Queridas amigas: Tele por un tubo, POR FIN, ha encabronado a alguien, o por lo menos le ha molestado ligeramente, y despertado, si no una polémica, sí una conversación, un intercambio de palabras. Y las palabras, amadas mías, son mi única razón de ser. Aparte del palacete, mi pantalla de plasma y las bellezas, interior y exterior, de mi chavala, claro.
Ahora: os permito que lo digáis: Eres un mierdas, Cabana, utilizando tu columna, tu percha de privilegio en este mundo cruel para argumentar con nocturnidad y alevosía, o sea, de noche y por detrás, cuando el adversario sólo tiene la sección de comentarios en la parte INFERIOR de la página. Y yo os respondo, amadas lectoras: PUES CLARO.
Lo que hago es dirigiros al origen del intercambio (https://www.librodenotas.com/almacen/Archivos/002148.html#002148 ) y abrir el campo a quien quiera venir a jugar. Al mismo tiempo, hago visible la opinión de la lectora frnd, o sea Fernando, y también friend, persona amiga. ¿Llamándote amigo, te soborno lo suficiente, frnd? Si no os dirijo, amigas, la opinión de frnd hubiera quedado sepultada electrónicamente en las catacumbas del olvido de nuestro archivo. Y así no tiene gracia.
¿Y por qué, dudaréis golosas amigas, responde Cabana, dueño de una altivez sin límite y de una desvergüenza sólo rayana con la del Gobierno en la catástrofe de Galicia, a un lector disconforme con una breve duda semántica? ¡Pues porque de eso se trata la internet de los cojones!
¿No es, no puede ser, este medio, una celebración del vaivén de las ideas y de las opiniones? ¿No es esa la gran virtud anti-totalitaria de la red? Contra la tele no podemos hacer gran cosa. Podemos apagar el aparato o cambiar de canal. Pero contra Cabana, mientras se trate de palabras, se puede todo, ilustres amigas. O casi.
Frnd está molesto por culpa de mi ataque a los curas. Esa otra especie. ¿Por qué tendré YO tan malos modales? ¿Por qué atacar a esos pobres síndicos de Valladolid?
En un país donde está prohibido hablar, donde está prohibido hablar de la cuestión nacional desde cualquier ángulo, donde está prohibido hablar de la Constitución, donde está prohibido hablar de la verdadera democracia que queremos, donde está prohibido hablar de la religión oficial y del apoyo que le presta el gobierno, ¿por qué un ataque gratuito, de tan mal gusto?
Y me refiero a hablar de verdad, a discutir de verdad, a tomar las decisiones de verdad.
Cuando digo que está prohibido hablar, los que no pueden hacerlo me entienden. Y también los que no quieren que podamos. Sí, es la hostia de demagógico plantearlo así, pero no lo hago para incluir, para que me votéis, sino para excluir, para que os pongáis a la contra, para que os encabronéis y rompáis vuestro silencio y os unáis a la secta de los que hablan, de los que salen a la palestra y dicen: no me gusta este gobierno, esta falsa democracia, partitocracia, de los vendidos y los comprados. Os excluyo para que os unáis. Cuando me atreva a salir del palacete, me meteré a político, ¡y me haré rico!
Pero me refiero a hablar en serio y en los parlamentos, en los foros cívicos, en las comunidades de vecinos, en las elecciones y en los referéndums. Eso, sin que venga el filibustero de turno y bloquee el diálogo o la bronca o lo que haya porque no es el momento o el lugar. Porque no está en el orden del día, queridas amigas, o simplemente, porque es de mal gusto.
Y aquí ya no me refiero al amigo frnd. El es un amigo porque sale y dice, Oye Cabana, eso está mal, no estoy de acuerdo, y aporta sus razones. Ahí ya tenemos un inicio, un principio de diálogo. ¿Pero cuántas veces no se cierra el diálogo, o la bronca, antes de que empiece?
¿No es para eso el famoso Y TÚ MÁS del Gobierno? ¿No sirve para eso el epíteto DESLEAL? ¿No está hasta el partido más pequeño bloqueado de ciertos temas porque no son bonitos en las elecciones o en los índices de audiencia o en los intereses de los dueños de todo, incluida la tele que veis y de la que tengo que defenderos constantemente? ¿No estamos muertos de miedo de decir lo que pensamos, pensándolo, pensando? ¿No hay quien se llena los bolsillos de buena y bonita pasta gracias a nuestro silencio?
¿Por qué no lo soltamos, queridas amigas personas lectoras? ¿Porque hace tanto frío ahí fuera donde se dicen las cosas? ¿Porque en la tundra de la libertad donde se dicen las cosas, puede que nos digan algo feo, algo que sea verdad, algo que destruya nuestra comodidad inmóvil, algo que nos destruya el pequeño ego con el que nos calentamos en el invierno?
Hay países donde la gente muere por llegar hasta donde estamos nosotros. Nuestro silencio los traiciona.
Y yo también tengo miedo, amigas, amigas mías. Por eso me escondo tras mi pantalla de plasma y me encierro en el palacete a verlas venir. Yo también estoy desnudo y desarmado, queridas (si me mandáis unos euros os envío la foto). Pero tengo la internet, y eso me da libertad.
Y si sumamos nuestras libertades, queridas amigas personas lectoras, ¿qué pasaría?
Feliz navidad y próspero año nuevo.
(Un saludo, frnd)
Decia el amigo Ramiro Cabana;
>Pero tengo la internet, y eso me da libertad.
Solo de momento,amigo mio.En Octubre del 2003 entra en vigor la LSSICE con todas sus consecuencias.
>Y si sumamos nuestras libertades, queridas amigas >personas lectoras, ¿qué pasaría?
Ley creada precisamente para evitar,en lo posible,esas posibles "sumas" ;o)
Un abrazo optimista ;o)
Visió
Que no nos quiten la libertad amigo Cabana.
Otro optimista que os deasea un a~o mas libre.
Frnd
Comentado por Frnd el 20 de Enero de 2003 a las 08:20 PM