Cartas desde… es un intento por recuperar el espíritu de las corresponsalías epistolares de la prensa decimonónica, más subjetiva, más literaria, y que muestre una visión distinta y alternativa a la oficial de Agencias.
El monstruo
La monstruosidad política y moral que España cometió con Guinea y sus habitantes, dejó sumida a esta en la profunda negrura de la noche de los tiempos, en el breve periodo de seis meses.
Macías, agotada la fe en sus delirios de pocos meses atrás, fracasado y aislado, masacró, persiguió y asesinó a un ingente número de guineanos de todas las etnias, incluida la suya propia, la Ntumu. Quedó sumido en la espiral de su paranoia enfermiza que, parcialmente contenida hasta ahora, se manifiesta somática y mentalmente de forma acelerada hasta el final de sus días. López Ibor, con la excusa de un chequeo general en la clínica Ruber en el año 1967, ya había informado confidencialmente al gobierno español de que Macías sufría de “paranoia esquizoide”.
En este sentido, el caso de Guinea es único en toda el África negra. En Guinea, en los últimos cien años se había disfrutado de un bienestar económico y social bastante aceptable, muy superior al de los países de su entorno e incluso al de la propia España peninsular. Nunca habían existido grupos políticamente organizados ni ningún tipo de activismo reivindicativo.
Las primeras experiencias de ejercicio político de los nativos guineanos, impuestas paradójicamente desde Madrid, se pusieron en práctica a partir de 1964, cuando comenzó el llamado periodo de autonomía, diseñado por España como preámbulo a una independencia aún no fijada en el tiempo. Aquel experimento fue totalmente teatral y nada docente para los guineanos.
España en ese momento no era el tutor más idóneo para aleccionar a los noveles políticos guineanos en la práctica democrática. Políticos por otra parte creados al efecto artificialmente de la nada. Este periodo, que acabó bruscamente en cuatro años, fue absolutamente estéril.
Estas circunstancias y la escasa extensión territorial de Guinea, pusieron en bandeja a Macías los resortes para aniquilar de raíz cualquier oposición política organizada, capaz de enfrentarse a él a partir de 1969.
Macías utilizó la demagogia mediática, aprendida, de que disponía, radio y prensa, para dar forma y disfrazar sus actos bajo una apariencia política, formal, y moderna; léase: “métodos y códigos aprendidos de la modernidad española”. Pero realmente utilizó, de facto, los métodos que su atavismo tribal le dictaba para defender su “trono” y su propia vida: la persecución cruenta, la aniquilación, y el asesinato de los oponentes a su poder.
Actuó como lo habría hecho un jefe de tribu en el siglo XIX.
Molestas obviedades
EEUU había decidido que África fuera la despensa de sus reservas de futuro y nadie osó impedírselo. Interesaba un África abandonada por los antiguos europeos, perdedores en la segunda guerra mundial. Un África desvalida, desorientada y retrotraída al caos de sus atavismos ancestrales. Presa fácil de manipular, sobornar y expoliar nuevamente. EEUU no tuvo la necesidad de poner ninguna bandera en el continente negro. No era necesario, todo el mundo sabía de quien era el petróleo del golfo de Guinea.
Occidente se lamenta y entona un coro de plañideras cuando el tribalismo resurge en África y cuando las fronteras trazadas a escuadra y cartabón, y decididas por otros, obligan a convivir a Hutus y Tutsis, a Ibos y Haussas.
Durante la década de la abominable dictadura tribal de Macías, ningún país limítrofe fue capaz de invadir Guinea, cuestión esta muy temida por él. Estamos hablando de Nigeria, Camerún y Gabón, que ancestralmente habían tenido esas apetencias por su proximidad geográfica y por la similitud de troncos étnicos comunes. Cualquiera de estos países poseía unos ejércitos inmensamente superiores al inexistente ejército guineano.
Macías, por tanto, actuó durante diez años en la más absoluta impunidad y sin que el petróleo guineano saliera al mercado, por razones estratégicas de EEUU.
El pequeño matiz del petroleo
En nuestro país, hoy, no hay día en el que, hablando de guinea, los medios de comunicación no mencionen que el petróleo de Guinea se descubrió en la década de los noventa, demostración evidente de varias cosas:
1ª- La declaración de materia reservada referente a Guinea declarada por Franco, tuvo una eficacia fulminante. Varias generaciones de españoles no han oído ni hablar de Guinea en las aulas de los colegios.
2ª- Esto ha venido muy bien a los gobiernos posteriores. Posiblemente porque sea un trapo demasiado sucio y plagado de responsabilidades que nuestros gobernantes se cuidan de ocultar.
3ª- Los medios de comunicación se surten de noticias prefabricadas de agencia, como yo de Carrefour a primeros de mes. Murieron la libertad de expresión, el periodismo de investigación, los corresponsales, y los cronistas con más aprecio a su cultura personal, que al medio que le financia la hipoteca.
Por cierto, el petróleo en Guinea se descubrió en 1965 como muy tarde. Lo descubrieron, como no, los americanos, y obviamente en territorio español. No hay más que tirar de hemerotecas, incluidos el B. O. E. y las órdenes del Ministerio de Industria de la época.
Las prospecciones las realizó una sociedad mixta americana y española. (Enlace)
Todos los que vivíamos allí lo sabíamos y nuestro gobierno de entonces, también. Parece que respecto a este tema, nuestros gobiernos actuales no saben, no contestan.
Tal vez esté ahí el quid del complaciente secretismo, versión 2008, de los asuntos de Guinea y de su historia; que en parte es la nuestra, queramos o no, lo sepamos o no.
Cronicas del absurdo kafkiano
Dicha agencia informa, por ejemplo, de la detención de 200 personas en Kogo, simplemente por ser el lugar de origen de Armando Balboa, presunto partícipe del golpe de marzo de 1969. Dieciocho de ellos son internados en el hospital de Bata después de ser torturados y mueren por efecto de la gangrena.
Este clamor de la prensa extranjera incomoda a España, cuyo prestigio en los foros internacionales queda en entredicho. Tal vez por eso, y tal vez por alguna dosis de conciencia moral, España vuelve a intentar un arreglo con Macías. Y otra vez actúa cicateramente y de cara a la galería.
En agosto de 1969, España concede a Guinea un crédito de 6 millones de dólares, cuando ya es sabida la personalidad criminal de Macías y cuando apenas quedan españoles en Guinea; solo un retén de algunos cientos de empresarios que tratan de sobrevivir y salvar su patrimonio. España se limita a dar dinero a Guinea con la total seguridad de que solo servirá para engrosar la cuenta corriente de un asesino paranóico esquizoide.
En Octubre, Villar Palasí visita Guinea para presenciar los actos del primer aniversario de la independencia. En dichos actos aparece García Trevijano junto a Macías, que le condecora con la Gran Cruz de la Orden de la Independencia.
No está nada mal para un señor que, hoy, trata de vendernos su purista convicción demócrata republicana y, entonces, en España, se alzaba en paladín contra la dictadura franquista.
En diciembre, el consejo de ministros guineano acuerda la creación del partido único nacionalista, según los estatutos redactados por García Trevijano, y en enero de 1970, a cinco años sólo de la muerte de Franco, Macías publica un decreto de supresión de los partidos políticos. Se obliga a inscribir a los niños en el PUNT desde temprana edad y el carnet del partido es exigido para cualquier gestión administrativa. Tribalismo de facto y modernidad tecnócrata para la galería.
La producción de cacao guineano, desciende de las 40.000 toneladas, hasta las 11.000. El café cae a las 1000 T.
En un año de independencia, Guinea carece de base económica.
Mientras Villar Palasí y García Trevijano se hacen fotos con Macías, en diciembre se celebra un juicio de opereta contra Enrique Gori Molubela, Norberto Balboa, Vicente Ntutumu, Luis Angue Bacale, Santiago Osa y otros, por el golpe de estado del mes de marzo del 69.
El juicio se lleva a cabo cuando los principales implicados ya habían sido torturados, asesinados o como muchos otros, desaparecidos, y cuyas ejecuciones se decretaron, sin juicio, después de producirse. La sentencia menciona a los “rebeldes”, ayudados por “colonialistas españoles”.
Cuanto más aumenta la barbarie y el despotismo de Macías, más dinero le da España, y él lo sabe.
Enrique Gori es condenado a 25 años de prisión militar y muere asesinado en 1972. Los demás, no corren con mejor suerte.
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La mayoría de las fotos aportadas, provienen del fondo fotográfico de: http://www.raimonland.net
2009-08-13 15:46
Agradezco esta excelente información, en parte ya conocida.
Mi interés se centra en Norberto Balboa. Fue condiscípulo mío. Hicimos el bachillerato en los bancos del colegio Lasalle Bonanova de Barcelona. Tengo el recuerdo de una persona amable, sonriente,dispuesta a ayudar y con un gran sentido del humor. Abandoné mi país después de terminar mi carrera de Derecho, por lo que perdí todo contacto en Barcelona. Mucho más tarde supe el trágico fin de Norberto.
Me gustaría obtener más información sobre su persona. No sé si alguien puede ayudarme o decirme dónde tengo que buscar.
Joaquim Romero Frías
2009-08-13 15:46
Agradezco esta excelente información, en parte ya conocida.
Mi interés se centra en Norberto Balboa. Fue condiscípulo mío. Hicimos el bachillerato en los bancos del colegio Lasalle Bonanova de Barcelona. Tengo el recuerdo de una persona amable, sonriente,dispuesta a ayudar y con un gran sentido del humor. Abandoné mi país después de terminar mi carrera de Derecho, por lo que perdí todo contacto en Barcelona. Mucho más tarde supe el trágico fin de Norberto.
Me gustaría obtener más información sobre su persona. No sé si alguien puede ayudarme o decirme dónde tengo que buscar.
Joaquim Romero Frías