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El receptor por Jónatan Sark

Televisión hay, aún, por todas partes. Mientras avanza el siglo, e Internet la remplaza, queda como el electrodoméstico más importante. El que expulsa información sin parar. Información que debe ser sopesada. Esta columna tiene como finalidad y motor reflexionar sobre lo que se emite por televisión y considerar críticamente lo que en ella se ve y expone. Y lo hacía cada lunes. Sigue en elreceptor.com.

DisLates

Ya tenemos todas las piezas para explicar lo sucedido con los Lates, pero antes, un prólogo de 2004.

En ese año sucedió algo indispensable para entender el posterior movidón: La NBC decidió que no podía dejar escapar a Conan O’Brien.

Acababan de pasar diez años desde su primer programa al frente de Late Night y estaba estudiando otras ofertas. La ABC acababa de cerrar el Late de Bill Mahler tras cinco años y la FOX había pasado de ser la dubitativa cadena que empezó a finales de los ochenta para consolidarse durante los noventa y empezar a lograr audiencias espectaculares con el cambio de siglo, pero aún necesitaban un Late . Por no hablar de la siempre de fondo Comedy Central.

Novios no le faltaban a O’Brien, así que la NBC contraatacó con uno de sus clásicos movimientos: Convencieron a O’Brien que si se quedaba le darían el Tonight Show en cinco años. Y, como ya establecimos la semana pasada, ser el presentador del Tonight es mucho más de lo que pueda ofrecer nadie. Por supuesto eso significaba que en 5 años el presentador que estaba en ese momento, Jay Leno, tendría que despedirse de su audiencia y buscar otro hueco. Pero, eh, eso sería un problema para los directivos de centro de 5 años. ¿Qué es lo peor que podría pasar? Así que hablaron con Leno, le convencieron —la otra opción era cambiarle en el momento— y así Leno aceptó realizar este cambio. Más aún, salió en la tele, en el Tonight Show, anunciándolo.

Incluso habló de hacer lo correcto y de evitar los problemas que ocurrieron con la marcha de Carson. (Hay quien dice que Carson, a quien aún le quedaban dos años de vida, comentó que el único problema fue el propio Leno) El propio O’Brien comento el anuncio en su programa y todos tan tranquilos, total cinco años es mucho tiempo…

Ya estamos cinco años más tarde. Se pasan volando los años cuando uno los disfruta. Y, la verdad, 2009 no pudo ser una elección más desafortunada. Año post-electoral y, por tanto, sin el tirón de ver a los candidatos dándose de leches, y año de Crisis, de todo tipo de sectores y materias. Con una NBC tan confundida que ni se les pasó por la cabeza cerrar 30 Rock pese a que sus directivos eran frecuentemente satirizados. Para los Late tampoco fue un buen año, David Letterman vivió un escándalo sexual cuando se reveló que habían tratado de extorsionarle a cambio de que no se hicieran públicos sus affaires con mujeres del equipo del programa —¿Ustedes pensaban que Pepe Navarro había inventado algo?— y en la cadena de enfrente…

Jay Leno, tras sus inicios problemáticos el Tonight, volvió a ser el líder de las noches, bien es cierto que con menos audiencia y Leno se resistía a ceder el asiento. No es que fuera algo sorprendente pero sí inesperado para los señores de la NBC. Eso dice mucho de su capacidad de previsión. De modo que contraatacaron ofreciéndole un programa nuevo, al fin y al cabo si bien Leno estababa bastante pasado para Comedy Central sin duda alguna la FOX le aceptaría encantado, e incluso la ABC —que tenía ahora Jimmy Kimmel LIVE!, tras cinco años de programa nocturno de Mahler— no dudaría en ajustar su parrilla y así decidieron que tendría un programa a las 10. En horario de máxima audiencia. Mucho mejor que el del Tonight —salvo, claro, que no era el Tonight— y, parecieron pensar los señores de la NBC, si cuela será un acierto histórico.

Mover a Leno a las 10 significaba dejar una hora entera vacía de series. Es decir, ahorrarse la producción de una serie dramática de 40 —o dos cómicas de 22, pero es raro que tan tarde se emita una serie cómica— . Cada noche durante cinco días. Obviamente los gastos de producción de un espacio de entrevistas son mucho más bajos que los de una serie, no hablemos ya si hablamos de toda una semana. Esta semana, por ejemplo en la CBS CSI:Miami, Good Wife, CSI:NY, El Mentalista y Numbers; en la ABC: Castle , Lost, Ugly Betty, Private Practice y el programa de reportajes 20/20; en la FOX, por contra, es la hora de las noticias —el resto de cadenas echan su informativo nocturno de 11 a 11:30— con lo que la batalla les pillaba algo más lejos. Pero haced un cálculo de lo que cuestan esas series y lo que se ha podido ahorrar la NBC no emitiendo ninguna de la suyas.

Sorprendentemente a los señores de la NBC no se les ocurrió que la gente preferiría ver el CSI de turno, El Mentalista, Lost o cualquiera de las otras grandes series del momento antes que dos entrevistas y un puñado de chistes. Estaban convencidos de que arrastrarían a la audiencia del Tonight a ver un programa una hora y media antes, luego las notivias y luego el Tonight… El tipo de enajenación demente que no funciona ni en las películas de Mad Doctors. Hasta en UHF hubiera sonado descabellado.

Como los tipos que nos entretenemos pensando enla tele tenemos que prever cualquier locura hubo incluso quien dió la voz de alarma por si funcionaba y las cadenas decidían sacrificar una hora de su producción ficcional dramática —en el caso de la FOX, sus noticias— para adelantar sus Lates—, mucho más baratos en tiempos de crisis. Pero no, tras unos buenos datos sus primera semana —ayudado por el hecho de tener de primer invitado a Kanye West tras el revuelo de los premios *MTv*— las audiencias fueron bajando, pasando de pobres a preocupantes hasta terminar su desplome en código rojo. Pero recordemos lo que venía y a dónde iba.

Conan O’Brien llevaba desde junio al frente del Tonight Show, con resultados más bien discretos. Claro que en el Late Show le llevó tres años adaptarse y ahora parecía confuso de nuevo. Al fin y al cabo hay menos libertad según se acerca uno a Prime Time. Si algo le sobraba pues era el lastre que supuso a partir de septiembre heredar las audiencias de Leno.

¿Qué decidió la NBC? Decidió que el programa de Leno sobraba. También decidió hacer un pedido record de pilotos, llevaba más de diez años sin solicitar tantas series, algo que hace recordar el desastre del ’83 cuando ninguna de las series contratadas logró segunda temporada —¡y eso que contaban con Manimal!— y, por descontado, decidió que algo había que hacer. Obviamente volvían al punto de partida. No podían dejar que Leno se largara de la casa. Ya lo habían sufrido antes con Letterman y no parecía buena idea pasar a tener dos peses pesados en contra mientras O’Brien estaba tan verde. La primera opción fue atrasar el programa. El de Leno ocuparía la franja del Tonight, el Tonight el del Late y el Late… en palabras de su antiguo presentador, David Letterman pasadas las doce dejaría de ser el Late Show para volver a ser el Tomorrow Show.

No le hizo gracia a nadie. Bueno, Jimmy Fallon, el sustituto de O’Brien en el Late no dijo nada, pero eso seguía su política de mutismo con todo el problema. Los otros dos sí que hablaron. O’ Brien se negó en redondo. Conservar el nombre no significaba nada si le volvían a poner en su antigua franaja horaria seguido por el programa de Leno. Bueno, sí, significaría que la promesa antigua quedaría en cambiarle el nombre a su programa. Y LenoLeno no quería un sucedáneo, volví a su antigua franja, vale, pero él quería ADEMÁS el nombre. ¿Cómo sorprenderse? Leno siempre ha sido un depredador voraz. La NBC le ofreció todo tipo de cosas,otro programa incluso. Pero Leno estaba decidido, y así lo comentaba en sus monólogos, si no tenía de vuelta el Tonight quizá pudiera pasarse por otros parajes, como Fox.

La bronca empezaba ser demasiado aparatosa para poder gestionarla, el resto de canales se fijaban en ellos y David Letterman, en particular, se lo estaba pasando bomba recordando su propia experiencia y avisando de que Leno era un especialista en robar el Tonight a su legítimo presentador. Pronto las menciones ocasionales pasaron a ser parte de una guerra clara, un todo contra todos al que se apuntó rápidamente Jimmy Kimmel.

Tampoco para él fue un año fácil. Había dado el salto a la ABC después de la marcha de Mahler y tras los rumores que situaban a O’Brien al frente del Late y llevaba en el puesto seis años ya. Durante los últimos cinco había sido novio de la cómica Sarah Silverman pero eso se terminó este año. 2009 no le gustó a nadie. Así que lo último que necesitaba era que, además, se rumoreara que su cadena estaría dispuesta a darle el hueco a Leno o a O’Brien. Independientemente de que la cadena afirmara lo contrario. Eh, ¿quién quiere darle
credibilidad a una cadena? Así que entró duro y a la cabeza, hizo todo un programa imitando ácidamente a Leno para que sus espectadores supieran lo que podían esperar si la cadena le contrataba: Un programa plano, falto de ingenio, egocéntro y despreciativo con los invitados.

La respuesta no se hizo esperar, le invitaron al programa de leno. A una sección en que un personaje público responde diez preguntas del presentador. Preguntas con inquina, claro.

Pero Jimmy Kimmel se las arregló para sacar a colación a O’Brien, recordarle a Leno que prometió en 2004 dejarle el *Tonight* y decirle que dejara de jugar con los programas de los demás, que tanto él como O’Brien tienen hijos y todo lo que depende de Leno es una colección de coches caros.

¿Les he dicho ya que el de Kimmel es mi Late favorito? Pues aquí demostró que, además, tenía suficientes cojones para repartir. Leno fue hundiéndose en el fango, respondió a las críticas por robaprogramas de Letterman haciendo chistes sobre acostarse con su equipo, dijo que O’Brien había fallado en crear un programa durante más tiempo que él y lloriqueó sobre lo malos que eran todos con él. Fue vergonzoso. Sólo fue peor en la entrevista de hace unos días con Oprah.

O’Brien se largaba. Negoció para poder llevarse a sus secundarios, a sus personajes, al Oso Masturboso y Triumph el Perro Insultador, para poder vovler cuanto antes. Al final pasará siete meses en el dique seco. Meseses que la NBC espera que sirvan para tranquilizar el ambiente. Los pobres.

Conan se pasó sus últimos programas dándole caña a la NBC, especialmente a sus ejecutivos, y soltando alguna pulla a Leno. Recuperó la forma de manera instantánea pudiendo hacer y decir casi lo que se le antojara, míticas ya son sus ideas de contratar lo más caro que le llevó a disfrazar un Bugatti de ratón o a buscar formas creativas de meterse con la cadena, un ejemplo:

No tenía pensado incluir más YouTubes para no eternizar esto —sí, lo sé, no se rían— pero creo que esto es necesariopara entender cómo se ha soltado. De tal forma que además de la FOX —recordemos que la ABC ha respaldado a Kimmel— se rumorea también un paso a Comedy Central para acabar de rematar la dupla _Daily Show / Colbert Report _. De hecho, Jon Stewart lanzó también varios dardos a Leno por todo lo que estaba montando. No habló mucho más del tema, algo parecido a la postura de fallon y de Craig Ferguson, aunque por motivos distintos.

En el caso de Stewart era más un asunto de desprecio hacia los gestores de la NBC, hacia esa política que les ha llevado de ser los primeros tras la etapa Tartikoff hasta su actual posición de cuartos. Una serie de malas decisiones de las que este rifirafe sería punto culminante.

Fallon, por su parte, permanecía callado sobre lo que ocurría en su cadena y algunos quisieron ver una estrategia en ello. La pieza fundamental aquí era Lorne Michaels, creador del SNL y productor no sólo de su programa, también de 30 Rock —que tiene unos números flojuelos pero gana premios— todos ellos para la NBC. Recordemos que O’Brien fue guionista del SNL y regresó a la NBC reclamado por él para sustituir a Letterman. Quizá Michaels hubiera podido ayudarle, quizá Michaels esté apoyando a Fallon por despecho. En cualquier caso, y salvo sorpresa de última hora, Fallon seguirá en el Late tras el Today de Leno. Así que el resumen de 2008 a 2010 es que Fallon es el sustituto de O’Brien y el mejor colocado —por tanto— para sustituir a Leno.

Finalmente, Ferguson es el que ha tenido mejor gusto a la hora de explicarse. Permítanme la traducción:

Veo todos estos… problemas en los Lates, ya sabéis, con todos diciendo “Oh, Jay va a ir aquí y Conan irá allá y, quién será, ya sabéis, el próximo blanco de mediana edad que se va a llevar X millones de dólares.” Y yo pienso para mí: “Me parece embarazoso”, porque yo, yo sé que esto no es en realidad un Late Night Talk Show – es algo que ocurre a la vez- pero un montón de veces, muchas veces que me pongo a pensar en esto y me siento molesto, me siento como si estuviera en AIG o algo así, como si fuera un ejecutivo o algo… un ejecutivo de AIG. Así que no pienso hablar más del asunto, hay noticias reales que son más importantes, esas personas de Haiti y lo que les está ocurriendo. Es tan… es tan horrible. Horripilante. Posiblemente sea uno de los peores desastres naturales en, aparentemente, toda la historia. Así que, hum… creo que es más importante.

No es el único parlamento memorable. La despedida de O’Brien, bastante más conciliadora que sus semanas anteriores, es probablemente lo mejor de todo el paso de O’Brien por el Tonight. Lamentablemente ya se han encargado de que no se pueda insertar pero aún se puede ver aquí

Y con esta intervención y la certeza de que a finales de año habrá que volver a tratar el tema lo dejo ¡por fin! por hoy. Creo que debo haber batido algún record negativo. En fin. La semana que viene prometo una columna más corta hablando de vamp… ¡Del Dr. Who! ¡Eso es!

Jónatan Sark | 01 de febrero de 2010

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