Comentarios

1. cm
   2007-08-03 12:04

   Muchas gracias por el vídeo. No asistí a la presentación, por desconocimiento, pero tuve la fortuna de encontrarle.

   Más enlaces:

   http://www.elcomerciodigital.com/aviles/20070724/cultura/poesia-permanece-hace-nuevo-20070724.html

   http://www.elcomerciodigital.com/aviles/20070725/cultura/dias-brooklyn-ejemplo-como-20070725.html

   http://www.abc.es/abcd/noticia.asp?id=7624&dia=&sec=38

   Y ahí estoy, en Brooklyn, desgranando posibles códigos secretos.

   Saludos.

   CÓDIGO
   Para ellos,
   eres el nombre
   que te dieron
   dentro de su legalidad:
   un signo solamente.
   Tu otro nombre,
   el elegido en la noche
   de la boca de lobo,
   es sólo mío.
   Un sonido animal.
   Y así te escucho.

   Hilario Barrero
   In tempore belli
   Premio de poesía Gastón Baquero 1998

2. Cayetano
   2007-08-03 19:17

   Ya pedí el libro. Por cierto que Hilario queda muy guapetón en esa reunión – presentación. ¿Poco público? ¿Poco espacio? ;)

3. hb
   2007-08-04 18:37

   Gracias Candi y Cayetano. Es una maravilla tener amigos asi :) El espacio no era muy grande, pero publico si que habia. Segun el encargado de la libreria “fue una de las firmas mas concurridas”. No es que yo fuera Antonio Gala en la Feria del Libro, pero hubo mucho movimiento. Os paso, porque me parece importante, un articulo que ha aparecido en ABC cultural.

   http://www.abc.es/abcd/noticia.asp?id=7624&dia=&sec=38

4. Marcos
   2007-08-05 22:05

   El enlace que aporta Hilario es un artículo de García Martín en el ABCD Cultural. Al parecer no funciona el enlace (a mí me aparece la página pero sin el texto). Como yo tenía el artículo guardado, os lo pego aquí:

   Toledo en Brooklyn
   Por José Luis García Martín.

   El diario es la huella dactilar del escritor. Por mucho que se trate de fingir, un diario siempre dice la verdad, unas veces con palabras, otras con silencios. La generación de Hilario Barrero -la de Trapiello, Sánchez-Ostiz, Llop- ha dado carta de naturaleza al diario, antes solo rara avis, en la literatura española. Cada diarista tiene su manera: Trapiello es el hombre-orquesta, el minucioso cronista del milagro de la cotidianidad; Sánchez-Ostiz, la exasperación contra todo y contra todos en su negra provincia; Llop, el miniaturista que colecciona atmósferas de otro tiempo. ¿Qué añade Barrero a ese prodigioso coro?

   Días de Brooklyn (Llibros del Pexe) se titula el último de sus diarios. Igualmente podía haberse titulado Toledo en Brooklyn. Barrero nació en Toledo, pero casi la mitad de su vida —casi ya treinta años— los ha vivido en Brooklyn, ese barrio que antes fue una ciudad y ahora es una colección de ciudades, una dilatada antología del universo.

   Días de Brooklyn nos habla de Brooklyn y también de una educación sentimental en la imperial Toledo. La casa familiar de veinticinco habitaciones y un laberinto de pasillos, las fiestas de la infancia, los primeros placeres prohibidos… Proustiano y galdosiano, Barrero recobra un tiempo perdido, un tiempo que sin dejar de ser muy personal es también historia —unamuniana intrahistoria— de España.

   Aunque creció en una época de hipócrita puritanismo y vive en el país de lo políticamente correcto, no gusta Barrero de eufemísticas veladuras. En su diario nos muestra un baudelariano corazón al desnudo, de cintura para arriba y de cintura para abajo, sin estridencias exhibicionistas, pero también sin embellecedoras penumbras.

   Cuántos amigos —Hilario J. Rodríguez, los poetas Luis Muñoz y Joan Margarit, el puntilloso erudito Muñoz Millanes—, cuántos versos sabiamente antologados, cuánta música vista —casi siempre en el Metropolitan—, cuántos paisajes entrevistos, sea la América profunda, el saudoso Portugal o Asturias.

   El diario de un escritor es siempre un caleidoscopio que a cada vuelta nos depara una sorpresa. Pero si yo tuviera que quedarme con una parte de Días de Brooklyn seleccionaría los apuntes dedicados a los viajes en metro. Es ahí donde Barrero tiene su observatorio principal, ahí donde toma el pulso a la ciudad, donde descubre asombrado la áspera y gozosa variedad del mundo.

5. hb
   2007-08-06 06:52

   Marcos, te agradezco mucho que hayas pegado el articulo porque a mi me ha pasado lo mismo: se lo he mandado a un amigo y me ha dicho que le salia un anuncio. Parece ser que al terminar la semana y aparecer otro numero del ABC cultural el numero anterior desaparece. Lo creas o no, no tenia el articulo “salvado”. Asi que gracias doblemente.