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De ventrílocuos impostores por Mon Falcón

Reflexionando desde una cierta actualidad músico-discográfica, Mon Falcón nos lleva el 24 de cada mes a crear a modo de prosopografía una ilimitada red de influencias, multicopismo y ‘revival’ en la que ensaya sobre la falsa filosofía de la música POPular, sobre qué queda del ‘hazlo tu mismo’, quién engaña a los puristas, y sobre todo ¿qué ocurre a nuestro alrededor y por qué? Los falsos predicadores del rock’n‘roll pueden deteriorar la banda sonora de nuestras vidas… así que ustedes verán hasta dónde quieren saber…

Boris Vian, de lo posible y lo imposible

Echando la vista hacia el siglo XX podemos citar unas cuantas figuras que todos reconoceríamos en la cima de la música, de la cultura en general y ejemplos de lo multidisciplinar en lo más amplio del término. Pero a menudo se nos dejamos atrás a ciertos personajes, quizás por demasiado dispersos, que deberían ocupar los puestos de honor de esa pirámide imaginaria.

Es posible que el mayor de todos fuese Boris Vian, auténtico símbolo de la ilustración europea de la posguerra e icono del bon vivant de la época (esto es el buen vivir, literalmente, pero también el divertimento y la extravagancia en estado puro); pero por encima de todo uno de los mayores genios multidisciplinares de todo el siglo. Novelista, poeta, dramaturgo, trompetista, cantante, compositor, critico de jazz, ejecutivo discográfico, físico, matemático, coleccionista e inventor de los objetos más surrealistas, actor y guionista de cine, periodista, juerguista… y además carpintero, mecánico y por encima de todo sátrapa del Colegio de Patafísica. Todo esto fue el señor Vian en sus 39 años de existencia, y mucho más que seguramente jamás ha sido documentado.

Quienes gustéis de la literatura ya conoceréis sus obras, las propias con mayúsculas, como las de su faceta de ventrílocuo-traductor-impostor del falso Vernon Sullivan, o sus absurdos inventos, o quizás habéis leido sobre alguna de sus Soluciones Imaginarias en la Subcomisión del Colegio de Patafísica, pero aquí hablaremos de música, por supuesto, o lo intentaremos…

En 1935 (Con tan sólo 14 años ) formo su primer grupo musical, llamado Mon Prince et Ses Voyous junto a dos de sus hermanos y François Rostand, y continuaría con diferente formaciones en esporádicas bandas y combos amateurs, hasta que en 1942 se incorpora como trompetista en la orquesta de jazz de Claude Abadie. Llegado a este momento, Boris Vian se ha convertido (en el plano que aquí nos interesa) en un conocido agitador nocturno en el parisino barrio de Saint-Germain-des-Prés, y figura del café Tabou donde la intelectualidad expresionista concentraba sus tertulias y delirios a ritmo de be bop, y por su puesto donde Vian conoció a Jean-Paul Sastre, además de a alguna de las mayores figuras del jazz norteamericano en su mejor momento: Duke Ellington, Charlie Parker o Miles Davis, a quienes retrata en su libreto Jazz a Saint-Germain, obra que hizo (además de sus críticas de jazz en el Combat de Albert Camus) que la compañía Phillips le encargase en 1955 la selección y edición de su primer catálogo de jazz como director artístico, y luego contratado por las compañías Fontana y Barclay.

Pero además de intérprete y ejecutivo de compañías, fue compositor, con algo más de 400 piezas recogidas a su nombre (muchas de ellas de autoría compartida con figuras como Henri Salvador o Michel Legrand) entre las que además de jazz había rock’n’roll, bossa nova o cha-cha-chá. Entre ellas destacan Les Joyeux Bouchres, Le petit Comerse, Je Bois, La Java des Bombes Atomiques o la inolvidable Je suis Snob (Soy yo el centro de todas las miradas / soy un snob / un snob del copón / todos mis amigos lo son / somos snobs / y nos encanta), pero por encima de todas destaca Le Déserteur, una pieza polémica, como no podía ser de otra manera, que llama a la insumisión en un momento en que Francia estaba inmersa en la Guerra de Argelia, y que por supuesto le creo numerosos problemas con la censura e incontables acusaciones de antipatriota desde los sectores más conservadores. A pesar de los numerosos escándalos, todas ellas vieron la luz en un increíble Lp (increíble por su calidad y por lo escaso de este formato en la época) Chansons Possibles ou Impossibles (publicado por Phillips en 1955) y único álbum que Vian vio publicado en vida.

Además de recomendaros que os hagáis con este álbum y con el resto de sus grabaciones y composiciones para otros, también os recomendaré un poco de literatura ligera: En Avant la Zizique… et par ici les gros sous de 1958, obra donde relata todas sus vivencias en el mundo de la música, como ejecutivo y como compositor e intérprete, además de algunas experiencias nocturnas como mero aficionado.

En este 2009 se cumplirán 50 años de su muerte (el 23 de junio) y a estas fechas todavía pongo en duda que se celebre con el reconocimiento merecido hacia esta colosal figura, yo desde luego rendiré homenaje por todo lo alto y con jazz patafísico… pero con que solo uno de vosotros se adentre en el universo Vian después de leer esto me conformo.

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Mon Falcón | 24 de marzo de 2009

Comentarios

  1. Merche
    2009-03-24 22:03

    Mon, era difícil entre tanta información como ofrecía el personaje condensarlo todo en un sólo artículo pero lo has logrado. Una lectura muy placentera, ¡gracias!

  2. Ana Lorenzo
    2009-03-27 11:20

    Digo lo que Merche: muy buena esa capacidad de síntesis. Me chifla Boris Vian, el escritor, el compositor, el cantautor, el loco patafísico… Gracias por traernos sus canciones.
    Un beso.

  3. Julián Chappa
    2009-05-26 14:31

    Para todos aquellos a los que pueda interesarles la faceta musical del polifacético y genial Boris Vian, quería comentar que el argentino Andy Chango editó hace unos meses su último disco, titulado «Boris Vian» (cuenta con la colaboración del cantautor Javier Krahe, del poeta Luis Antonio de Villena y de su amigo trombonista, Norman Hoghe). El disco tiene 12 canciones en tono de jazz, soul y blues, con letras del propio Vian, aunque traducidas y adaptadas con bastante libertad.

    Julián Chappa

  4. Tim On
    2010-05-01 00:28

    Jajaja no sabía que tan inmenso era este sujeto. A Boris Vian lo empecé a conocer por un tema suyo (Mozart Avec Nous) que era intro de un programa de humor argentino algo surrealista llamado Cha Cha Cha (uno de cuyos actores Alfredo Casero fue despues un one hit wonder en Japón…jaja cosa rara).
    Para muestra, la intro:
    http://www.youtube.com/watch?v=oII5rlxUj9c


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