Libro de notas

Edición LdN
Pura Coincidencia por Santi Pagés

Un telefilm sin historia ni interés. Un culebrón con actores atroces y maquillaje pésimo. Una serie cancelada por falta de audiencia. Una novela gastada por los bordes. Una canción en repeat desde el lunes. Una pared cubierta con fotos de estrellas. Cada sábado, verán descomponerse una vida cuyo parecido con la ficción es pura coincidencia.

El ballet de Spandau

Piotr no ha venido hoy. Su Chaika negro y cromo no ha aparcado donde siempre, a las 9, donde cada día en los últimos cuarenta años. Piotr es un viejo zorro que ha sabido sobrevivir a los vaivenes de los tiempos, a las purgas, al Partido. No tan viejo ni tan sabio como yo, pero un buen zorro. Le recuerdo de los meses de los juicios, pequeño, judío, nervioso, ajeno a los cuchicheos entre acusadores y a las bravatas de Göring, mirándome impertérrito. Nunca se creyó que yo no recordara nada, aunque ya he olvidado si por entonces yo recordaba algo o fingía no hacerlo. Seguramente la familia de Piotr era ucraniana o bielorrusa, los primeros en caer, los primeros en ver quemada su aldeucha, poco más que una punto en el mapa. Por eso Piotr atraviesa El Muro cada mañana, los controles, las preguntas, y viene a mirarme a la ojos desde el otro lado de la calle, desde la ventanilla de su coche, a través de esta ventana con barrotes.

Pero hoy Piotr no ha venido. Y sin su visita de cortesía, algo parece fuera de lugar, distinto.

Desde hace veintiún años soy el único recluso en estas 147 celdas. Eugene hace tiempo que marchó, amonestado y degradado por los suyos. Sé que escribió un libro sobre mí y que tuvo éxito. Espero que honrara nuestra amistad en él, porque no me dejan leerlo. Veintiún años desde que soltaron a von Schirach y a Speer. El invertido y el loco. Uno, siempre gritando que era inocente. El otro, leyendo y caminando constantemente, sin cansarse jamás, como si el ascetismo fuera a resucitar a los muertos o a perdonar sus pecados. Culpa y pecado. Qué ideas tan ridículas.

En un rato saldré a caminar por las galerías vacías, por los corredores inmensos y repletos de ecos, ante la mirada indiferente de los guardas que me escoltan, aunque hace una semana llegaron dos nuevos que me vigilan con demasiada atención. Si no fuera por el periódico todos los días parecerían el mismo. Dieciséis de Agosto, diecisiete. Domingo o lunes. Los días no son ya medida de nada. Me cuentan, porque mi vista apenas me asiste, que el nuevo premier ruso es renovador y joven, y que no se opone a que me indulten. Pero yo quisiera quedarme aquí, donde no me molesten. Vivir en tregua, dejarles en paz y que me dejen. Bueno, excepto Piotr. Le he tomado cariño. Solo quiero visitar cada mañana mi jardín, el invernadero, poder cuidar de mis plantas y mis flores. Y tomar el sol. Hasta que venga a reclamarme.

Santi Pagés | 01 de agosto de 2009

Comentarios

  1. Marcos
    2009-08-01 13:54

    Es buenísimo, Santi, buenísimo.

    Saludos

  2. Santi
    2009-08-02 14:12

    Muchas gracias, Marcos.

  3. fede
    2009-08-02 23:08

    muy bueno.


Librería LdN


LdN en Twiter

Publicidad

Publicidad

Libro de Notas no se responsabiliza de las opiniones vertidas por sus colaboradores.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
Desarrollado con TextPattern | Suscripción XML: RSS - Atom | ISSN: 1699-8766
Diseño: Óscar Villán || Programación: Juanjo Navarro
Otros proyectos de LdN: Pequeño LdN || Artes poéticas || Retórica || Librería
Aviso legal