Televisión hay, aún, por todas partes. Mientras avanza el siglo, e Internet la remplaza, queda como el electrodoméstico más importante. El que expulsa información sin parar. Información que debe ser sopesada. Esta columna tiene como finalidad y motor reflexionar sobre lo que se emite por televisión y considerar críticamente lo que en ella se ve y expone. Y lo hacía cada lunes. Sigue en elreceptor.com.
El mucho más adecuado nombre familiar Prolepsis fue descartado por pedante, así que vamos con P’alante , esa serie que los americanos tratan de hacernos creer que se dice FlashForward . Así nos va, claro. Serie de total actualidad las últimas semanas por la acumulación de noticias, cada vez más preocupantes, que hacen imposible no hablar de lo externo antes de lo interno pese a que los problemas de un lado vienen de las debilidades del otro.
Todo por culpa de la audiencia. El primer episodio logró los 12 millones. No es gran cosa comparado con los 15 de House o los 20 de NCIS pero ese día, por pura casualidad y unos pocos miles de espectadores, logró ser lo más visto del día. Sólo ese primer capítulo, pero ya era algo. El segundo estaba en 10 y para el siete seguía bajando hasta 8,5. Ahí empezaron a sonar alarmas, el que debía ser sustituto natural de Lost perdía seguidores en sangría y las críticas golpeaban duro en el armazón de la serie. El intento de demolición al evidente determinismo de la serie no sirvió para nada y lo intentos de arreglar la serie amontonaron problemas unos encima de otros. La difusión de un paron en la grabación de los capítulos con la finalidad de mejorar los guiones sólo sirvió para empeorar la situación. Daba igual que afirmaran tener grabados hasta el 12 y muy definidas las líneas fundamentales de la serie.
La interpretación inmediata no se fundamentaba en el mensaje que la productora trataba de mandar, parece obvio que “Tratamos de lograr el mejor capítulo de mitad de temporada” es la clase de basura que los publicistas intentan vendernos de continuo. En lugar de eso los bandazos de la serie y sus problemas de concepción hacían a la gente maliciar sobre el desconcierto de los propios guionista sobre el futuro de la serie y sobre el motivo por el que el público desertaba en masa. Lo peor del caso es que no era necesario hablar del tema, P’alante se emite en jueves en USA y ese jueves concreto era Acción de Gracias. Más aún, el modelo americano de emisión de serie tiene muy arraigado el hecho de ir haciendo miniparones o intercalando capítulos nuevos con los viejos de forma que otras muchas series —que irían desde comedias como The Big Bang Theory a dramas como House— no emiten todas las semanas un capítulo nuevo hasta terminar la temporada o la media temporada. El siguiente problema fue global. Cuando decides que una serie se emitirá lo antes posible en varios paises tienes que aceptar que ellos sllevan distintos ritmos. No necesariamente que vayan a ir más lentos sino que, de hecho, te pueden adelantar. Eso ocurrió con los Canadienses y la espantosamente desarrollada Harper’s Island —otro ejemplo de serie pupas que esperaré a que traten de emitir en España para desarrollar— y eso les ha sucedido con P’alante y los australianos. El décimo capítulo, que debía emitirse esta semana, se estuvo primero las redes de intercambio.
Si los americanos hubieran podido se hubieran llevado a Sinde en ese instante. Como no se limitaron a estrujar sus sombreros y balbucear. El resultado fue que este jueves se emitió el décimo capítulo con una audiencia de 7,3 millones de espectadores. No es que sea un dato especialemente malo pero en el contexto general de ese día significó que fue el 8º programa más visto y el 10º en el grupo de espectadores que interesan a los anunciantes, 18 a 49. Por delante estuvieron: Supervivientes, El Mentalista, Bones, CSI: Las Vegas, dos capítulos de Private Practice y The Office. En el grupo de interés también le adelantó 30 Rock, Fringe y, empatando, Community.
Todo esto teniendo en cuenta que CW sólo emitió repeticiones. Si volvemos al momento en que se estrenó logrando —sí, de chiripa, pero se logró— ser el primero del día podéis entender el ataque de nervios en que andaban. Así que decidieron no esperar a la emisión del 13 y mandarla ya al congelador. Para tener mejorados los guiones en el regreso de invierno, decían. Lo que pasa es que se pusieron a mirar y, vaya, quizá Enero no era tan buen mes… ¿Que tal Marzo? Efectivamente, no sólo han cortado la serie antes de tiempo y de mala manera, además han decidido poner meses de por medio. De tal forma que entre el 10 y el 11 transcurrirán no sólo tres meses y pico sino que el final de temporada ya no coincidirá con el día del FlashForward del 29 de Abril de 2010. Si es que ese día la serie sigue existiendo.
Pero… ¿Tantos problemas tiene? Pues depende. Para mí sí, pero es porque soy un ferviente anti-determinista. Tomemos las teorías clásicas de viaje en el tiempo y veamos que existen tres desarrollos básicos: Determinista, Lo que tiene que pasar pasará y ya te puedes poner como quieras que no hay forma de evitarlo; Multiversal, Lo que pasaba originalmente se puede evitar y el universo cambiará con lo que el punto de partida X será reemplazado por un universo X’ lo que lleva a que X siga tal cual —puesto que lo sucedido es inevitable para causar el viaje— y sólo ha habido un desplazamiento entre universos; Autoregulativo, El universo tiene una serie de pilares inmóviles que se encarga de autoregular, todo lo demás es contenible de tal manera que un viaje en el tiempo no causaría la multtitud efectos mariposa que son imaginables —de hecho, se cazarían unos a otros— y algunos hechos podrían ser cambiados mientras que otros acabarían sucediendo igual tarde o temprano. Esta última explicación es la que sigue la serie Dr. Who , los libros de Connie Willis o mi concepción del espacio- tiempo. También se puede encontrar brillantemente desarrollada en la excelente Misfits que es la serie de la que debería estar hablando yo aquí en lugar de dedicar el tiempo a esta debacle estadounidense, pero para todo habrá su lugar y momento.Volvamos a la serie determinista y asistamos —atónitos— ante algunos momentos de la misma. Quizá el más brillante de los argumentos circulares se pueda ver en el del viejo Nazi —que ya tiene que ser viejo habiendo pasado 60 años del final de la segunda guerra mundial— que queda libre porque en su visión estaba libre. El detective asiático tiene oportunidad de cambiar esa visión al descubrir a la persona que comparte la historia en posesión de drogas pero el determinismo aplastante les lleva a actuar como piececitas de un reloj que no saben más que dar vueltas sobre sí mismos. No serán los únicos momentos de vergüenza ajena, también estudiarán el hecho de que los chinos hayan tenido un número de problemas menor. Todo ello mientras otros tres problemas quedan sin solucionar, de fondo.
El primero y quizá más grave es el intento de coralidad en la serie que se resume en que hay muchos personajes y cada uno está en una serie distinta. La coralidad no es mala si sabes cómo llevarla, y podría haber sido interesante teniendo en cuenta que todos tuvieron su visión pero el hecho en sí es que tenemos un bloque principal que es un thriller a cuyo alrededor orbitan una serie de médicos, una de mad doctors y… ¿un drama? La verdad es que el segundo problema es que todo es drama. Parece que las visiones de futuro no han servido más que para traer dolor y pesar a los corazones de la gente. Etc. Al ser un Universo Determinista nadie se para a considerar cómo evitarlo, o cómo arreglarlo. Se limitan a lloriquear por lo que les aguarda. Algunos muestran iniciativa y su lloriqueo incluye ir a la iglesia. Por aquello del lloriqueo organizado, supongo. Hasta el séptimo episodio —los bandazos,ya sabéis— no se nos muestra a un personaje estableciendo “su punto”, demostrando que pueden cambiarse las visiones. Lo hace de una manera tan drástica como estúpida, una constante en los —mal dibujados, peor llevados— pobladores de P’alante. Si quieres demostrar que la visión es falsa te basta con, pongamos por caso, cortarte una mano que estés usando o salir a la calle a pegar un par de tiros a vecinos que se creen vivos. Y si alguien descubrió en ese momento que su mujer le engañaba y la identidad del amante… ¿fue tan educado de no ir a por él a disuadirle? El problema final es de casting, no sólo porque el protagonista necesite más bífidus activos, en general los actores no son convincentes en su papel y alguno —*Monaghan* más notablemente— dan más risa que otra cosa.
Volvamos por un momento al problema temporal. Una de las frases recurrentes de la física cuántica —esto es, de las obras en las que toma parte— dice que El observador modifica lo observado. Incluso en el más ridículo sistema Determinista habrá que reconocer que la cotidianidad —teórica— de los actos vistos durante el P’alante se debe a que nadie esperaba que fueran vistos. Por contra, una vez establecido como suceso de importancia mundial nadie podrá realizar un acto cotidiano sabiendo que será un acto Memorable.
Esto es, un día cualquiera puedes ir al baño a las doce de la noche pero, ¿estarías el 31 de Diciembre? Pues eso mismo ocurre con el P’alante. Ese día y a esa hora todo el mundo estará pendiente del reloj. Y la única manera de arreglarlo mínimamente será que sufran otro P’alante pasando a convertirlo en una suerte de pescadilla de Moebius.
Pero habrá que esperar a Marzo del año próximo para descubrir si lograrán salvar la serie o, al menos, la dignidad. Claro que de momento ya han logrado alguna cosa, como torpedear la segunda del Fringe de Abrams y que yo tenga que retrasar el momento de postrarme de hinojos para rememorar la segunda temporada —¡y esa recta final!— de Sons of Anarchy.
Pero todo llegará; por ejemplo, la semana que viene, más vampiros.
2009-12-07 10:32
Estoy bastante de acuerdo en todo lo que dices sobre Flashforward.
Dicho esto, la sigo viendo, y no me parece tan aburrida.Yo creo que las comparaciones con perdidos, y lo prometedora que resultaba la premisa,han jugado en su contra con el efecto “no es para tanto” y el aun mas temido efecto “perdidos le da 1000 vueltas”
Harper´s Island ya se ha emitido integra en España.Los derechos los compró Tele 5, y le dió tan mal rollo la serie que la paso en el canal ese que tiene de TDT, la siete.
La verdad es que la seriecita se las traía…
2009-12-08 01:32
Estoy más o menos de acuerdo con todo, yo ya dije desde que vi el primer episodio que dudaba mucho que fuera a ser lo que decían que iba a ser.
Sólo una cosilla que comentarte: precisamente uno de los aspectos de la serie que me despertaban interés era que para cada personaje su flashforward había significado algo distinto: el protagonista, su mujer, y su amigo claramente no querían que sucediera, por otro lado el “sponsor” del protagonista o el médico que se iba a suicidar claramente quieren que se vuelva realidad. Pero no lo han aprovechado muy bien. Sí que es verdad que algunos de los más optimistas podrían haber sido personajes más cómicos.
2009-12-08 18:29
Para mí más que un problema de lógica temporal interna (que ya sea determinista o dúctil puede resultar bien si se hace correctamente) es un problema de concepción: Flashforward es una serie creada al 1000% en despachos de ejecutivos, y por eso todo en ella es tan evidente, tan ramplón y tan arrastrado que da hasta penita y no da nada de risa. Por mi parte, ahí les explote en el culo…
2009-12-08 19:44
Felix;
Mi problema es que la premisa no me sonaba tan “prometedora”. Que el libro en el que se basó —muy, muy libremente— la serie es de los que saldó La Fechoría hace año y pico. Por no buscar referentes anteriores, vaya. Es cierto que lo vendieron como “lo siguiente tras Lost” pero es algo que este año van a hacer con casi todo —por ejemplo, no con la nueva de Ray Romano— y que, de hecho, ya se ha intentado y se ha fracasado antes. * COF * seisgrados * COF *
En cuanto a lo de “no tan aburrida”, ciertamente no lo es. Por lo menos te puedes descojonar alegremente. Aburrida de verdad es “V”, por eso no ha habido huevos de echar más de 4 capítulos. Pero no ha tenido una progresión expansiva, no han ido sucediendo más cosas o variando el asunto. Digamos que en cuanto a series de ciencia ficción está más cerca de Smallville que de StarGate Universe.
Nimbusaeta;
No me quejo de la variedad. De lo poco interesante es lo que vio cada uno. Auqnue es cierto que lo suyo sería tener a treinta personas diciendo “estaba en clase de álgebra” y al profesor “Yo también”, o, “en la máquina de café de la oficina”. Pero no, todo el mundo estaba haciendo cosas “interesantes” en lo que parecen zonas horarias distintas. Y se podía haber sacado más juego que el puñetero determinismo. Simplemente con la gente que estuviera leyendo noticias se podría preparar, por ejemplo, medidas contra sucesos naturales. Los cambios son lógicos y deseables.
El problema es que todos se amargan la vida. El “sponsor” del protagonista está fatal pro culpa de la misión, y desentrañarla no es que le ayude a ir mejor precisamente. El médico que veía que hablaba con la asiática —así, sin motivo alguno— resulta que está enfermo. ¡Bravo!
Los que tienen visiones, dramáticas o no dramáticas, están tan centrados en la “realidad determinista” que no son capaces de tratar de cambiarla o de demostrar que pueden cambiarla, símplemente eso.
Esto va también por zivs.
No, no hace falta saltar al pavimento —de hecho, aunque cayera sobre una destructora de pinos no me creería realmente su muerte, ¡si ya han resucitado a una persona!— basta con ir allí y hablar con ella y con hacer lo que SE SUPONE que el FBI tiene por obligación: Investigar. Tienes el nombre de la mujer. Buscas qué le pasó, cómo muró, entre los FF de la gente. Hablas con ella. ¡Mil posibilidades que no implican tirarse por la terraza!
Precisamente lo que yo considero que distingue a un héroe de una persona normal es su capacidad para encontrar la solución a los problemas sin traicionar sus principios y haciendo el menor daño posible. Es cierto que el agente del FBI podía no haber sido un héroe pero no creo que sea el peor de ellos: Creería una oleada de suicidios el día después del FF antes que estos siete capítulos para que cayera el primero.
Zivs, vuelvo a ti. Lo de “Si se hace correctamente” me temo que lo considero una falacia clásica de crítico. —Sí, el “me temo” es mitigante— En teoría se puede contar una buena historia que incluya violaciones pedofílicas y monjas transexuales “si se hace bien” dentro de una serie como Smallville —por no abandonar los clásicos—, qué leches, “si se hubiera hecho bien” Johnny de Cincinnatti hubiera sido una gran serie. ¡Porque “se hubiera hecho bien”!.
El problema con el punto de partida es que siempre es más sencillo todo si es bueno. O, si lo prefieres, si no pone trabas innecesarias. El capítulo cuatro de Misfits —pedazo de serie inglesa, señores— y prácticamente cualquier capítulo del Dr. Who —incluso los que dicen lo contrario como el de Pompeya— demuestran como manejar la “información temporal” correctamente.
¡¡¡Pero si también es inglesa “Paradox”!!! Una serie con unas premisas ligeramente parecidas —esto es: información venida desde el futuro— que está mucho mejor guionizada aunque sea algo más… lenta. Al final el problema será que no es inglesa…
En cuanto a lo de los ejecutivos. ¿Tú dónde crees que han metido mano? ¿Qué crees que es obra de los ejecutivos?
Decía hace unas columnas —a lo tonto a lo tonto ya llevo 13 lunes…— que era sorprendente que “The Good Wife” funcionara cuando el año pasado la misma protagonista había hecho una serie también legal y con un argumento relativamente parecido. Sobre todo porque la divergencia —su situación como mujer de cargo electo pillado— no era lo que marcaba la diferencia.
Hay lugares en los que se nota la mano de los ejecutivos, cuando deciden no coger el coñazo ese que tanto gustó a los críticos sobre un hombre que se quiere cambiar el sexo o cuando comparas lo que cuenta Seth Meyers en el Weekend Update con lo que cuenta luego en clubs con lo que Norm McDonald contaba a principios de los noventa.
En cualquier caso, agradezco la participación. En serio.
2009-12-09 19:20
Bufffffffffffffffff…Sobre el “ejecutivismo” en las series. Pues mira, ni siquiera yo me veo muy capaz de explicarlo, aunque intentaré condensar mi punto de vista un poquito.
Tengo que reconocer en primer lugar que es más bien una fobia personal, y que sé que peco de ingenuo, porque cualquiera que controle un poco del tema sabe que en el mundo de la TV, y más en el estadounidense, es imposible encontrar algo que no parta en mayor menor medida de un despacho de encorbatados. pero bueno, a mí me gusta pensar que se puede llegar a producir un cierto equilibrio creador-ejecutivo, que es de donde salen las buenas cosas (tampoco soy tan ingenuo como para defender la libertad total del autor en un ámbito como éste).
Voy a poner un ejemplo para poder definirlo mejor: En la serie “lost”, por la que tengo una debilidad extrema, la idea primera surge de un despacho. Allí los ejecutas deciden que puede resultar económicamente rentable hacer una serie que venga a mezclar el concurso de “survivor” con la peli del náufrago de Tom Hanks (y perdóneme Mr. Sark si cometo errores en la exposición pero estoy hablando un poco de memoria). Tras pasar el proyecto por las manos de varias personas que no saben qué hacer con él, acaba llegando a Abrahams, que ve posibilidades en el tema. Al ponerse a moverlo, aparece la figura de Lindeloff (para mí la más crucial en el asunto) y ambos, con un nutrido equipo de creadores, cogen esta idea inicial, que no deja de ser una hipótesis cuasi-que matemática de cómo lograr hacer dinero, y la dotan de un interior, de un esqueleto y, siendo un poco místicos al respecto, de un alma. Ahí se produce el equlibrio que yo digo, y la cosa resulta bien: El público recibe un producto atractivo y lo acepta logrando el éxito para el programa, lo cual se traduce en pasta para los ejecutivos que tuvieron la idea. y todos contentos.
Pero estoy divagando…
A lo que me refería al hablar de despachos de ejecutivos en Flashforward era precisamente a que en esta serie, a mi entender, no se produce este equilibrio. la serie viene ya desde su concepción tan masticada desde arriba, tan matemáticamente creada para tener el éxito inmediato que no se deja ningún tipo de cancha a los creadores (creo que estoy utilizando este término incorrectamente, pero nos entendemos), con lo que queda un producto sin ningún tipo de alma. Y si no hay alma no habrá jamás empatía con el espectador, y si no hay empatía no habrá éxito te pongas como te pongas.
Precisamente ayer estuve dándole una revisión al documental “The mindscape of Alan Moore”, en el que el barbas dice una frase que me gusta bastante: viene a decir que todo acto en la vida, y en este caso podemos reducirlo a acto creativo, requiere empezar con un salto al vacío en el que no sabemos qué va a pasar. Y la única manera de realizar este salto es hacerlo con la mayor pureza de intenciones posible, intentando no esperar ningún tipo de éxito con ello, sino simplemente por el hecho de hacerlo, de crearlo. Por supuesto, la frase es muy bonita pero no es posible llevarla al extremo, ya que hasta el más maldito y outsider de los artistas espera tener un mínimo éxito con lo que hace, sea este éxito del tipo que sea. Pero tomándola con algo de distancia sí que se puede extraer algo muy cierto y muy sabio de ella: lo que no se puede hacer jamás es crear algo poniendo tus miras TAN SOLO en el éxito. Si no hay detrás un amor mínimo por lo que quieres contar, e incluso algo de diversión en el proceso creativo, va a pasarte lo mismo que pasa en la serie que nos ocupa: que dará lugar a un producto vacío, insípido y que nadie se va a tragar. y a los hechos me remito.
bueno, la verdad es que después de la parrafada aún no sé si he explicado bien mi punto de vista al respecto. espero que sirva, ya que lo he hecho con amor, con pasión y sin esperar el éxito…;)
Ah! y gracias a tí por el trabajo. Yo te sigo cada Lunes con atención. No habia comentado hasta ahora porque tampoco había tenido nada que comentar ( y porque de los vampiros estoy un poco quemado a estas alturas, todo hay que decirlo), pero que sepas que aquí tienes un lector.
Un afectuoso saludo.
2009-12-10 03:40
Zivs;
No te preocupes pro hablar de memoria, así es como hago los comments —los posts no, o no habría una fecha en su lugar— y a mí el qeu me parece que marca la diferencia es Lieber más que Abrams. Pero, claro, es que yo ya era Sark antes de que él estrenase Alias.
>Y si no hay alma no habrá jamás empatía con >el espectador, y si no hay empatía no habrá >éxito te pongas como te pongas.
Hablaba el bueno de Alberto Haj-Sale de la diferencia entre “verdadero” y “verosimil” en su última Butaca. Yo trato de evitar el concepto de “alma” por inexacto pero no puedo evitarlo para hablar de esos productos medidos y técnicamente perfectos que por dentro son fríos. Y aquí iría de la bechamel de Thermomix a las muñecas sexuales japonesas. No es, obviamente, una “frialdad” estilo Deneuve como contraposición a un calor estilo Penn. Es más el frío racionalismo de quien ha armado una serie —y creo que Uve vuelve a ser el ejemplo más claro— sin contar con que el espectador no es un rehén.
Y si tú estás quemado de los vampiros no quiero contarte yo, que llevo con The Lair en la recámara un mes y no hay forma de llegar. Menos mal que decidí ir alternando temas viejos y nuevos o estaría ahora como Renfield. Cuando me pongo estupendo y sobre-documentado me pasan estas cosas. Por suerte sólo quedan dos semanas, los ’90 y los ’00. A ver en Enero a qué me dedico.
Un saludo también a ti.