El 9 de julio moría acribillado a tiros Facundo Cabral. Un cantautor personalísimo que pasó por la vida con sigilo pero fiel a su propia filosofía, basada en la búsqueda personal, en la afirmación de la felicidad y en la huida de lo común. Él mismo dice en una entrevista que «no es un artista, artistas son Mercedes Sosa, una cantante excepcional, o Yupanqui, que es un coplero de primera; yo soy más un moralista que un artista, te movilizan otras cosas». Con una infancia durísima, abandonada la familia por su padre un día antes de nacer él y expulsados de la casa del abuelo paterno, emigran a Tierra del Fuego; con 9 años es alcohólico y lo encierran en un correccional. Gracias a un sacerdote aprende a leer y escribir y posteriormente a tocar la guitarra.

«Yo soy Facundo Cabral, y ahí no termina la cosa; / yo soy el hijo de Sara y con eso es suficiente», así se presenta en “Vengo de todas las cosas”:

Facundo Cabral. Vengo de todas las cosas

Siempre rindiendo tributo a su madre, le dedica esta canción:

Facundo Cabral. Ella no dice nada

En sus canciones pasa del recitado a la melodía con una voz potente y clara, con un profundo vibrato y un precioso glisando.

Sobre los políticos dice: «a mí no me llega esa gente, yo ando en otro lado, no pierdo tiempo con la política, nunca lo perdí.» «Y hablo de lo que no hablan los diarios. Los diarios hablan solamente de lo que interesa a una mayoría. Yo no creo en la mayoría como no creo en una minoría que gobierna a la fuerza, porque la mayoría sigue sentada en su casa.»

Pero tiene claro su sitio en el mundo: «mi canción no tiene una libertad absoluta, yo soy un tipo que jamás está en un medio (de comunicación)». Cantor de minorías, por tanto, personalísimo y con una filosofía que como ya han visto expresa en los recitados previos a las canciones, que de hecho no son presentaciones sino que forman parte de la propia canción, y con un modo de vida que se ajustó siempre perfectamente a esta filosofía.

A mi juicio uno de sus mejores temas es “yo no vendo, yo no compro”, de nuevo una muestra clara de su filosofía, que lamentablemente no he podido encontrar interpretado por Cabral. Les dejo un cover de zamy886 que no está nada mal.

Zamy886 interpreta “Yo no vendo, yo no compro”, de Facundo Cabral

«Rico no es el que más tiene, es el que menos necesita». Cuenta Facundo que conoció a Rockefeller y no sabía quien era hasta que alguien le leyó la tarjeta que le entregó. Rockefeller le preguntó «¿usted qué va a hacer mañana?» y Cabral contestó, «no sé, nada, lo que tenga ganas». «Entonces igual es usted más rico que yo», respondió el millonario. Esa filosofía es la que expresa Facundo Cabral en “Pobrecito mi patrón”.

Facundo Cabral. Pobrecito mi patrón

«Yo no tengo cosas porque me siento más liviano». Efectivamente, el cantautor no tenía casa propia ni propiedades, y vivía en hoteles, de un sitio para otro, haciendo honor a su canción más famosa, “no soy de aquí, ni soy de allá”:

Facundo Cabral. No soy de aquí, ni soy de allá

Uno diría que Facundo debió morir a manos de un dictador salvaje, de un poderoso molesto por sus mensajes, pero al parecer no fue así. Haciendo honor a su pensamiento de las cosas cotidianas, a su profundo pacifismo –llegó a ser propuesto para el Nobel de la Paz–, de su felicidad por bandera, opuesta a las grandes gestas, parece ser que murió por error, que los sicarios buscaban al empresario que lo llevaba al aeropuerto de Guatemala la trágica noche del 9 de julio. Sirva este artículo de pequeño homenaje a un hombre libre y feliz.

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