Hola niñas. Bienvenidas, un año más, a esta, vuestra revista en la red: ¡ALMACÉN!, la revista que nunca se cansa, obra y maravilla indiscutible de Marcos "El Mago" Taracido, nuestro jefe venerado y castigador favorito.
Bien. Habiendo terminado con las ya tradicionales lamidas de culo, cabe hacerse una pregunta de oro. (¿Lo pilláis? Caca, oro, se supone que simbólicamente son una y la misma cosa sabrosa). Pregunta de oro: POPstars ¿televisión o excremento? Eso es lo que lleva todo este verano de lluvias inquiriéndose febrilmente vuestro esclavo ante el televisor, Ramiro Cabana, el último defensor de... bueno, de lo que sea. La verdad es que soy un héroe, sí, pero alguien tenía que serlo, ¿no? Volvamos al tema.
Con sinceridad absoluta, os advierto que yo no quería escribir sobre POPstars. Cada vez que sale el dichoso "programa" y, simultáneamente se posa mi dulce mirada sobre la pantalla de plasma que cubre una pared entera del palacete donde mi chavala me deja vivir con ella (claro, a cambio de toda suerte de proezas psico-sexuales), una vocecilla, como de marciano de lata, dentro de mí, grita: ¡CACA! ¡CAAAAAACAAAAAA! Han tenido que venir los bomberos y todo.
Sin embargo, innumerables de vosotras, mis lectoras incondicionales - a condición de que siga escribiendo estas alegres babosadas, tan contrarias a un espíritu sublime tal como el mío - me lo habéis pedido. NO. Me lo habéis requerido. Incluso he recibido cartas electrónicas obscenisísimas exigiéndolo y prometiendo cosas que no cabe repetir porque me pongo caliente. Gracias por vuestro apoyo, amigas.
(Un momento. Escribo esto en un bar - yo también tomo café, queridas amigas personas lectoras - y a mi lado un imbécil se está dejando el sueldo de un lustro en la máquina tragaperras. Joder, cómo se pone el tío cuando no viene la camarera a darle cambio.) (Pensé que os gustaría este bello apunte costumbrista.)
Bueno, vamos a lo de POPstars. ¿Preparadas? La segunda pregunta que emerge del revuelto de sesos que me da por llamar "mi cerebro" al ver que en la pantalla de plasma aparece POPstars es: ¿A QUIÉN COÑO HAY QUE PEGARLE?
(¡Atención! El ludópata de al lado acaba de pedirse un Veterano con hielo; todavía no son las once de la mañana.)
¿Hay que pegarle a los productores? ¿A un niño que vaya pasando junto a nosotros por la calle? ¿A cualquiera? ¿Al ludópata del Veterano? HAY QUE PEGARLE A ALGUIEN, JODER.
Joder.
La verdad es que soy un envidioso. Lo que a mí me gustaría a tope es ser una chica POPstars. Y lesbiana, claro. ¡Oh, señor, que no se me canse la mano, ni el dedo, nunca! ¡PORFA!
Porque sí, amadas amigas, el morbo de POPstars no es otro que el de las manualidades. ¡Viva la paja! ¡Esas tetitas, esos piernones! ¿Qué más puede pedir el adolescente medio, el paterfamilias en chándal, el héroe que siempre os defiende, o sea yo? Hasta las niñas que ensayan en el salón de sus hogares para el próximo cásting de POPstars se hacen pajas. ¿Qué es POPstars si no la paja del verano? Sí, amigas, gritad conmigo: ¡QUE VIVA LA PAJA!
Y sí, tal y como la paja es importante para mantener la salud procreativa, POPstars es absolutamente imprescindible para nuestro bienestar televisivo. Pero como ya sabéis, amigas personas lectoras, la tele - lo mejor del mejor de los mundos hasta ahora posibles - no es otra cosa que paja pura, pura paja, paja para buscar agujas y paja para ejercitar el miembro. La tele es nuestro mejor placebo.
Gracias a POPstars y similares, hemos llegado al profundo conocimiento de que ser una estrella no es fácil. Y de que tampoco importa demasiado serlo. Eso, sin embargo, no es medicamento suficiente para la desquiciada alma contemporánea, es puro placebo. Placebo capaz de curar, sí, enviándole una información falsa o equivocada - pero terapéutica, lo sabe bien el ministro portavoz - a nuestras trilladísimas mentes. El verdadero medicamento televisivo es la paja. Eso es lo que cura, y también lo sabe el ministro. Miradle la mano si no. Mirad cómo la esconde, el cabrón. Gritadle: ¡Si vas a tirar piedras no escondas la mano, PAJERO! Menos mal que ha sido destituido.
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay, como suspira vuestro Cabana, amigas, con estas elucubraciones tan sesudas, tan revueltodesesudas. Ahora, volvamos a la pregunta del principio, os la recuerdo: POPstars, ¿televisión o excremento? Lo habéis adivinado: es ¡televisión! Eso os merece un premio: el derecho y el deber de echar un vistazo por este Almacén, que viene con muchas cosas nuevas, y hasta novedosas.
Feliz vuelta al cole.
MUY BUENO.. NADA MAS
Comentado por ASIMED el 27 de Febrero de 2004 a las 11:12 PM