Parece ser que los neuropéptidos son pequeñas proteínas que sirven de mensajeros de la memoria, almacenando los sucesos en unos pocos milímetros cuadrados de la parte frontal de la corteza del cerebro. Neuropéptidos. Palabra griega. Un criado de Aquiles tenía encomendado recordar a su amo que no matase nunca a ningún descendiente de Apolo, pues le traería la desgracia Y se olvidó, claro. Mató a Tenes, vástago del dios, y pagó con la muerte. Aquiles y él. Se llamaba Mnemón, el que recuerda, para que se vea que la predisposición nominal no elude el destino. Le fallaron los neuropéptidos. Para que no les fallasen, los griegos tenía a Mnemósine, personificación de la memoria. Y de Mnemósine tendrían que echar mano los jóvenes atenienses para aprender el repertorio de poesías líricas necesario para poder sentarse en lugar reservado a los cultos en los banquetes.
Más tarde el cristianismo naciente se aferró a los pequeños mensajeros protéicos para adoctrinar a los más pequeños:
Cuando el niño haya grabado bien el relato en su memoria, le pedirás otra tarde: “Cuéntame la historia de los dos hermanos”. Y si el comienza por Caín y Abel, interrúmpelo y dile: “No, no es ésta la que te pido; es la de esos otros hermanos cuyo padre les imparte la bendición”. Recuérdale en seguida algunos detalles significativos, pero sin proporcionarle el nombre de los hermanos. Y cuando él te haya narrado toda la historia, retoma tú la continuación del relato... [San Juan Crisóstomo]
En el Medievo pululaban juglares y trovadores con una ristra interminable de versos incrustados en su cerebro para ganarse la vida. Gratatio capitis facit recordare cosellas, que dicen los goliardos. Rascarse la cabeza hace recordar cosillas. No se lo debió tomar tan a broma el trovador provenzal R de B (lo siento, no recuerdo el nombre), que de gira por los Reinos Hispánicos fue quemado en la hoguera por no poder explicar satisfactoriamente cómo era capaz de recordar la ingente cantidad de versos que recitaba. No sin ayuda del diablo.
En el Siglo de Oro nos cuenta Agustín de Rojas cómo las compañías de teatro más modestas, la Farándula, viajaba por los pueblos con 10 comedias agrupadas en la parte frontal del cerebro, y las más grandes hasta con cincuenta. A dos mil versos de media, multipliquen. Y denle trabajo a los neuropéptidos.
Del siglo XVIII baste citar el título de una poema de Juana de Sigüenza y Vilches: Oda en honor de la memoria, virtud excelsa y altísima, egregio don que nos inspira y ordena toda la sabiduría, reafirmándola y mostrándola tal y como es y sus efectos, para que nuestros hijos la tengan por suya y se apliquen a ella. Apréndanse el título si pueden.
En 1843, Lindsay Plumber dijo encontrar en una pequeña región del África sur que no fue capaz de precisar una tribu que utilizaba el siguiente rito de iniciación para sus pequeños guerreros: cumplidos los 13 años, los nativos de ambos sexos eran situados frente a un baobab de, al menos, 18 metros. Entonces les daban un día de luz para observarlo. Con la noche, y en medio de la fiesta ritual, los adolescentes debían representar en la arena con fidelidad extrema el número exacto y la colocación en las ramas de los pedúnculos florales de los baobabs. Los que errasen en su estimación eran ejecutados por sus padres: quien no dominase su memoria no recordaría a sus ancestros y ofendía a los dioses.
De entonces a hoy, los almacenes de la memoria son conocidos por todos: teoremas, reyes godos, ríos, capitales y países, la Canción del pirata, la gramática, la tabla periódica, las fórmulas, el catecismo, las reglas ortográficas y hasta la tabla de multiplicar.
Y ayer, me ha llegado del colegio el hijo llorando: que si son unos bárbaros, que maldita profesora, que no hay derecho, que no le sirve para nada, que lo van a matar estudiando. Ahora tengo que ir a hablar con la tutora y decirle claramente que no quiero que obligue a mi hijo a saberse de memoria la dirección de casa.
Faltaría más.
es super jcu4nbhsn
Comentado por peaton el 25 de Noviembre de 2002 a las 07:36 PMes super buenno google
Comentado por peaton el 25 de Noviembre de 2002 a las 07:38 PMmuy buena informacion. Por favor tienen algo mas sobre los goliardos. Yo soy de Argentina y estoy haciendo porla calle algo parecido a lo de ellos.
Comentado por pedro nazar el 6 de Diciembre de 2002 a las 12:31 AM