Si alguno leyó ayer la noticia de que Stonehenge, el monumento megalítico más importante de Inglaterra, era un fraude puesto al descubierto por National Geographics, que sepa que era una simple inocentada del inefable Aberron (fogonazos). Eso sí, de campeonato, tanto que la propia National Geographics tuvo que salir al quite ; pero, ¿y lo que nos hemos reido?: Así la lié parda con el hoax de Stonehenge