidad que eso supone. A ello se une una perfecta mezcla entre trama que ofrece mucha variedad, a ratos es idiota, a ratos ilógica, a ratos no tiene nada que ver con nada, eso cuando los actores no deciden dar un recital interpretativo interpretando cada vez a sus personajes de una manera diferente. Por si quedaba algo a esta serie, retoma el título de una de als más importantes e interesantes series de abogados que en la primera mitad de los ’60 sirvió para discutir y debatir diferentes temas candentes del ámbito político y social. Como si TeleCinco decidiera llamar La Clave a su nuevo programa contenedor. Mi opinión al respecto: Fotos comprometedoras. Eso es lo que explica que la hayan estrenado.
Detroit 187
Hacer una de esas series de comisaría de policías es, a estas alturas, tratar de mezcla la ortodoxia con la originalidad. Cualquier otra aproximación suele tener el efecto Más de lo mismo sobre la audiencia que a corto plazo permite cierta estabilidad pero a medio/largo les hace olvidarse de la existencia de la serie o de cualquier interés que pudiera sentir por ella. El problema es que cuando la serie es decididamente original puede meter la apta irremediablemente desconectando de la audiencia incluso si fuera, como en el caso de _ The Unusuals_ , una de las mejores series de ese año. El resultado acaba siendo como en este Detroit 187, casi todo predecible, pero con pequeñas muestras de heterodoxia apra ver si así logran distinguirse, aunque sea sólo la puntita, del resto. Si la serie fuera una comedia llamaría al timbre y se iría corriendo. Irónicamente ese parece también su destino como drama.
The Event
Bienvenidos una temporada más a Manderley el hogar en el que la nueva serie trata de imitar y superar a la Señora Lost Winters mientras la malvada ama de llaves Mrs. Fanboys Danvers les dicen que jamás se parecerá a su adorada ex. Exjefa, digo. Y, una temporada más nos hacemos las preguntas: ¿Es algo más que un ejemplo de suceso indeterminado? ¿Hay una intencionalidad clara al hacer la narración confusa? ¿Cubrirá el hueco de Lost ? Y respondemos como siempre: Obviamente no; Lo dudo mucho y Ni de coña. Ahora, si aún no has superado su desaparición puedes cerrar los ojos y fingir que es ella. Las muñecas de plástico están diseñadas para eso. recuerda, si es artificial no es necrofilia.
Hawaii Five-0
Hablando de necrofilia, alguien pensó que podía revivir esta vieja serie y nadie lo notaría. No, lo de Hawaii sólo lo tiene en el nombre y la localización, no porque se parezca más a Magnum o Jack y el Gordo, que tampoco, sino porque se han montado una mezcla de The Unit y VIP con decorados exóticos en una serie que es un más de lo mismo aplastado pro el peso de su antecedente. Y estamos hablando de un antecedente del que la ente sólo recuerda la canción de los créditos, así de bien les ha ido.
Hellcats
Chica rebelde se ve forzada —a mí no me miren, el guión es suyo— a las animadoras descubriendo, sí, un mundo competitivo pero, a la vez, lleno de posibilidades, con auténtica amistad y rivalidades enconadas que nacen de… ¡Que es otra serie de la CW! ¿Qué esperabas? ¡Culebrón, cuerpos jóvenes, hilos argumentales de sedal elástico! ¿Quieres ver eso? ¡Adelante! Pero luego no digas: “Qué raro, esta serie de animadoras no tiene la profundidad de Los Soprano.” porque advertido ibas.
Lone Star
Serie preparada para ganar todos los premios posibles, con una mezcla argumental a medio camino entre la críticamente aclamada Big Love y el grandísimo éxito popular de Dallas, con un empuje en propaganda y promoción más que notable. El resultado es, claro, un fiasco pretencioso. Una serie que está realizada artificialmente como un proyecto de marketing y que, por una vez, no parece haber funcionado en ninguno de los campos a los que echaba el hilo porque todos han pensado que el asunto iba con el otro.
Lost Girl
Nuestros amigos canadienses nos ofrecen algo tan completamente claro en sus intenciones y referentes que es imposible no aceptarlo. Una serie sobre una señorita con poderes que no controla en un escenario de fuerzas ocultas moviéndose por la ciudad, con dos facciones dentro de los seres sobrenaturales y ella como único elemento al margen de las disputas. Esta serie, que yendo de una súcubo —¿o pensabas que esto era Changelling: The TV Series ?—daría para una divertida trama de ese hilarante desastre total que es Tetas y Vampiros aquí se limita a crear un falso policíaco que podría heredar de Witchblade, Painkiller Jane o cualquier otra serie de los últimos ’90 y primeros ’00. A mi este hacer las cosas a las claras me conmueve.
Mad
Cuando te dicen que una revista se lee en diez minutos no te sueles imaginar que en diez minutos puedes recrear toda la revista pero esta ¿serie? ¿adaptación? ¿reconstrucción? demuestra que gran parte de la celebérrima revista MAD cabe. Y más aún, cabe tal cuál está ahora. Con todo lo que eso significa. Parodias chuscas, infantilización rampante, recurrencia a los nombres populares y ocasionales chispazos de ingenio —sobre todo por parte de Sergio Aragonéz — que justifican el seguir con ella a la espera de volver a los gloriosos tiempos de antaño.
Mike & Molly
Chuck Lorre es un creador capaz de lo mejor y de lo peor. Normalmente es popular, muy popular, pero no siempre es bueno, de manera que puede salirle un The Big Bang Theory pero también —¡Horreur!— un Dos hombres y medio . Si les digo que yo esta serie la estrenaría en España como Dos gordos muy gordos se pueden hacer idea de a cuál se parece más. 20 minutos de chistes sobre sobrepeso, dietas y hacer ejercicio. Sobre autoaceptación y ligues cuando te sobra unos kilos. Lo que consigue un objetivo notable: la comedia acaba haciéndose muy, muy, pero que muy pesada.
My Generation
Todos deberíamos reflexionar sobre series como esta. Punto de partida: En el año 2000 en Austin, Texas, un grupo de grabación de documentales siguió a varios chicos en su último año de instituto. Ahora, 10 años después, los autores del documental vuelven para ver cómo les ha ido, comparando, sobre todo, con lo que esperaban que fuera su vida. Uno esperaría una trama, algún tipo de recurso del estilo falso documental que desde The Office hemos estado viendo. El año pasado, con gran éxito, en Modern Family, por no irnos lejos. En realidad respeta extraordinariamente el formato documental. Hasta el punto de que no interesa como serie. Bueno, no interesa como nada pero como serie es un fiasco. Hasta el punto de que cabría pensar —y esto es un triunfo en si mismo— si no nos encontramos ante un reality, un documental o cualquier otra estupidez similar. Pero no, es real. Perdón, es falso. Quiero decir: Es realmente una historia ficticia. No una muy original, este mismo año tuvimos en Reino Unido la serie Reunión que iba del reencuentro de un grupo de amigos. ¿Qué ventajas apuntan esta mezcla? La confusión entre unos personajes a los que les hayan pasado cosas estos diez años y, claro, la apariencia de realidad. Lo que nos colocaría en el inevitable punto en que los Realities son directamente Falsos. Único tema realmente interesante que podemos sacar de este espanto de serie.
Nikita
Quizá alguno de ustedes, mis silentes lectores, recuerde alguna de las muchas encarnaciones de la famosa, ahm, espía. En ese caso puede ir directamente a la unidad de borrado cerebral más cercano porque no le servirá de nada en absoluto. Por lo visto a los creadores tampoco les ha servido de gran cosa. Nikita , la nueva, tiene como arma más mortífera el aburrimiento. La casi inexistente trama presenta a Nikita preparando su venganza contra la agencia que la entrenó a la vez que una nueva… recluta… entra en ella para ser preparada. Ninguna de las tramas parece ir a ningún lado, constituyéndose más que como una nueva serie como la tremendamente innecesaria sexta temporada de La Femme Nikita.
No ordinary family
En puridad esta se estrena la semana que empieza pero dado que vamos de pilotos este pre-air debería de servir para hacernos a la idea de lo que vamos a encontrarnos. Con unas bases de representación clásica y familiar de superhéroes —pensemos en Los Icnreibles o Héroes — tenemos una familia que, al más puro estilo de Los 4 Fantásticos , sufre un accidente y gana poderes que decide usar para el bien. Las motivaciones detrás d esos poderes o los resultados que de ellos esperan sacar son, por otro lado, apuntes a desarrollar con la serie. Con un armazón alejado del clásico culebrón veremos si tienen la capacidad de desarrollar una serie de prime time o terminan haciendo una serie juvenil que pueda emitir Clan TV por las madrugadas.
Outlaw
El primer capítulo consiguió casi 11 millones de espectadores, el segundo no llegó a 5. Imaginad cómo fue. Si no hubieran estrenado The Defenders esta serie tendría el dudoso honor de ser el más vistoso choque de trenes de la temporada, con un Jimmy Smits rivalizando con Slater y O’Connell hundiendo series y una de las premisas más ridículas, los personajes más acartonados, el plagio de estilo Bellisariesco más ridículo y la más increible acumulación de subtramas pésimamente ideadas y tremendamente mal actuadas que parecía que se pudieran acumular en un único capítulo. Con deciros que hasta la premisa parece sacada de Justicia Ciega — Dark Justice no Blind Justic ojo — con un juez neocon hijo de un activista al que la muerte de su padre lleva a dimitir de su posición vitalicia en el Tribunal Supremo. Imposibilidades legales, policíacas y lógicas, toneladas de doble pensamiento y una extensa cantidad de imperfecciones que hace dudar de si contrataron a Smits después de haberlo intentado con Lorenzo Lamas .
Outsourced
De vez en cuando la televisión nos trae series interesantes, divertidas y originales. Imagino que estáis tan sorprendidos como yo. Outsourced se atreve a llevar la comedia dentro de la tragedia, más aún, se atreve con un reparto compuesto casi exclusivamente por indios. Porque eso es de lo que va, una empresa de artículos de broma, camisetas y todo tipo de elementos superfluos, las famosas Novelties, decide mandar a La India a sus operadores telefónicos. Para allá mandan a su mejor vendedor, convertido ahora en gerente de los teloperadores. Por supuesto los indios no tienen idea de la cultura americana ni de su forma de pensar, el choque cultural de nuestro Pez fuera del agua es doble —¡bravo!— porque si bien el protagonista está fuera del agua con sus subordinados estos lo están en la cultura americana en la que él se mueve como pez en el agua. Eso sin contar los latigazos a la cultura corporativa con los otros dos personajes blancos, el clásico intransigente carca y la bella australiana. Si son capaces de mantener el tono y no se pierden en derivas tipo The Office podemos estar ante la comedia de la temporada. Suponiendo que no le gane la partida:
Raising Hope
Cuando no sabes si es la mejor serie de la tanda o sólo la más perturbadora es que las cosas van por el buen camino, y si bien al creador de My name is Earl le ha vuelto a dar por por la white trash y en el fondo no estamos más que ante una clásica comedia familiar con una capa de pintura el nivel y la temática de los chistes, la sensación de que todo puede suceder en cualquier momento y un sentido del humor por encima de los chistes encadenados la destacan entre lo más notable que podemos sacar de esta temporada. Pulgares arriba, ambos.
Regular Show
Una urraca —azul— y un mapache protagonizan esta serie para Cartoon Network que recupera el espíritu de Beavis & Butthead y lo combina con el de Bob Esponja para lograr una serie animada que recuerda a lo que teníamos cuando Ren & Stimp o Vaca y Pollo era lo que se suponía que había que ponerle a la juventud.
Running Wilde
Es una pena que este piloto no de más de sí porque las breves apariciones y la magnífica labor de Will Arnett no acaba de convertirse en una serie compacta y palpable, queda más como un ejercicio de buenas ideas con un principio quizá algo menos claro de lo que podría esperarse de alguien con el rodaje de Mitchell Hurwitz aunque por lo menos es tremendamente superior a Sit down, Shut up
Sym-bionic Titan
No hemos terminado aún con los regresos porque también Genndy Tartakovsky tiene nueva serie de animación. El cerebro detrás de El laboratorio de Dexter, Las Supernenas o Samurai Jack nos trae una serie con referentes muy japoneses, quizá lo más Tezuka que haya hecho jamás, que reúne las tradiciones de la llegada extraterrestre con los super-robots y una trama argumental que se promete larga que muestra la conexión con las Clone Wars de Star Wars . Todo un crisol preparado para satisfacer a los diferentes públicos. Especialmente los nostálgicos de Mazinger Z o los Power Rangers .
Terriers
Dentro de los creadores, desarrolladores, showrunners o como quiera que hayáis decidido llamar hoy a los responsables de habernos traído una serie, hay gente que logra capitalizar su éxito en proyectos posteriores como Whedon o Abrams* y personas como Shawn Ryan, de The Shield, que ha demostrado no saber cómo aprovecharlo. Porque es bien cierto que la serie está necesitada de rodaje, con dos personajes centrales que chirrían y sin que parezca que la acción, con una química entre los actores personales que brilla por su ausencia con lo que eso significa cuando algo se enfoca hacia el terreno de las Buddie Movies. de manera que lo que tiene entre manos es más probablemente el primer fiasco de la temporada, aunque mitigado por la negativa de la cadena a eliminarlo de la parrilla pese a que el primer episodio marcó un muy mediocre millón doscientos mil espectadores que dos emisiones después se ha convertido en una serie seguida por 520 mil fieles —supondremos que no se van a largar a ninguna parte.. que marcaba uno de los registros más bajos para un estreno jamas visto no ya en su televisión sino, incluso, en la nuestra.
Undercovers
Quizá el movimiento más sorprendente de todos, la nueva serie e J. J. Abrams no sólo está lejos de la versión de los espías dados por Alias sino que se nos muestra como una heredera de la tradición cuasi-cómica de los ños ’80. Cercana a lo que podría ser un Hart & Hart con el tono desmitificador y cómico de Chuck, su falta aparente de ambición y clasicismo casi preparado hacen de esta serie una grata sorpresa, al menos hasta que nos explote ene la cara un Fibonacci, pero ara entonces ya veremos qué hacer.
The Whole Truth
De nuevo la lucha entre lo clásico y lo moderno, entre las ideas rupturistas y el otra vez lo mismo , en esta ocasión dentro del mundo de los abogados —como puede verse este año el tema abogadil está muy y muy arriba— pues hacemos el seguimiento de un caso desde ambas partes, acusación y defensa, acercándolo a la experiencia que resulta la idea original de un Ley y Orden permitiéndonos centrarnos en un caso bastante clásico que ese muestra interesante gracias a este truco que nos lleva no ya a realizar reuniones clandestinas sino a dudar del mismo resultado de toda la investigación. Un intento meritorio que tiene en contra todo lo demás, desde lo clásico del planteamiento a la sensación de haber visto ya antes todo lo propuesto.
Bueno, con esto terminamos la lista de las ya estrenadas. Quedan, por supuesto, un par de ellas aún por aparecer como Tower Prep en Cartoon Network, pero tranquilos, si merecen la pena ya iremos viéndolas por aquí.
2010-09-27 23:59
Pues nada, leyendo esto uno se congratula de no tener canales de pago.
Oye, sólo una cosa, ¿dices que “Dos hombres y medio” es mala?
Saludos
2010-09-28 03:02
Para mí es espantosa, chico. No logro comprender el megaéxito que tiene en EE.UU.
2010-09-28 12:14
Nada en lo que salga Jon Cryer puede ser bueno. Nada.
2010-09-28 14:56
Dos hombres y medio es, a la vez, una de las peores comedias y una de las más vistas de la televisión. Pero lo realmente increíble, más incluso que le aumentaran el sueldo a Sheen después de todos sus problemas legales, es que Lorre sea capaz de hacer esta o Dos gordos muy gordos y luego le salga Cybill o TBBT
2010-09-28 23:24
Pues no estoy de acuerdo, sobre todo con el mediocre panorama de series. Dos hombres y medio fue una buena comedia que ahora se repite bastante y que ha enquistado los gags, pero que salió adelante a pesar de las tremendas limitaciones de sus dos actores protagonistas, o quizás gracias a ellas.
Saludos
2010-09-29 21:50
“Dos hombres y medio” es una magnífica serie durante, aproximadamente, las primeras tres décimas de segundo de los créditos, luego cae en picado volviéndose insoportablemente tediosa.
Es como si fuese de otra época, es antigua desde el primer momento, el horror.
Obviamente, es perfectamente normal que tenga éxito.
2010-09-30 00:34
Me estoy empezando a preocupar, me gustaba “Dos hombres y medio” …