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Pliegos de opinión

La revista digital Pliegos de opinión es un espacio de encuentro cultural que aspira a establecer un puente entre la península ibérica, el norte de África e hispanoamerica. Entre sus contenidos una mención especial a Testimonios de Solidaridad informe literario y fotográfico sobre el drama de la inmigración en el estrecho de Gibraltar, Nos queda la palabra.
Carmen Castro | 29/06/2003 | En la red | Cultura

Comentarios

  1. oscar portela
    2004-07-21 02:05 YO NO SE NADA – aire de milonga para ser cantada- Le tengo miedo a la vida Cruel y Azaroso Misterio, y a los designios ocultos en la cruz de nuestra sangre. De la soledad que vengo tampoco yo no sé nada. Voy y vengo de su noche como vagabundo errante. No sé si pago la culpa, de otras vidas descuidadas, solo sé que no le tengo miedo a la muerte esperada. Sola y cierta muertecita, doncella desnuda y pálida, que librarás de agonías, las dudas de ésta mi alma. Y liberado de todo, sin pasado ni mañana, sabré que nada comienza, y nunca termina nada, salvo el miedo de la Vida, los sueños de horribles máscaras, y se abrirá en el silencio la Flor que no dice Nada.
  2. oscar portela
    2004-07-21 02:43 OSCAR PORTELA EL NUEVO ORDEN MUNDIAL: POLÍTICA Y NIHILISMO Quien crea percibir en la destrucción del orden geopolítico al cual asistimos, como espectadores y operarios de una “realidad” que se nos escapa de las manos, la evidencia de un ocaso definitivo de este modelo , que ha concluido en lo que hemos denominado “cultura planetaria” y luego “economía global”, se equivoca totalmente o piensa con cortedad de vista, solo en los síntomas – algunos – de un eclipse, del cual no podemos sino suponer, por aproximaciones, el crecimiento de una desierto que trae consigo implosiones y diásporas, de un destino librado a su esencia ( esencia de la técnica), que podría durar aún mucho tiempo. Al igual que los analistas de la realidad, que no son sino reporteros de un culebrón, que pasa por la violencia material, sin tener en cuenta que ésta no s más que el síntoma de otra violencia – de de una razón que hizo de la subjetividad absoluta, la otra cara de la objetividad absoluta y del calculo lógico-matemática, en la cual lo que es, queda preso de la voluntad de poder) equivocaría una vez más sus análisis, si creé que la derrota de Bush, el fatal atentado de Atocha, el permanente genocidio del medio Oriente, Pakistán, Irak, etc, podrían ser elementos que causen un giro en la historia de esta novela apocalíptica, a la que asistimos, como bárbaros que no conocen la salida ni la entrada a otro estadio de la Historia Universal. Kerry o no Kerry, Aznar o no Aznar, el fenómeno de una guerra que ha venido para quedarse, no son sino fenómenos epidérmicos de un teatro en el cual, la trascendencia – el mundo de lo suprasensible -, ni la redescendencia – una nueva religatio del hombre con la presencia-, podrían refundar otra épocalidad en la historia del ser. El martes 16 de octubre del 2001, publicamos en el diario El Libertador y medios Digitales un articulo titulado,”La guerra que ha venido para quedarse”: ahí se afirma en tre otras cosas que el terrorismo es una forma de guerra planetaria, que no hace sino continuar con las grandes hecatombes del siglo, y que lo más terrible, a pesar de la miserabilidad de la condición humana, para afrontar las fuerzas que dominan el planeta, es que todo lo que ocurre en ésta sociedad masmédiática, es puesto en mise en scene, para que nadie sienta la fragilidad de un mundo en el cual el desierto del nihilismo, a hecho desaparecer la realidad.: Dice Hidegger en “Que significa pensar” “ Devastación es más que destrucción. Devastación es más inquietante que aniquilamiento. La destrucción elimina solamente lo crecido y construido hasta ahora, la devastación, la devastación empero, obstruye el futuro crecimiento e impide toda construcción. La devastación es más inquietante que el mero aniquilamiento, el cual también elimina, hasta la misma nada, mientras que la devastación cultiva precisamente y propaga lo obstructor y lo impedidor. El sahara en el Africa es solamente una deterinada forma de desierto. La devastación de la tierra es igualmente compatible con la consecución del más alto estándar de vida de los hombres como con la organización de un uniforme estado de felicidad de todos los hombres. La devastación puede identificarse con ambos cundiendo por doquier de la manera más inquietante, que es, ocultándose. La devastación es la la expulsión de la Mnemosina a alta velocidad”. La cada vez más acelerada interrupción en los cortes generacionales hablan a las claras de éste tipo de enarenamiento, en el cual se borran todas las huellas del hombre sobre la tierra. Desde hace décadas, nosotros – sin marketin – ( otra forma de la devastación con moda a la page), predicamos éste ocultamiento a traves de los medios que estan casi siempre cumpliendo el papel de bambalinas. Desde la revolución industrial los grandes artistas y pensadores, comenzaron a sentir ésta forma nueva de “destrucción” que había alcanzado al núcleo de la razón y su presunto ordenamiento de lo real. Es Heidegger quien siempre ha ido más lejos en ésta dirección: En “Sendas Perdidas” escribe:“ Lo que amenaza al hombre en su esencia, es la opinión volitiva de que, mediante un pacífico desprendimiento, transformación, acumulación y encauzamiento de las energías naturales, el hombre puede lograr que el ser-hombre sea soportable para todos y y feliz en conjunto. Más la paz de ese pacifismo es simplemente el frenesí del delirio del imponerse, que deliberadamente solo piensa en si mismo. Lo que amenaza al hombre en su esencia es el opinar que el elaborar técnico pone al mundo en orden, cuando precisamente todo “ordo”, es decir, toda jerarquía, porque la uniformidad del elaborar lo achata todo y de ésta suerte elimina del ser el dominio de un posible origen de jerarquía y reconocimiento”: aquí jerarquía significa orden en su sentido prístino. No nos equivoquemos entonces: el Caos y lo Aórgico son partes de este orden juridico internacional, que es el final de una horrorosa forma de humanismo, que a puesto en evidencia que lo sub-humano constituye la principal caracterítica del “animal racional”, que a usado la razón por largo tiempo, como arma de dominio, de tortura, de explotación y violencia autojustificada, y que ahora esta ante su propio tribunal. El hombre no puede hacer frente a las fuerzas desencadenadas, a travez de las usuales ideologías políticas – fragmentos de ese humanismo-, pero puede prepararce, como lo venimos diciendo hace tiempo, para una nueva experiencia de lo sagrado, en la cual el cosmos vuelva a poblarse de lo numinoso, que permitió a Dioses y mortales, convivir alguna vez sobre éste mismo suelo. OSCAR PORTELA EL NUEVO ORDEN MUNDIAL: POLÍTICA Y NIHILISMO (2) En el Seminario de le Thor Heidegger insiste – el auditario en la campaña de la Provenza Francesa esta compuesta por Beaufret, Koyrè y no màs de diez concurrentes” o dirìamos insiste: “En el extremo opuesto, puede decirse que cuando los astronautas ponen el piè sobre la luna, la luna desaparece en cuanto luna. No se levanta màs, ni se oculta. No es otra cosa que un parametro del emprendimiento tècnico del hombre”. Es decir una estaciòn orbital, una longitud de medida. Siempre que comprendamos que la ciencia no toma a la tècnica como un metodo, sino que a la inversa, las tecnicas dominan la esencia de la ciencia moderna como su fundamento. Asì, la naturaleza (la phisis – presencia de la naturaleza en griego)-, se transforma solo en stocks, reservas, fondos”. Esta frase esta escrita por Heidegger en 1969, en el mismo seminario de la quinta del gran poeta frances Rene Char, mientras su inquisidor Adorno muere de un ataque al corazòn, cuando los estudiantes toman la Univeridad de Berlin. Una vez màs, las angustìas anteriores de Heidegger de habìan cumplido. Esa reuniòn es casi una serena despedida, sin nostalgia, de aquel maestro que en un momento creyò que el pensar, en mitad de un eclipse, debìa defender (a Ernest Junger) las fuerzas de la autonomìa del saber, entendido desde desde la grandeza misteriosa de lo inicial, y dentro del espacio polìtico, en consonancia con los servicios del trabajo y la seguridad. Estamos lejos de todo èsto: los tiempos se han precipitado. Todavìa en la instancia de ser reporteado por “Der Spiegel” – a instancias de discipulos y amigos – va a repetir que las ideologìas al uso – colectivismo, parlamentarismo, productivismo -, no estaban a la altura que planteaba el dominio de una cultura planetaria. El dialogo re-estadaudor con la oculta esencia de la tècnica, iniciada con la lectura de “Des Harbeiter” (El trabajador” de Junger, van a llevarlo lentamente a una lectura decontructora de Nietzsche, y màs lentamente a un interminable dialogo con Holderlin, en el cual va a hablar primero de “detruktiòn” de la metafisica y luego de dejarla marchar a su consumaciòn: lejos de otros filosofos que se ponen al frente de la Historia en las mismas callles de las grandes urbes, Heidegger contesta al periodista de “Spigel” ”¡ No! No conosco el camino de una transformaciòn inmediata del actual estado de cosas del mundo, en el supuesto de que tal cosa sea humanamente posible. Pero me parece que el pensamiento que yo e intentado podrìa despertar la ya mencionada disposiciòn, esclarecerla y fortalecerla”... La cautela de Heidegger se impone una vez màs, y agrega: “El pensar no es pasividad, sino en si mismo la acciòn que està en dialgo con ese destino del mundo”. pero donde se oculta hoy ese pensar? Podrìamos preguntarnos ahora, donde buscar esa experiencia que nos prepare para el advenimiento de una nueva experiencia de lo sagrado, mientras al lado de la vida crecen las alternativas de una vida suplementaria, que en instantes puede hacer desaparecer de la tierra, toda conciencia – autentica “perpeptio” – de lo que no sea virtual? El otro, el cuerpo propio, la lengua, la tierra propia, hasta llevarnos nuevamente a formas de inmensos grupos sedentarios y controlados por la retina, y a nuevas formas de nomadìsmo, en los grupos sociales excluidos cultural y econòmicamente? La errancia metafisica no ofrece ningun refugio contra la devastaciòn. En “Serenidad” – 1959 – insiste Heidegger: “La revoluciòn de la tècnica que se avecina en la era atòmica pudiera fascinar al hombre, hechizarlo, deslumbrarlo y cegarlo de tal modo, que un dìa el pensar calculador pudiera llegar a ser el ùnico valido y practicado”....Y ello ya a sucedido! “Màs inquietante que la conquista del espacio, se anuncia aquì la transformaciòn de la bilogìa en biofisica: est significa que el hombre puede ser “produccido” (las comillas son nuestras) conforme a un proyecto determinado como cualquier objeto tècnico”. En este punto Heidegger se adelanta siglos a todo analisis del destino del hombre sobre la tierra. Los demas seran solo anatomopatolos. êl nos pone aquì frente al abismo màs profundo del misterio del el “ser no fijado” ( Nietzsche) cuyo fundamento es el abismo, y cuya atracciòn – libertad sin fudamento -, es el poder caer bajo de si mismo, “en lo subhumano”, mientras las demàs especies, jamàs podrìan dejar de ser lo que sòn, salvo tal vez, a travez del diabolico manipuleo de la concepciòn genetica de la naturaleza, lo que se inserta en la malevolencia del hombre llevado a su condiciòn de infrahumanidad. El fracaso o el triunfo de la organizaciòn tècnica de lo real, que considera a la naturaleza solo como reservorio de materia prima, y tambièn al hombre como objeto de experimentaciòn, han mostrado que el Caos y la Destrucciòn, llevan màs que nunca el signo de la indigencia del pensar, e invariablemente el retriceso del hombre como “util” de la planificaciòn, frente a todo lo trascendente que le salga al camino. Un pensador de la actualidad, alguien que toma nota de lo que sucede como Paul Virilio (no solo de la perparaciòn para una primer guerra planetaria, sino para las guerras e las mafias internacionales, para las guerillas etc), advierte, seguramente, aunque no lo cite (Heidegger): “Se desarrollan memorias adicionales, memorias muertas, que vienen a completar, pero tambièn a reemplazar, la memoria viva, la memoria del hombre. La biotecnologìa es la proxima expreciòn de la revoluciòn de las tecnologìas…....La tenica coloniza el cuerpo del hombre asì como colonizò el cuerpo de la tierra”..... Solo que Heidegger se adelantò cincuenta años, y desde otra visiòn, a esta clinica que nos presenta el panorama de un planeta azotado por el demonio o angel del espiritu, que todo lo que toca reduce a cenizas: de ahì la frase de Heigger: ” Tal vez solo un Dios pueda salvarnos”. EL NUEVO ORDEN MUNDIAL: POLÍTICA Y NIHILISMO (fim) “Todo estado moderno será un estado totalitario porque esta basado en la oculta esencia de la técnica”. M. Heidegger “Se puede democratizar la ubicuidad, la instantaneidad, la inmediatez, que son juntamente los dones de lo Divino, dicho de otra manera, de la Autocracia”, se pregunta Paul Virilio en “Un paisaje de acontecimientos”. Walter Otto, que el monoteísmo del “deux ex machina” con el cual hemos remplazado el inaccesible rostro de Jhavé, nada tiene que ver con la numinosa experiencia de lo sagrado a a-dogmático politeísmo griego. Pero el parlamento democrático – en apariencias – sigue respondiendo a un intento de imitar los atributos del Dios Uno- dicho de otro modo – responde al modelo de las relaciones informáticas, en que la Dios a sido remplazado por la adoración del chip, el fantasma de la imagen virtual, y otras maravillas del mundo moderno. No hemos perdido no omnisciencia, ni impotencia, no omnipresencia! Arrodillémonos y adoremos, paralizados por la fuerza penetrante de ser observados por maquinas (ya no por el rostro invisible de Dios!), aunque la implosión de todo orden jurídico internacional deberá seguir rindiendo tributo a lo que antaño nos observaba con ceñudo rostro. El mismísimo empirista Felix Guattari afirma “La burocratización, la esclerosis, el deslizamiento hacia el totalitarismo de las maquinas del Estado no involucran solo a los países del Este, sino también a las democracias occidentales? – el signo es nuestro – y a los países del tercer mundo”. Mas certero en el diagnostico y más cercano al instante Edgar Morin, el epístemólogo maxrciano, años después de Heidegger y cerca de Virilio, afirma: “La genética puede remplazar los genes decadentes (défaillant) y eliminar las carencias genéticas invalidantes, pero ello podrá hacer también individuos hipernormales, conformes al modelo deseado. Las neurociencias permitirán las manipulaciones cerebrales que produzcan ciudadanos felices y sumisos… Los poderes surgidos de la ciencia son no solo benefactores, sino también destructores, manipuladores y ciegos”. El diagnostico de Morin o las observaciones de Guattari van atrazadas con respecto a la realidad. Estan analizando un cadáver: lo que Heidegger llamaba “hombre producido” no es un mero efecto de la ciencia, sino es la ciencia misma preservada por la tecnica que no pertenece sino a la consumación de la metafisica: todo ello viene preparándose desde hace milenios. Elizabeth Roudinesco en sus diálogos con Jacques Derridá afirma, más radicalmente que el pensador frances: “Me parece que hoy el cientificismo es todavía más bárbaro que antaño. Los partidarios de lo que se llama el cognitivo-comportamentalismo creén realmente que uno podrá abstenecerse completamente un día de los conceptos de sujeto, inconciente y conciencia. En un debate reciente que tuve al respecto, Dan Sperber afirmaba que muy pronto uno podría abstenerce realmente del sujeto y solo salvar al sujeto del derecho? – el signo es nuestro -, un sujeto sin afecto ni deseo, y sobre todo sin inconciente (en el sentido freudiano). También esto no deberá esperar mucho: la serialidad habla claramente de una producción de deseo y pulsiones miméticas, producidas en escala según regulaciones del marketing. Realizar un inventario de la “devastación” de un mundo – el mundo no es un recipiente que se quede sin liquido, sino un horizonte intencional de sentido – (el mundo mundea: Heidegger), nos parece insuficiente, cuando ya en 1920 se advertía sobre el “acuñamiento” de un hombre que sería solo un “operario de la técnica” y que la “movilización total” (la velocidad de Virilio que termina en parálisis y anestesia, eran sus inmediatas consecuencias. Movimilización que puede acabar con un shock, con un estado de estasis, que vuelba cuadripléjico las violencias sígnicas, en una larga agonía, ue azuelan el planeta en este momento. La guerra preventiva preconizada por Bush – y por Hitler sesenta años antes, no constituye sino un movimiento perpetuo que no apunta hacia ningun objetivo, – ideales trascendentales? -, que so sea sino la fatal inmovilidad del mundo que habitamos, hoy como los hombres del mito de la caverna Platonico hace miles de años. Esa inmovilidad que las “estrategias fatales (Baudrillard), prepara el Pentágono a través de la mayor red de espionaje a través de Internet, llamada “Conocimiento Informático total”: su objetivo, combatir el terrorismo y conocer los movimientos del sospechoso. ¡ Quienes serán ahora – que los hombres al servicio de las máquinas, a través de un proceso de deducción apriorística de la inteligencia artificial de los mutantes- los sospechosos convertidos en hologramas de una realidad que se desliza hacia la nada? “Sobrevir a una guerra es convertirse en ésta guerra” afirma el icono reganiano Rambo en una de clásicas vistas: no es este el peligro de las guerras no convencionales, sino aquel que vuelbe a indicarnos Heidegger, quien lejos de “diabolizar la técnica” solo al abrigo de la amenaza del desorden técnico? Así repite en “Serenidad”: “Junto a la más alta y eficiente sagacidad del calculo que planifica…coincidiría la indiferencia hacia el pensar reflexivo,una total ausencia del pensamiento : ¡ y entonces? Entonces el hombre habría negado y arrojado de sí lo que tiene de más propio, a saber, que es un ser que reflexiona. Por ello hay que salvaguardar ésta esencia del hombre. Por ello hay que mantener despierto el pensar reflexivo”. ¡Es aún posible ello? La inteligencia reflexivaen una sociedad ortopediaca, huye cada ves más de sí., y constituye solo mimesis de manuales escolares, en los cuales también se oculta la devastación del desierto.. Janke que se aproxima a Heidegger tardiamente en esto afirma: “crece el peligro de la que la “praesicio-mundi, al cortar el mundo poético numinoso, se vuelba totalitario. Entonces la tierra se convierte en deposito de energía, “el hombre constructor de maquinas….la voluntad se convierte en imposición Violenta de cosmovisiones científicas, el pensar en futurología que calcula las oportunidades de supervivencia de nuestra raza astuta, ingrata y sin paz”. Debemos volber a repetir en esta oportunidad la frase “nacimos demasiado tarde para los Dioses y demasiado temprano para el ser” ( Heidegger)… Por el momento podemos acompañar los delirios profanos de Bush, como ejemplo de un “orden mundial” que desafía el mundo que mundea, con esta exortación, tal vez la enunciación más paranoica pronunciada en la historia por un conductor de “multitudes de ratoncillos de laboratorio”: Exportaremos la muerte y la violencia a los cuatro puntos cardinales del planeta, en defensa de nuestra gran nación”. El numero cuatro – en esta era de un nuevo medioevo técnico – nos arroja a la figura apocalíptica de los “cuatro jinetes del Apocalipsis”, ahora montados en superjet, avizorando en una diminuta pantalla, la lejana figura de la tierra que aún habitamos. Las profecías son alegorías: nosotros tomamos nota: pero volvemos a repetir con Heidegger: “Solo un Dios puede salvarnos”. ¡Debemos salir al encuentro de éste dios? ¡ Y como hacerlo? Oscar Portela. Corrientes. Argentina marzo 2004
  3. oscar portela
    2004-07-28 02:41 POEMAS DE OSCAR PORTELA Niño Solar Que burla señor, que has puesto en mi boca preces y bendiciones, y en mi cintura el fuego de los dioses que dominó la muerte, ahora que solo clamo por ti, noche, por tu desasimiento, yo , como exiliado, condenado, solo en la noche libre, odiando toda luz, odiando toda belleza, señor que burla, que burla , el largo camino que conduce del sueño del niño solar, a éste que ahora su cuerpo baña con las cenizas del recuerdo, – porque nadie puede saltar sobre su sobre su sombra, ni coincidir con ella, cuando el mediodía se retrasa-, – Oh señor- , y en mi solo crece el desierto, el olvido que no puede olvidar el olvido que lo revela todo-, las pequeñas muertes, los pequeños duelos, abiertos en las confesiones de las encenizadas lagrimas, – las que lloro por mi -, y por aquella belleza que no engendró mi corazón aquí, en ésta soledad a la que me condenaste, al igual que Timón, Calibos, Catilina. Ahora que solo complo la palidez creciente del crepúsculo-, el egoísmo de los corazones, la fatal llaga de lo trivial que se expande sobre todo-, como un viento demente, yo sin el sueño que da reparo y da la muerte soñada muerte, cuando él me llamaba, – sígueme, entra al oscuro bosque- , y lo veía disolverse, del mismo modo en que ahora mi vacía mirada, solo ve muros y la sal del desierto que crece, Oh señor, que me niegas el rayo de la locura, la mirífica muerte, y solo cenizas dejas en mi boca, harapos en el cuerpo del niño que desafiaba al sol en su carrera, hasta perderse con el en su viaje hacia la noche yo que ahora soy noche, yo señor, que al viento y al sol me había prometido, yo, un corazón con demasiadas preguntas, abandonado como Abraham en el desierto, como Job, rascándose sus pústulas, en soledad señor, tu y yo, acaso solo melodías de una partitura que jamás será escrita sobre ninguna lápida. Oscar Portela Argentina RÉQUIEM Como Tiberio frente al mar azul, como Tiberio al infinito tiempo de la espuma sin memorias ninguna, como Tiberio el Dios atisbando sin ver, más que el abismo del pasado y sentir vagamente las incendiadas gemas arder en su corazón de niño, así, como Tiberio, como Tiberio el Dios, frente al inabarcable órgano del océano siento subir en mí, contemplando como Tiberio el elíptico vuelo de las aves, el horror del pasado, el pánico quebrándose sobre mi corazón, el quiasmo de lo no sucedido, hundido como Tiberio, el Dios, entre tinieblas, con las ardidas naves del verbo proferido por el deseo del otro que fui, o de los Otros que hablaban en nosotros, el infinito misterio del pasado. Larga ha sido nuestra búsqueda, finitos pero intrincados los pasadizos en los que buscábamos el orden perdido, el vuelo de los Ángeles, las voces que dictaban y exultantes ardían en nuestros corazones enjaezados de lunas y de estrellas, de promesas burladas por la voluntad de alzarse con el todo del mundo. Pero heme aquí sin palabras, como Tiberio, el Dios, pálido en la certidumbre de ser solo un espectro, una pálida huella en las danzas de la memoria del devenir del mundo, por los Dioses burlado, mirando ahora, sin ver más que el Ocaso de los soles que amara, como Tiberio, como Tiberio el Dios, yo Dios, ahora deseando la desmemoria sin sexo de los cerrados ojos de una magnolia, sobre un cuerpo ya anciano que no pronunciará jamás las ordenes de vida o muerte. Como Tiberio, como Tiberio el Dios, desterrado en si mismo frente al mar, bordando el réquiem de lo no sucedido, pidiendo al Ángel de la gracia de los piadosos espíritus, que aparten del insomnio toda muerta memoria. Como yo, como Tiberio el Dios, así, en mitad del leteo, ahora me preparo para llevar conmigo la vacilante nada de los Días, los espejismos de las Islas Perdidas, -todo lo que un nombre firmara -, en nombre de unos ojos, unas trémulas manos de amante y de asesino, unos labios sedientos de venenos, que ahora cantan la canción del vacío, las lagrimas de Eros desterrado el baño de Diana y Acteón destrozado, como Tiberio, ya invisible a la jauría de perros, solo azotado por el lamento del viento arremejido contra los acantilados de Capri, allí donde Tiberio, el niño Dios, el anciano demente, espera la última traición, que un inmortal soporta. El brillo que la noche vanamente quiere ocultar al mar, ( – el único vigía, el último testigo del infierno que despectivamente baja hasta los féretros…). Oscar Portela Argentina LA GACELA Que la muerte a la mano esté solícita y dispuesta a guiar ésta sombra que persigue el amor negado y prometido sea promesa de la muerte. Ay rememoración de un imposible origen, más allá, lo que rompe el espejo del corazón que alumbra el claro de la razón y nos refleja en los ojos luminosos del felino. No es posible saber si dormidos estamos o soñamos el sueño de la vida que ancla en la muerte sus pasajeros pétalos. Bello sería que nuestro propio espectro asistiera a la imposible boda del cuerpo del cielo, con el agua y el sol que penetra pantanos. Mientras tanto rememorar lo que se aleja más de la memoria, lo que nunca a sido o estado presente, la no presencia de ojos y bocas donde duermen todos los presentes, y se suspenden todas las vigilias, la ingle donde el más cálido aliento se congela y que la muerte guarda para sí. Mientras reposo mis ojos en el imaginario lecho de turba y de silicio, sin esperar ya el sueño de asistir a mi muerte, recuerdo el rubor de tus mejillas pasmándose en mis cantos. Oscar Portela Argentina
  4. Oscar Portela
    2004-08-04 04:36 las mentiras de Kerry HACIA KALAHARI >POR OSCAR PORTELA >JULIO 2004 > >La crecientemente tribalización de que dan cuenta los mass-media, en las >grandes urbes, merced a la violencia incontrolable y sin causales sociales – >países del primer mundo-, son la expresión más evidente de que todo >organismo comunitario ha colapsado, fundamentalmente por dos razones: la >imposibilidad de restituir al imaginario colectivo de un proyecto >emancipatorio democratico, ( el sueño infantil de Cornelius Castoriadis), >que solo puede surgir de una memoria colectiva, que, advertidos por >Heidegger!!!, caía en el olvido más absoluto, a nivel individual como >colectivo, para tornar toda vida comunitaria, en una cárcel aparentemente >(virtual) libre, es decir, en el engranaje de un “socius”, que ningún >horizonte tiene que dar, más que el vértigo del acto violento que se >justifica a sí mismo, más que de cualquier otra explicación. Ni el >colectivismo ni la democracia (que diferencias encontramos hoy en éstos >aparentes antagonismos, que todavía señalaba Heidegger), son soluciones, >cuando los Estados Representativos, han pasado a ser, polichinelas de las >fuerzas oscuras de un capital que reposa en la fuerza de los ordenadores, de >los chips, de una técnica al servicio de res, que capaces de destruir un >planeta, son también en el fondo, profundamente virtuales. >En segundo 1ugar, la violencia silenciosa, pero mas-mediática, del crimen >serial, llamado por los criminólogos de “copycat”, en el cual un individuo, >debe mostrar a la sociedad, sus capacidades, a veces con forma de denuncia >moral, y que en todo caso se trata, en una sociedad competitiva, del mejor. >La violencia colectiva o individual, habla de una psicosis de masas, cuya >fuerza, reprimida por una cultura, en la que paradójicamente, la libertad >negativa, sumada a la sociedad del control de las poluciones psíquicas, no >dan sino como resultado, la violencia sin contenido comunitario, sin otra >explicación que el autismo que a invadido el planeta, y que no es sino el final del olvido del “ser”, la expulsión de “nemosine” a alta velocidad en >términos de Heidegger. Hace apenas unos días, un adolescente ingles, mató a >martillazos a un amigo que jugaba con el algún ejercicio virtual policiaco u >de guerra, tal como 1n indicaba e1 “programa”. Es este adolescente un >asesino – en que código de lo penal puede calificarse una conducta anómala, >surgida bajo la “droga”, de las fuerzas de la imágenes, y menos aun, de un >acto criminal de tipo pasional? Del mismo modo que el ordenamiento del >mundo, mediante tratados y organismos multinacionales, son y fueron nada más >que simulacros, (derecho internacional llama a risa), el derecho penal, tan petrificado como las momias egipcias. Ahora bien, escuchemos a un o de >los tantos profetas del infantilismo positivista-y pragmático, prometer >enmendar las llagas que muestran el retroceso de la cultura planetaria, hacia el >planeta de los simios : “Nosotros – es decir el pueblo norteamericano-, se >propuso ir a la 1una, y ahora investigamos martes…..., ”, algo así como >que para las sociedades de buena voluntad nada es imposible, ni erradicar la >guerra, el hambre, las injusticias cualesquiera estas fueran”, a lo que >faltaba decir, y si un día nos propusiésemos, estamos tocando con nuestras >manos la eternidad, siempre por supuesto, de manos de la técnica. Estas >des-cisiones Sr Kerry se vienen preparando desde hace 2500 anos, desde la >Grecia bárbara, y no depende del concepto de libertad jurídica que manejamos >nosotros, Porque la libertad es dueña del hombre, su fundamento y su abismo, >y la des-sición, proviene de la oculta esencia de la técnica >Basta que nos preguntemos, en el vértice de la falta de sentido de la >existencia, en el torbellino de la vida racional de las culturas del primer >mundo – también de las culturas marginales- el porque de la necesidad >autodestructiva del aumento día a día, de la necesidad del suicidio. Más >allá no se puede ir: es la antigua “hubris”griega, que se paga con el >retorno de la tragedia, que envuelve hoy el planeta. Es decir que el Sr >Kerry no es Marco Aurelio, y que tampoco, va a instaurar ni tan siquiera la >“pax romana”. >Pero a quien le importa en verdad esto. A quienes están envueltos >cómodamente en la realidad del refugio mas-mediático, y toman los simulacros >como los presos de la caverna platónica? Decir que Estados Unidos solo >cuando tiene que ir, es ya mentir soberanamente, a una audiencia, cuyo >infantilismo cívico raya en la esquizofrenia, sobre todo cuando se comienza >diciendo “yo no voy a mentir”. Y por ultimo, la promesa, la eterna promesa, >que nadie, ni el mismísimo Kant pudo sostener: como terminar con el >“terrorismo internacional” que hoy es casi lo mismo que afirmar, terminemos >con el consumo de drogas, y finalmente seremos eternos. Reivindicar nuestra >condición de “mortales”, a quienes se les ha dado como fundamento el >peligroso abismo de la “libertad”, constituye el primer paso que devemos >dar, para reencontranos con nosotros mismos en las imagenes de las >“cavernas”, como imágenes en las cavernas. De ahí venimos y hasta allí >podemos retroceder. >Oscar Portela. >Corrientes. Argentina. 2004.
  5. Oscar Portela
    2004-08-26 04:23 Heidegger y el pensamioento de la luz por Oscar Portela Cuando Martín Heidegger murió, en la Argentina se hicieron muy pocos comentarios notables acerca de su persona, de su pensamiento y de su obra. Acicateados por la urgencia de poner de manifiesto en nuestro ámbito la importancia de esta, que desde hace cincuenta años es implícitamente vivida como la mayor del pensamiento contemporáneo, escribimos este ensayo. Léaselo además como homenaje: del autor a quien considera su maestro, y acaso el pensador más puro de occidente. En este sentido, la pureza implica la dialogante vecindad del origen, tal como acaeció el hombre en el preguntar originario de Heráclito y Parménides, de Anaximandro y Anaxágoras No se trata pues de un examen exhaustivo del pensamiento de quien esperará aún la decisión histórica de la destrucción ontológica para que pensar constituya el diálogo de la multiplicidad unívoca, escuchado histórica destinacionalmente. Es más bien el bosquejo de un trabajo mayor, prometido y que sin duda realizará el tiempo. Quede por el momento como el tributo de quien en una remota provincia sudamericana, acierta a pensar la esencia del hombre, como el arrojo en el ser de ser pastoreado, y no como el señorío del obrar sobre el ente. Sea por último este trabajo, un testimonio de preocupación universal en zonas como la nuestra, que pugna por alcanzar una nueva dimensión histórica, y si es necesario pareciese a una prospectiva de la dimensión cultural de la provincia, comparécelos con aquellos trabajos publicados por eminentes profesores y periodistas argentinos, sobre quien fuera acaso, el último filósofo del Occidente. (Un año antes de la muerte de Heidegger, en el suplemento literario del diario Época, a la sazón dirigida por el autor de esta nota y llevando su firma, casi como presagio, apareció una nota que llevaba por titulo: “Piedra libre para un pensador de 88 años”.) El tema que poco a poco centró el círculo abismal de las interrogaciones heideggerianas: lo provisional de lo humano como tal: provisional, provisorio, son términos que hablan de la situación de transeúnte, con que el pensar más riguroso piensa la esencia de lo humano. Lo provisional de Las “securitas” de las “humanitas” y las representaciones que la subjetividad como fundamento “ofrece y asegura la posibi1idad de fundar, en la subjetividad y mediante ella” la objetividad de todas las cosas. La provisorio, lo provisional de aquello en lo que el hombre se instala, puso al pensar más recogido de la época, el temblor humano más turbador y por ello menos evidente, que obra alguna ostenta en lo que va del siglo. Salvar al hombre de lo provisional de su naturaleza (de lo no pensado de su esencia), significó para Heidegger impedir que las sucesivas formas de “humanitas” en las que opera una determinada manera de manifestarse lo presente (el ente) como “posibilidad trascendental de la objetividad de los objetos, en la mediación dialéctica del movimiento del espíritu absoluto, del proceso histórico de la producción, en la voluntad de poder creadora de valores”, instalen lo provisional del pensar (como camino hacia), en el olvido de la diferencia, de la cual proviene la metafísica. La historia de este extrañamiento de pensar y ser constituye en el misterio de lo humano, “Lo propiamente digno de ser pensado”. La historia como olvido y error, acaece cuando se abre el ente como tal en un tiempo que abre inconmensurablemente para cualquier medida, lo abierto, en donde lo erróneo, “no es una falta aislada, sino el reino (el señorío) de la historia, donde se enlazan intrincados, todos los modos del errar”. Pero, olvido y error, son posibilidades de la metafísica y sus modos de acertar en el ente, maneras de manifestarse el “ser” como “asistencia” o ”asistente dejar subyacer”, en la que el ente ingresa al mundo. Mundo es aquello desde lo cual el Dasein “se da para indicar entre cuales entes y cómo se puede comportar”. Mundo es también aquello “por lo cual”... Ni un ente ni la totalidad englobante de éstos, de acuerdo a un orden jerárquico de esencias. El mundo es la puesta en “obra” del ser que libera al Dasein para lo que es: “el ente”. En ese sentido, a este penetrar del ente en el mundo, poniendo el mundo ante sí mismo como proyecto y al supra- proyecto del mundo vuelto sobre el ente, llamó Heidegger “trascendencia”. De igual manera, el sobrepasar hacia el mundo del “Dasein”, llamó Heidegger libertad. La libertad es como tal el fundamento del mundo, en tanto es éste, trascendencia como “mismidad”. Por eso dice Heidegger; “sólo la libertad puede hacer que mundée un mundo para el Dasein”. “El mundo nunca es sino que mundea”; y luego: “la libertad es dejar imperar al mundo, que proyecta y proyecta más allá”. Pero esta misma libertad que pone al hombre transido de ser, no es una posesión del Dasein; en grado contrario, la libertad, el Dasein existente y liberador posee al hombre, por lo que éste es en el modo de la existencia” en la cual, la verdad misma es el fundamento de la libertad. Por ello dejar imperar al mundo significa, dejar actuar la “esencia de la verdad (en el sentido de la conformidad del representar) sólo porque la libertad misma nace de la esencialidad de la verdad, del imperio del misterio en el error”. Por ello se dijo más arriba: error es el señorío de la historia, “el espacio de aquel volverse en el cual la ex-sistencia in-sistente, volviéndose una y otra vez, se olvida y equivoca la medida” en la cual, es la “esencia anti-esencia (Gegenwesen) respecto de la esencia inicial de la verdad”. A este respecto, nada y tiempo, son horizontes desde los cuales se hace patente la que es como presencia (el ente) y oculta el ser para que haya historia. Pero sólo donde hay habla “hay mundo” y en consecuencia historia. Sin embargo el habla acontece con antelación en el diálogo. En el diálogo se dice la proveniencia como destino; y la historia como tal, es el medio ineludible de actualización de lo histórico, “sin que la historia tomada en sí, pueda constituir al pie de la letra la recepción suficiente para la historia dentro de la historia”. A este respecto indica Heidegger: “Las raras y simples decisiones de la historia surgen del modo en que cobra presencia (West) la esencia originaria de la verdad” y en otra parte: “La historia del mundo, empero, es el destino que consiste en que un mundo nos dirige el habla”. Ese mundo que nos dirige el habla a través de la historia, no habla sin embargo necesariamente por boca de la metafísica. ¿Pero es la metafísica como ámbito de lo histórico medida de recepción suficiente para aquello que debe ser llevado a su acabamiento, como destino del ser en el pensar o “dictare” originario en el cual aún somos tocados por lo arcaico?. ¿Si metafísica se dice del modo de presencia en que el “ser” se oculta para que haya historia como error y verdad del mundo, puede acaso ésta experimentar aquello cuyo olvido la constituye, el ser mismo?. ¿No hay que ir entonces más allá de la metafísica, cumpliéndola en tanto es ella originariamente el destino del ser, hasta experimentar el ser en lo que éste tiene de no pensado aún en lo dicho por el habla histórica?. La metafísica como olvido del ser, arrastra consigo su propio fin. Cuando lo provisorio del hombre como transeúnte no es llevado a su acabamiento, lo provisional se instala como la uniformidad del obrar o la caducidad de todo ente en el instalar de la obra. Fin significa “lugar en que el todo de su historia se reconcentra en su posibilidad más extrema”. Y el fin de la filosofía indica el reinado de “la racionalización técnico-científica”. Esta puede “establecer su derecho de una manera cada día más fascinante, mediante una efectividad de la que apenas podemos prever lo que puede llegar a ser: esa efectividad no sabe nada de aquello que, más originariamente, abre la posibilidad misma de lo racional y lo irracional. La efectividad prueba que la racionalización técnico -científica es acertada. Pero la aparición en su amplitud de lo que es, ¿se agota en lo demostrable?. La insistencia en lo demostrable, ¿no cierra el camino que conduce a lo que es?. De esta manera el fin de la metafísica aparece como la autosupresión que conserva el olvido, e instala lo provisorio como el ámbito en donde se mueven las acciones del hombre. El camino que conduce a lo que “es” no pasa por la metafísica, ni por sobre ella ni bajo ella. Pensar lo que “es” implica pensar más pobre y originariamente que la metafísica, llevando el lenguaje hasta la pobreza inicial, en la que el pensar, puede esencialmente “corresponder” al “llamamiento-asignación”, exponiendo el pensar a la verdad del ser. El hombre es, en tanto se halla en la cercanía del ser. Esta manera de “ser-en-el-mundo” es aquélla en que “el hombre en su propia esencia se hace presente al ser en, el ec-stático instar en la verdad del ser”: “la existencia así entendida –escribe Heidegger- no es sólo el fundamento de posibilidad de la razón, ratio, sino la, existencia es aquello donde la esencia del hombre conserva la proveniencia de su determinación”, en la reunión del pensar como recuerdo”. “Existencia escribe Heidegger en otro lugar- significa según su contenido, sobre -estar hacia lo verdad del ser.”. Esta ec-sistencia, va a ser pensada por último como “el libre claro de lo abierto”. Sólo a través de ella escribió Heidegger puede dejarse ver, es decir, aparecer, aquello que aparece. Pero la misma claridad tiene su reposo en una dimensión de abertura y libertad. Este lugar es el “claro que puede visitar la luz, “y hacer jugar en él lo luminoso con lo oscuro”. Pero nunca advierte Heidegger la luz crea primeramente lo abierto, sino que justamente presupone lo abierto. De ahí que, contra toda caracterización del Dasein como categoría antropológica existencial (o autodespliegue del ser) Heidegger haya escrito: “nunca la mismidad está relacionada al tú, sino que puesto que posibilita todo esto- es neutral frente al ser yo y al ser tú y con más razón frente a la sexualidad”, por lo cual, toda estructura intencional se funda en la trascendencia, y todo comportamiento es “por el hecho de que, estando en lo abierto, se atiene a lo patente como tal”. Pero no debemos en tanto confundir el “claro” con el “lumen” tomista. La luz de la razón apenas juega en el claro de lo abierto, porque tiene necesidad de él para derramarse sobre aquello que está presente en lo abierto. “Incluso lo que está ausente observa Heidegger no puede estarlo más que desplegando una presencia en la libertad de lo abierto”. Con esto puntualiza Heidegger, una vez más el pensar que piense el “ser-.en-el mundo con respecto a la dimensión iluminada, desde la que se deja ser el ec de la ecsistencia, piensa más allá de toda sustancia y todo sujeto, y no decide por tanto acerca de si el hombre es en sentido teológico-metafísico solo un ser de mas allá, o si es un ser del mas allá”. La esencia de lo sagrado solo puede, ser meditada cuando el pensar pueda preparar el viraje histórico, en el que el hombre atienda a la esencia de lo sagrado en base a la experiencia de la gracia abierta por el pensar, que en si nada tiene que decir a la gracia. Pero sólo a partir del claro puede evidenciarse lo sagrado como tal, y hacerse presente las huellas de los que se fueron, porque en éste se funda lo histórico como tal. El pensar que piensa más originariamente que la metafísica, debe acometer por último la tarea “de pensar el estado de no encubrimiento como, lo abierto mismo del claro, que permiten al ser y al pensar advenir a su presencia, a su presencia uno a otro y uno para el otro” como el nudo de la diferencia en que funda la historia. Es posible que este pensar, que piensa el origen de la diferencia como “la alianza” de la palabra y del ser en una palabra al fin única, en el nombre por fin propio, dado que “el ser (habla) en todas partes y siempre a través de todas las lenguas”, abra al hambre la experiencia de la sagrada inseguridad de la intemperie, “lejos de la inseguridad de la caducidad de los entes como las securitas de las humanitas” que piensa el ser como el más ente. Tal pensar, piensa la estancia de lo humano en su destinación como el fundamento del ethos, como un dejar ser al ente en su verdad, mientras la ética como tal no deja “al ente ser, sino que al valorar hace valer únicamente el ente como “objeto de su quehacer”. Este mismo pensar meditará la diferencia, como la diferencia entre lo mismo” y “lo igual”, y la diferencia entre ser y pensar en copertenencia del “asistir de lo presente” (ser) y el “tomar en consideración” (pensar). De este pensar no debe esperarse resultados ni teórico ni teórico ni práctico. Desde luego este pensar no es tampoco profético, ni pesimista ni optimista. Es un pensar provisional, que como tal prepara la consumación en la vuelta, de lo provisorio como tal. Añios después que Nietszche iniciara la consumación de la metafísica como el fin de lo suprasensible, anunciando la muerte de Dios y la del hombre; reducido éste y su historia a mitos arqueológicos y formas simbólicas de abstracciones lógicas y metafísicas en la escritura, Heidegger se nos aparece como el campeón de lo humano: aquél que insiste en que el hombre es y son los objetos en tanto se hallan en la luz que danza en el morar extático de lo abierto, porque no el hombre es la medida de las cosas, sino el ser … y La historia, “no la sucesión de edades, sino una única proximidad del mismo que de incalculables modos del destino y desde variable inmediatez afecta al pensamiento”. En este sentido es preciso meditar la verdad y el error no como determinaciones intelectivas y poder del hombre, sino como el estar arrojado por y en la proximidad del ser y tiempo, como el extravío, porque sin éste no habría historia”. “Las distancias cronológicas expreso Heidegger y los seres causales pertenecen; a la ciencia histórica pero no son historia. Cuando nosotros somos históricos, no estamos a una distancia grande ni pequeña de lo griego. Pero estamos en un estravío con respecto a lo griego. Y lo propio de lo griego es caracterizar el ser como lo existente, es decir, lo presente en su infinita presencia”. De ahí la necesidad de preparar un diálogo con vista a aquello que interesa como destino, dentro del cual: “lo griego, el cristianismo, lo moderno, lo planetario, y lo en el sentido indicado occidental, lo pensamos a base de un rango fundamental de ser”.. De ahí también que la historia sea “incesante destrucción del futuro y de la recepción histórica para la llegada del destino”. De ahí también que la interrogación heideggeriana sólo pregunte como manera de provocar el “acontecimiento” pues, “mientras la esencia de la técnica no me toque como algo pensado, no nos será dado saber lo que es la Máquina”, tal que en la mentada esencia se hal1a en cuestión “aquello que habiendo quedado sin decidir, se está preparando para culminar en una decisión y concierne al gobierno de toda la tierra en su conjunto. Las catástrofes que hablan del fin, no hacen sino poner de manifiesto lo que ha quedado si decidir: “El ser mismo como escatología de la historia”. Por eso Heidegger dice: “Lo mortal no es tan cacareada bomba atómica”… “Lo que amenaza al hombre en su esencia es el opinar que elaborar técnico pone al mundo en orden, cuando precisamente ese orden destruye todo“ordo”, es decir, toda jerarquía, porque la uniformidad del elaborar lo achata todo y de esta suerte, elimina del ser el dominio de un posible origen de jerarquía y reconocimiento”, esto es, de que lo gravísimo sea que no se piense aún. Este no pensar aún, este pensar de acuerdo a categorías del representar habitual en la fe, la ideología, la lógica o las escuelas, incluirá durante mucho tiempo el pensar de Heidegger en el existencialismo. En la frialdad de la cátedra y acaso en las series negras de la angustia y la “nadería” existencialista. En tanto Heidegger el último pensador del orden finisecular de la metafísica occidental y la “ontoteología”. El, el último pensador, ha muerto. El que pensó la verdad como fundamento y el fundamento como libertad de desocultamiento” porque hay ser (no entedijo solo en la trascendencia en cuanto fundar que proyecta un mundo con carácter de encontrarse” el que describió el poetizar como el traer a la luz, desocultar lo oculto en el “uso” como reunión, vio también al precursor como el que viene del futuro, ”de suerte que sólo en la llegada de su palabra está presente el futuro”, descubriendo sin quererlo más alla de toda gitanería y vanagloria, el cometido de su obra. Solo en su pensamiento es posible para nosotros hoy hallar posibilidad de tiempo, sea pensar en dirección al ser del que mana todo “tiempo”, (cercanos) a la más honda memoria, la de poetizar, hermano del pensar en la más grave tarea. En ello, acaso se cifre lo que un autor llamó, la “esperanza” heideggeriana. Refundación por el “Ser” en la palabra poética, donde el tiempo sería no ya el fundar sobre la transitoriedad de la libertad finita, sino el morar extático del más aventurado (el hombre) en la libertad de lo abierto, que yace entre las cosas y detrás de los hombres”. Por ello, el peligro será aún posibilidad de salvación para el que habita en el desierto del desmemoriado calcular, olvidado de aquello por lo cual la presencia como posibilidad de objetualidad y posición, se hizo posibilidad de cálculo. Porque al fin, la pregunta de Heidegger repensando a Nietszche meditó hasta el temblor inasequible, fue la que si al hombre que “está dando el solo para lanzarse a la totalidad de la tierra y su atmósfera, para hacerse con él oculto imperio de la naturaleza y para someter a los planes y órdenes de un gobierno terreno la marcha de la historia”, le está dado esperar aún… Dado que: “no está en condiciones es decir lisamente que es, decir que es esta que es una cosa”… Pero es está precisamente la tarea a la que el solitario de Friburgo nos llama, desde la tempestuosa calma de un pensar lejano aún por lo en demasía cercano.
  6. Oscar Portela
    2004-09-09 03:49 La victoria de Bush y la posibilidad de una guerra total por Oscar Portela La posibilidad del triunfo de Bush, pone a la cultura planetaria, en el filo del abismo: el puritanismo sobre el cual se basa la moralde un pueblo, que es el modelo del control y la experimentación cientifica, produce el fudamentalismo más peligroso de la historia. El hecho de que el hombre se haya convertido en marioneta de las comunicaciones ( imagenes, íconos, sonidos, gráfica desnaturalizada),quita toda responsabilidad moral del acto, al hombre al servicio de lo mortifero de la técnica: un pueblo puede alucinar la historia, a traves de cualquier proyecto paranoico: ello nos revelaría no otra cosa, que la concepción teleologoica de la historia que engendró Occidente, a quedado sepultado bajo el horror de un final que no revela nada, sino el sinsentido de todas las utopías y las ucronías de la historia. ya no se trata solo de una sociedad controlada, o el “control” pasa por otro lado. La imposibilidad de un Estado Absoluto edificado sobre los superpoderes de la técnica – el fracaso de una cultura planetaria- o globalizada, no constituye una paradoja, cuando la biotecnología, choca contra la rebelión de más de 200.000 millones de pobres que habitan el planeta, mientras el crecimiento del primer mundo continúa, y el poder esquema de una geoestrategia totalizadora, pasa por los territorios poco ocupados y sus recursos naturales: ¿ que se hará con los paises cuyas raices culturales son atávicas y se convirtieron en potencias atomicas? ¿Que se hará con los paices cuyo estado economico-y socio-cultural,roza no solo la miseria material, sino la degradación etica y moral? Convertir esos territorios en campos de concentración y esos pueblos en materia de experimetación biotecnológica? Todas las teorías emancipatorias cocan contra las necesidades de un primer mundo que se debate en la aporía de seguir creciendo, o avanzar sobre la antigua Ucronía de un Estado Universal. La iconografía cultural de la primera década del siglo XXI, no hacen sino poner en evidencia, que nose trata ni se trató nuncadel horror que produce lo “inhumano”, sino del abismo aorgico de una libertad del hombre sobre el Ente, que carece de fundamento y que nos lleva al laberito de “lo “subhumano”. No se trata de las mentirillas de Kerry – hijo de una misma cultura, modelo de una misma civilización-,ni que su voluntad pueda torcer el curso de la historia, pero sí de que la sombra de Cila, muerto por Pompeyo, para salvar la epoca de una res ( de lo público), de las Repúblicas, se han convertido en puro simulacros de los poquisimos poderes que manejan el mundo, y que convierten a la representación en una lacra que deben soportar los pueblos excluidos del mundo: los simulacros se toman su venganza del mismo modo que los dibujos animados sobre los hombres de carne y hueso: a la antigua nobleza o a los Estadistas, se los suplanta con “actores” de cuarta categoría, que son el producto de la riza de los dioses ( “Nietzsche hasta Blanchot”), cuando oyeron decir a uno que era el “Unico”. Mientras el planeta sufre de depresión, se habla del exterminio de la guerrilla, esa guerra que a venido para quedarse y fragmentar todo lo que toca. Luchar contra élla en los terminos de Bush y Putin es dar un paso más hacia el Apocalipsis. Oscar Portela 7 de setiembre del 2004.
  7. Oscar portela
    2004-09-15 01:06 COMO DEBIA SER POEMA INÉDITO DE OSCAR PORTELA Sepultado esta todo: Ello debía ser. Se hizo así justicia. Los soles negros ocupan sus lugares, y el viento ya dispersa las cenizas que guardaban las Urnas del recuerdo. Soy polvo ahora. Disperso en los fragmentos de las horas, en los ojos mirados, en el caudal de lágrimas, en infinitas noches alumbradas por gelidas estrellas, en crueles pesadillas que vuelven hasta mí. Y aquel lobo afilando los dientes del verano, en la que amores turbios encendieron el alma conterrada en lagunas, en imágenes bárbaras y espejos de ilusiones que reflejan las horas, siempre indigentes . Sombras de tiempo sepultado: así debía ser: ahora que solo; que solísimo rimo con los espectros de la sangre que adviene de subterráneas huellas, con espectros y animas, pienso que las preguntas no fueron contestadas, y que en vano fue todo: ya ni el horror me espera. Libre soy de abandonar el campus. Y que el ángelus toque corazones amados. Conterrado, enterrado entre vivos y muertos, sombra entre sombras, humo del ser, todavía me inquietan las indigentes flechas del destino. Oh yo, Oscar Ignacio Portela, sucesión discontinua, vivac de guerras inconclusas, llevo sólo conmigo el hambre de infinito, la palabra absoluta, y el abandono inerte de la suerte impetrada, como debía ser. A Joan Novarro Corrientes. Argentina Septiembre 2004.

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