Vivat membrum quodlibet!
Vivat membra quaelibet!
Semper sint in flore!
Lunes, 5 de abril.- Ubi sunt qui ante nos in mundo fuere?
¿Qué ha sido de la rosa prensada en un libro de poemas de Amado Nervo que perteneció al capitán de infantería Barrero, destacado en Cuba?
¿Dónde está el bolso negro que llevaste el día de la boda y que años después, abultado y deforme, servía de refugio a cientos de fotografías, muchas de ellas de rostros y cuerpos muertos?
¿Por qué no se ha secado todavía, después de tanto tiempo, el olor a pólvora de un cohete una noche de agosto cuando estrenaste un pantalón, una camisa y unos zapatos blancos y en tu mirada se quemó la noche?
¿Existió alguna vez aquella noche de julio en las Ramblas? ¿Se dijo alguna vez la pregunta: ¿Estás solo? ¿Hubo un verano del 71?
Ayer tu madre te acunaba, hoy acunas a tu madre, mañana os acunará a las dos el olvido más oloroso. ¿Quién recordará la historia de aquella tarde de un 17 de julio de 1936 cuando tú acababas de estrenar un vestido y una guerra?
¿Qué ha sido del aquel pantalón apretado que hacía volver la mirada a viejos turbios con olor a suciedad?
Entre otras muchas tardes de abril, aquella que llegasteis hasta el río, lejos de la ciudad, y el cieno entró en ti como un pez de plata, traspasado y marcado para siempre. ¿Qué fue del que te lanzó el anzuelo, el más hermoso pescador del Tajo?
¿Qué fueron de sus ojos azules que arañaron los tuyos?
La brevedad de una vida que estuvo marcada por el amor y la interminable entrega, ausencia del olvido. ¿Dónde ha ido aquella madrugada de verano en Barcelona, una brisa sonora entrando por la ventana, investigando el desorden total de tu piel?
Ahora que ya es de noche, el viento borra la caligrafía de arañazos, hace frío y tienes la garganta calcárea y florecida, ¿qué fue de tu mirada, de tu aliento, de la urgencia que había en salir a la noche?
La rosa, la única, tuvo una vida breve, fugaz y misteriosa. ¿Es esta nuestra rosa la que prensada espera que alguien la rescate?
Sr. Herrero.
Todos sus textos me gustan, pero el de hoy me ha enstuiasmado. Bellísemo.
Paco J. Marín
Madrid
Amigo Marin: Muchas gracias por su puntuales y cordiales palabras. Espero que todo le vaya bien. He tratado ponereme en contacto con usted pero me han devuelto mi correo.
Un saludo cordial.
H. Barrero.
Querido amigo Hilario:
Acabo de comunicarme contigo.Estabas ya por acomadarte en el avión,partiendo de N.York a Oviedo.Recién ahora pude encontrar el nombre de esta página,pues se me había extraviado,y sentía verguenza de volver a pedírtelo.He leído tus artículos.Hay pasajes en "Un día en la vida de H.B" o de "Una muñeca de niebla para Marcela",por ejemplo,que me parecen muy bellos,impregnados de un vapor de otoño,un perfume azul de soles que se duermen.Te imagino ante tu ventanal en Manhattan,en esos dias en que la España arterial que te atraviesa se une en tu mirada hacia las calles donde el viento bandolero empuja alguna página de un "New York Times" abandonado.Y te figuro entonces vulnerable al melodioso arpón de la nostalgia.Viajero Hilario incesante profesor Barrero escritor unánime poeta: No sé si este es el método pero desde Argentina te nombro caballero,soldado con espada de biblias vegetales,capitán de una logia de pájaros y andenes,portador de un estandarte de bienhechora sangre y pizarrones que fulguran.Mientras las manos de la lluvia, acatando tus reglas, limpian de maldad la calle que enfrenta tu ventana.Por un rato, aunque más no sea.
Felicitaciones y el abrazo de siempre
Victor
Querido amigo Hilario:
Acabo de comunicarme contigo.Estabas ya por acomadarte en el avión,partiendo de N.York a Oviedo.Recién ahora pude encontrar el nombre de esta página,pues se me había extraviado,y sentía verguenza de volver a pedírtelo.He leído tus artículos.Hay pasajes en "Un día en la vida de H.B" o de "Una muñeca de niebla para Marcela",por ejemplo,que me parecen muy bellos,impregnados de un vapor de otoño,un perfume azul de soles que se duermen.Te imagino ante tu ventanal en Manhattan,en esos dias en que la España arterial que te atraviesa se une en tu mirada hacia las calles donde el viento bandolero empuja alguna página de un "New York Times" abandonado.Y te figuro entonces vulnerable al melodioso arpón de la nostalgia.Viajero Hilario incesante profesor Barrero escritor unánime poeta: No sé si este es el método pero desde Argentina te nombro caballero,soldado con espada de biblias vegetales,capitán de una logia de pájaros y andenes,portador de un estandarte de bienhechora sangre y pizarrones que fulguran.Mientras las manos de la lluvia, acatando tus reglas, limpian de maldad la calle que enfrenta tu ventana.Por un rato, aunque más no sea.
Felicitaciones y el abrazo de siempre
Victor