Agustín Ijalba es escritor. Durante dos años mantuvo la columna de análisis de la realidad Por arte de birlibirloque En este espacio publicará Retales todos los lunes. Retales dejó de actualizarse en febrero de 2007.
Puede que el ciclo nos conforme según sus necesidades. Puede que el declive de lo virtual nos dibuje en un apunte vago y etéreo. Puede ser. Pero los años seguirán pasando, y los meses y los días con él, y nuestras vidas se harán más breves bajo su manto. La danza de la nochevieja es tan longeva como el tiempo que la constituye y nos da sentido. Somos tan supervivientes como ella.
En la configuración del rito molestan las preguntas idiotas. O se cree o no se cree. Ir más allá es una invitación a marcharse. Por eso, cada vez que se desean buenos augurios para el año entrante, se está renovando una querencia antigua, se renombra un vínculo que nos liga al espacio callado de la llanura, nos convertimos en espejos de un sueño que se sueña en la vigilia.
Hacemos que los años por venir sean como grandes frutos imaginarios que endulzan un espacio virgen, sabedores de la brevedad de una tregua que nos esconde por momentos de la terca realidad que nos circunda. Ya se resolverán en ella los años con toda su pesadez, que mientras tanto seguiremos dando rienda suelta a nuestro imaginario, seguiremos soñando que el año próximo será, cómo no, mejor que el que acaba de pasar.
Que la dicha os acompañe, y con ella la salud y la fortuna.