ÁNGELA Y CLARA - LAS CHICAS CON LOS CHICOS, de Calo. Ed. Undercómic, 4,50 euros.
Entramos en una temporada en la que los regalos vuelan entre unos y otros. Independientemente de las inclinaciones religiosas de cada uno de nosotros, lo que está claro es que nadie (o casi nadie) se escapa de tener que comprar algo a alguien cercano. Bueno, a mi, en este caso me viene bien.
Compren un tebeo.
Es algo que impide, con casi toda seguridad, tener que devolver el regalo porque sea algo ya repetido en casa del receptor. Y si además, estamos hablando de un tebeo que le puede gustar igualmente a un chico o a una chica (hay pocos tebeos que tengan esta característica -testada personalmente-), no muy caro, y de un autor joven (que nunca viene mal un poco de promoción), pues sucede que estamos ante una opción de regalo ideal.
CALO, el autor, es un joven castellonense, que realiza unas historias -en este álbum- en base a dos personajes (las del título) adolescentes, encantadoras, turbadoras, experimentadoras, descaradas, cercanas, ruidosas...
Son, como el mismo CALO describe en la solapa, esas vecinitas de arriba que cuando le ven, dejan escapar una risita, porque ya tiene usted edad de que la tripa se le descuelgue (y, de hecho, eso sucede), y él, en lugar de enfadarse con ellas, va y las dibuja y les inventa unas historias, y unos amigos, y unas experiencias nuevas... todo ello delicioso.
“Delicioso” sería la palabra que mejor define este trabajo.
Sí señor.
En unas páginas repletas de viñetas pequeñas, pero llenas de detalles, de texturas, con una suavidad narrativa asombrosa, hacen que deseemos conocer más de Ángela y Clara, y que no crezcan; o sí, pero que CALO nos lo cuente igualmente. El álbum contiene dos historias de 16 páginas en las que hay un salto en el tiempo para las protagonistas de las historias. En la primera están en la pre-adolescencia más hormonalmente revoltosa, y en la siguiente ya tienen edad de quedarse solas en verano, en casa (al menos, una de ellas), y de comenzar a tener sus primeros trabajos.
Y ahora que lo pienso, si no quieren hacer un regalo a nadie, cómprenlo para ustedes igualmente, y se lo leen. Ya verán como para el próximo cumpleaños tienen el regalo perfecto.
Acuérdense del nombre: CALO. Historias deliciosas. Se lo digo yo (y encima, es amiguete).