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El mundo gira sobre un eje podrido por Alber Vázquez

Alber Vázquez es escritor. “El mundo gira sobre un eje podrido” es una columna de opinión que se publica todos los lunes y que alberga como firme propósito convertir a este planeta en un lugar más habitable donde los hombres y las mujeres del mañana puedan compartir su existencia en condiciones igualdad y justicia. Estamos seguros de poder lograrlo. El mundo gira sobre un eje podrido dejó de actualizarse en abril de 2008.

Pekín 2008: hijo puta el que vaya

China es, mira tú por dónde, una dictadura. Ya sabes, esos lugares en donde unos señores gobiernan por sus cojones (literalmente, además, porque esto, como el Soberano, es cosa de hombres) y al que no esté de acuerdo le dan leña hasta hartar.

El que manda en una dictadura es un dictador. En China, el pájaro en cuestión se llama Hu Jintao y en Occidente, por siniestros motivos en los que entraré acto seguido, le reímos las gracias porque aquí somos así de gilipollas.

Y ni plural me hace falta. Por un único y puto siniestro motivo: porque los chinos, a día de hoy, son un flujo constante de dinero hacia nuestros bolsillos. El gigante ha despertado. El gigante se ha puesto en pie. El gigante cien mil memeces más. Pero lo que el gigante no ha hecho es abrir la mano. Dejar que su gente haga lo que le salga de la vaina y permitir que piense lo que le dé la real gana. No, eso no. ¿Qué sentido tendría, entonces, ser una dictadura si luego, de buenas a primeras, estás permitiendo que todos los que están bajo tu bota hagan lo que les sale de las narices? No, un dictador como Dios manda tiene que reprimir, y de eso el amigo Hu Jintao sabe un rato largo. Pues bueno es él…

Ahora mismo, sin ir más lejos, está de moda el asunto del Tíbet. Ya sabes, el Tíbet, ese país de mierda que a todo el mundo le importa un carajo. Ese país antaño gobernado por los chalados de los lamas, que sí, caen simpáticos a simple vista, pero que si se los observa con más detenimiento son más cargantes que la madre que los parió. Pero, oye, era su país y los chinos se lo invadieron por la cara. Para llevarles la revolución y todo eso. Para liberarles de la opresión. Siempre, tarde o temprano, en la vida de una persona surge un altruista que pretende liberarte de la opresión. Lo malo es que, como sonríen, no los ves venir y luego, cuando te das cuenta de sus verdaderas intenciones, ya es tarde.

Pero no es sólo por el asunto del Tíbet. Es que en China no se respetan ni las libertades más elementales. Para empezar, las huestes de Hu Jintao ejecutan a diestro y siniestro. Ni se sabe cuánta gente palma a manos de estos tipos. Pero, vamos, a manta. Para parar un tren. Y no te creas tú que por terrorista, o por pederasta, o por cosas así de horribles. No, simplemente por estar en contra del régimen establecido. Por disidente, por traidor, por vender a la patria y opinar en contra de los sacrosantos valores revolucionarios.

Luego está el asuntillo de la libertad de expresión. La internet, la prensa libre y todas esas cosas que tan de los nervios ponen a los sátrapas. Mira, la semana pasada mismo, Raúl Castro, otro que tal baila, autorizó que los cubanos pudieran comprarse teléfonos móviles. ¡Y usarlos! Un aperturista este Raúl. Vamos, que cualquier día se levanta con el pie izquierdo y convoca elecciones libres y democráticas. Sí, vamos, a tiro de lapo de eso estamos.

¿Qué más? Ah, sí, la libertad política. En China no hay partidos políticos. Bueno, hay unos cuantos, pero tienen el mismo peso y la misma autoridad en el gobierno de la nación que mi comunidad de copropietarios. Eso sí, como seas del Partido Comunista, ya puedes echarte a dormir. Eres de los que mandan y tu poder es absoluto y omnímodo. Normal. Con lo que cuesta montar una dictadura…

Total, que ahora Hu Jintao, presidente de China y miembro del club de hijos de puta al que pertenecen, por méritos propios, el rey Abdalá de Arabia Saudita, Kim Jong Il, Robert Mugabe o nuestro hijo puta particular, Teodoro Obiang Nguema, se ha montado unos Juegos Olímpicos para este verano y todos vamos a reírle las gracias. En un país normal, si disuelves una manifestación matando a veinte manifestantes, ya puedes ir haciendo las maletas porque, oye, eso es una cosa muy fea. Pero si lo hacen los chinos, nos da la risa floja: como si tampoco fuera para tanto. Algo habrían hecho los muertos.

Y riéndole las gracias andamos. Mira, el único que ha tenido huevos para decirle algo al morro al cabrón chino ha sido Nicolas Sarkozy, personaje ajeno a mi devoción donde los haya. Pero ojo, precisamente eso es lo que he admirado siempre de los franceses: que no se cortan ni a la de tres. Y si hay que decirle al chino de los huevos que a ver qué carajo va a ser eso de ir matando disidentes a diestro y siniestro, pues se le dice. Con un par.

Eso sí, el resto del mundo se ha desmarcado prudentemente de Sarkozy. La propia Nancy Pelosi, presidente ni más ni menos que del Congreso de los Estados Unidos, tierra de libertades donde las haya, se apresuró a apostillar que en lo que a ellos respecta, esto de las Olimpiadas es un asunto estrictamente deportivo y lo importante es participar. Y amigos para siempre means you’ll always be my friend.

Así que el plan es ir a las Olimpiadas y hacer como que no pasa nada. Ji, ji, ji, ya vamos dos medallas de oro, tres de plata y una de bronce. Ganamos a México en el medallero y tenemos a una medalla de plata a Noruega. Jo, jo, jo, que tiemblen esos putos vikingos. Y así. Unas risas de la leche. Lo vamos a pasar que te cagas.

Pero para pasárselo que te cagas hay que ir. Y para ir, hay que ser un hijo de puta. Así, dicho con todas las letras, para que se entienda bien. Un cabronazo como un templo. Porque la gente decente no va a las dictaduras a hacerle la rosca a los tiranos. ¿Iríamos a unas Olimpiadas en Cuba? ¿O en Libia? ¿O en Zimbabwe? ¿O en Birmania? No, ¿verdad? Pues en China tampoco. ¿Por qué? Porque es una dictadura y sus ciudadanos, amén de no tener libertades, son represaliados cuando disienten con el poder. Y listo, no hay más que decir.

¿Que los chinos son buenos clientes? ¿Que no se les puede hacer un feo? ¿Que mejor hacer la vista gorda y seguir a buenas con ellos? Pues sí, quizás, pero para ti. Para mí, no. Yo prefiero vivir un poco más pobre pero dormir tranquilo por las noches. Porque al hijo puta, ni agua.

Alber Vázquez | 31 de marzo de 2008

Comentarios

  1. Alberto
    2008-03-31 11:20

    Sobre todo son muchos. Muchísimos.

    Con lo del Tíbet no tengo las cosas muy claras (¿Y en Rusia hacemos Olimpiada? ¿Estando Chechenia como está?) pero con lo de los derechos humanos no hay nada que hablar, está clarísimo. Ahora, confieso que me toca los huevos muchísimo que la gente haya pensado en lo malo que son los chinos en este año porque haya olimpiadas. Porque vaya, cuando se la concedieron, en 2001, eran igual de malos. Y en 1996.

  2. Merche
    2008-03-31 11:47

    Yo me confieso ilusa y pardilla (a mi edad, hay que ver), que llegué a pensar cuando les dieron las Olimpiadas que el gesto podría invitar a una cierta apertura y tal. Qué pardilla… creo que es más probable que exista la virgen de Fátima, jatetú.

    Por cierto, que en Cuba ni sabían que los chinos hacía tiempo que habían cambiado su sistema económico. No lo sabían ni en la universidad, imagínense lo que podía llegar a la calle. Bueno, en realidad allí no sabían nada de nada de ninguna parte. Aislados pero de verdad en su isla en medio del océano. Pero mira, ya que ahora Raúl les ha dado permiso para chatear, podríamos pensar en montar las próximas allí. A los de Meliá les vendría de perlas, oiga.

  3. isus
    2008-03-31 13:49

    De los paises que citas
    1. China
    2. Cuba
    3. Libia
    4. Zimbabwe
    5. Birmania

    se te olvida uno
    6. USA

    Allí la elección de políticos vía papeleta también brilla por su ausencia: Elecciones del 2000

  4. dingo
    2008-03-31 14:58

    Hombre, esto es más que peliagudo. Una de dos: o establecemos (quién? España? Europa?) una norma general de actuación que diga cómo tratar con paises no democráticos o no. Por ahora es “no”, así que se dan casos extraños como el de ser permisivo con China o Libia o Arabia Saudí y machacar a otros. ¿Boicot a China? Muy bien, pero entonces que no se celebren partidos de fútbol en Arabia Saudí, ni carreras de motos, etc, etc… Y todavía más: ¿dónde se ponen los límites? ¿En que sean democráticos? ¿En que respeten los derechos humanos (hay países “democráticos” que no los respetan)? Complicadito, complicadito.

  5. MARIA ELENA
    2008-03-31 16:55

    Buen día
    Hasta principios del siglo XX la moda era “la dictadura” de la cual algunos países, aunque pocos, siguen en ella y otros la han disfrazado para que no sea vea tan evidente la cosa. Pero es hoy día que las sociedades han madurado a una edad más temprana y son capaces de racionalizar sobre estos temas de los derechos humanos, la información global te muestra imágenes que sobrecogen y te hace reaccionar de alguna manera. Pues es entonces que se está dando este fenómeno de querer boicotear todo aquello que no sea democrático, he allí el meollo de este asunto hacer algo por mínimo que ello parezca en protesta de todo aquello que tiene que ver con el resguardo de la dignidad humana. Es cierto que la dictadura ha existido toda la vida, pero no por eso debemos quedarnos sentados como observadores. Yo voy en pro del boicot de la olimpiadas, que pienso debería venir primero de los deportistas participantes.
    Saludos cordiales.

  6. Niña
    2008-03-31 18:59

    El problema es que partimos de un montón de supuestos estúpidos sobre los J.J.O.O. A saber: A) “No tienen nada que ver con los derechos humanos”. Ni en los tiempos del fascietta nera de Samaranch esto fue cierto. Probablemente, la medida de mayor presión contra el Apartheid fue la de excluir el régimen racista de Sudáfrica de las Olimpiadas.B) “Tienen que ver con la fraternidad entre pueblos”. O con la exaltación de regímenes totalitarios, como el nazi en Berlin’1936 o el soviético, en Moscú’1980. Por no mencionar los superéxitos del buen rollo de México o Munich… De hecho, lo que no entiendo es por qué pervive el mito de que el deporte une a las naciones, cuando su propia esencia es la competición y se sustenta en la existencia de ganadores y perdedores, aunque sea de un modo simbólico. Lo importante no es participar, es ganar y el que diga lo contrario miente. Y ya que estamos en lo de los valores simbólicos, el mayor valor que tienen los juegos es el comercial. C) “Harán que el régimen chino se abra”. O no. Si no se abrió después de lo de Tiananmen, no hay ninguna razón para pensar que ahora las cosas serán distintas, por mucho que exista internet. Ahora podremos ver desde la pantalla del ordenador como ajostian a los disidentes, eso sí, si no estás dentro de China, porque en tal caso ya se encargarán Google&cía de censurarte.

  7. Niña
    2008-03-31 19:08

    Este artículo de Slate va en la misma línea (aunque con algunos matices) de lo que he escrito yo.
    http://www.slate.com/id/2187280/
    Eso sí, su autora piensa que un boycott serviría de algo, yo soy bastante menos optimista. El día en que el deporte deje de abrir los telediarios quizás las cosas cambien. Mientras, pan y circo (o coca-cola y atletismo)

  8. Juan
    2008-03-31 22:06

    No, Alber, ni los juegos, ni el gobierno, ni lo que los dictadores autoritarios creen es lo que es o será China. Es tan injusto como hablar de Cuba y Estados Unidos.
    Estoy de acuerdo, existe una dictadura política, pocas libertades individuales y una explotación laboral incontrolable. Es verdad. Pero eso no es China. Y no lo será nunca.
    Mi punto es: China es un país que sobrepasa al mismo China. Es decir, un gobierno dictatorial es una cara, una muy mala, pero no es China.
    Cuando se habla de Estados Unidos y se piensa que Bush es el rostro del país se comete el mismo error. La mayoría de la gente ni siquiera acepta ese gobierno, y si tuviera la oportunidad de votar de nuevo no lo haría por él. Bush, como Castro o Chávez, son caras dentro de un mosaico, pero no representan la verdad del país.
    Creo que, al contrario, hay que ir a la olimpiadas, para conocer la otra China. No la de los anuncios, ni la que tomó el Tíbet o la super potencia económica. Porque si no, entonces seríamos exclusivistasm y pensaríamos que si no hay elecciones democráticas entonces no hay razones para pensar que la gente no piensa en su situación.
    Vayámos a China, hijo de su chingada madre el que no vaya.
    Ojo, no me refiero a que no seamos críticos, al contrario serlo, pero desde adentro.
    Chingada madre, pues

  9. Pablo
    2008-04-01 12:15

    Mezclar el deporte con la política me parece, de entrada, una equivocación (igual que mezclar la música con la política, etc.). Me pongo en la piel de un futbolista, por ejemplo, y empiezo a imaginarme como alguien ilusionado con mi deporte y con entretener a la afición y disfrutar yo mismo con la competición, y entonces… llegan unos tipos y me preguntan si prefiero jugar con la selección española o la catalana; llegan otros y me preguntan si me pondré a cantar el himno cuando suene como un buen patriota o no; llegan otros y me acusan de pasotismo e inconsciencia por no boicotear unos juegos olímpicos (o un mundial, que también podría ser el caso) porque resulta que el gobierno del país organizador no les cae bien; llegan los de la federación y me dicen que tengo que hacer oídos sordos a los que me acusan e ir allá a jugar, que es mi obligación por representar a mí país, etc., etc….
    Y yo pienso: vamos a ver, me parecen muy respetables todas estas opciones y actitudes políticas, pero… es que resulta que yo me dedico a jugar a fútbol, no a la política; y no pretendo otra cosa que contribuir a ese deporte, de manera que una a las personas, no que las separe. Luego, cuando cuelgue las botas, opinaré de política libremente como cualquier ciudadano y me manifestaré o haré lo que sea, pero cuando practico mi deporte soy deportista, no una pancarta para que otros me usen para hacer propaganda de sus ideas, por muy justas y maravillosas que sean.

    Pero es que aún en el supuesto de que quisiéramos usar al deporte como herramienta política (cosa que rechazo), ¿por qué no usarlo también contra Arabia Saudí? ¿O contra los mismos EEUU, que violan los derechos humanos e invaden países impunemente? Si este año los juegos fuesen en Atlanta, ¿los boicotearíamos? Si nos pusiéramos así, entraríamos en un juego muy extraño. Yo, personalmente, prefiero que el deporte esté aislado de todas estas historias.

  10. Alber
    2008-04-01 13:29

    Es que todos jugamos a la política, incluso los que juegan al fútbol. Es una costumbre muy propia de países democráticos demandar que la política se separe de cualquier otra cosa. Claro, porque puedes. Aquí te puedes dar el lujazo de “no meterte en política”. Pero en una dictadura eso no es posible, porque la política se mete en ti.

    Por ejemplo, en China no puedes tener un blog así como así. Y si lo tienes, te expones a que te pasen cosas tirando a desagradables. Vete tú luego y explícale al poli que te está poniendo fino que, oye, “tú separas la política del blogging”. Verás por dónde te mete la porra.

  11. El de siempre
    2008-04-01 17:26

    Que para gracias las suyas, señor Alber. Lo primero de todo usted va a dormir como un tronco porque el deporte le importa tres pepinos. Lo segundo que mucho hablar de democracia y libertades democráticas pero luego se espanta de que cuatro tarugos decidan si gana A o gana B. Lo tercero ya se me ha olvidado, pero si usted fuera sincero titularía “Pekin 2008: hijo puta el que no piense como yo”.

  12. bidane
    2008-04-01 20:50

    boikot a las olimpiadas

  13. Pablo
    2008-04-02 03:07

    Alber, que en China “la política se meta en ti” no es argumento a favor de mezclar el deporte en todo esto. Más bien al contrario, un ejemplo de por qué no debemos mezclarla. No podemos obligar a nuestros deportistas a servir de embajadores de tal o cual cosa. Si ahora tuviéramos que mezclar el deporte con cualquier noble causa, íbamos apañados. Precisamente la manía de usar el deporte como propaganda es, en mi opinión, propia de gente que ni ama el deporte ni lo respeta, sino que lo concibe como una simple plataforma propagandística.

    ¿Por qué no boicoteamos las competiciones que se realicen en Canadá, argumentando la matanza de focas, por ejemplo? Ah, no, que dijiste hace poco que te importaba un pimiento. Pero hay gente a la que sí le importa. ¿Entonces? ¿Quién decide la causa justa para hacer boicots? ¿Tú? Mira, si nos pusiéramos así, al final habría que eliminar casi todas las competiciones internacionales, porque no habría país alguno en el que celebrarlas, por A o por B.

    ¿Hizo mal Jesse Owens en ir a Berlín, por ejemplo? Era Hitler quien se lo tomaba como una propaganda, y sus adversarios quienes se tomaron los triunfos de Owens como una propaganda antinazi; el propio Owens, seguramente, sólo pensaba en sus medallas y sus records, y pasaba de estas historias. Yo también hubiera ido, sin ningún problema. Luego a lo mejor hubiera acabado montado en un Spitfire y derribando aviones de la Luftwaffe, pero a la olimpiada hubiera ido, porque para mí son (y sobre todo deben ser) dos cosas diferentes.

    No seamos tan políticamente correctos (nunca mejor dicho) y dejemos de prostituir el deporte. Quien no quiera ir porque su conciencia no le deja dormir, que no vaya, pero tanto él como los que decidan ir tienen todo mi respeto.

  14. Hijo de Putin
    2008-04-03 19:17

    Somos tan idiotas que creemos que eso es deporte. El deporte es (a mi parecer) ir al monte, ir a nadar, a correr, a ver, a observar, a pasear. En fin, a mover un poco nuestro cuerpo con la intencion de, por ejemplo: matar el tiempo, hacer un poco de ejercicio, ver un poco de cielo o un poco de prado que no sea el de una mierda de rotonda rodeada de edificios.
    Pero ver un partido de baloncesto con unas birras y un trozo de pizza, de los supermegaequipos del mundo mundial es un puto negocio que se lo montan los de siempre. O acaso ¿no nos damos cuenta de que cuando pasan a la seccion de deportes de cualquier informativo diciendo que… si este ha dicho esto o aquel se puso la camiseta de tal. ¿¿ESO DEPORTE??? eso es una puta mierda. Dejadnos en paz y Boicot a todos los negocios con careta de deporte.

  15. J.
    2008-04-05 01:10

    pues todo, no?

  16. Alber
    2008-04-07 12:34

    Unámonos cordialmente hombres y mujeres de todo el mundo en un abrazo fraterno.

  17. Francisco
    2008-04-07 20:35

    Me uno al llamado de Alber y ofrezco mi abrazo a las mujeres; a las bellas deportistas de pista y campo, a las esteticas clavadistas, a las habilidosas esgrimistas, a las elegantes amazonas, a las esbeltas volibolistas, a las edecanes olimpicas. Despues de esto, se agotan mis abrazos; asi que a los hombres que se los den otros.

    Saludos.


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