En su lanzamiento por parte de la editorial especializada en cómic de autor Astiberri, Panorama se anuncia como una mirada a la novela gráfica española hoy.
Se trata de un libro voluminoso, que responde a las ya clásicas proporciones estandarizadas de veinticuatro por diecisiete centímetros, solapas y portada minimalista a todo color. Perfecto para encajarlo en una estantería rodeado de otros libros o novelas gráficas, en casa o en cualquier librería generalista que admita estar en la onda.

Panorama ha sido coordinado por Santiago García, probablemente el divulgador de tebeos más respetado de España a día de hoy. Un señor mediático (en lo que conocemos como los límites de internet, claro. Habría que decir mejor activo en redes sociales), puesto al día, prolífico, que además es guionista y traductor de tebeos, introductor de obras y autores en nuestras retinas a través de su blog donde escribe apasionadamente de todos aquellos descubrimientos que hace cada día en la materia. Autor del libro de cabecera editado también por Astiberri La novela gráfica y coordinador también de otro libro publicado hace un mes por Errata Naturae titulado SUPERCÓMIC, un compendio de ensayos sobre tebeos que se aleja un poco del tema antológico para centrarse en el análisis del medio desde varios frentes. Vamos, como él dice, un señor que hace muchas cosas y que ahora mismo, esto lo digo yo, está hasta en la sopa.

Santiago es amigo mío y podríamos decir que le debo muchas cosas. Entre ellas, haber colaborado en las dos obras citadas, pero otras cuantas, a título más personal que no tienen cabida en este espacio, no menos importantes. Es importante decir esto, él mismo me ha enseñado que cuando escribes sobre algo que hace un amigo es importante no engañar al lector y hacérselo saber.

Cuando Panorama llegó a mis manos me sorprendió gratamente el tener ganas de leerlo. Nunca he sido lo que se dice una lectora (o consumidora de cultura) ávida. Soy más bien de esas que come rápido por los ojos y regurgita años después sin darse apenas cuenta. Además, últimamente pasan por mis manos cientos de tebeos y no me permito detenerme en ellos más de lo que tardo en catalogarlos y decidir si los voy a poner de cara o de canto. Como muchas cosas, Panorama podría haber terminado dando vueltas por el salón, manoseado, y tal vez, con el tiempo, me habría leído unas pocas de las veintiocho historias que contiene.

Pero oye, no. Algo pasó. Porque me senté y no me despegué del butacón hasta que no hube terminado de leer hasta la última de todas las historietas que hay incluídas en el que probablemente sea el cómic más importante publicado en España en la última década.

Cuando Santiago se propuso coordinar Panorama tenía en mente una idea distinta de lo que este mamotreto de más de trescientas páginas puede llegar a ser. En sus propias palabras su objetivo era “ayudar a crear comunidad. Ayudar a que los que estamos haciendo cómics en España ahora mismo cobremos cierta conciencia colectiva, que nos demos cuenta de que tenemos intereses y rasgos en común, que tenemos una identidad, que lo reconozcamos en nosotros mismos y que de esa manera podamos presentarnos ante el público de forma reconocible, no sólo como individuos, sino también como conjunto.”

A todos los que hemos querido hablar de Panorama nos viene a la cabeza la publicación anual The Best American Comics que se publica en EEUU desde el año 2006. Cada año coordinada por un autor norteamericano, que recopila fragmentos de las historias publicadas a modo de catálogo y acompañadas por una ficha. Best American Comics es el principal modelo para Panorama. Dice Santiago que “Se parece en la voluntad de ofrecer una muestra del estado del cómic en un momento dado a un público que en principio no tiene por qué ser lector de cómic. Además, tanto Best American Comics como Panorama intentan ampliar su radio de influencia más allá de los propios historietistas representados para incluir otras recomendaciones mediante secciones de texto.” Pero, sin embargo hay una diferencia importante “Best American Comics ofrece fragmentos de obras ya publicadas, mientras que en Panorama todo son historias completas e inéditas en su inmensa mayoría. Digamos que Panorama también ha estimulado la producción original.”

Y ahí tenemos la clave. Es España hace tiempo que no disponemos de plataformas de gran difusión donde publicar historias cortas. Tenemos, eso sí, una producción muy activa de fanzines y webcomics. Panorama probablemente se parece más al fanzine de Apa Apa Colibrí que a una antología propiamente dicha. Pero se diferencia de él en una mayor heterogeneidad. Y es aquí donde quiero hacer hincapié. Las historias que contiene (todas, salvo dos, inéditas hasta ahora y la mayoría hechas para la ocasión) existen para ser leídas individualmente y contienen diferentes identidades, discursos, visiones, recuerdos, fantasías, hipótesis, ensayos a cada cual más sorprendente y que sirven para reflejar en mayor o menor medida qué hacemos, quiénes somos aquellos que hacemos cómic en España, por qué y para qué sirve. Vamos, que Panorama no es solamente una antología, es entretenido y se disfruta.

Pretende Santiago “ayudar a crear una dinámica y una inercia que nos permita mejorar a todos. Porque, sinceramente, creo que uno solo difícilmente puede llegar a grandes logros, tanto artísticos como comerciales, y que nos necesitamos unos a otros para abrir camino. Creo que si te quieres desarrollar como artista necesitas el apoyo de una tradición y de un ambiente, y tenemos que darnos cuenta de eso y cultivarlo como cultivamos otras partes de nuestra formación creativa.” y es que Panorama puede estar rellenando un hueco que habíamos perdido hace tiempo. Por un lado, el tema de la colectividad, de enseñar un muestrario de lo está pasando aquí y ahora, pero por otro, la posibilidad, como autores y lectores, de disponer de la posibilidad de hacer obras cortas, de las que también se nutre la novela gráfica, que de otra manera, y por el momento, no podrían existir.

Cuando le pregunto por una posible periodicidad me responde que le da muchas vueltas y no lo tiene nada claro, “Panorama intenta ayudar a conseguir una mayor difusión del cómic español, pero está claro que no lo va a conseguir por sí solo, que sólo es un paso que tiene que ir acompañado de otros pasos. Ahora bien, no sé si esos otros pasos tienen que ser nuevas entregas de este mismo libro con este mismo formato y nuevos autores, o si tienen que ser otros pasos diferentes: otras publicaciones distintas, proyectos específicos en internet, textos teóricos y reportajes, vídeos, exposiciones, charlas y mil cosas más. Que hubiera más volúmenes de Panorama que incluyesen la obra de más autores sería fantástico, pero me daría miedo que cayésemos en cierta rutina y a la tercera entrega hubiéramos perdido la chispa. Habría que pensarlo bien. Tal vez una entrega cada dos o tres años pudiera tener sentido, ya que daría tiempo a que se percibiesen más cambios en la escena y estos quedaran reflejados en el volumen, en lugar de que pareciese que el siguiente volumen es complementario del anterior, una simple ampliación. Pero sea como sea, espero que Panorama no sea el final de los esfuerzos por levantar el cómic español contemporáneo, sino más bien un estímulo para que otros lancen nuevas propuestas.”

Cuando Santiago nos contactó para participar en Panorama nos sugirió que nuestras historias tuviesen algo que ver con nuestro trabajo más reciente. Se aseguraba así de que fuésemos nosotros mismos haciendo lo que mejor sabemos hacer sin florituras. Pero también ha conseguido veintiocho historias, de ficción en su mayoría, entretenidísimas, que harán el goce de cualquier tipo de lector.

Hay mucha ciencia ficción y nostalgia, pero también hay denuncia y paradoja. Hay moderneo y clasicismo pero sobre todo hay mucho trabajo y poca pose. He escuchado muchas veces al dibujante y precisamente portadista de Panorama, Javier Olivares, decir que cuando se trabaja en una obra colectiva se corre el riesgo de flojear y no llegar a conseguir una obra completa que funcione al 100% porque siempre hay alguien que tiene menos tiempo o ganas de participar. En este caso no es así. Todos los autores que han trabajado en ella han derrochado lo mejor de su talento y han conseguido un tebeo genial y muy coherente. Un tebeo que uno puede empezar por donde le apetezca. Que para cuando termina, se puede volver a empezar por otro sitio y del que además, se pueden aprender muchas cosas.

Desde aquí le digo a Santiago que la idea es buena. Estoy segura de que tenemos suficiente calidad autoral para rellenar un Panorama cada año y de que nunca se parecería al del año anterior. Además hay mucha gente que se ha quedado fuera. Ahora bien, debemos esperar a ver cómo resulta la acogida. Normalmente las obras colectivas tienen una salida difícil, esperemos que la calidad de los trabajos y lo apasionante de su lectura ayuden a Panorama a llegar lejos, a todas las estanterías posibles, sean del tamaño que sean.

Panorama (2013) recoge obras de Paco Alcázar, Antonio Altarriba, Gabi Beltrán, Juan Berrio, Ramón Boldú, Clara-Tanit, Gabriel Corbera, Carlos de Diego, José Domingo, Kim, Miguel Gallardo, Miguel Ángel Martín, Max, Micharmut, Javier Olivares, Álvaro Ortiz, Pere Joan, Mireia Pérez, Marcos Prior, Rayco Pulido, Sergi Puyol, Paco Roca, David Rubín, Juanjo Sáez, David Sánchez, Bartolomé Seguí, Fermín Solís, Santiago Valenzuela, Juaco Vizuete, Alfonso Zapico e Irkus M. Zeberio. Además incluye un apéndice con reseñas breves de cómics producidos en España durante los diez últimos años, para dar una visión más completa de ese sector en auge y sus autores, realizada por los especialistas Alberto García Marcos y Gerardo Vilches. Cuesta 22 euros y su ISBN es 978-84-15685-26-5.