Sí amigas, he fracasado. Vuestro héroe y defensor invencible huye con el rabo de su risa entre las patas de su aburrimiento. He de admitir que no puedo con la radio. Jamás había oído cosa tan sosa, tan insulsa, tan aburrida. ¿Oye alguien la radio en este país conocido por el nombre de Espéin? ¿Pero por qué? Yo no lo entiendo. Entre las guerras de partidos políticos, el fútbol y la musiquilla para sordos, se me han inflado los cojones de tal manera que, incluso sin poder sentarme, me he puesto delante del ordenata y le he dicho a Taracido que me perdone, que nunca más abandonaré mi columna de la tele. Aunque en la tele no echen más que mierda y a todos nosotros, y de la manera más democrática, nos encante devorarla como si fuera gratis. Que en muchos casos, lo es.
Así que la quincena que viene, estaré de vuelta en Tele por un tubo, la mejor columna de televisión jamás ideada por un ser humano. (Hay mejores, claro, pero no las escriben las personas, sino las células muertas de su cerebro.)
Sin embargo, y para consolarme, esta quincena he decidido deleitaros con algunas de las frases más alagadoras jamás pronunciadas alrededor de mi famoso nombre. Como veréis, y aunque haya caído en desgracia en la opinión mía, que es la única que cuenta, en realidad, sigo siendo el más grande, el más imbécil, el más audaz y el más singular (¿se puede ser más singular, o eso ya implica que se es plural?) pasador de revista a los medios ¡QUE JAMÁS HAYA EXISTIDO!
Aquí las tenéis:
“¡Hostia, eres más malo de lo que me pensaba!” — Arístides Segarra, escritor
“Me gustan sus ojos; lo demás no vale nada.”— Una adolescente macarra en una ciudad espeinola de alegre recuerdo
“Pero tú no eres así; y Borja tampoco.”— Mi chavala, mujer extraordinaria
Un hombre guapísimo y extraordinario — Boris Izaguirre, el rey (y la reina) de la televisión espeinola (y no estoy seguro de que estuviese hablando de mí)
"Otra cosa: me estoy leyendo sistemáticamente tele por un tubo y es divertidísimo. ¿Conoces personalmente a Cabana? Si es así, felicítalo de mi parte." — Francisco
Serradilla, poeta (Y no pienso prestarle dinero)
A ver si le decís al pastorcillo numero tres que se quede quieto—Nicolás Poussin, pintor del siglo dieciocho
Está bien, te dejo escribir en Almacén, pero negaré ante cualquiera conocerte a ti o a cualquiera de tu familia. — Marcos Taracido, Presidente del Tribunal de La Haya mejor conocido como Almacén, revista poética
“En efecto, es usted todo un héroe.” — El ama de llaves de mi palacete, un día que estaba yo de resaca y había vomitado en el pasillo
“¡Será mamón este tío!” — Fernando Villavert, fotógrafo
“No lo conozco, pero dile que deje de escribirme esas cartas, ¡por favor!” — María Teresa Campos, presentadora y estrella absoluta de la televisión
“Oye, que Cabana se vaya a la mierda; no deberíamos publicarlo más en Almacén.” — Roger Colom, poeta y teatrero (Me debe pasta)
“Finísima persona, lástima que tenga ese carácter.” — Alfredo Bruñó, exiliado en su propio mundo
“¡Apártate, imbécil!” — Conductor anónimo
Bien. A la próxima es la (des)venci(ja)da y vuelve TELE POR UN TUBO. Hasta entonces, un besito en la frente para cada una de vosotras. Dormid tranquilas.
Nada más lejos de mi intención, Cabana, que pedirte dinero... Más bien estaba pensando en tu palacete con tele de plasma para las vacaciones de Semana Santa.
Otra cosa: me alegra que dejes radioterapia y vuelvas a tele por un tubo, aunque, ¿no te has planteado que el cine (sobre todo el espeinol) merece también algo de atención por tu parte? He estado pensando en un posible nombre para la sección pero no se me ocurre nada suficientemente ingenioso. ¿Cine en rama?
Bueno, lo dicho, piensate en lo de prestarme el palacete. Pero sin Borja, ¿eh?
Comentado por Francisco Serradilla el 19 de Febrero de 2004 a las 11:17 AM¡Será mamón este tío!. ME REAFIRMO...
Hola Francisco. Lo malo de ponerse a escribir sobre el cine de nuestra siempre amada y no siempre amable Espéin, es que hay que verlo. Una noticia terrible para cualquiera. ¡Oiga, usted tiene que sentarse aquí a ver cinespañol (una sóla palabra vistos los útlimos anuncios por la tele), y además sin palomitas! ¡Castigado para siempre!
¿No es ese el imperativo tono de los últimos tiempos?
De todas maneras, puedo hacer uso de mi engolada y siempre sobreexitada imaginación (como la de un mono enjaulado) y proponer un título para una columna así: Cine sin éxito, o mejor: Sine sin éxito, que suena más latino.
Pero que no se entere Taracido, ¿eh? No vaya a querer que me ponga a escribir.