Bienvenidas, Queridas Amigas Personas Lectoras, una vez más a una columna de vuestro heroíno, Ramiro Cabana, o sea, yo. Durante la última temporada habéis podido enteraros de las maravillas que la caja lista puede contener, con toda su incontinencia, y os habéis maravillado tanto que casi os habéis tenido que cambiar las bragas cada vez que un servidor os brindaba su columna. Por eso, en Almacén no me han dejado abandonar, aburrido como estaba de tener que ver la tele cuando a mí lo que en realidad me gusta es dirigir mi dulce mirada a la pared y contar las grietas. (Es muy instructivo ese pasatiempo, tendríais que probarlo. Sobretodo si vuestro hogar padece de aluminosis y puede que se caiga en cualquier momento. Yo, como sabéis de sobra, sobradas amigas, habito un palacete del siglo XV, junto con mi chavala y mi perro salchicha Borja, y no tengo esas preocupaciones.) Así que me quedo en el gran Almacén, dirigido por uno de mis héroes personales, Marcos Taracido. Si permanezco, amiguitas, la culpa es suya, y a la vez que lo culpáis, debéis darle las gracias. De rodillas.
La nueva columna, como ya habréis tenido ocasión de verificar, utilizando toda vuestra sagacidad lectoril, se llamará y se llama RADIOTERAPIA. ¿Y por
qué semejante título, queridas amigas que padecéis de titulitis? Pues porque
la radio en nuestro país, la mundialmente famosa Espéin, ¡ES CANCERÍGENA!
Tenía un amigo, bueno un conocido que no se bien cómo se llamaba, que de
tanto oír la radio, murió de un cáncer interdental en un oído. ¿Y qué me
decís de todos esos radio jubilados, que los domingos por la tarde deambulan
calle arriba y abajo, bien aferrados al andador, escuchando el fútbol para
ver si les da, de una vez por todas el merecido ataque de miocardio, y nos
dejan a los demás con una pensión menos que pagar? ¿Eh, amigas? ¿Qué decís a
eso? ¿Me escucháis? ¿Hola?
La radio espeinola es, efectivamente, cancerígena y metastásica. ¿Se dice así? Da igual. Lo importante es comunicar, ¿verdad, queridas? Y lo es porque cuando a una emisora se le desbocan las células malas y empieza a tener éxito, todas las demás la copian. ¡Que poca variedad! ¡Qué cursilería! ¡Cuantas chorradas habré de oír para mantener vuestra atención, para haceros felices y recibir todas vuestras cartas de apoyo y benevolencia! Ayer mismo, per exemple, salía un tío en la SER hablando de cuestiones científicas y de repente dijo: “Si pudiéramos fabricar neutrinos...” Así, a lo bestia, en Espéin, donde los únicos aceleradores de partículas que tenemos son esas narices que inhalan coca todas las noches marbellíes que tanto nos llaman la atención, deseamos y ansiamos. ¿A quién se referiría ese pobre iluso al usar la primera (querida) persona (lectora) del plural? A los esepeinoles no, por supuesto. ¿Sería a la Humanidad en general? ¿A Occidente? ¿O a los gringos?
Yo voto por la opción C, a los gringos. Entonces todo tiene sentido. Verbigrasa: ese tío, cuyo nombre pienso desconocer de aquí al fin de los tiempos, curra para la SER, que curra para el Grupo Prisa, que QUISIERA currar para los gringos. Y no hay nadie más gringófilo en Espéin que Prisa, a excepción mía, claro. Así que cuando alguien de la SER dice “Si pudiéramos fabricar neutrinos,” en realidad está diciendo “Si nosotros los gringos pudiéramos fabricar neutrinos”: porque los de Prisa en realidad quieren ser americanos, quieren que Espéin sea el estado quincuagésimo segundo de la Unión (Puerto Rico es el quincuagésimo primero). Y esa noble aspiración es un pelín cutre, ¿no, my friends? ¿No es de un país de medio pelo decir Que inventen ellos y cien años después decir Hostia, que inventen ellos y además nos mantengan?
También, en todas partes, se habla mucho del Síndrome Posvacacional. Lo sufre uno de cada tres espeinoles y es una cóctel letal de depresión y ansiedad que deviene cuando nos damos cuenta de que la vida que hemos escogido es una puta mierda y no nos queda otra que volver a ella con alegría y entusiasmo. Es lo mismo que el síndrome del lunes de cuando éramos chavales y chavalas y había que volver al cole tras un fin de semana repleto de drogas, alcohol y folleteo. O sea que somos unos lloricas. Médicos, maestros, periodistas son los más afectados: vamos, profesiones en las que hay que tratar con otra gente. A los albañiles, en cambio, no les afecta. ¡Es una enfermedadcita de la clase media! Por eso se habla tanto del asunto.
Paso a la COPE de esta mañana, último domingo de agosto. Sale una tía en Al sur de la semana y dice que Aznar y el sucesor Mariano Rajoy están encerrados en una finca de Toledo. No pregunto qué estarán haciendo porque soy una persona tolerante y liberal. Lo que me pregunto es ¿en qué sentido es Rajoy sucesor de Aznar? ¿Ya se da por hecho que ganará las elecciones y será el próximo Presidente del Gobierno? ¿Así de anti-democráticos somos? Y en el caso de que lo seamos, ¿podemos llamar a Rajoy El Suce?
Bien, amiguitas, he llegado al final de mi cuerda y debo largarme a hacer otras cositas más interesantes que oír la radio. Os deja hasta dentro de quince días, vuestro amantísimo critiquillo de los medios, R. Cabana. Besos.