Psicólogo y músico. Doctorando en comportamiento animal (Etología). Su trabajo se enfoca principalmente en el comportamiento social de los Cetáceos (ballenas y delfines) y otros mamíferos marinos. Tratará aquí, cada día 2, de cuáles son las “pautas que conectan” el comportamiento del ser humano con los demás animales, sustentando la idea de la “interrelación” entre todo lo vivo, a partir de una integración de diversas disciplinas tales como la Etología, la Psicología y la Ecología.
Los delfines han llamado la atención y se han ganado la simpatía de los seres humanos desde tiempos inmemoriales. Ya los mitos griegos nos hablan de delfines curiosos que por propia voluntad buscaron la compañía de los seres humanos, especialmente de los niños, en las costas del mar mediterráneo. Historias similares se repiten en las culturas que habitaban las costas de los diversos mares del mundo. Parece que, de alguna manera, desde el inicio de los tiempos la atracción entre el ser humano y el delfín ha sido recíproca. Algunos de los mitos sobre los delfines han llevado a una visión del delfín, influenciada por la cultura llamada “de la nueva era”, un poco distorsionada con respecto a su real naturaleza. Muchas veces me encuentro con gente supuestamente amante de estos animales que al saber que me dedico a estudiarlos comienzan a mostrarme todo tipo de ideas y falsas creencias que se resisten bastante, por cierto, a cualquier análisis y argumento crítico. Creo que esta sordera se debe más a una proyección en los delfines de fantasías personales que al animal en sí mismo. Toda la literatura del delfín como animal “espiritual”, en contraposición a los demás animales, no hace sino alejarnos aún más de lo que realmente son y las demás especies. El hecho de que unos ciervos salten sincronizadamente no deja de ser para muchos solamente un comportamiento estereotipado y rígido que sólo atrae a cazadores y fotógrafos, pero si los delfines lo hacen, entonces es que deben están alegres y es un show en honor a nosotros, o incluso pueden llegar a ser señales para comunicarse con los atlantes o con los extraterrestres. Si esto es cierto, también está el extremo opuesto: el de los que los confunden y pescan y consumen como si fueran peces, lo que está llevando al borde la extinción a muchas poblaciones e incluso a especies completas de delfines.
Lo primero que hay que entender es que el delfín no es ni un pez ni un ángel sino un mamífero que, al igual que nosotros, tiene pocas crías a lo largo de su vida –en comparación a los peces–, las alimenta de leche y establece vínculos afectivos prolongados con su descendencia (¡se ha documentado incluso el caso de un delfín que amamantó a su cría durante más de 16 años!). Además, son animales longevos (la orca, el mayor de los delfines, puede vivir más de 70 años) y sociales, e incluso podemos decir que cada delfín posee de alguna manera su propia y característica personalidad.
Finalmente, no hay que olvidar que en la base de todas sus conductas está la adaptación y la lucha por su supervivencia y, en última instancia, por su reproducción, al igual que cualquier otro animal.
Las hembras de delfín invierten mucha energía en sacar adelante a sus crías para que sobrevivan, ya que al igual que en nuestra especie y en la de los grandes mamíferos, tienen generalmente partos de una sola cría. El costo es tal que en muchas especies de delfines, como por ejemplo la orca, no sobrevive más del 50% de ellas. También, como en todo reino animal, los machos invierten mucha energía para poder reproducirse con las hembras. Esta tendencia evolutiva ha llevado a que se creen alianzas entre dos o tres machos e incluso que estas alianzas se asocien a otras alianzas para generar “superalianzas” frente a otros grupos y que literalmente busquen y logren raptar y someter a las hembras de los otros bandos. Se han documentado incluso casos de infanticidio. Al igual que lo que ocurre en los leones y otras especies, algunos machos de delfines matan a las crías de otros machos con tal de que la hembra quede nuevamente en estado reproductivo y así esté receptiva a dejarse copular por ellos (esto evolutivamente tiene la función de eliminar de la cancha los genes de los otros machos y privilegiar los propios). Además, si bien existen algunas poblaciones en las que se realizan estas alianzas entre los machos, la mayoría de los delfines presentan sociedades de fusión-fisión, es decir de relaciones esporádicas y vínculos poco estables entre ellos, a excepción de las asociaciones con el vínculo madre-cría en los primeros años, y el de las orcas, donde tanto machos como hembras tienden a permanecer junto a su familia durante toda la vida. Esto implica que los delfines no son para nada el ejemplo de parejas fieles y monógamas que duran para toda la vida, como muchos románticos de la nueva era creen, ya que en general presentan una marcada bisexualidad y promiscuidad en el sentido de que es común encuentros de naturaleza sexual tanto entre individuos del mismo sexo como del sexo opuesto. Estos encuentros sexuales, cuyo fin obviamente no es únicamente la reproducción, pueden cumplir diversas funciones tales como el establecimiento de jerarquías, la resolución de conflictos o el establecimiento y manutención de vínculos afectivos y alianzas dentro de los miembros del grupo.
Sea cual sea el caso, la curiosidad y atracción que los delfines nos provocan ha llevado a que se los haya capturado y recluido para espectáculos, con ganancia segura para los dueños del evento debido a su gran popularidad. En estos recintos, además del show principal, son comunes los programas de nado con delfines y la llamada delfinoterapia, que promete sanación gracias a los poderes ocultos del sónar de los delfines quienes, supuestamente, al igual que una ecografía, auscultarían al enfermo, se darían cuenta del problema y modificarían las anomalías utilizando su ultrasonido y así curarían milagrosamente todo tipo de dolencias y enfermedades a quienes tengan la oportunidad de ser tratado por el doctor delfín. Pero la eficacia de la delfinoterapia no está probada científicamente y los pocos trabajos serios que hay al respecto desmienten sus poderes. De hecho, algunos afirman que el sonar se perdería en cautividad debido a que este rebotaría entre las cuatro paredes del tanque al ser emitido, confundiendo con ello al delfín, al igual que ocurriría con un ser humano encerrado en una habitación construida enteramente por espejos. Además, los estudios serios nos dicen que los cambios acontecidos en los pacientes se deberían a otras variables tales como los cambios producidos en la propia familia por la novedad y la expectativa del delfín milagroso y/o por el propio efecto del agua como hidroterapia. Así pues, no es que no existan cambios positivos en los pacientes, pero son los mismos que podrían lograrse con cualquier otro animal doméstico o mascota entrenada para apoyar complementariamente las terapias convencionales. Es decir, los efectos del delfín no son mayores de los que ocurren con la terapia con caballos, perros o gatos o cualquier otro animal entrenado especialmente para estos fines. La verdadera diferencia entre el delfín y los otros terapeutas animales es que muy pocos saben lo que si se piensa un poco es bastante obvio, que todo esto se hace a costa muchas veces de la salud de un animal que necesitaría desplazarse muchos kilómetros diarios para nadar y, sobre todo, que necesita agua marina, hasta ahora irremplazable artificialmente, para llevar acabo las actividades naturales que aseguran el bienestar de su especie. Dada esta obviedad, está claro que muchos se enferman tanto física como mentalmente y mueren antes de tiempo. El famoso delfín Flipper fueron muchos Flippers que morían e iban siendo reemplazados, al igual que las orcas que constantemente mueren y son reemplazadas en Sea World. De hecho, el entrenador de los numerosos Flippers es hoy en día el principal activista en contra de la captura y cautiverio de los delfines. Además, hay que recalcar que no todos los delfines son adecuados para los programas de nado y menos de delfinoterapia, ya que algunos son violentos (generalmente los machos) y otros excesivamente lascivos. Mientras la gente común o los que presentan problemas tales como el autismo nadan con ellos, estos, por su parte, pueden estar improntados, es decir, fijados social y afectivamente al ser humano y no a otros delfines, identificando a los seres humanos como su propia especie. Esto, junto a su potencial alteración psicológica debido al poco espacio y la falta de vínculos sociales con sus pares, presentan algunas conductas anormales tales como masturbarse compulsivamente e intentar copular con los nadadores humanos. El lado más oculto es que existen muchos casos de nadadores y entrenadores gravemente heridos e incluso asesinados por delfines, todos casos ocurridos en cautividad y ocultos a la opinión pública por los dueños de acuarios.
Detrás de la sonrisa permanente dibujada en el rostro del delfín, que no refleja su verdadero estado emocional sino que es fruto de no tener músculos faciales, y detrás del aura mística que muchas veces es adjudicada a ellos, se oculta un mamífero que retornó al mar, un ser vivo más parecido a todo animal vivíparo que alimente a sus crías con leche por medio de mamas que a cualquiera de las fantasías humanas, un animal que si se aprecia tal cual es, se vuelve una especie aún más fascinante y compleja que supera los mitos que la rodean y que alberga misterios asombrosos como cualquiera de las otras especies de seres vivos que existen y han existido en nuestro planeta.
2008-07-02 13:22
Muy interesante y atinado. Quería hacerte una pregunta (vaya por delante que soy una persona no new-age).
Vi en un documental que una posible explicación de la “simpatía” de los delfines por los humanos en el mar se debía al “efecto ecografía” de sus ultrasonidos. Según esta teoría los delfines detectaría al ser humano como un ser con pulmones y por tanto similar a ellos. Así pues, en caso de ver a un humano ahogándose, intentarían llevarle a la superficie para que respire. También decían que esto explicaba la especial curiosidad de los delfines por las embarazadas, ya que verían al feto en su interior. ¿Tiene esto algún sentido?
Por otro lado, depués de leer tu articulo, si alguna vez me ducho con un delfín intentaré que no se me caiga la pastilla de jabón…
2008-07-03 03:37
Jajaja, bueno efectivamente los delfines ecolocalizan, emitiendo una seria de “clicks” de alta frecuencia que al chocar contra los objetos y regresar a su oído interno a través de su mandíbula inferior forma una imagen “acústica” del ambiente (incluso hay delfines de río prácticamente ciegos que ven perfectamente utilizando esta capacidad) y por lo tanto pueden realizar una “ecografía” tanto de sus semejantes como de otras especies. Ahora sin descartar lo que mencionas, también pueden estar utilizando un mecanismo más simple que los impulsa a ayudar a los náufragos. Los delfines deben aprender a respirar en la superficie y cuado nacen, la madre y otros miembros del grupo los empujan una y otra vez a la superficie para que aprendan a respirar y no se ahoguen, por lo que es muy probable de que si ven a un ser humano en semejantes problemas muchas veces acudan en su ayuda realizando la misma conducta. Los delfines al igual que muchos otros animales son muy curiosos, y les atraen las algas, las olas, las burbujas, los que practican el surf, los sonidos y una gran diversidad de estímulos y especies. No sé si realmente sientan mayor curiosidad por las mujeres embarazadas que por otros estímulos novedosos, pero tiene sentido que con su sonar perfectamente se den cuenta de la diferencia, despertando su curiosidad por la novedad y la particularidad de una mujer esperando un bebé y les atraiga realizar una ecografía dentro de su vientre.
2008-07-07 12:50
Excelente artículo,
Me sigue quedando una duda, ¿qué hay de cierto en el mito urbano de que los deflines tienen una densidad neuronal (o más puentes sinápticos…o algo así) mayor que los humanos?
2008-07-10 02:18
La densidad neuronal de un delfín con respecto al cerebro humano es de sólo un 25%, es decir, la cántidad de neuronas en un cm3 de un cerebro humano es 4 veces mayor a la de el volumen correspondiente en el cerebro de un delfín. Estudios recientes han demostrado que el número de neuronas de un delfín es similar a la de un chimpancé. En este sentido algunos neurólogos opinan que los delfines tienen una superabundancia de tejidos y muy pocas neuronas, e incluso se atreven a afirmar que el cerebro del delfín no está hecho tanto para procesar información sino que está mucho más diseñado para contrarrestar los desafíos termales de ser un mamífero y vivir en el agua.
2009-02-28 01:57
Me ha encantado su artículo. Estaba buscando información sobre los delfines en cautiverio, para un fotolog que tengo sobre medioambiente-http://www.fotolog.com/selosnosluna- pues es un tema desconocido y triste.
Si no le importa, agrego el link de esta páguina a mi actualización.
2009-03-02 04:15
No hay problema en que lo agregues, en cuanto al cautiverio te recomiendo estos links:
http://www.wdcs.org/submissions_bin/orcareport.pdf
http://www.wspa.org.uk/latestnews/2008/dyingtoentertain.aspx
2009-07-13 00:52
Hola,estaba buscando/leyendo informacion sobre los delfines,y por casualidad encontre esta pagina.Me ha gustado mucho el articulo.
2009-11-14 01:35
hola, me ha gustado mucho el articulo y la manera en que han sido respondidas las preguntas… muy interesante la parte en que cuentan que sus madres les enseñan a respirar y por eso ayudan posteriormente a otros en las mismas circunstancias…
2010-05-27 23:32
Soy fanatico del mundo marino,apesar de no ser biologo marino,simplemente me gustan los animales del mar por lo inteligente que son.y por la diversidades de paisajes que en el hay,me gusta ver documentales marinos y del mundo o reyno animal.sin más que decir me despido,esperando su opinión hacerca de la mía,hasta pronto y los felicito por su información porque es muy interesante
2010-07-10 00:13
Super interesante el articulo, muy,muy bueno, en mi opinion.
Quería hacerle una consulta: En unas actividades de nado con delfines salvajes, prohiben el nado a mujeres embarazadas…por qué? Conoce usted la razón?
Gracias por el regalo y Felicidades por todo.
2010-07-16 04:53
hola , de casualidad encontre este articulo , le encontre razonamiento ,,,una explicacion terrenalmente correcta , pero siento mas la explicacion espiritual por un tema de sentimientos por un tema de sentir cual es la verdad dentro de mi , pero bien exelente articulo terrenal , bendiciones adios ,,,,
2011-03-31 18:29
Muy interesantes todas las aportaciones sobre el tema de los delfines. Yo no se si los delfines poseen una parte espiritual, si tienen alma o no, pero si explicaramos comportamientos humanos de la misma forma que hacemos con los animales… Glupps!!
Os imaginais… el ser humano es capaz de matar, por simple placer, a cualquier animal, de cualquier especie, incluida la suya. Tiene comportamientos sexuales con todo tipo de desordenes. Echa basuras por todas partes y es el mayor responsable del deterioro del planeta, “human killer”?
Espero José Fco que pronto podamos conocernos en Mallorca (curso isla de los delfines) para seguir con este maravilloso asunto sobre comportamientos “animales”.
Saludos,
Anna
2011-12-16 17:55
Hola muy interesante el estudio realizado tuve la posibilidad de escuchar el relato de una persona que cruzo el atlantico y lo que mas le gusto fue tener la compañia de delfines y algo que resalto es la reverencia que le hacian al sol al amanecer y al anochecer , saludos desde Argentina …