Arranca el 2008 con las publicaciones musicales repletas de listados y dossieres que pretenden resumir lo mejor de un año que fue y no volverá a ser, de lo que ningún ‘intelectualoide’ debería haberse dejado atrás y de lo que tú deberías consumir para no estar ‘out’. Otra patología habitual de enero es mirar hacia adelante con ansiedad. ¿Qué nos depara el 2008? Conocemos ya fechas de lanzamientos sonados, al menos de bandas mainstream, que van calentando motores a legiones de fans histéricos. Por lo demás no podemos hacer sino esperar a ver que es lo que se ha cocido ya, o lo que se está cociendo ahora mismo para ofrecernos a lo largo del año, o quizás lo que vaya a ser lo mejor del año ni siquiera haya aparecido de momento por la cabeza de su protagonista. Eso sería lo mejor.

Al grano, lanzamiento sonado: Bauhaus editarán su nuevo álbum a comienzos de marzo, pero muchos ya tenemos el álbum completo por vías habituales de este mundo en el que vivimos. La cosa es muy seria, el retorno de los no-muertos, los padres del rock gótico, de las atmósferas cargadas, de las melodías esquizoides y de muchos otros elementos esenciales de la arquitectura del rock oscuro.

Su último álbum hasta la fecha data de 1983 (Burning from the Inside); son, por lo tanto, 24 ó 25 años de espera, a pesar de las reuniones de 1998 y 2005. Atención, batería de preguntas: ¿Cuándo una banda ha vuelto dos veces antes, podemos considerar que ahora vuelven por la pasta? ¿las anteriores ocasiones volvieron por la pasta? No contesten todavía, aún hay más. Este álbum que verá la luz en marzo se titula Go Away White y se anuncia como definitivo, así como la disolución final de la banda. ¿Esto se hace por la pasta? No se molesten en buscar símiles, ni en comparar a músicos terminales entre ellos. Las respuestas, aunque algunas veces resulten evidentes, las conocen los protagonistas, no quienes interpretamos los hechos. Pero ahí va un apunte: quizás el ego pueda más que los enfados de grupo o el vil metal.

Retrocedamos casi 30 años. El primer single de la banda es hoy en día una joya de coleccionista: Bela Lugosi’s Dead ( Small Wonder, 1979), casi diez minutos de claustrofobia, de clara influencia del kraut germano de inicios de los 70 por la metronomía constante, aunque muy lenta, y con una progresión mínima pero con numerosos juegos estereofónicos que, junto con la letanía de Peter Murphy, convertían aquella pieza en un auténtico escalofrío. Luego llegaron cuatro fantásticos álbumes de estudio, en los que hubo tiempo para profundizar aún más en la oscuridad, para experimentar, para triunfar y para dejarse seducir por el mercado y el público masivo.

El primero de ellos In the Flat Field (4AD, 1980) ahondaba en la oscuridad con temas como Nerves, o Stigmata Martyr por citar los menos habituales, e incluyendo versiones de Marc Bolan ( Telegram Sam es el tema más luminoso del álbum) y John Cale (terrorífica versión de Rosegarden Funeral of Sores).

El segundo, Mask (4AD, 1981) es quizás su obra conjunta de mayor calidad, donde la oscuridad no era el fin, sino una vía más de experimentación. De hecho lo rítmico —y lo arrítmico—, dominan el disco sobre la densidad, aunque la suma de todo vuelva a ser la paranoia y el miedo, ahora incluso más que nunca, por el modo desconcertante de articular el total de la obra y cada tema en particular. Sin embargo podermos enunciar Kick in the Eye, In Fear of Fear y Muscle in Plastic como tres de los mejores temas del post-punk de la época, así pasándonos el forro de las etiquetas oscuras, o góticas, o bobadas similares.

Sky’s Gone Out (Beggars Banquet, 1982) es su álbum más experimental, el álbum del exquisito cadaver, y las tres partes de las tres sombras, pero todo fué eclipsado por la versión de Ziggy Stardust de David Bowie, que elevó a la banda y a Peter Murphy a la primera linea comercial.

Lógicamente, su siguiente obra Burning from the Inside (Beggars Banquet, 1983) fué su disco más popular, lo que demuestra que a corto plazo venden más las caras y los nombres que la propia música. Ojo, es un muy buen disco, Bauhaus nunca han bajado el listón, pero sí es una obra más accesible en lo musical, mientras que aumenta su carga literaria y artística homenajeando a Antonin Artaud, Picasso y más. Al fin y al cabo los componentes de Bauhaus siempre han reconocido su afán por las artes, la decisión de montar una banda fue simplemente por ser la vertiente artística con mayor salida de la época.

Bauhaus se disolvieron ese mismo año, después de graves problemas personales entre Peter Murphy y el resto. ¿Curiosidad sobre lo que ocurrió a continuación? Básicamente que Murphy inició una muy digna carrera en solitario, se fue a vivir a Ankara, desde donde habitualmente se desplazaba a grabar sus álbumes (o muchos de sus temas) a Sevilla. Jay, Ash y Haskins se fueron a los USA y formaron Love and Rockets con bastante éxito a comiezos de los 90. Tenemos por lo tanto a los cuatro individuos continuando sus carreras con algún que otro bombazo en las listas, pero sin que ninguno de ellos empleara jamás ni un solo tema de Bauhaus en sus álbumes o conciertos. Eso había sido pactado.

A finales de los años 90, sus nombres eran continuamente citados como influencias de todas aquellas bandas indies y de las que simplemente se vestían (literalmente) de indies; se multiplicaban los homenajes y discos de tributo a una banda mítica. Desde luego era el momento de aparcar las diferencias y volver. ¿Por la pasta? Por lo que sea. La operación se repite en 2005. Ninguna de las reuniones defraudaron. Incluso se les permitió pasearse por el escenario con sus capas de Bela Lugosi sin que nadie viese ridículo alguno.

Otra cuestión distinta es qué les lleva a grabar un nuevo álbum. ¿Consideran estar a la altura de hace 30 años para continuar el legado de Bauhaus? Yo os diré que si la banda hubiese seguido unida desde entonces, en 2008 no harían este disco. Si su vuelta se debiese a la pasta, no harían este disco. Y si sus egos no fueran gigantescos no harían este disco.

Go Away White (Bauhaus Music, 2008) deberá reposar todavía para que podamos valorarlo, sin embargo suena a siglo XXI, sonando a Bauhaus, desequilibrado en la fuerza desde Too Much 21st Century, International Bullet Proof Talent, Adrenalin y sobre todo Endless Summer of the Damned; a otras piezas que en 2008 quieren sonar a 1981, cuando esas experimentaciones ya las habían realizado con éxito. Lo que demuestra es que entre tanta oscuridad eterna sigue primando la rítmica, la percusión tribal, el metrónomo y el kraut, y eso es una muy buena señal.

En fin, espero que se les respete, porque el álbum es muy digno, incluso bueno, pero la historia pesa, el diseño pesa, la arquitectura aún más, y las hordas de góticos, ávidos de oscuridad, quizás trituren este álbum como no se lo merece, igual que muchos de ellos nunca han merecido idolatrar a una banda tan enorme como ésta.

Bauhaus – oficial website:

http://www.bauhausmusik.com/

DISCOGRAFÍAS

Bauhaus:
1979 – Bela Lugosi’s Dead (single)
1980 – In the Flat Field
1981 – Mask
1982 – Press the Eject and Give Me the Tape (directo)
1982 – The Sky’s Gone Out
1983 – Burning from the Inside
1998 – Gotham (directo)

Peter Murphy:
1986 – Should The World Fail To Fall Apart
1988 – Love Hysteria
1990 – Deep
1992 – Holy Smoke
1995 – Cascade
1997 – Recall EP
2000 – Wild Birds: 1985-1995
2001 – A Live Just for Love (live)
2002 – Dust
2004 – Unshattered

Love and Rockets:
1985 – Seventh Dream of Teenage Heaven
1986 – Express
1987 – Earth, Sun, Moon
1989 – Love and Rockets
1994 – Hot Trip to Heaven
1996 – Sweet F.A.
1998 – Lift
2003 – So Alive (Live)

Videos:

Bela Lugosi’s Dead

In the Flat Field

Telegram Sam

Passion of Lovers