Amigas ilustres, no lo sabréis, porque nadie lo sabe y nadie lo ve, pero los domingos por la noche Televisión Espeinola emite un programita de concurso intitulado Mi Planeta. Y no, no vienen extraterrestres a contarnos nada del otro mundo, u otros mundos. Vienen gente menor de edad, acompañada de un adulto de su familia (para que no les pase nada) y un famoso (para que crean que les ha pasado algo).
El programa-concurso es la típica tontería donde te enseñan un vídeo y luego te hacen preguntas sobre lo que ocurre en el vídeo. Es lo mismo que cuando pasan la jugada del gol anulado mil veces y luego le preguntan al árbitro jubilado si es gol o no. Pero ganando menos pasta.
Además, con este programa TVEspéin nos hace una vaselina muy bonita porque lo han de anotar como programa educativo. Y lo es, no me malentendáis, suspicaces amigas mías. Pero a lo que enseña este programa es a no quitarle el ojo a la pantalla ni un instante: a no apartarnos nunca de la tele, ni para ir a mear, aunque sea en los anuncios: porque perderemos. Los ganadores permanecen atentos a la pantalla SIEMPRE. ¿Entendido?
Después, la información que pretende colar como educativa E informativa es absolutamente inútil. Por ejemplo, ¿sabíais que el elemento curativo del emú es la grasa? Si un día estoy enfermo y tengo un emú a mano, lo tendré en cuenta, os lo aseguro. El emú, sé que os lo estáis preguntando, preguntonas queridas mías, es un ave corredora de gran tamaño, herbívora, con alas muy reducidas, que vive en las llanuras de Australia: lo miré en la Larousse. También aprendí, en el programa, no en la enciclopedia, que el emú tiene los huevos de color verde. Eso me castigó bastante la curiosidad y acabé echándole un vistazo a la entrepierna de Borja, mi perro salchicha, por si las moscas (¿cojoneras?). Y Borja no los tiene verdes. Yo tampoco.
Mi Planeta me informó también que la ardilla voladora y el sapo del río colorado son animales que viven de noche, igual que el adolescente espeinol común. Lo que no sé es si en el río colorado hay botellón, por lo menos entre semana, como en mi ciudad. El botellón es un elemento curativo del adolescente común espeinol que proporciona empleo. A la mañana siguiente, las brigadas de limpieza vienen con sus escobas y sus mangueras a limpiar la plaza de botellas, vasos, papelotes y vomitonas.
La vomitona botellonesca es una trampa que el adolescente espeinol común tiende a sus víctimas. Llega un momento en la noche en que el adolescente espeinol común tiene hambre. Entonces vomita. Y cuando un perro pasa y le echa una olfativa a la vomitona para intentar averiguar que coño puede ser aquello, el perro se desmaya con los efluvios alcojólicos que desprende la vomitona y entonces el ágil adolescente espeinol común le echa el guante, lo desnuca con una piedra, lo despelleja con los dientes, lo asa con el mechero y lo devora acompañado de ganchitos crujientes y regado con un excelente calimocho. ¿Lo veis? Ahora vosotras también habéis aprendido algo.
Para terminar, debo avisar a los padres del adolescente espeinol común que no deben preocuparse: si pasa algo, ya les llamará la policía.
Saluditos.