Libro de notas

Edición LdN
Transtornos del sueño por Purranki Sandongui

Purranki Sandongui ha colaborado antes con Almacén en su columna Zasnujismo. Además publica la bitácora 3l Potadero de Bleturge. Su columna aparece los viernes. Esta sección dejó de actualizarse en julio de 2008.

Cómo despertarse

Iba los otros días hablando de no se qué con alguien y va y me suelta: a lo mejor es más probable que un muerto resucite que el que yo esté aquí hablando contigo. La discusión que envolvía esa frase no merece la pena, no sé por qué me meto a veces en cementerios de ideas. Empezamos hablando de Ratzinger, despúés pasamos a la disyuntiva putrefacción / resurrección de la carne y terminamos chocando de forma algo artificiosa con el solipsismo, que es donde me gustaría empezar hoy.

El solipsismo es eso de pensar que todo esto lo podría estar soñando un perro San Bernardo a puntito de despertar.

Hay definiciones con más apariencia de rigor, pero esta de arriba es la que prefiero yo. No quisiera ilustrar al amable lector acerca de qué cosa pueda ser el solipsismo. Por tres razones.

1. Porque para eso le han pagado una educación los padres del amable lector al amable lector.

2. Porque eso no es ilustrar ni es ná. No hay mucho que hablar acerca de temas de por sí refractarios al conocimiento: alma, wallhala, cuerpo salvífico de cristo, etc. El solipsismo viene a ser una más de esas ideas basadas en no poder demostrar la no certeza. Un truco del lenguaje, vamos, porque no puedo demostrar que Edgar Allan Poe no me haya espiado alguna vez en la ducha, y no me inquieta. Bueno, ahora un poco.

3. Porque yo no quería hablar exactamente del solipsismo, ni sobre el solipsismo, sino más bien desde algún punto al lado del solipsismo y poniendo una cara muy parecida pero con otro peinado.

Es decir, que lo que yo quería en realidad hacer es proporcionar una guía práctica con maneras de descubrir si estamos soñando. Si sólo estamos siendo soñados se supone que no es tan urgente porque al fin y al cabo no somos los protagonistas de la película. Así que lo dejo como ejercicio.

En fin, que he estado pensando unos días, si bien de forma un tanto circular como se ve, tratando de dar una solución digna al tema.

He descubierto que no sirve de nada eso de pellizcarse durante el sueño, como no sirve casi ninguna otra cosa. Lo de pienso luego existo, por ejemplo, se muestra particularmente insuficiente. Se puede pensar perfectamente durante el sueño. Cómo es esto? Porque si se recuerda bien, el cabrón de Descartes se salía de la trampa solipsista con un sorprendente “Dios no puede ser tan malo”. Descartes debe ser uno de los chulitos más sobrevalorados del mundo del pensamiento moderno. Ese mundo que es distinto del nuestro. En el mundo nuestro, al que llamaremos provisionalmente “tócame roque”, para ser un pensador basta con decir que no se ve la tele.

Resumiendo. Que durante el sueño se puede comer, pellizcarse, pensar, hacer exámenes, torturar inocentes y ganar la primitiva. Ninguna experiencia o experimento puede hacer que distingamos el sueño de la realidad.

Ninguno? no! Durante mi investigación he hallado uno que es infalible. Y no es el cogito ergo sum. Es mear. Hagan la prueba ustedes mismos. A cualquier hora del día, a la que les ataque una duda horrenda acerca del estrato de lo real en el que se encuentren o bien unas ganas locas de mear, vayanse a mear. Resuelve ambas contingencias a la vez. Antes de que termine la meada sabrán con seguridad si estan despiertos o si estan dormidos. A mí me ha pasao.

Es triste pero es así. Meo luego existo. Puaj.

Purranki Sandongui | 29 de abril de 2005

Comentarios

  1. javier cosetti
    2005-05-29 03:47 Hola me encantarìa saber que por lo menos a una persona le a pasado lo mismo que a mì, porque cada vez que comento lo que me pasa cuando duermo, me miran como bicho raro. si duermo boca arriba casi inevitablemente sueño pesadillas, pero eso no es todo; a veces “despierto” pudiendo ver lo que pasa en mi entorno pero sin poder mover ni un dedo y sin poder hablar. Veo el techo, la pared, los muebles o lo que alla al alcance de mi vista, pero físicamente estoy completamente inmovilizado !. luego pasa lo siguiente: mi respiraciòn se vuelve mas dificultosa y ya no es algo tan inconciente sino forsada, “como si no deberìa olvidarme de respirar”. estos efectos fìsicos me provocan eventualmente una sensaciòn de pànico. sumàndose luego que no puedo diferenciar lo que veo y escucho de lo que mi mente agrega como si seguirìa soñando pero el sueño se adapta y entremescla con lo que mis sentidos perciven como las personas a mi alrededor o lo que ellas hablan. logràndo finalmente emanar un gemido que es señal para que mi esposa que ya sabe que me pasa esto enseguida me despierte movièndome un brazo o alguna parte de mi cuerpo despertàndome asì con facilidad. desde ya muchas gracias por su tiempo.
  2. R
    2009-07-28 08:09

    Hola, me gusto lo escrito en el blog y parece una buena prueba de la blancura…. y con respecto al comentario anterior, te cuento que aquello que estas experimentando probablemente tenga que ver con viajes astrales y esas vainas. mi mujer y mejor amigo son caperuzos en eso y me cuentan que el asunto asi parte, durmiendo boca arriba. A mi no me pasa pq yo soy mas primate pa mis cosas. Pero si te interesa el tema, chequeate a Robert Bruce que mucho sabe de todo eso.
    Saludos


Librería LdN


LdN en Twiter

Publicidad

Publicidad

Libro de Notas no se responsabiliza de las opiniones vertidas por sus colaboradores.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
Desarrollado con TextPattern | Suscripción XML: RSS - Atom | ISSN: 1699-8766
Diseño: Óscar Villán || Programación: Juanjo Navarro
Otros proyectos de LdN: Pequeño LdN || Artes poéticas || Retórica || Librería
Aviso legal