TdC es un diario de lecturas, un viaje semanal por la cultura. Marcos Taracido es editor de Libro de notas. Escribió también las columnas El entomólogo, Jácaras y mogigangas y Leve historia del mundo [Libro en papel y pdf]. Ha publicado también el cómic Tratado del miedo. La cita es los jueves.
Fragmentos de un diario roto, VI
Martes, 20 de marzo
Sobrevuelo sin demora la sección de economía de los periódicos, con la certeza de que obvio el oráculo del mundo.
Viernes 23, sábado 24
Sigo la agonía y muerte de Iñaqui Ochoa en el Himalaya, a 7400 metros de altitud, esperando durante cuatro días en una pequeña tienda de campaña un rescate que no pudo llegar. No debería conmover en absoluto: el 40% de los que suben el Annapurna mueren en el intento; la hazaña, además, es individual, sin beneficio alguno para la sociedad y ni siquiera, en la inmensa mayoría de los casos, visibilidad mediática. Y sin embargo conmueve, estremece ese extraño heroísmo, emociona la solidaridad ciega, el compañerismo de los que arriesgan sus vidas en un ascenso vertiginoso para salvar otra vida. Quizás sólo sea admiración por la supervivencia y el dominio de la soledad y el frío.
Domingo, 25 de mayo
Horribles muñecos de carne hechos, al parecer, para asustar a espíritus de niños en China. El problema es que uno no sabe si prefiere convivir con los espíritus o con esos monstruos.
Miércoles, 28 de mayo
Llevo mucho tiempo queriendo escribir un elogio de las ferreterías. Me atraen de un modo difícilmente explicable. Quizás sea que ignoro el uso de la inmensa mayoría de los utensilios que allí se venden, y los percibo como un escenario de ciencia ficción, como aquellas tuberías barrocas que recorría el octavo pasajero. Quizás sea también la sensación que ofrecen de solventar el mundo, de cofre al que acudir para encontrar el elixir adecuado a cada crisis. Huele a sexo metálico en las ferreterías, una lubricidad herrumbrosa e infinita. La primera que recuerdo tenía el apellido de su dueño en un generoso rótulo: Malhecho.
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2008-05-29 12:22
Jo, los muñequitos de carne superan con creces tus extintas “teratologías”. Me estremezco cada vez que me recuerdan que hace un siglo escaso los occidentales pudientes adquirían momias para adornar sus salones. Tenía que ser un número tomarse el té en presencia de un sujeto seco, por no hablar de a qué me sabrían unos taquitos de jamón curado delante de semejante “espectador”.
Hoy noto un toque de angustia en los recortes de tu diario.
Me quedo con lo de las ferreterías. A mí también me sucede e igual sensación experimento en las papelerías. Es algo así como el vértigo del surtido, la fascinación ante una miriada de variaciones sobre el mismo tema: colores, formas, materiales, ... y cada elemento es personalísimo e insustituible, válido únicamente para un uso concreto y específico que ningún otro puede realizar con la misma eficiencia. No son simples tornillos: son indivíduos.
2008-05-29 13:56
Marcos, Miguel, ¿habéis visto todas las muñecas en presentación? Desde luego, Marcos, tu Teratología aportaba belleza al horror; la prefiero. Y prefiero no saber qué material en concreto usa este artista.
La entrada del viernes: genial, qué pocas palabras para decir todo lo que muchos andábamos pensando.
Un beso.
2008-05-29 15:06
Sí, de hecho parece que lo de China es un cuento, un hoax... lástima, aunque intentaré investigar.
Y bueno, es acertada la comparación con las papelerías, pero sucede que muy raramente encuentro una papelería lo suficientemente grande como para generar ese sentimiento, pues normalmente son mostradores o algún pasillo en un supermercado.
Saludos