Agustín Ijalba, después de 6 años de colaboración ininterrumpida, puntual y persistente con Almacén primero y Libro de notas después, nos deja. Quizás sea sólo un descanso, pero en cualquier caso es una pérdida que merece homenaje. Estuvo en el primer número de la revista Almacén y desde entonces no sólo no se ausentó ni para coger aire, sino que mantuvo un nivel envidiable en su prosa y en su pensamiento, siempre rozando la filosofía y el lirismo, una lectura sensible de la realidad, doliente y lúcida. En nombre de todo LdN gracias y, en cualquier caso, hasta pronto.