La muerte de RTVV en directo , a las 12.19 del 29 de Noviembre, pone fin a 24 años de funcionamiento. La excusa utilizada por el gobierno para justificar este abuso de poder es la de ‘considerar insostenible financieramente RTVV’ después de que el Tribunal Superior de Justicia valenciano anulase el ERE con el que pretendían liquidar a parte de la plantilla.
Si algo bueno tiene la eliminación de este canal público es que ha propiciado el despertar de la conciencia crítica de quienes allí trabajaban, de manera servilista a la imposición ideológica del gobierno. Era un secreto a voces que la supuesta independencia de canal 9 brillaba por su ausencia, con manipulaciones informativas tan vergonzosas que, en el último momento, justo antes de su cierre, parte de lxs trabajadores han intentado subsanar .
En mi opinión, lo realmente preocupante es que esta medida impuesta es una pieza más del nuevo escenario anti-democrático que s edesvela al contextualizar el absolutismo de este fundido a negro de RTVV con otras medidas impuestas desde el gobierno central.
Los gobiernos del partido popular están usando su ‘mayoría legal’ para imponer medidas absolutamente ilegítimas, contrarias a los valores democráticos y desposeedoras de los derechos básicos fundamentales que un Estado de derecho otorga a la ciudadanía.
En estos últimos años hemos denunciado la utilización de la crisis-estafa financiera como excusa para el expolio gradual de los derechos sociales, laborales, educativos y de bienestar. El desmantelamiento del Estado de Bienestar que se ha estado acometiendo en estos últimos dos años ha provocado el deterioro de las condiciones de vida, la depauperización de la población, la expulsión de gran parte de la población de los estándares de bienestar y el agravamiento de la violencia institucional, económica y cultural contra las mujeres .
La nueva fase de la ofensiva fascista y patriarcal ya no se anda con sutilezas y ataca directamente la consideración de la ciudadanía como sujeto político.
La anunciada reforma de la Ley orgánica de derechos sexuales y reproductivos , que amenaza con volver a prohibir el derecho a interrumpir voluntariamente un embarazo, legisla contra las mujeres , expropiándolas del la consideración básica en un Estado de derecho: la capacidad y el derecho a decidir, algo imprescindible para construirse como sujeto político. Por otra parte, el anteproyecto de ‘Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana’, Ley Mordaza elimina de un plumazo los derechos fundamentales de un Estado de derecho, que se dice democrático: el derecho a opinar, a disentir, a la integridad física, a la dignidad humana, a agruparse y asociarse colectivamente para defender intereses comunes, a exigir transparencia en el funcionamiento de las instituciones públicas, … El revival que hace el gobierno del partido popular de la ley de vagos y maleantes utilizada por el régimen fascista es un intento de imponer un ‘estado de sitio’ suspendiendo todas las garantías constitucionales.
Esto es un golpe de Estado perpetrado desde la oligarquía financiera y la cúpula directiva del partido en el gobierno del estado que se está ejecutando con el apoyo de la infraestructura represora del Estado. Así pues, con este fundido a negro de la democracia ha vuelto el estado fascista, y solo hay una posible salida para recuperar la dignidad ciudadana: #Hayqueecharles.
¿Vamos a esperar a que nos invada algún país para ‘restaurar la democracia’ o reaccionamos de una vez, colectivamente, para recuperar lo que nos pertenece? #Yaestamostardando
]]>En primer lugar, educar a la ciudadanía en las competencias digitales. Me gustó la idea de este simposio celebrado en Harvard: http://cyber.law.harvard.edu/truthiness/Main_Page. No se trata solo de tener cierto grado de alfabetización, sino de ser fluido en competencias digitales.
En segundo lugar, hay que abrir las organizaciones y las instituciones a la vida y la cultura digitales. Sí, claro los partidos políticos, pero también los sindicatos, las universidades, las empresas y las entidades profesionales.»
]]>Y es que, la contextualización de la crisis económica tiene que ver con una profunda crisis de la democracia, algo que va mucho más allá del modelo económico.
El diagnóstico de cómo hemos llegado a la situación actual es algo ampliamente compartido y sobre lo que ya he escrito en otras ocasiones : “la voracidad depredadora capitalista y la especulación de los mercados financieros son el factor causal que explica la crisis de este sistema que ya había manifestado síntomas evidentes de su insostenibilidad (las crisis de cuidados y crisis ecológica son previas). Los errores y la orientación neoliberal de las políticas de ajuste, desde 2007, han agudizado la exclusión social, la desigualdad de rentas y la desigualdad de género, a través del desmantelamiento de los servicios públicos de bienestar (educación, salud y servicios dirigidos a las necesidades de cuidados), el empobrecimiento de la ciudadanía y la fuerte involución social de los derechos sociales en general y de los derechos de las mujeres en particular”.
Las situaciones de emergencia social y de género aumentan de manera alarmante y requieren de reformas urgentes de políticas públicas para la transformación social hacia otro modelo de sociedad, pero no hacia el que el neoliberalismo pretende llevarnos.
Una de las constataciones en los debates del congreso de economía feminista es que la respuesta necesaria para salir de la crisis es un cambio político; y no me refiero a un ‘quítate tú que ahora me toca a mí’ característico de la alternancia bipartidista, no; me refiero a un cambio profundo en la definición y reorganización de valores, de tiempos, de trabajos y estrategias para la provisión de bienes y servicios necesarios para la vida; es decir, un cambio profundo para redefinir otro sistema, desde el reconocimiento de las interdependencias, la solidaridad y responsabilidad social, la colectivización y cuidado de los recursos naturales, como el agua, la redistribución equitativa de los recursos y la igualdad de género como motor del cambio. No se trata solo de cambiar el modelo económico (que también) sino de crear un sistema realmente democrático, basado en los derechos plenos de ciudadanía y en la necesaria despatriarcalización de la sociedad
Sí, lo sé: esto no tiene nada que ver con las respuestas institucionales que vienen, de la Unión Europea / monetaria, ni del FMI ni del gobierno del Estado, quienes pretenden instaurar un nuevo orden redistributivo y de género marcado por la desigualdad, la desaparición de cualquier vestigio democrático y la reprivatización de los cuidados en los hogares, cada vez más expoliados y empobrecidos.
Así que, sí, urge ya un cambio político.
Y sí, claro, también necesitaremos repensar el modelo económico, desde una mayor aproximación a la ecología y a la sostenibilidad de la vida; sin que ello quiera decir necesariamente apostar por un modelo absolutamente decrecionista, porque, como dice Susan George “hay producciones en las que necesitamos crecer, como el conocimiento, la ciencia, la democracia en la economía, etc”. Se trata pues de valorar qué producciones son necesarias, cómo se van a realizar y distribuir, quién va a intervenir y en calidad de qué. También tendremos que replantearnos alternativas a la estructura y sistemas de propiedad actual, y fundamentalmente desde la consideración de que todo está interconectado y afecta a la vida cotidiana de las personas, de las mujeres y de los hombres. Una de las premisas básicas de la economía feminista es la necesidad de acabar con la esquizofrenia patriarcal de mantener en ámbitos separados la producción y la reproducción; esta es una de las claves para redefinir una democracia económica real, en la que tengan cabida circuitos económicos alternativos a los que funcionan hoy en día en ‘el mercado’.
De todo esto hablamos en el congreso de Carmona; y para ello, tuvimos sesiones plenarias y sesiones paralelas en las que se realizaron presentaciones de investigaciones, talleres formativos y debate sobre algunas experiencias prácticas y acción política .
En el plenario abordamos el ‘Buen Vivir’, que como marco teórico nos convence a la mayoría, aunque hay un amplio consenso en la necesidad de debatir más sobre cómo se concreta y se mejora para hacer efectiva la despatriarcalización de la sociedad. También planteamos la necesidad de la colectivización y gestión pública del Agua, desde el reconocimiento a las mujeres de Carmona que en 1974 se negaron a seguir acarreándola y fueron apoyadas por todo el pueblo, y la aproximación a la economía de los comunes alentada por Elinor Ostrom. La sesión sobre la crisis, la trampa de la deuda y las respuestas desde los feminismos europeos propició una fuerte convergencia hacia la necesidad de renovar alianzas y pactos entre feministas y en confluencia con los movimientos sociales, ecologistas y altermundistas; además de un amplio consenso respecto a la reflexión abierta por Lina Gálvez: “la financiarizacion induce el endeudamiento de las personas y de los Estados, hipoteca nuestras vidas cargándolas con unos intereses que nos impiden desarrollar nuestros proyectos personales y colectivos, en beneficio exclusivo de una mínima élite y política”.
Cada dimensión del congreso está elaborando una síntesis de las conclusiones; como adelanto a las mismas, recupero los siguiente ejes propositivos y reivindicativos sobre los que conseguimos consenso:
- Confluencia del movimiento feminista con otros movimientos sociales y políticos y de alternativas económicas al sistema capitalista heteropatriarcal.
- Reformas urgentes de politicas públicas que den respuesta a situaciones de emergencia social y de género y también permitan crear las condiciones para construir igualdad y orientarnos hacia otro modelo de sociedad.
- Servicios públicos de calidad para cubrir necesidades de cuidado, con especial atención a la inversión en los servicios públicos de educación infantil.
- Permisos por nacimiento iguales, intransferibles y pagados al 100%.
- Reducción de la jornada laboral máxima, lo que permitirá repartir el trabajo remunerado de manera equitativa y quitarle la centralidad que tiene hoy en nuestras vidas.
- Eliminación de todos los incentivos a la dependencia económica de las mujeres.
- Medidas efectivas para incidan en la implicación de los hombres en los cuidados.
En mi opinión, una de las consecuencias de las propuestas acordadas en el congreso es la necesidad de reivindicar, en el corto plazo, la restitución del papel del Estado de Bienestar en la redistribución de los recursos y la riqueza. Y no, no se trata de pretender recuperar una situación pasada, sino de reconceptualizar y superar los límites, deficiencias y sesgos de género identificados en el modelo social europeo, con el objeto de garantizar el ejercicio pleno de los derechos fundamentales y los derechos de las mujeres como ciudadanas; y desde ahí diseñar trayectorias vivibles para construir otro modelo de sociedad , con igualdad de género.
En esta revolución estamos implicadas unas cuantas [bastantes y cada vez más] personas: ¿a qué esperamos?
]]>A continuación publicamos dos artículos que intentan arrojar luz sobre estas cuestiones.»
]]>En este sentido, se utiliza la terminología Gobierno Abierto para promover sociedades basadas en la democracia participativa.»
]]>Pero salimos a la calle. Igual. Con la angustia a cuestas de si servirá para algo. Con el miedo de saber que le hablas a quién se mea cada día, cada minuto, cada segundo del día, en la democracia. Pero ves el mar de Batas blancas, ves a la gente cortando calles, ves a grupos de chavales resistiendo carga tras carga de la policía en la plaza de Neptuno el 25S, y sientes la potencia de estar juntos. Sientes la electricidad del lazo social que se construye, del sentir al ajeno como alguien común. Lo ves.
Ves la angustia.
Y la potencia.
A la vez.
Y entonces se hacen las preguntas adecuadas. Las preguntas dicen ¿qué poder podemos construir que bloquee este poder que nos despoja de lo básico, de la salud, la educación, las casas, las rentas, el empleo, la alegría? La Alegría. Nos atacan con la desesperación a nuestra alegría y dices, ¿qué poder? ¿Qué poder necesitamos? ¿Cómo les atacamos dónde les duele?
Y vemos Syriza. Syriza es un partido griego, una coalición de partidos que dice que se puede no pagar la deuda. Que dice que se puede seguir en Europa pero no aceptar el mandato de la Troika. Les vemos, allí, en el país más castigado por la crisis. Les vemos muy cerca de ganar. Les vemos ganando. Les vemos y decimos… Necesitamos eso. Porque son la segunda fuerza política de su país. Y dices “yo quiero eso para mí” “eso es lo que necesito”. ¿Cómo no quererlo? ¿Cómo no desearlo?
Y el problema es… Que la respuesta es no. Que no es eso lo que necesitamos. Que no necesitamos una Siryza, no necesitamos un nombre construido en un contexto, una latitud y una historia distinta. No es eso. Lo que necesitamos es ganar. Ganar con la potencia que percibimos cuando estamos juntos. Y eso, aquí, no lleva nombre de Siryza, ni de coalición de partidos. ¿Qué partidos serían esos? ¿Que partido existente podría aglutinar a los chavales del congreso y las personas encerradas por la princesa? ¿Que partido existente podría ser la opción del 99%? ¿Que partido existente podría ser, como dice mi amigo investigador… poco político?
Porque los partidos existentes, todos ellos, les dicen a los movimientos: Si queréis participar, presentaos a las elecciones, para acto seguido decirles no, no te presentes, ya me presento yo. Ya te represento yo. Ya soy tu altavoz aquí. O no, mira, déjame ser eso que llamas Siryza. Si quieres puedo incluir a alguno de los tuyos. ¿Los tuyos? ¿Qué tuyos? Somos Anonymous. Somos el 99%. Todos somos políticos profesionales. Queremos más política, más democracia, no menos.
Los partidos han aceptado la autonomía del movimiento mientras el movimiento no se haga la pregunta del poder. Mientras el movimiento no decida atacar en su territorio. Mientras no vayamos al parlamento (entre otros miles de sitios) no a jugar la partida del poder, sino a disolverlo para abrir la situación de nuevo. Así lo hicieron el Islandia. Así lo hicieron en Bolivia. Así insisten en hacerlo estos días en Tahrir, en Egito. Elaborando nuevas constituciones.
Los partidos no tienen problema conque rodeemos el congreso, tomemos las calles, perdamos la salud resistiendo cargas policiales. No tienen problema en eso mientras sean ellos quién puedan representarlo. Y si para ello tienen que construír un fetiche llamado Siryza… Lo harán.
No. No hay copia posible. Hay Siryza en Grecia, como hay Movimiento al Socialismo en Bolivia, como hay Partido de los Mejores en Islandia. Son productos de sus propios conflictos, de su propia lógica organizativa. Aquí no seremos ni Partido de los Mejores, ni Siryza, ni Movimiento al Socialismo. Seremos lo que sea que decidamos desde la viveza de lo que está encerrándose en hospitales, parando deshaucios, resistiendo cargas, organizando piquetes en huelgas, tomando plazas, liberando cultura, produciendo comunicación, recomponiendo en lazo social.
La angustia es enorme. Y nos dirán que hay prisa. Y la hay. Vaya si la hay. Pero no para recomponer lo existente y darle aire unos añitos más, sino para acabar con ello. En la calle, en las instituciones… Y dónde haga falta.
]]>Y claro que las hay. Una bastante directa es el derecho al impago de
la deuda sin renunciar a la moneda común. Lo que plantea Siryza en
Grecia y los movimientos contra la deuda en todo el continente.»