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Rarezas musicales por Francisco Serradilla

Visitaremos aquí, cada día cinco, intérpretes extravagantes, versiones poco ortodoxas, extrañas herramientas tecnológicas para crear o descrear la música. Quizá también recordemos a viejas joyas olvidadas. Estas rarezas se ilustrarán con videos provenientes de youtube, dejando en ellos la carga de la prueba de futuras demandas de la SGAE. No esperen encontrar aquí música de moda: está estrictamente prohibida. Francisco Serradilla también escribe Computación creativa y otros sueños.

Andalucía, la que divierte

El otro día publiqué en una red social “Verde, blanca y verde”, de Carlos Cano, explicando que para muchos ese era el verdadero himno de Andalucía. Como alguien contestó entonces, el tema es un tanto patriótico, como todos los himnos, claro. Pero como buen andaluz los nacionalismos me suenan a rancio, y creo que hay que estar muy alerta para que los politicastros no intenten aprovecharse de las sensaciones que la propia cultura local produce. Vamos, que uno tiende a perdonar los excesos en “lo suyo” más que en “lo extraño”, y hay toda una cohorte de aprovechados que viven de eso.


Verde, Blanca y Verde, de Carlos Cano

Pero hay una cosa que me gusta de la cultura andaluza, y es que es crítica como pocas, hacia fuera y también hacia dentro, empezando por el propio Carlos Cano. Carlos Cano fue un enorme defensor de “lo andaluz” en el terreno cultural y político. Pero al cabo de un tiempo de autonomía andaluza se decepcionó profundamente, y poco a poco fue quedándose sólo con lo cultural. Hay una época grandiosa en la música de Carlos Cano en la que critica lo que está viendo, y para mí es su mejor testimonio de la época que le tocó vivir. Muestras de esta crítica son El Salustiano, La murga de los currelantes, Viva la grasia y La metamorfosis.

¿Que lo de la especulación inmobiliaria es nuevo? No me hagan reir. Carlos Cano en 1977.


La especulación, de Carlos Cano

Y claro, después del “OTAN de entrada no” escribió esto:


Las murgas de Emilio el Moro, de Carlos Cano

Pero si sólo hubiera sido Carlos Cano el crítico no podríamos hablar de una característica de la cultura andaluza. Aunque ya ha salido anteriormente en “rarezas musicales”, no tengo más remedio que volver a poner aquí una de las primeras voces críticas de Andalucía, aún vivo y semi olvidado, símbolo de una generación anterior a la de Carlos Cano. Me refiero a Pepe Suero, y a su mejor tema, “Andalucía, la que divierte”.


Andalucía, la que divierte, de Pepe Suero

Y finalmente está la crítica y la autocrítica por antonomasia: el carnaval de Cádiz y su desbordante ingenio que no deja títere con cabeza. Ésta es para mí una de las letras más profundas y la protesta más auténtica que haya escuchado, aunque no lo parezca por estar teñida de broma, y, como suele pasar, la culpa de las cosas no es ni de los de fuera ni de los de dentro, sino un poco de cada lado.

«Aunque diga Blas Infante:
“andaluces, levantaos”,
perdón que no me levante,
pero estoy mejor sentao…»


Aunque diga Blas Infante, de Los Yesterday

Francisco Serradilla | 05 de julio de 2011

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