La idea es sencilla: se trata de quedar como discípulo de Ferrán Adriá sin saber lo que es un sofrito: Cocina para impostores es una divertida al tiempo que instructiva bitácora para aprender a quedar como un rey de la cocina sin dar un palo al agua: recetas efectivas para amantes de las latas.
2009-01-20 01:23
Bueno que las universidades empiecen a despertar. No son las aulas para memorizar, escuchar y creer a raja-tabla lo que dice el profesor, ni los alumnos son simples receptores de los conocimientos actuales.
Una universidad debe ser el lugar del intercambio de conocimientos, de la investigacion personal en favor del mejoramiento de esos conocimientos, el estimulo de la curiosidad del estudiante, el apoyo a su imaginacion, el intercambio consuetudinario de opiniones; en suma, que los escolares que ensenan, mentores, procuren motivar la busqueda de caminos, descubrimientos, invenciones y ampliaciones del escolar que estudia, respetando sus metodos, su personalidad.
Desde hace tiempo existe una universidad asi; Oxford.