Los días 3 de cada mes repasaremos lo que ha sido y es la ciencia ficción en España y española: los autores, las mejores novelas y los hechos significativos de la literatura de ciencia ficción patria. Alfonso Merelo Solá es ensayista y conferenciante, ha publicado dos libros en colaboración (La ciencia Ficción Española y Franco: una historia alternativa) y uno en solitario (Fantástica Televisión en 2007). Mantiene dos bitácoras: memorando y Desde Tartessos.
Nueva Dimensión, es LA REVISTA de ciencia ficción española. No existe discusión posible a este respecto ya que tiene todos los records posibles: longevidad, presencia, influencia y proyección de futuro.
En 1967 surge la idea de lanzar una revista dedicada a la ciencia ficción en España. Es la primera, anteriormente sólo el vacío literario, en forma de fanzines, nos contemplaba. Luis Vigil, Sebastián Martínez y Pedro Domingo Mutiño, alias Domingo Santos, son los artífices de la idea y de su plasmación en forma de publicación mensual. Para ello se crea la editorial Dronte, nombre cedido por Luis Vigil para la sociedad. Según las propias palabras de Domingo Santos “Nueva Dimensión se publicó siempre desde la perspectiva de un fanzine profesionalizado”. Esto es así porque la revista casi nunca produjo beneficios, y cuando lo hizo se invirtieron en desarrollar proyectos cuestionables en el plano económico. Fueron 148 números publicados entre enero de 1968 y 1982, 15 años de trabajo y de “sufrimientos” por sacar un producto digno.Originalmente se iba a denominar “Sol 3”, recordando el tercer planeta del sistema solar, pero al registrar el nombre, o intentarlo, el diario El Sol tenía registrado el nombre y la coincidencia entre los dos obligó a no usar ese nombre y decantarse por la tercera posibilidad “Nueva Dimensión”. La proliferación de revistas de “ufología y parapsicología” hacía que ND, como se le ha conocido por los aficionados, se confundiera con ellas, lo que “en teoría” incrementaba las ventas. También se contaba con un numeroso corpus de suscriptores que la recibían puntualmente, o al menos eso se intentaba. El formato no era demasiado usual para la actualidad, un tamaño casi cuadrado que provenía de la imposición de la distribuidora que quería que ésta fuera igual a una revista francesa de la época.
ND tenía contendidos variados que la hacían única en el mercado. Una primera parte estaba dedicada a la ficción. Cuentos generalmente y alguna novela corta eran su fuente primaria. La ciencia ficción anglosajona estaba presente pero también se dio cancha a autores españoles, tanto noveles como consagrados. Uno de sus logros consistió precisamente en “descubrir” escritores que comenzaban su andadura en el mundillo de la ciencia ficción. Aparte de los fanzines, a los que sin duda dedicaremos un artículo, esta revista fue la única en la que pudieron expresarse los autores patrios. En la misma dieron escribieron Domingo Santos, Luis Gasca, José Luis Garci, Alfonso Álvarez Villar, Jaime Rosal del Castillo,Luis Vigil, Domingo Santos, Luis Eduardo Aute, Carlo Fabretti. Ludolfo Paramio o Vicente Aranda. También dieron sus primeros pasos Ángel Torres Quesada, firmando ya con su nombre en lugar de su seudónimo A. Thorkent, Rafael Marín, Juan Miguel Aguilera y Javier Redal o Javier Negrete. Anecdóticamente, hay que comentar que Aguilera y Redal se conocieron a través de las páginas de la revista y formaron un tamdem que dio excelentes relatos a la ciencia ficción española.No menos importante que los relatos fue la incorporación de ensayos, comentario y críticas tanto de literatura como de cine de género. Se inventaron las llamadas “páginas verdes”, que era su color, y que diferenciaban las zona de creación de la de opinión. Esta sección vino a llamarse genéricamente “Se piensa”, mientras que la primera se denominó “Mañana”. En la época, ND se convirtió en un vehículo de vertebración y comunicación entres lo que ahora denominamos “fandom”. La inexistencia de las tecnologías de comunicación actuales hacía que los aficionados estuvieran, no sólo dispersos, sino absolutamente desconectados unos de otros sin que se conocieran. Eran años de soledad para el aficionado que se limitaba a comprar los libros que le gustaban pero sin tener conciencia de que otros españoles tenían sus mismos gustos e intereses. ND fue un revulsivo para estas personas que vieron una posibilidad de “asociación” por medio de estas páginas verdes que contribuyeron definitivamente a la creación de un germen de lo que después serían otras organizaciones como la Asociación Española de Fanstasía Ciencia Ficción y Terror. También fue el catalizador de la primera Hispacón (Ver la Historia de las HispaCones en esta misma columna), ya que en su nº 5 se hizo un llamado a los aficionados para registrarse y eso dio a paso a que el CLA, circulo de lectores de anticipación) convocara a los mismos a celebrar una primera reunión en Barcelona en 1969.
No podemos dejar de contar uno de los hechos mas “chuscos” que se produjeron durante la vida de la revista. En mayo de 1970, en el nº 14, un cuento titulado “Gu ta gutarrak”(Nosotros y los nuestros) escrito por Magdalena Mouján Otaño sufre un “secuestro preventivo” por parte de la censura de la época. Desde 1966, cuando entra en vigor la ley denominada “Ley Fraga”, se ha eliminado la censura previa de las publicaciones, pero éstas pueden sufrir lo que se llama secuestros una vez impresas y distribuidas. El gasto que supone que una edición de una revista pueda ser retirada del mercado hace que éstas se sometan “voluntariamente” a una censura previa que otorgue autorización expresa o no a la publicación. En este caso el censor ve con malos ojos este relato y ordena que no sea incluido en la revista. Sustituyéndolo se imprime en la revista una historieta. La noticia trasciende y en los USA se monta una especie de comité de ayuda a la revista y algunos autores ofrecen sus obras a cambio de precios simbólicos sus relatos. El cuento se editaría en el nº 114 fechado en 1979.La revista era muy dada a editar monográficos dedicados a un tema de ciencia ficción. Así se intercalaron entre los números “normales”, especiales dedicados a “El teatro de ciencia ficción”, “Los mitos de Chtullu”, “Philip K. Dick”, “El fin del mundo”, “El universo de Cordwainer Smith”, El terror en nuestro tiempo”, Gérard Klein”, “John Wyndham” o “La mujer y la SF” entre otros.
Los problemas con las distribuidoras y, fundamentalmente, el impago de la distribución en América Latina, fueron el principio del fin para la revista. Se intentó, y se consiguió, que los lectores participaran en la revista aportando dinero para su reflotación, mediante donaciones, pero fue un canto del cisne. El último número se publico en noviembre-diciembre de 1982.
En la HispaCon, AsturCon, celebrada en Gijón en 2000 se rindió homenaje a la revista y se publico un nº 149 de un hipotético nº de “Sol 3” que es el nombre que se barajó para ND, como ya hemos comentado. En este número se hizo un homenaje a Domingo Santos resucitando por una vez la que fue “su” revista.
Mi agradecimiento a la “BASE BIBLIOGRÁFICA DE CIENCIA FICCIÓN Y FANTASÍA” que se mantiene en la web de Dreamers por parte de Santiago Ezpeleta Plaza y otros colaboradores. Como fuente de documentación es imprescindible
Bibliografía:
Nueva dimensión. Domingo Santos. “La ciencia ficción española”. Robel. Madrid 2000
Las colecciones de cf (I): Nueva Dimensión. Julian Díez. Revista Gigamesh nº 14. Barcelona 1988
En internet: http://dreamers.com/libroscf/nd.html.
2009-06-12 23:29
Mi padre las coleccionaba, y yo las leía con curiosidad. Lamentablemente fue hace muchos años y no quedó ni un número. Pero recuerdo un número que tenía un comic de Moebius. ¿Sería Jean Giraud?. Gracias por escribir sobre esta revista. En verdad la recuerdo con cariño, en forma casi mágica. Aquí en Uruguay nadie la recuerda. ¿Nadie le dió por escanearla?. Muchas gracias.
2013-07-01 04:32
yo conservo dos ejemplares de 1969 y los atesoro, me dio mucho gusto encontrar esta reseña, en Mexico no halle ejemplares de esta revista, mas que estos dos tomos.