Con este nombre tan eufónico, firmaba sus novelas Jesús de Aragón y Soldado. Nació en 1893 en Valsaín, provincia de Segovia, y murió en Madrid en 1973 con 80 años cumplidos. Su formación académica paso por obtener una licenciatura en ingeniería, y se especializó en el mundo de los ferrocarriles. Fue director financiero de Gas Madrid y se especializó en temas contables y fiscales llegando a publicar importantes tratados de contabilidad que fueron libros de texto muy usado en los años 60 y 70.

Como escritor de ficción su obra fue relativamente extensa. En 1924 se publican dos novelas: Cuarenta mil kilómetros a bordo del aeroplano “Fantasma” y Viaje al fondo del océano. La segunda de ellas, pese a estar escrita mas tardíamente, es publicada en primer lugar. Se trata de una aventura que trascurre durante una investigación en las islas Canarias de unos sucesos extraños. Los investigadores son secuestrados y trasladados a los restos de la Atlantida, que se encuentra sumergida y gobernada por un Alemán que odia profundamente al Reino Unido. La influencia de Jules Verne es patente y el personaje de Poinator, el dueño de la Atlantida, está inspirado directamente en capitán Nemo. La segunda novela se desarrolla en circunstancias similares a las de La vuelta al mundo en ochenta días, un viaje que pasa por los polos y que remeda la hazaña de Phileas Fogg. No es de extrañar que Aragón recibiera el apelativo del Julio Verne español”.

En 1925 la editorial Juventud publica Los piratas del aire, que previamente había sido publicada en el extranjero. La historia cuenta la “revolución” contra los ingleses de un Maharajá. Casi como un remedo del personaje de Romer, Fu Man Chu, este siniestro personaje se dedica a raptar a bellas jóvenes de la alta sociedad británica. El joven y aventurero protagonista, que acaba de escalar el Himalaya, acude al rescate de su novia, la hija del gobernador de Bombay. Aunque la novela es mas del género aventurero está aderezada con algunos gadjets de ciencia ficción como un autogiro que imita a un dragón o una cámara de hibernación en la que es encerrado uno de los personajes.

Una extraña aventura de amor en La Luna es la novela de ciencia ficción por excelencia del autor. Está protagonizada, entre otros, por Camille Flammarión, autor de la obra La pluralidad de los mundos habitados, un escritor real que había tenido cierta fama con la publicación del libro anteriormente nombrado. Flammarión y otros sabios y científicos son invitados por la Sociedad de Viajes Interplanetarios a visitar La Luna, en al que descubrirán que es parte de la península del Yucatán desprendida de La Tierra. Sus habitantes son descendientes de los pueblos maya y azteca y están enfrentados entre sí. Los terrestres apoyarán en su guerra al denominado pueblo radiante y después de varias peripecias dignas de la mejor “space opera” conseguirán volver a su mundo, Esta novela mezcla las aventuras descritas por Burroughs o las del profesor Cavor en la imprescindible Los primeros hombres en Luna.

La ciudad sepultada se edita en el numero 220 de la colección Aventura de la editorial Juventud y en ella se habla de civilizaciones perdidas que adoran al astro sol, muy en la líneas de las aventuras de Burroughs, del que parece inspirarse en ocasiones. Y en 1933 se edita La destrucción de la Atlántida que es también otra novela de ciencia ficción de la que se escribía en la contraportada: ” Jesús de Aragón trasplanta a los actuales tiempos el emporio de la civilización del legendario continente y relaciona su existencia submarina con hechos recientes y cuestiones palpitantes […] Refleja el mundo viviente de las profundidades marinas, es un tratado de ictiología la alcance de todos…”

Agustín Jaureguizar, a quien debe mucho esta columna, escribió un artículo para la revista BEM nº 44 de abril de 1995 en el que se hacía pública por primera vez, que yo conozca, la investigación llevada a cabo por él mismo sobre la manera “extraordinaria” con la que Aragón llegó a la literatura y a la editorial V.H. de Sanz Calleja. Según este estudio, los editores le ofrecieron un manuscrito inacabado de un autor conocido para que lo completara, “siempre con el estilo del autor”. El manuscrito no era otro que La torre de los siete jorobados comenzado por Emilio Carrerre. Esta hipótesis ha sido rebatida por Julia María Labrador y Alberto Sánchez en un artículo de 2001en la revista Dicenda. Ellos afirman que: “La hipótesis de que La torre… sea una ampliación de Un crimen inverosímil tiene un fallo fundamental: la primera edición de aquella novela se publicó en 1920 y no en 1924 como se ha venido afirmando”. Sin embargo tengo la impresión de que los dos investigadores hacen referencia a un resumen del artículo antes citado que publicó Jesús de Palacios en la edición en DVD de La torre…. Las notas de Aragón que analizó el Dr. Jaureguizar parecen dejar claro que La torre de los siete jorobados fue terminada por Jesús de Aragón.

Bibliografía fundamental

Cuarenta mil kilómetros a bordo del aeroplano “Fantasma”, 1924
Viaje al fondo del océano, 1924
Los piratas del aire, 1929
Una extraña aventura de amor en la luna, 1929
Nuevos sistemas de partida doble, 1929
La ciudad sepultada, 1929
El continente aéreo, 1930
La sombra blanca de Casarás, 1931
De noche sobre la ciudad prohibida, 1931
La destrucción de la Atlántida, 1933
Los caballeros de la montaña, 1933
El demonio del Cáucaso, 1933
Los cuatro mosqueteros del Zar, 1934
Crepúsculo en la noche roja (continuación de Los cuatro mosqueteros del Zar), 1934