Superamiguísimas amigas mías E otras personas lectoras que haigan caído en mi tela de araña verbal por accidente para ser devoradas sin piedad, no dejando más que la carcasa para que se oxide y se convierta en polvo: hola, soy Ramiro Cabana y esto es RADIOTERAPIA, la penúnica columna dedicada íntegramente a hacer mofa de lo que en nuestra bienamada Espéin llamamos... ejem... radio.
Debo explicaros, antes de lanzarme de lleno, o de relleno, al kit de la qüestión, que llevo dos semanas currando como loco. Estoy hasta los fabricantes de testosterona de destornilladores, destornillos, cables y otras vainas del ifi, ¡pero por fin lo he logrado! Me he instalado un sistema supermoderno de altavoces por todo el palacete para poder oír (que no escuchar) la radio en SENSURROUND. (Mi chavala se ha ido de vacaciones y ha prometido volver con un martillo que ponga Rdo. de tu paso por esta casa, mamón. Así que aquí estamos yo y Borja, el perro salchicha más famoso de esta columna, oyendo la radio.
La verdad es que últimamente tengo los poros llenos de un polvillo blanco que se desprende del techo cuando pongo la radio en SENSURROUND a tope de volumen. Tendríais que haber visto la que se armó el otro día en la calle cuando puse el partido que el Barça jugaba a las doce de la noche contra el Sevilla (empate a uno). ¡Ha venido la poli y todo! Porque claro, tengo que tener los ventanales del palacete abiertos para que no revienten los cristales, y un vecinillo madridista tuvo que venir a dar la murga y armar escándalo justo cuando Borja y Cabana estaban celebrando el gooooolaaaaaaaaaaaazzoooo de Ronaldinho. (Habrá llamado a centralita a pedir refuerzos, después de que un servidor le recomendara CORTÉSMENTE, cuando vino a llorar porque su empleo de funcionario le obliga a fichar todos los días a las ocho, que se dirigiese a recibir un supositorio de solomillo por vía rectal. Cómo es la gente, ¿eh?)
Joder, llevo ya todo este rollo, y todavía no he empezado: parezco un crítico de cine de El País. Será porque tampoco tengo gran cosa que decir. Bien, descartadas ya las pajas, vayamos al grano.
4 de septiembre: Olga Viza ha sido despedida de los informativos de Antena3. Boris y Gemma la entrevistan en el programa de la tarde de la SER. Le preguntan si no habrá sido despedida porque no es políticamente correcta. Lo cual significa que no ha depositado el número necesario de ósculos en los glúteos de EL PARTIDO. El resto de locutores en el programa, que como soy nuevo en esto de la radio, no tengo ni ligera de cascos idea de cómo se llaman, o los llaman, se dedica a decirle que no se preocupe, que las cosas van a salir bien, que cuando le lluevan las ofertas tenga paciencia y escoja con cuidado, y otras cositas de amiguitos y amiguitas. Es como cuando alguien se muere y todos decimos UFFFFF! Menos mal que no he sido yo; y luego a la familia: Te acompaño en el sentimiento, querida.
Semeja ser, y lo digo sin pajolera idea, amadas amigas migas, que hay reestructuración en los medios adictos al régimen. Esta movida de Olga en A3, Jiménez Losantos incorporado al matutino de la COPE... ¿No será que el PP se está preparando para las batallas electorales que se avecinan y quita a los menos osculadores e inserta a los más osculadores en los programas donde puede? Hay algo en el aire. Algo con un ligero tufillo a lo que huele cuando uno se introduce, con cucharón de plata y levantando el meñique, un kilo y medio de excremento humano en la boca. Y no del propio.
Olga Viza: “Yo tengo metabolizado que otros colegas corren el mismo riesgo.” Muy interesante eso del metabolismo. Eso quiere decir que la persona que lo dice, ha ingerido esa información, la ha digerido, parte ha ido al hígado, donde ha sido convertida en sangre; y parte ha ido a parar, por un camino tortuoso pero bien organizado y harto conocido, a la depuradora de aguas residuales más cercana. Ahora, queridas hormigas, lo que yo quisiera saber es qué información ha ido a dónde.
BIEN. Eso lo escribí, el día 4 y hoy es 12. En el ínterin (qué bonita palabra, que suena a tintineo de campanillas y otras cositas limpias y puras y brillantes y metálicas). ¿Por dónde iba? Ah, sí, por el ínterin. En el ínterin, anda por todas partes la noticia de que A3 está de regulación de empleo. Que, en términos empresariales, es como estar de regla. Con toda la pérdida de hierro y vitaminas y fuerzas y los dolores dolorosos de barriga y todo eso que ya conocéis. O sea que todo lo que he dicho aquí arriba es mentira. A Olga Viza la han despedido para ahorrar dinero. No iban a dejar de pagarle a Buruaga, ¿verdad?
Esta mañana se me ocurrió la brillantísima idea de poner la COPE para ver qué decían. Y dijeron: “Cadena COPE, la radio que llevas en ti.” ¿La radio que llevo en mi? ¿Y eso qué conho significa? ¿La radio que llevamos en nosotras, en nuestro bello y escultural cuerpecillo de sílfides mentales, amigas? ¿La radio que llevamos en nuestro noble (o doble) e inmobilizado (por inmobiliaria, ¿lo pilláis?) espíritu espiritual o nacional? ¿La radio que llevamos en el flujo sanguíGneo (por petrificado)? ¿La radio que llevamos en un chip que nos han injertado en el hipocampo como si fuésemos personajes de la hoy aburridísima serie Expediente X? ¿La radio que llevamos en la cabeza y nos obliga, por medio de unas voces que no sabemos de donde vienen, a obedecerla y a cometer crímenes horrendos? ¿La radio que llevamos metida en el culo, y que hay que extraer de vez en cuando para pasarle un trapito? ¿No será la radio que hemos metabolizado? ¿No será la radio que escucha ese pequeño franquista que todos llevamos dentro? ¿Queridas amigas?
Porque si la llevo en mí, es que la he metabolizado, ¿NON? ¿Y si es así, qué parte habrá ido a dar a mis venas y qué parte habrá ido a parar a la depuradora? ¡Ah, los inescrutables misterios de la radio, amiguitas mías! Pero NO OS PREOCUPÉIS. ¡Aquí está Cabana, vuestro máximo héroe, para averiguar esos misterios y otros muchos más! Así que ya lo sabéis: no os perdáis las próximas entregas de RRRAAAA-DIOOOO-TEEE-RAAA-PIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, la penúnica columna de radio que yo conozca.
¡Borja! ¡Borja! Ven aquí y despídete de estas amables señoras que han venido a leernos. ¡Borja! ¡Borja, NO! ¡La alfombra, no! ¡BORJA!
Perdón, tengo que irme.