Libro de notas

Edición LdN
Cartas desde el exilio guineano por José Eburi Palé

Cartas desde… es un intento por recuperar el espíritu de las corresponsalías epistolares de la prensa decimonónica, más subjetiva, más literaria, y que muestre una visión distinta y alternativa a la oficial de Agencias.

Febrero de 1969. Notas para la ley de la memoria histórica

José Eburi Palé

Sobrevivir cada dia bajo el desamparo absoluto
A partir de la guerra de las banderas en Bata, comienza el éxodo caótico a la península de las familias guineanas, en circunstancias a veces escalofriantes y dignas de la mejor novela de John Le Carré, y eso, con ser trágico, no es lo peor. Básicamente lo pueden hacer las personas de etnia blanca que tienen la inmensa suerte, por sus vinculaciones familiares en España, de tener esa opción; sólo algunas personas de etnia negra comparten esa suerte, las que poseen suficientes medios materiales como para costearse los pasajes de barco o avión.
Porque, hay que mencionar a estas alturas, que todo el mundo tuvo que sufragar de su bolsillo el coste de los billetes de avión o barco, para huir de la trampa mortal guineana y del criminal abandono de la población por parte del gobierno español.
La inmensa mayoría del pueblo guineano no tiene ni esa, ni ninguna otra opción.

Telegrama de refugiados – Ampliar
Sin embargo, un amplio número de guineanos de etnia negra tuvieron también suerte y el azar vino en su ayuda; se trataba de una población nada desdeñable de guineanos que se encontraban en España casualmente, estudiando, visitando a familiares, o por otras razones. En su inmensa mayoría decidieron no regresar a Guinea y esa circunstancia, que no otra, también salvó la vida de muchos de ellos. El calvario administrativo que eso les supuso durante décadas, es otra historia.

La esposa de LP, después del incidente con el jefe de correos, decide regresar a España y este, una vez solo y tras su detención por llevar un machete en el Land Rover, decide un día comprar una fuerte maroma en la factoría ”Transportes Reunidos”. Bromea con el dependiente, comentando que la cuerda es para ahorcarse si llegara el caso. El comentario va de boca en boca y acaba teniendo que explicar que sólo fue una forma distendida de hablar. La verdad es que la cuerda tenía por objeto poder descolgarse desde una ventana del patio trasero de su casa, en una planta primera, ante la más mínima señal de peligro durante las interminables noches en Santa Isabel.

Apenas quedan mujeres blancas en Santa Isabel y una de las excepciones es Maria Luisa, esposa del comandante de aviación Armando Lucas. Siempre ha sido el nuestro un país de genio y valentía individuales, especializados en aflorar en los momentos más difíciles.
Esta mujer acoge en su casa, en la primera planta del aeropuerto viejo, a un sin fin de refugiados de todos los colores, buscados por las juventudes. No contenta con el peligro que ello conlleva, cada mañana coge su Volkswagen escarabajo de color naranja y se dedica a hacer la compra de víveres para alimentar a todos sus invitados. Hay pocas tiendas aún abiertas en la ciudad y si eso le fallaba, estaban los tenderetes callejeros que empezaban a proliferar, o el mercado indígena. Otras veces, recurre a conseguir alimentos recorriendo las fincas cercanas, frutas, arroz, pescado, o cualquier cosa disponible.
Su determinación se convirtió en una aventura diaria de alto riesgo. Trayectos interminables, paradas en los puestos de control improvisados de las juventudes de Macías, transitar por los solitarios y embarrados caminos de fincas a través del bosque y después, deshacer el camino hasta volver al aeropuerto.
La providencia, que no nuestra embajada, le echó una mano indudablemente, y hay que decir que nunca tuvo el menor incidente y si que, a cambio, seguramente salvó muchas vidas. Brindo por ella, por eso.

El terror y la indefension, noche a noche
LP mantiene durante un tiempo la decisión de dormir solo en su casa y finalmente decide junto con otro grupo de amigos, pasar las noches reunidos en casas distintas cada vez y por turnos rotativos, de forma que sea difícil su localización.
La quietud de las noches ve de vez en cuando rasgado su silencio por el rumor de un jeep, y si ese rumor se detiene a la puerta de tu casa, es señal inequívoca de que algo desagradable puede ocurrir.

Banco de Guinea – Ampliar
El toque de queda durante las noches en Santa Isabel, se hace cada vez más peligroso y el miedo es en cada una de ellas mayor. Casi nadie puede realmente descansar y cada día que amanece encuentra el ánimo de todos un poco más agotado y la dosis de miedo incrementada.
En una ciudad sin ley ni estado de derecho, con patrullas de las juventudes deambulando armadas a bordo de los jeeps durante la noche, la tensión es continua. El toque de queda provoca por lo general un silencio mortal en toda la ciudad, de forma que cualquier sonido, familiar o extraño, se amplifica y socava la moral y la templanza de los que tratan de sobrevivir refugiados en las casas.
Una de esas noches, el silencio se rompe paulatinamente, primero es como un lejano rumor indefinido y finalmente acaba siendo inconfundible, es el ruido del motor de un jeep acercándose cada vez más.
El grupo pasaba esa noche en casa de uno de ellos, en Construcciones Urbanas.
La tensión podía cortar el aire de la sala en la que estaban todos reunidos, porque sin lugar a dudas el Land Rover se acercaba. Finalmente se detuvo justo a la altura del portal de la casa sin parar el motor.
El pánico y el nerviosismo se hicieron dueños y señores de la situación. Una de las personas presentes perdió el control mientras el sudor le caía por la pálida cara, y por todo su cuerpo, comenzando a acusar a algunos de los presentes de su falta de discreción durante el día y de ser el motivo de que las juventudes estuvieran buscándoles. Esa afirmación, no resistía el más mínimo análisis, pero las anormales circunstancias y el profundo pánico personal, provocaron una situación que dejó marcadas sus relaciones para siempre.
La realidad era que el jeep, efectivamente de las juventudes de Macías, solo había parado a recoger a un “colega” que les esperaba con un cargamento de Whisky en la casa de al lado. Cuando lo hicieron, cuestión de minutos, el Land Rover volvió a arrancar, perdiéndose su rumor en la lejanía, hasta que el silencio más absoluto volvió a reinar en el entorno del barrio.

Macías siempre, y una vez más
La locura, posiblemente congénita, de este hombre, se agudiza en los momentos de tensión, y sus decisiones hacen impensable un arreglo de las relaciones con España; es víctima de su propia espiral de desequilibrio y no hay posibilidad de marcha atrás.

La Guardia civil se había quedado en Guinea por convenio bilateral, contemplado en el protocolo de la independencia, y a Macías esto le agradaba en principio porque suponía su única salvaguardia personal fiable; conocía la idiosincrasia de sus compatriotas, y su escaso margen de victoria electoral hacía muy vulnerable su continuidad.
Obviamente, su odio creciente hacia España, culminado con la expulsión del embajador, acabó con cualquier posibilidad de buena relación con la GC, que por otra parte solo recibía órdenes de Madrid.
La escalada de terror propiciada por Macías, los asesinatos, torturas, y el caos del orden público, crean una situación de la cual Macías no sabe como salir, a pesar de que se lo plantea en alguna ocasión, como me consta. Por una parte, su odio a España le enemista con la GC, única posibilidad de su propia seguridad en caso extremo, como el sabe muy bien. De otra, el frenesí de anarquía en el que han entrado sus juventudes, se escapa a su control y sólo es capaz de alimentarlo y encauzarlo hacia España, mientras le sea posible hacerlo, cuestión solo temporal como también él sabe.
Todo esto magnifica su paranoia día a día y crea un fenómeno de violencia auto alimentada, con un final anunciado a voces.
El conflicto se resumía en el encono estúpido, entre un demente acorralado por el pánico, de una sub-etnia concreta, y un gobierno español caduco e inmoral, representado por la escoria de su diplomacia, consecuentemente también, caduca e inmoral.

Franco y sus hombres, la farsa del deber castrense
Una de las últimas peticiones por radio de Juan Durán Lóriga a la población española antes de abandonar Guinea fue, que iniciaran el repliegue hacía Bata a lo sumo en dos horas, desde los remotos confines del territorio continental. Semejante estupidez solo podía emanar de semejante cerebro. Exigir eso a familias enteras, aisladas en fincas en mitad de la selva, a cientos de kilómetros de Bata, sin protección, en época de lluvias y con los caminos, que no carreteras, atestados de juventudes armadas, da idea del talante de nuestro embajador. Su nerviosismo, miedo y paranoia, eran parejos a los de Macías, aunque no su inteligencia. En aquellas fechas un trayecto así, hubiera supuesto, además de un alto riesgo, seis u ocho horas de convoy, en el mejor de los casos.
Ante el caos guineano, Madrid, mejor dicho Carrero Blanco, ordena a la GC la toma de posiciones estratégicas en Santa Isabel, la víspera de la salida del embajador español. El aeropuerto, el puerto, la emisora de radio, etc. etc.
La situación es grave y nadie sabe en que puede desembocar; menos aún las mentes preclaras de Madrid, cuya única preocupación es la imagen internacional del régimen que ven tambalearse ante la repercusión internacional de los sucesos de Guinea.

Embarque en el Ciudad de Pamplona
La operación se desarrolla en la noche del 26 al 27 de febrero de 1969.
Estando Macías y parte de su gobierno en Bata con el océano Atlántico por medio, en Santa Isabel, isla de Fernando Poo y capital de la nación, las noticias de los sucesos de Bata dejan perplejos a los ministros de etnia Bubi que están allí. Los ministros de etnia fang no exteriorizan su opinión y mucho menos públicamente, por una sencilla cuestión de instinto de conservación.
Nadie sabe a que atenerse y la salida del embajador español es un mazazo psicológico que nadie asume sin una gran dosis de ansiedad e incertidumbre.
La GC pide refuerzos a Madrid por telex, una vez cumplida la toma de las posiciones, y Carrero Blanco ordena la salida de una brigada paracaidista desde Las Palmas de Gran Canaria, que parte esa misma noche hacia Guinea.
Y aquí se produce otro hito histórico en la crisis guineana. Hito que al parecer, a nadie le interesa rescatar del olvido, ni incluir en el “haber”de los supuestos, dignos de ser contemplados en el texto de la tan aireada” Ley de la Memoria Histórica”, de reciente aprobación por nuestro democrático gobierno. Hito por otra parte, perteneciente a una larga cadena de hechos de tal calibre y gravedad, que su olvido supondría un agravio comparativo respecto a los casos contemplados en dicha Ley, que quedaría moralmente mutilada y por tanto, invalidada por derecho.
Fernando María Castiella, “aconseja” y convence a Carrero, paradigma de la valentía, arrojo y honor castrenses, de que aborte la operación porque: ¡Como vamos a dar ese disgusto a Franco! ….. (Literal).
José Lacalle Larraga, ministro del aire en ese momento, ordena por tanto en la madrugada del 27 de febrero y en pleno vuelo, el regreso a Las Palmas de las fuerzas de apoyo que se dirigían a Guinea con el único y exclusivo fin, de garantizar la vida y la evacuación segura, de varias decenas de miles de españoles, blancos y negros.
No solo eso, si no que se ordena a la GC en Santa Isabel y Bata, que desaloje las posiciones recién tomadas y, mediante “acuerdo” con las tropas guineanas de la guardia nacional, se replieguen nuevamente a los cuarteles.
Y así fue como la mayoría de la población guineana cabal, blancos y negros, quedan indefensos nuevamente ante la paranoica de un demente, y el frenesí de una horda de adolescentes sedientos de violencia que campan por sus respetos en el más absoluto descontrol, a lo largo y ancho del territorio guineano. A cambio de no dar un disgusto a Franco, en Guinea cayeron asesinadas y torturadas una cantidad ingente de ciudadanos más.
Es mi opinión, que el fiscal general de este Estado de Derecho, debería ocuparse del asunto.
Recorte de prensa – Ampliar
Macías obviamente y como no podía ser menos, dadas las limitaciones mentales de nuestros políticos y su saber hacer profesional, acaba por enterarse de los detalles de la frustrada operación y entra en cólera, si es que eso puede ser mencionado como novedad.
Envía mensajes a la ONU acusando a España de un nuevo neo colonialismo y del uso de la fuerza contra su “régimen”, pidiendo la presencia de observadores de la ONU en Guinea.
El tema tiene muchas lecturas, todas ellas abominables.

La primera víctima de Macías, Bonifacio Ondó Edú, lo fue, con la intervención directa de la diplomacia española y el refrendo de Madrid. Se convence a este y se le dan garantías de salvaguardia, de que regrese a Guinea de su exilio en Camerún, poniendo a su disposición un avión de Iberia, ahora sabemos que fue torturado y asesinado días después, con la mayor indiferencia de nuestro gobierno y ocultando oficialmente el hecho.
A estas alturas de los sucesos en Guinea, ya se había torturado a Rafael Avalos, jefe de correos en Santa Isabel y perteneciente a la etnia blanca, dato aportado, por si eso fuera relevante para algunos.
También se había asesinado a Juan José Bima Martí, en Bata, perteneciente a la misma etnia.
También habían sido saqueadas propiedades de personas y empresas a discreción, y habían sido asesinados y torturados, una ingente cantidad de ciudadanos, que aún conservaban en sus carteras el DNI expedido por la DGS del Ministerio de la Gobernación español.
Por tanto, del análisis jurídico de la actitud del gobierno español de entonces, y solo por lo relatado sucintamente hasta el momento, pueden quizá, derivarse conclusiones suficientes como para que, como mínimo, la Ley de la Memoria Histórica contemple el caso con todas sus consecuencias.
Mientras tanto, los Srs. Paesa y Antonio G. Trevijano, siguen a lo suyo, la estafa a todo el pueblo guineano, del Banco de Guinea; para de paso, dejar bien alto el honor de la nueva hornada de españoles, llegados a Guinea tras la independencia.

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La mayoría de fotos aportadas, provienen del fondo fotográfico de: http://www.raimonland.net/
José Eburi Palé | 14 de noviembre de 2007

Comentarios

  1. May
    2007-11-15 13:08

    Mi familia tuvo que salir de Guinea en marzo de 1969, cuando yo era aún muy pequeña.
    Perdimos todo, nuestras propiedades y nuestra empresa.
    Mis padres nunca se recuperaron de ese trauma y la vuelta a la península fue desastrosa.
    Nunca lo olvidamos.

  2. Javier36
    2007-11-16 01:57

    Hola, comienzo mis comentarios como Javier36 para que no haya confusiones con otros comentaristas. Si hay alguien que use Javier36 puede avisar aqui mismo. Soy el mismo Javier a secas que comentó en el post de Alber y sus criticas a la Iglesia, con las que no estoy de acuerdo.

    Miren, hablar de Africa me produce dos sensaciones inmediatas. La primera, y en el campo puramente emocional, es recordar la inolvidable Memorias de Africa, con R. Redford y M. Streep, porque sinceramente sigue siendo una de mis peliculas preferidas, y en relación con este post diré que en la mencionada pelicula se pelean colonizadores contra colonizadores, tal vez la historia real debió quedarse en ese punto y hoy en día guinea y africa en general serían algo mejor de lo que parece ser que son.

    La segunda sensacion que me produce, y es a la que viene mi comentario, es una sensación de profunda injusticia, no creo que pueda aportar nada mas de lo que todo el mundo ya sabe que ha venido sucediendo con este continente maravilloso, por naturaleza, y triste a mas no poder, por la falta tan doloriente de humanidad, y clasifiquen esto como mejor les venga en gana porque tanto positiva como negativamente algo de razon tendrán por muy opuestas que sean sus opiniones.

    Soy un firme defensor de cualquier teoria que se base en el principio por el cual los pueblos avanzan en funcion de sus propias revoluciones, y soy cualquier cosa menos un revolucionario, mas que nada porque quienes se han atribuido el adjetivo no son mas que un monton de especuladores populistas.

    Africa en su conjunto y como continente en proceso de civilizacion sufre un sindrome horripilante, entendiendose como un proceso que nunca se acaba, que avanza al mismo tiempo que retrocede y que convierte la realidad de todo un continente humano en un resultado absolutamente gris y desconcertante, para desgracia y a costa de sus habitantes claro.

    Y aqui hago incapié en la incapacidad del ser humano africano de iniciar procesos democratizadores con capacidad y suficiente calidad como para conseguir cruzar metas y darlas por conseguidas. Espero que nadie piense que soy racista por ello, dado que incluyo en mi opinión a todos los seres humanos sin importarme en absoluto su color, origen o su condicion de cualquier tipo.

    No hay manera de encontrar un dirigente o grupo social que haya mantenido los objetivos siquiera con los que ha conseguido los apoyos populares para llegar al poder, siempre han acabado convirtiendo eso en populismo, violencia y fortunas arrancadas a las ayudas economicas destinadas a ayudar a sus pueblos, o bien en connivencias con esclavizadores de sociedades extranjeros, y tambien nativos que es aun mas triste y habitual.

    En este momento pienso que los unicos que han conseguido establecer comunidades sociales relativamente estables han sido los paises que se han decantado por influir con denodada dedicación en el caracter religioso de sus estados, el magreb en conclusion, aun ni siquiera ellos, con un notable peligro radicalista anidando en sus sociedades, han conseguido ponerse a la par de las democracias europeas, del oeste claro, será porque aun les queda un camino por recorrer que estas sociedades ya han recorrido y sufrido en algunos casos. Espero que tengan muchisima suerte y que siguan avanzando.

    Por todo ello, y sin restar un minimo de comprension y lamentacion hacia todos los seres humanos africanos que sufren, que son una apabulladora mayoria, le digo al Sr. Palé, que sin conocer si su historia es cierta o nó, y como no la conozco no puedo tampoco ponerla en duda, le digo que:

    1-Franco falleció el 20 de Noviembre de 1975, la mayoria de los Españoles eran niños o directamente no habian nacido cuando desapareció. El interes surgido en los ultimos tiempos no deja de ser un espejismo tal que oculta un pasado poco glorificante tanto para sus partidarios como sus detractores, que de todos hubo y hay mucho. Tristemente siempre será un recurso para muchos dirigentes politicos que nos harian un favor a todos no siendolo.

    La evidencia es que todos los que apuestan por este rememoramiento no cejan en sus esfuerzos por memorizar con fecha de salida, preferiblemente a partir del llamado alzamiento, como si en España no hubieran existido los años y sucesos anteriores y por lo tanto no conviniera rememorizar los acontecimientos y calamidades que son el verdadero origen de todo lo que sucedió despues y ya con Franco como protagonista.

    En pocas palabras, Sr. Palé, Franco no inventó la represión contra los españoles, de eso aqui ya se sabía un monton, ni la represión contra los paises colonizados no por él precisamente.

    Y no digo con esto que yo apoye ningun tipo de dictadura, sea de derechas o de izquierdas, pero si digo que el problema que existe en Africa es un problema de los africanos y el dia que consientan esta evidencia probablemente comenzaran a tener avances sociales que a todas las democracias nos ha costado tener.

    En cualquier caso no creo que los paises colonizados estubieran peor hoy en día si no hubiesen sido descolonizados, mas que nada porque peor ya no se puede estar.

    2-El primer problema de Guinea y de Africa en general, no es ni fué Franco ni los españoles ni España ni la Memoria Historica ni nada de eso, el verdadero problema de este continente es el SIDA, y datos como el que nos advierte de que 71 por ciento de la población mundial con SIDA vive en el africa subsahariana es de tal gravedad y magnitud que deberia hacer pensar mas en buscar soluciones para ese impresionante problema que tienen.

    Una vez solucionado será muy bueno establecer foros de opinion sobre lo que pudo ser y no fué y sobre lo machacante que ha sido la influencia occidental en Africa, la nativa no se ha quedado corta tampoco.

    Venir ahora con Franco, Carrero y compañia, a fin de cuentas venir con el pasado teniendo un presente tan tragico y con el problemazo de salud publica que tienen en toda Africa, verdadera pandemia de nuestros tiempos, pues no sé.

    El segundo problema de guinea es este: http://news.bbc.co.uk/2/hi/africa/3098007.stm

    3-Por si es que usted se ha decidido ha escribir este post con el unico animo de rememorar aquellos acontecimientos y sin ningun animo de molestar a los ciudadanos españoles que se pudieran sentir molestos porque cualquier ciudadano pueda montar un circo critico contra nosotros cuando le plazca, pues le diré que su historia me ha parecido muy triste y de ser cierta pues nos dá idea, otra mas, de lo mal que han tratado las sociedades colonizadoras a las sociedades africanas, y cuanto mas en detalle se estudie, tal y como lo hace usted, pues mas claro deja ese maltrato y sobre todo esa herencia, y en eso le doy la razon y le apoyo en su argumentación sin dejar de añadir que nunca han estado peor que despues de ser descolonizadas.

    Y en el caso particular de guinea ecuatorial, si se hubiesen molestado en intentar ser como nosotros en vez de destruir cualquier vestigio de nosotros pues igual les hubiera ido mejor.

    Como conclusión, y esperando que no se haya ofendido en ninguna medida con mi comentario a su post, que no es mi intención y escrito con el maximo de los respetos, le diré que me parece muy buena idea que cada uno aporte ahora todo lo que tenga que decir para que sea añadido a la Memoria Historica de España, no importa si construimos una nueva biblioteca de Alejandria, lo importante es que sea completa, ¨no muy completa o selectiva¨, sino completa, le aseguro que no la terminan porque verguenzas hay como para darle carpetazo.

    Si ademas metemos las verguenzas en politica exterior será la biblioteca universal, bendito el que inventó los ¨pdf¨ porque papel seguramente no hay.

    En cualquier caso tampoco hay que aguantar constantemente agresiones contra España y nuestra historia que a fin de cuentas somos nosotros y nuestros antepasados.

    Vamos, venir con que Franco tuvo la culpa de que en guinea ecuatorial haya habido unos dirigentes que dejan mucho que desear y querer que eso se incluya tambien en la memoria historica como si fuera cierto y como si los españoles tuvieramos la culpa tambien de eso, pues no se que decirle, en eso desde luego no puedo estar de acuerdo.

    Le aconsejaria no obstante que escribiera un libro sobre el siglo XX en ese pais y cuando haga el indice de calamidades pues ya me dirá si eran españoles o guineanos los protagonistas.

    Y ya puestos porque no en vez de proponer que este asunto se incluya en la memoria historica de España, ¿porque no propone usted en guinea una ley de la memoria historica guineana? y que cada palo aguante su vela.

    Vivimos en una sociedad democratica, aqui y ahora, en España, ahora hace falta que nos decidamos ha hablar y memorizar todo nuestro pasado, pero todo, no vaya a ser que cada 4 años tengamos que contrastar cada cosa que se diga, bueno no creo que eso sucediera ya que el Partido Popular ha demostrado no gastar tiempo con este tema y aprovecharlo en convertirnos en la antigua 8ª potencia mundial, tal vez el problema de este partido fué el no tratar en absoluto este tema de la memoria historica, unos diran que porque les convenia, otros porque con memoria historica no se paga la hipoteca y eso tristemente cada vez esta resultando ser mas evidente.

    En mi opinion la historia triste de Guinea Ecuatorial es exactamente eso, que dejen en paz a España que bastante historia tiene.

  3. José Eburi Palé
    2007-11-17 13:08

    Javier36:
    Estoy bastante de acuerdo con usted, salvo en dos cuestiones:
    Una de índole menor que posiblemente pueda aclararle.
    Otra, de fondo.
    LA MENOR:
    Nada más lejos de la intención de esta serie de Cartas, que pretender culpar al gobierno de Franco “gratuitamente”, de ninguna cuestión. Aunque pueda parecer lo contrario, estoy en desacuerdo con la flagrante maniobra política que supone la ley de la memoria histórica y toda la parafernalia mediática subyacente. Creo como usted, que para hacer justicia respecto de ese o de cualquier otro tema, están los tribunales y otra serie de medios, el tema está manido y anacrónico.
    Pero en el caso de Guinea, si es mi intención, llamar la atención respecto a unos hechos que son desconocidos por la inmensa mayoría de los ciudadanos españoles y que considero suficientemente graves. Graves, porque supusieron la persecución, tortura y asesinato de decenas de miles de personas. También, porque supusieron el abandono, desamparo y desarraigo, de una proporción considerable de ciudadanos españoles, sin ninguna compensación, hasta nuestros días.
    Si la campaña mediática actual entorno a la Ley de la Memoria Histórica, me da una oportunidad de oro para llamar la atención de los sucesos de Guinea, al amparo de esa actualidad, no dudaré en utilizarla. Es una pequeña licencia periodística, que me parece bastante aceptable.
    Ya que el objetivo de esa ley es, resarcir a las víctimas supuestamente olvidadas del periodo franquista, me parece absolutamente adecuado citar el caso guineano, puesto que cumple con creces, más que ningún otro supuesto, las condiciones que la citada ley contempla; “víctimas”, “olvidadas” y durante ese periodo.
    LA DE FONDO:
    Estoy de acuerdo en el dibujo que usted hace de la situación de África, pero:

    “El primer problema de Guinea y de Africa en general, no es ni fue, Franco ni los españoles ni España ni la Memoria Historica ni nada de eso, el verdadero problema de este continente es el SIDA”.

    Ahí, no estamos de acuerdo.
    El SIDA, no es el peor problema de África, con no ser baladí.
    El SIDA, es una de las muchas “consecuencias”, del “gran problema de África”.
    Sería largo de exponer, pero voy a intenta sintetizar, aunque he dado mi opinión a lo largo de esta serie de Cartas.
    Los países europeos se reparten África en el siglo XIX, cuando Europa era una potencia mundial (ya no, evidentemente). Y se la reparten, en el colmo del absurdo, sin conocer siquiera el territorio ni su geografía, de ahí las fronteras siguiendo paralelos y meridianos a escuadra y cartabón. Comienza la colonización y mientras las administraciones coloniales están presentes, las antagónicas etnias que quedan atrapadas en unas fronteras antinaturales, están, por decirlo de alguna forma, controladas.
    Las colonizaciones llevan a África, lo mejor y lo peor de las metrópolis. Entre lo segundo, se exhibe la corrupción, la explotación masiva de recursos naturales y el racismo hacia el nativo. Pero entre lo primero, también se lleva el progreso, la cultura y las infraestructuras modernas. Cuando Europa llega al África negra, esta está en la edad de piedra, literalmente hablando, se plantea por tanto un abismo cultural que exigiría un titánico esfuerzo humano, para llevar a la población desde el neolítico hasta el siglo XX.
    Este “supuesto” y en parte “real” proceso, se ve bruscamente interrumpido definitivamente, cuando al final de la segunda guerra mundial, el vencedor real de la contienda, exige el tributo a Europa de descolonizar el África negra urgentemente. Cuestión justificada por razones morales y éticas, pero sin ninguna opción seria de repuesto. Opción que no interesaba, si interesaba un África desmembrada, vulnerable e indefensa, como despensa estratégica y sobornable, de inmensos recursos naturales (véase el caso de Guinea y su petróleo).
    De esta forma, la inmensa mayoría de nuevas naciones, se ven de repente:
    1 Inmersas en un nuevo orden mundial, comandado por los mas fuertes y con una mentalidad social a años luz del siglo XX, sin medios materiales, sin la capacidad tecnológica para conseguirlos y sin la base social mínima con una proporción estadística de individuos preparados, profesional y mentalmente, para sobrevivir en un mundo moderno.
    2 Confinados en unas fronteras, contrarias a la realidad social milenaria, de forma que “han de convivir”, etnias secularmente antagónicas. Esto, como todos sabemos, trae matanzas, genocidios y masacres continuas.
    3 En ese caldo de cultivo, asimilable a la metáfora de un gran agujero negro, se desarrolla desgraciadamente y como era de prever, lo peor de lo peor, la corrupción, el abuso y la violencia generalizadas.
    El caso de Guinea, es singular y excepcional, en la colonización del África negra. En primer lugar, por lo minúsculo de su extensión territorial.
    En segundo lugar, por las circunstancias particulares de la metrópoli de turno, España.
    Nuestro país, durante todo el siglo XX, ha sido singular y diferenciado de Europa, por sus particulares circunstancias políticas. Dictadura de Primo de Rivera, exilio de la monarquía, guerra civil, nueva dictadura franquista, etc. etc.
    Esto, propició una colonización de características diferentes. Los españoles que allí arribaron, se encontraron un territorio en el que procuraron crearse una nueva vida, alejada los suficientemente de la metrópoli, como para “olvidar” el torbellino político reinante. Un remanso de paz y una oportunidad de crear un lugar feliz para “todos”.
    Esa circunstancia, contada entre líneas, fue lo suficientemente especial como para propiciar una colonización bastante más completa, eficaz y justa, que en otros lugares de África. Eso, está reconocido por cualquier entendido en el asunto, incluyendo a muchos intelectuales africanos. Y eso, es lo que tratan de transmitir mis cartas, con mejor o peor acierto.
    Saludos

    José Eburi Palé.

  4. Eli
    2007-11-21 15:05

    Que nadie dude, de que los hechos fueron, tal y como se relatan.
    Incluso me atreveria a afirmar, que se quedan cortos.
    Mi padre, murió a los ocho meses de volver de Guinea, entre otras cosas, debido al terror que sufrió durante tres meses.

  5. Santos
    2007-12-15 16:26

    Yo, tuve que salir de Guinea con lo puesto, en abril de 1969.
    Hoy es la fecha, en la que nadie me ha preguntado por aquel infierno, ni recibido compensación alguna, por la pérdida de mi medio de vida.
    Se abandonó a los españoles y se abandonó a los guineanos nativos.

  6. Santiago
    2007-12-30 20:32

    La Ley de la Memoria Histórica, si no procura tener en cuenta TODOS los supuestos, corre el riesgo de ser partidista y parcial, como lo fue la ley de la violencia de género. En el caso de los acontecimientos de Guinea y el Sahara, el “olvido” oficial al respecto es evidente. Qizá dentro de otros cuarenta años, sea necesaria otra, “Ley de los supuestos no incluidos, en la Ley de la Memoria Histórica”
    ¡País!

  7. José Eburi Palé
    2008-02-16 15:08

    Casualmente he encontrado, curioseando por ahí, estos dos enlaces en los que se hace una sucinta mención al innombrable, Francisco Paesa.
    http://www.elmundo.es/1998/07/22/espana/22N0065.html

    http://www.elmundo.es/elmundo/2004/11/15/espana/1100499055.html


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