La editorial argentina Cacahuate pone online el libro de Ral Veroni (sí, nuestro Veroni) La princesa, con textos e ilustraciones del autor, en edición bilingüe y acceso totalmente libre.
Marcos Taracido | 07/03/2008 | En la red | Arte
Comentarios
Francisco 2008-03-07 17:50
De buen gusto. Genial. Sabe a poco.
A propo, “cacahuete” correctamente es cacahuate, del nahuatl cacahuatl. Es de la misma familia que chocolate, tomate, aguacate. Habra que decirselo a Seco o a Perez-Reverte para que corrijan el lexico de la RAE.
Escribo impulsado por dos razones —antes sirve saber que soy el director de la editorial que saco el libro de Ral Veroni— la primera de las razones es agradecer la reseña (veremos el modo de hacerles llegar el libro a sus manos) y la segunda es aclarar que el nombre correcto de la editorial es “Editorial Cacahuate”
En cuanto a la forma, el diccionario Panhispánico de dudas remite a “cacahuete” al buscar “cacahuete”. No he encontrado una explicación a que en España se utilice exclusivamente esa forma.
Ángel Rosenblat (insigne linguista nacido polaco, educado argentino y muerto venezolano), explica en “El castellano de España y el castellano de América”: Parecido es el caso de los cacahuates mejicanos (de cacáhuatl). En España, por influencia de la terminación -huete de otras palabras (de alcahuete, por ejemplo), los convirtieron en cacahuetes (y aun en cacahués o cacahueses). ¿Quién tiene el derecho de corregir a quién? Pero no nos metamos a correctores, oficio antipático y peligroso, y dejemos que cada uno satisfaga libremente su gusto, al menos en materia de cacahuates, cacahuetes o manises.
La explicación es cabal, sobre todo en la similitud con ‘alcahuete’, pero no me convence.
Hay que aclarar también que término y fruto entran tardíos en el castellano peninsular, pues hasta el siglo XIX se le conoce más como maní, palabra de la lengua antillana taíno y que mantiene su precedencia en América del Sur. Y digo bien “peninsular” porque en Canarias siguen siendo manises.
La planta fue introducida en España hacía 1800 procedente de Filipinas con la intención de ser usada como oleaginosa y durante muchos años osciló la pronunciación con cacahué o cacahuet (Galdós, Alarcón y Arniches así lo escriben, pese a que hoy el DPD reniega de este uso) y tengo para mí que ya llegó de Manila con ese nombre.
El “Dioscórides renovado” de Font Quer le asigna los nombres de cacahuete, cachuey, cacahué, maní, manía, avellana americana o de Valencia, alfóncigo o pistacho de tierra.
Y en efecto, y aunque el término es incorrecto, doy fe de que en Málaga se conocen como “avellanas”. Lo de “avellana de Valencia” es una confusión con el nombre de la población de Manises, cuya etimología es muy otra.
/^\v/^\v/^\v/^\v/^\v/^\v/^\v/^\v/^\v/
Pero… volviendo al tema que debiera ser el central de este artículo, me ha encantado la obra y me han sorprendido agradablemente los textos, ya que de Veroni solo conocía su obra gráfica.
2008-03-07 17:50
De buen gusto. Genial. Sabe a poco.
A propo, “cacahuete” correctamente es cacahuate, del nahuatl cacahuatl. Es de la misma familia que chocolate, tomate, aguacate. Habra que decirselo a Seco o a Perez-Reverte para que corrijan el lexico de la RAE.
Si no les resulta agotador, por supuesto.
2008-03-08 13:32
Hola
Escribo impulsado por dos razones —antes sirve saber que soy el director de la editorial que saco el libro de Ral Veroni— la primera de las razones es agradecer la reseña (veremos el modo de hacerles llegar el libro a sus manos) y la segunda es aclarar que el nombre correcto de la editorial es “Editorial Cacahuate”
Saludos
2008-03-08 13:52
Perdón por el desliz. Queda corregido.
En cuanto a la forma, el diccionario Panhispánico de dudas remite a “cacahuete” al buscar “cacahuete”. No he encontrado una explicación a que en España se utilice exclusivamente esa forma.
Saludos
2008-03-08 15:44
Ángel Rosenblat (insigne linguista nacido polaco, educado argentino y muerto venezolano), explica en “El castellano de España y el castellano de América”:
Parecido es el caso de los cacahuates mejicanos (de cacáhuatl). En España, por influencia de la terminación -huete de otras palabras (de alcahuete, por ejemplo), los convirtieron en cacahuetes (y aun en cacahués o cacahueses). ¿Quién tiene el derecho de corregir a quién? Pero no nos metamos a correctores, oficio antipático y peligroso, y dejemos que cada uno satisfaga libremente su gusto, al menos en materia de cacahuates, cacahuetes o manises.
La explicación es cabal, sobre todo en la similitud con ‘alcahuete’, pero no me convence.
Hay que aclarar también que término y fruto entran tardíos en el castellano peninsular, pues hasta el siglo XIX se le conoce más como maní, palabra de la lengua antillana taíno y que mantiene su precedencia en América del Sur. Y digo bien “peninsular” porque en Canarias siguen siendo manises.
La planta fue introducida en España hacía 1800 procedente de Filipinas con la intención de ser usada como oleaginosa y durante muchos años osciló la pronunciación con cacahué o cacahuet (Galdós, Alarcón y Arniches así lo escriben, pese a que hoy el DPD reniega de este uso) y tengo para mí que ya llegó de Manila con ese nombre.
El “Dioscórides renovado” de Font Quer le asigna los nombres de cacahuete, cachuey, cacahué, maní, manía, avellana americana o de Valencia, alfóncigo o pistacho de tierra.
Y en efecto, y aunque el término es incorrecto, doy fe de que en Málaga se conocen como “avellanas”. Lo de “avellana de Valencia” es una confusión con el nombre de la población de Manises, cuya etimología es muy otra.
/^\v/^\v/^\v/^\v/^\v/^\v/^\v/^\v/^\v/
Pero… volviendo al tema que debiera ser el central de este artículo, me ha encantado la obra y me han sorprendido agradablemente los textos, ya que de Veroni solo conocía su obra gráfica.
2008-03-08 17:02
Ya confiaba yo en que aportases la solución… ¡gracias!
Saludos
2008-03-08 21:10
Efectivamente, Marcos, el Diccionario Panhispanico de Dudas remite a cacahuete.
Y es que los diccionarios de dudas de la RAE son efectivos; despejan cualquier duda.
Son malos.
Saludos.