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De lo animal, lo humano y lo divino por José Fco Zamorano Abramson

Psicólogo y músico. Doctorando en comportamiento animal (Etología). Su trabajo se enfoca principalmente en el comportamiento social de los Cetáceos (ballenas y delfines) y otros mamíferos marinos. Tratará aquí, cada día 2, de cuáles son las “pautas que conectan” el comportamiento del ser humano con los demás animales, sustentando la idea de la “interrelación” entre todo lo vivo, a partir de una integración de diversas disciplinas tales como la Etología, la Psicología y la Ecología.

Oráculos Animales: de Delfos al Pulpo Paul II

En el poblado de Punxsutawney, en Pensilvania, al igual que en varias ciudades y poblados de Estados Unidos y Canadá, se celebra en el segundo día de febrero la fiesta moderna más popular relacionada con un oráculo animal en occidente: la tradicional ceremonia del “Día de la Marmota”. En esta fecha, que marca la mitad del periodo entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera, al amanecer, una marmota es retirada de su madriguera construida en un tronco de árbol para que vea su sombra. Según la tradición, si el animal mira a su sombra, habrá seis semanas más de invierno en Norteamérica; si no es así, la primavera llegará pronto. En 1887, el pueblo de Punxsutawney nombró, de entre todas las marmotas, a la marmota Phil como “la pronosticadora oficial” del tiempo del Día de la Marmota. Y de esta forma Phil se ha convertido en el animal pronosticador que por más largo tiempo se ha ganado la fama en occidente (según sus cuidadores se mantiene vivo desde hace más de un siglo gracias a una poción mágica). Crea usted o no en esto, el asunto es que Phil convoca a unos 30 mil fans cada año para ver su anuncio. En lo único que está tradición ha cambiado en los tiempos modernos es que ahora Phil hace uso de la tecnología y envía un mensaje de texto a las más de 26 mil personas que lo solicitan por adelantado.

Como muchos sabrán la marmota Phil ha sido llevada incluso a las pantallas de Hollywood e inmortalizada en la película “Groundhog Day” (en España traducida como “Atrapado en el tiempo”).

Algunos creen que esta costumbre proviene de tradiciones irlandesas y otros la atribuyen a los inmigrantes alemanes llegados a EE. UU., ya que los granjeros germanos utilizaban previamente el método de observar a un tejón para saber cuándo tenían que cultivar sus tierras. El tejón, al salir de su guarida en invierno, podía tener dos reacciones: si veía su sombra, en un día soleado por tanto, se asustaba y volvía a su hibernación por seis semanas más, indicando que continuaba el invierno; pero si al salir no veía su sombra, por no haber sol, pensando que llegaba la primavera, salía confiado. Esta tradición también mezcla sus orígenes (como la mayoría de los oráculos animales) con un sentido religioso. Así, su celebración comenzó con el día de la Candelaria, una fecha festiva en la tradición cristiana en la que, hace cientos de años en Europa, los sacerdotes bendecían velas y las repartían. En esta celebración los participantes ya consideraban que si el cielo estaba despejado ese día, el invierno sería largo. Los romanos llevaron la tradición a los alemanes, quienes consideraban que si el sol aparecía ese día, un erizo de tierra podría ver su sombra y eso indicaría que habría seis semanas más de frío, o un “segundo invierno”. Después, los alemanes que inmigraron a Pensilvania llevaron la tradición con ellos a ese estado, donde las marmotas habitan en varias partes. Fue entonces cuando la marmota tomó el lugar del erizo como pronosticadora.

Así, la marmota Phil junto al pulpo Paul son los animales estelares de nuestra moderna versión de los oráculos animales. Las razones de esta revitalización pueden ser múltiples, desde una simple estrategia comercial de los medios de comunicación hasta una real creencia popular en este tipo de oráculos. Los defensores de la marmota Phil aseguran que el pronostico del animal tiene una precisión de entre un 75% y un 90% de acierto, pero un estudio canadiense sobre 13 ciudades que analiza su eficacia durante los últimos 40 años, establece su índice aciertos en un 37%. Además, informes de la National Climatic Data Center han establecido que la precisión global de la predicción está alrededor de un 39% y el National Geographic advierte que en las predicciones de las marmotas de los últimos 60 años sólo hubo un 28% de aciertos. Si bien con la marmota el porcentaje de aciertos es bajo, nuestro oráculo estrella tiene muy bien merecido su puesto ¡Si es que ya en la Eurocopa 2008 su porcentaje de aciertos alcanzó un 80% al escoger correctamente cuatro de los seis partidos que jugó Alemania, y en este mundial logró alcanzar hasta el 100 %! Con la importancia y el acierto que tuvieron sus predicciones realmente es muy difícil no sucumbir ante el poder de este cefalópodo. La gran pregunta es ¿cómo es que el pulpo pudo acertar de esta forma los resultados?

Según la mayoría de los expertos, la elección del Pulpo ha sido por mera “casualidad”, o mejor dicho de forma totalmente aleatoria. Según los expertos, además del azar, otros factores importantes que podrían haber influido en la elección de Paul es simplemente que uno de los mejillones estuviese en mejores condiciones que el otro (color, tamaño etc.) pues los pulpos sí que son capaces de distinguir si un alimento está más o menos podrido. Además, puede que el Paul del mundial ni siquiera sea el mismo pulpo que el de la Eurocopa, ya que los Pulpos no suelen vivir más de dos o tres años y en el 2008 Paul ya era un adulto. Básicamente, el pulpo Paul es un pulpo común (Octopus vulgaris), una especie de cefalópodo de la familia Octopodidae que habita en el mar Mediterráneo y en el océano Atlántico oriental. Los Pulpos comunes tienen los sentidos de la vista y el oídos bastante desarrollados y, si bien no ven en colores (sólo poseen un tipo de “cono” y se necesitan dos como mínimo para distinguir los colores), sí que son capaces de distinguir tonos y formas, pudiendo enfocar la vista con precisión y adaptarse a los cambios de luz y, junto con su sentido del tacto, tomar decisiones basadas en estos sentidos. Así, es perfectamente posible que haya escogido la bandera española porque posee un gran contraste que seguramente le podía haber llamado la atención. Claro que también la de Holanda era muy llamativa. ¿Qué es entonces? ¿acaso eligió la selección Española solamente por mera casualidad? El pulpo también podría haber estado influenciado por sus cuidadores (que tienen mucha más información sobre qué equipo es más probable que gane) de tal manera que acertase los partidos en función de lo que estos quisieran, pues estos animales, así como muchos otros, pueden ser fácilmente manipulables por medio del estado de la comida (en este caso los mejillones). Además, puede que estos mismos cuidadores y sobre todo espectadores (periodistas, etc.), estuviesen influenciando al Pulpo con sus miradas y gestos corporales, incluso en forma inconsciente (¡aquí los profetas serían los mismos espectadores!) ya que el pulpo es capaz de interpretar los gestos de los humanos e incluso reconocer a sus dueños y cuidadores individualmente. Vamos, que tendríamos otro Clever Hans, el caballo que hacía operaciones aritméticas.

Como han dicho algunos, si analizamos el asunto desde el punto de vista probabilístico, suponiendo que todas las banderas tienen la misma probabilidad de ser escogidas (0,5 en cada elección), entonces la probabilidad de que acierte 12 de 14 partidos es cercana al 0,006. Se trata, por tanto, de un suceso altamente improbable. Este aspecto hace pensar a muchos que las banderas no tienen la misma probabilidad de ser seleccionadas, sino que cabría la posibilidad de que Paul estuviera entrenado para seleccionar la bandera de Alemania (o similares, por error), como se intuye por el hecho de ser la que más veces ha sido escogida.

En lo que respecta a la marmota Phil, debido a sus bajos porcentajes de acierto, casi todos coincidirían en que lo que opera en la elección del animal es meramente el azar, pero el alto porcentaje del pulpo nos lleva a los escépticos a considerar, además del azar, otras variables, como, por ejemplo, que el pulpo sea capaz de prestar atención a claves ambientales ¿Es el pulpo Paul un fraude total? Aparte de lo divertido que pueda resultar, está claro que en términos de su supuesta capacidad adivinatoria, sí que lo es. Sin embargo, estas “adivinaciones fraudulentas” nos revelan lo realmente interesante de estos animales: sus capacidades para distinguir contrastes de colores y formas o para distinguir un mejillón de buen estado de uno podrido o uno más grande que otro y, sobre todo, si es que aquí está el motivo, su particular inteligencia y habilidad cognitiva para prestar atención y fijarse en las claves no verbales de los espectadores humanos para realizar su elección. Todo lo contrario a un fraude.

Además de estas capacidades perceptivas y cognitivas del propio pulpo, lo más importante en el efecto mediático de su conducta es nuestra propia ignorancia y nuestras tendencias biológicas que permiten y potencian la transmisión cultural de la información. Como dice el antropólogo Dan Sperber, el interés despertado por el Pulpo Paul y este tipo de oráculos radica en que posiblemente estamos inclinados a prestar atención a eventos que presentan patrones contra nuestras expectativas. Así, si lanzamos una moneda al aire y nos sale cruz ocho veces consecutivas nos llama más la atención que una serie “típicamente normal”, digamos, de cara-cara-cruz-cara-cara-cruz-cara-cara. Aunque las dos series son igualmente improbables (o probables), solo la primera posee un patrón que hace que nos fijemos en ella a causa de su improbabilidad. Estamos inclinados a suponer que los patrones regulares poseen una explicación relevante (una explicación relevante es una que explica mucho con relativamente pocos supuestos). Así, los patrones regulares increíblemente improbables tienden a llamar profundamente la atención, dándonos pie a alimentar nuestras conversaciones y reflexiones. Como resultado, una variedad de “supersticiones” parecen beneficiarse, a través de la transmisión cultural, de estos sucesos improbables pero posibles. De hecho, mecanismos cognitivos parecidos a los que explican el interés por este “oráculo” del pulpo Paul podrían dar cuenta perfectamente de por qué evolucionan en general las creencias erróneas, las historias de milagros o el periodismo de “misterios”, e incluso las religiones, y, en general, por qué son mucho más atractivas las explicaciones pseudocientíficas y las historias asombrosas que las propiamente científicas.

Quizás en este caso en particular la respuesta se encuentre más en que los pulpos, junto a los calamares y sepias, son los animales invertebrados más sorprendentes en cuanto a su inteligencia o habilidades cognitivas, y entre ellas, la de utilizar para su decisión claves dadas por los espectadores y dueños. Ya hablaremos detenidamente de esto. Por el momento, lo importante en cuanto al pulpo Paul y al porqué de la utilización y creencia en cualquier “oráculo animal” no es si el comportamiento animal realmente permite averiguar el futuro en términos objetivos o “reales” sino el porqué de sus efectos anímicos o psicológicos en la mente de nosotros, los seres los humanos. Quizás el interés despertado por la ocurrencia de un patrón improbable, pero posible, generó en el pasado la confianza total depositada en el poder adivinatorio de los animales. Quizá esto permitió a los antiguos, y aún al hombre moderno, trascender los límites de la experiencia cotidiana, sobre todo en cuanto al tiempo ordinario, e ingresar así en un tiempo en el cual el futuro se vuelve presente. Lo interesante es que con ello se superó también la barrera que nos separa en cuanto a esta capacidad tanto a profetas humanos como a profetas animales.

José Fco Zamorano Abramson | 02 de octubre de 2010

Comentarios

  1. María José
    2010-10-10 16:39

    Es curiosa la tendencia a rechazar algo porque la probabilidad sea 0,006 cuando, como muy bien expones, cualquier patrón de respuesta tiene esa misma probabilidad. Es cierto que si fuera el mismo pulpo y sus aciertos estuvieran tan por encima del azar en varias ocasiones habría que pensar en otras explicaciones más probables. Muy interesante eso de que busquen claves en sus dueños y espectadores, de hecho es lo mismo que hacen los “oráculos” humanos, que sacan la información de sus propios clientes sin que estos se den cuenta. Por cierto, que yo hace tiempo escribí también sobre este tema.

  2. José FZA
    2010-11-02 04:10

    http://pequenoldn.librodenotas.com/depasoporelmundo/437/pulpo-paul


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