Aquí estoy, una vez más, nobles personas lectoras, listo para contar lo mucho que me divierte la radio, con todas esas voces llenas de opiniones, opiniones, opiniones, opiniones, opiniones, opiniones, opiniones, opiniones, opiniones, opiniones, opiniones, opiniones y alguna que otra opinión. Oyendo la radio, un héroe como yo se da cuenta de que opinar no sólo es gratis sino que incluso se cobra por hacerlo. ¡Igual que el sexo!
Esta semana ha venido Altúnez, mi vecinito madridista a oír el partido de su equipo contra el Valencia en SENSURROUND. ¡Una gozada, la verdad! Menos para Altúnez, que no sólo se fue a casa con la derrota sino que Borja le mordisqueó la mariconera de mala manera. Por suerte, era de polipiel, de esas que venden en la calle, de diseño de imitación, muy bonita, y no tendré que gastar demasiado en comprarle una nueva.
29 de septiembre de 2003. En Catalunya Radio regalan entradas al MACBA. Eso demuestra, más allá de cualquier duda, grandes y feroces amigas mías, que Cataluña no es Espéin. Porque MACBA significa MUSEO de Arte Contemporáneo de Barcelona. ¿Y cuando fue la última vez que se tuvo noticia de que un espeinol cruzara el umbral de un museo, eh, personas lectoras queridas tanto por mí? Sin que nadie lo obligase, quiero afinar. Y también me refiero a que el museo esté en el propio país del espeinol. Porque cuando el espeinol viaja, es que viaja de verdad, y resulta que se traga todos los museos habidos y por encontrar, ¡en un solo día! ¡Pagando lo que sea! ¡Creyendo que aprende algo! ¡Comprando souvenirs que ponen Rdo. del Museo TalyCual, pero en el idioma del país! ¡Y quejándose de que en la cafetería no venden bocatas de chorizo, que está la mar de bueno! ¡Ni bravas! ¡Ni boquerones! ¡Ni olivitas, con lo ricas...!
Bien, lo que quiero decir es que en la radio espeinola, no regalan entradas a los museos, regalan jamones o puros o entradas a alguna chorrada que le interesa a demasiada gente. Y luego hay aglomeraciones, y algo se rompe, y luego hay heridos y sale en los telediarios y nos rasgamos las vestiduras y salimos a la calle en pelotas y ¿qué coño estoy diciendo? Ni idea.
En fin, el locutor del programa que regala entradas al MACBA dice que a él le parece interesante. Lo de las entradas, ¿interesante? Está de lujo, grandes amigas mías. Yo una vez estuve en ese museo y para pagar la entrada tuve que hipotecar el palacete. Pregunté si por el precio de la entrada me podía llevar alguna de las obras expuestas y la persona (no-lectora) encargada me dijo, toda seria, que las obras no se pueden tocar. Evidentemente es Cataluña, donde el sentido del humor carece de sentido del humor. Pero yo amo a mi país, queridas amigas nonatas, y si lo critico es por su propio bien. Para que aprenda. Y mi país no es otro que Aragón-La-Corona. Lo amo tanto que demasiado a menudo suspiro de nostalgia por las grandezas pretéritas y unas gotas de baba mezclada con lágrimas y mocos me ensucian el calzado, razón por la cual no utilizo sandalias.
El programa este del que hablo trata de que en Cataluña se come mejor que en La Francia. Claro. La Francia llegó hace bastantes años a un grado de complacencia, de auto-satisfacción, de auto-atusamiento del bigote del ego, que en una escala del uno (1) al diez (10) llega a trescientos veinticuatro (324). En cambio la de mi país sólo llega a 102, y la del resto de mi país, o sea Espéin, a unos 52-53, depende de la rueda de prensa y la afiliación ideológica del tío que Lo cual, por cierto, ahorra muchísimo al estado en pensiones, por esoesté hablando en ese momento.
He ido a mear y me he perdido las razones por las que se come mejor del lado africano de los Pirineos que del lado europeo. Sin embargo, ahora una señora sale y dice: “El que vende comida industrial vende tiempo.” O lo roba, diría un enorme servidor vuestro. Porque esos minutillos que uno ahorra hoy, gracias a los conservantes y otros productos de alta calidad cancerígena, le pueden restar a uno años, de aquí a unos años. los permiten y Aaaaaaaaaaahhhhhhh!!!!!!!!!!!!!! ACABAN DE DECIR QUE ESTO ES UN PROGRAMA CULTURAL. Y no puede ser que nos pongamos a oír nada serio ni bueno, ¿verdad, amigas hiperdeliciosas? Porque esto es una columna sobre la radio en Espéin y en Espéin, la radio cultural no existe, ni existirá JAMASSSSSSSS. Esperad amigas que cambio de emisora.
Bien. Ya tengo una. ¿Y qué es lo primero que oigo? Pues nada más y nada menos que: “Tengo ganas de pegarte sólo por verte llorar.” Eso es lo que dice una festiva jota que tocan en Radio 5 Todonoticias. Vale, ya estamos de nuevo dentro de nuestras fronteras radiofónicas, ¿eh amiguas, que rima con ambiguas? Es algo que siempre me ha llamado la atención de Radio 5 Todonoticias, que ponen música. Lo que no ponen son buenos reportajes de radio. No vaya a ser que salga alguno interesante. No vaya a ser que el personal se aficione a una programación de radio interesante o, DIOS NO LO QUIERA O LO PIDA, AUNQUE SEA CON SU HABITUAL MODESTIA, de calidad. (Y yo que pensaba que eso de la violencia (doméstica, pero también toda) era un problema serio.)
Tiquitiquitiquitiquitiquití. Es otra emisora. Desconocida por un héroe vuestro, osea yo. Al parecer el locutor intenta que una señora que llama por teléfono baile la danza del vientre. Espero, dulces amigas, que nadie se rompa nada.
“Personajes o personajillos del mundillo de la farandula. El fin no justifica los medios que se están utilizando para triunfar.” Eso lo dice un tipo con todo el tono de locutor preconstitucional. A ver, he vuelto a tocar los cojones del dial. Ah, el asunto va sobre el asunto del periodismo de investigación. Esto ha de tener algo que ver con la movida del Sr. Rojo, el de Periodistadigital, que está siendo atacado por Prisa y Pedrojota. Es una emisora local, que no os digo de qué localidad para que no vengáis a perseguirme, amiguitas, en busca de autógrafos, besitos, lamidas (de Borja, el mejor perro salchicha del mundo), ni invitaciones a pernoctar en el palacete del siglo 15 que es mi hulmide y espaciosa morada.
Joder. Se ha ido la luz. Ha vuelto y ahora no quiero escribir más. Así que hasta la próxima o la siguiente, la que más os guste.
Venga, Borja, que tienes que cenar.
Chao