así que así durmiendo
aun con los ojos abiertos
del deseo en las palabras
por la pura vigilia
del más nuevo silencio
en la hendida perpetua
pasión contra la luz
rebeldía en otra sombra
que no es de voluntad
vendrán a por nosotros
y estaremos
Sólo para temblar
cuando la madrugada despierte al árbol
de puro frío.
De libre pulsación.
¿Se encenderá la lámpara?
¿O podremos hallar aquel perdido
trasluz de las palabras inseguras?
1.
Más cierta que en un sueño,
cautiva en su trasluz,
la fiesta
reconoce calor en la ruina
queriendo como nada
preguntarse:
razonar el dolor
hasta que entonces viera en los árboles nuevos
perderse hasta crecer
lo que era mío.
2.
La ceguera del mundo
traída al mundo
que también existe.
Noche abierta.
Hay que empezar
a celebrar
la fiesta del miedo.
3.
No es mi sitio, la marca
es otra marca: no ya el sentido,
su interrupción que da
tiempo y que da
razón del tiempo. El agua
se salió del surco
y ahora así lo refleja.
Le ofrece protección
con su mensaje.
4.
Cruzar el aire en paz
por un momento.
Nieva de noche.
Ser la criatura
con la suerte de ver
llegar el frío.
dulce et decorum est pro patria mori
Está oscuro... y en silencio... pero mi rostro sólo sabe prometer un
mensaje desoído: oír la nieve agolparse, como en ningún país,
dejándome escribir sin conocimiento.
No tendré la última palabra. Ahora sé la verdad: que podría hablarte si
tuviera voz, arrastrame hasta oler el aire fresco. Defenderte.
No tardará en amanecer. Quiero salir –quién sabe- para que la
gente me vea mientras a la vez tú, con las últimas yemas de los dedos,
repasas esas letras en mi pecho para salvarme a tientas del
olvido.
¿Por qué han cerrado entonces las ventanas? ¿Es que buscan
mantenerme en secreto?
1.
the tide making the dun gulls in a panic
SAMUEL BECKETT
Mi paz está con las olas que ceden, que sólo un día después no
volverán.
Cuerpos sin nadie llegan a la playa. Desde el lado del agua, con más
deseo sin desvelar de noche, pero eso es el temblor del frío. Ha
llovido con fuerza sobre el mar de paso. La marea, al repetirse,
en las gaviotas pardas da una señal de pánico.
Escribo como si dejaran huellas: astillas que la arena junta donde y
cuando la duna se hunde.
2.
Tampa, abandona las aguas de frontera, pon rumbo hasta aquel
puerto, lecho hediondo, y cierra allí la luz, como era la
costumbre. Llega de noche en calma: la humedad de la niebla, a
jirones visibles, va con el mar y va contigo. Nueve días no serán
bastante.
Copulando por nada, es lo real tu delirio. Así que escucha: déjanos
conocer por una vez la muerte.
Tampa en sueños celando. Zarpa en vela.
Deja por una vez las aguas.
3.
Wo Wasser ist, karm man noch einmal leben
PAUL CELAN
Hasta que hizo el silencio
que el extravío pudiera
con todo nuestro silencio
se negaba la espuma a susurrar
sentido:
oración:
el peso de la tierra
la rotura.
Ahora el tiempo declina
mirando serenarse el aire
sobre el mar.
Donde hay agua
otra vez se puede vivir.
4.
cruzando a contratiempo
BANDA JACHÍS
Suena el viento cruzando acontratiempo el viento cruzando a
contratiempo el viento cruzando a contratiempo el viento
cruzando a contratiempo el viento... extensión al final sin lugar,
que esta noche parece irremediable. La tormenta de luz no la
interrumpe. Solícita, va a más: deriva sepultada como nieve que
en el fondo del agua se deshace.
Mar abriéndose con la tinta negra. Gaviotas, al azar, buscan refugio
dichosas. No me miran, por el mundo que de eso nacería.
5.
si la tierra tiembla
se hunde en el mar
MANU CHAO
suena mi sueño
¿no ves que la tierra se hunde?
por el suelo
por el mundo que de eso nacería
ahora que nadie escucha
peor pues que el mundo la tierra
deja de respirar por la frontera
es el momento
ahora
que nadie escucha
6.
Calma después del silencio. Espuma blanca, mansa, contra las rocas
bate, sin poseerlas. El mar de noche avisa del luto sin nacer en
los cuerpos que duermen sobre el agua en vano. (Faltó de golpe
el aire. Llegó la madrugada.) Desde el negruzco fondo, hacia la
costa, donde se escucha a tientas lo no dicho, están volviendo
hasta la superficie. De nuevo están delante de mis ojos.
1/
como nada queriendo
escribir sobre el muro
hacia adentro del muro
con la mano imposible
(para Marina Garcés
y Santiago López Petit)
2/
sin dádivas ni viento
sin nombre ni ocasión
aún revuelan los pájaros
callados en su noche
3/
el árbol cae en la luz
turbia lo vi caerse
al azar en la luz
de la desolación
4/
orfandad del sonido
una voz no se queda
con nada una letra
no se queda con nada
5/
dolor razón de más
de más ceguera va
viendo abrirse el candor
en la separación
6/
¿adónde estáis creciendo
con los ojos abiertos?
os busco sin razón
testigos de qué mundo
7/
sí lo que no pasó
más duele más espera
que lo que sí pasó
la realidad qué sabe
8/
desposesión sin ira
va en los árboles mudos
creciendo más de dentro
dando (en) lo que no vi
9/
rayando en el cristal
con una piedra oscura
hasta que el aire suene
con la luz que no existe
10/
significar perder
las palabras de vista
para alcanzar qué tierra
donde nadie perdona
Será la ignorancia que me adorna, pero los poemas de Antonio Méndez me han sorprendido, porque estaba convencido de que en tierras peninsulares no existía este tipo de poesía, que no renuncia a nada: ni a la fantasía verbal, ni a la confrontación con la realidad: me recuerdas a Gelman y a Juarroz y esto no es en absoluto una crítica, sino más bien lo contrario. Un saludo desde Canarias.
Esta nota es para los generadores de "El Almacen": llevo unos pocos meses siguiendo su ciberrevista: mis felicitaciones. Sólo decirles que están enlazados desde mi bitácora: Islas en la Red. Sigan así. Saludos desde las Islas.
Comentado por Daniel Bellón el 14 de Octubre de 2003 a las 10:31 AMPues muchas gracias por la parte que nos toca. La verdad es que esta sección de Los Poetas no persigue otra cosa que la que parece que se ha logrado contigo: dar a conocer otros poetas, apartados del parnaso y con unos discursos poéticos por lo general mucho más interesantes que los oficiales.
Gracias de nuevo.
Saludos.
Comentado por Marcos [Almacén] el 14 de Octubre de 2003 a las 10:43 AM