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De cuerpo entero por Hilario Barrero

Hilario Barrero es poetay dibujante, además de columnista con Quinta Columna en Nueva York. Tiene una página personal Publica De cuerpo entero los días 7 de cada mes. De cuerpo entero dejó de actualizarse en julio de 2006.

La poesía

La poesía
De qué torrente nace, en qué pozo se cubre de eco marinero, de qué montaña llega, dónde queda escondido el metal de su aliento, en qué túnica de humo se bautiza, qué desnudez la suya, en qué tierra de nadie proclama su inocencia, si pura, qué sangre anima el fuego de su sexo ignorado, si violada, qué banda narradora la forzaron a beberse su tinta. Si es un cuerpo de guerrero qué bronce mal fraguado en la hoguera de Apolo le tizna con un virus de moho su torso amoratado. ¿Dónde está su belleza intocable? ¿En un mármol roído de lujuria, en la rúbrica del óxido firmando su sentencia o en una rosa agrietada en su esplendor de mayo por la ferocidad sin freno del olfato cobarde? Ignorando si llamarla con nombre de batalla o con signo de tregua, bautizada de almendra, con el velo nupcial apuntalado de hambrientas gaviotas, o dejar que su sombra enajenada se refleje en el asilo de la rama, domado su galope enfebrecido, con lentitud de carroza plomada que aplaste las arrugas de la tarde. Cuando ansías su lengua de muchacha te ofrece la amargura de su boca de fruta no madura, su saliva vinagre, agrios sus labios con bozales de espuma, cuando esperas en noches de tormenta que llueva en la ventana del poema te ofrece la sequía abacial de la cuaderna vía, sudario de la rima condenada, consonantes de polvo y de ceniza, cuando piensas en ella, cuando esperas su aroma de tedéum triunfal te da un deprofundis de silencios. Encendida la lámpara del aceite bendito esperas su llegada, virgen prudente y necia, beata del incienso que perfuma sus pechos, que llegue cuando quiera, que juegue con tu pelo, que caliente tu boca, que te ayude, que desnude tus ojos, que te envuelva tus manos en tules congelados, que le dé al corazón una armadura de soldado vencido, en tu sien un disparo de pólvora cautiva. Siempre la incertidumbre de no saber si vuelve, si olvidó mi costumbre de acariciar sus muslos. Siempre teniendo miedo de ser tan sólo un siervo que no le da placer a su látigo húmedo, perro que solo bebe de su lluvia oxidada de tiempo y musgo ronco, de ser tan sólo un hombre sin simiente para su corazón de madre, de ser una mujer para la ambigüedad de su mirada y ofrecerle un orgasmo en la falsa bandeja de mi voz de castrado para su colección de autógrafos sin nombre. Y siempre la amargura, la duda, el desaliento de que no me conozca, que me ignore, que no vuelva jamás y si me deja ¿cómo vivir sin el sonido de su voz, sentir sin el cuchillo de su aliento, respirar sin el aroma de su muerte?

Hilario Barrero | 07 de octubre de 2005

Comentarios

  1. MA. S.N
    2005-10-08 06:17 NO está mal este prosopoema, amigo
  2. Cayetano
    2005-10-08 12:54 Holas,

    No he visto por aquí ninguna reseña o anuncio del libro de Hilario recientemente publicado: De amores y temores: Viviendo en Nueva York. 2002-2003

    Lo digo por si alguno no se ha enterado y desea leerlo.

    Un saludo
  3. Cayetano
    2005-10-08 13:04 El enlace anterior apunta a un fichero PDF que es un extracto del libro. Los datos para pedir en libreria:

    De amores y temores: Viviendo en Nueva York (2002-2003). Barrero, Hilario
    Editorial: Llibros del Pexe
    Formato: 21×14
    I.S.B.N.: 84-96117-47-2 · 264 páginas
    P.V.P.: 15 €
  4. Marcos
    2005-10-09 23:43 Cayetano, qué prisa :)
    Tranquilo, que la reseña está al caer.

    Saludos.
  5. Cayetano
    2005-10-11 19:34 Güenas ;). Yo prisa, lo que se dice prisa no tengo ninguna. Solo añadía información complementaria, si hacer juicio ni emitir sentencia (en uno u otro sentido) sobre el valor de los textos aparecidos en papel. Que cada uno, tras lectura previa, sabrá lo que siente. Leeré la reseña (aunque se me caiga encima) ... Y tranquilo estoy (pero no soy). Pasaba por aquí por copiar un trocito del texto: cuando esperas su aroma de tedéum triunfal te da un deprofundis de silencios y leer sorprendido (lo confieso) el texto de Agustín Ijalba donde señala: Porque frente a mi todo es espalda, dorso, retaguardia, huella sobre huella que camina perdida en espiral sobre sí misma # que apunto en mi bloc de notas. Buena definición de utilidad de Obras de Arte, sean poesías o pinturas. Pero la vida de los hombres es otra cosa (tambien confirmación de unos por parte de los otros). Etc.
  6. Cayetano
    2005-10-11 20:02 Uy. Las prisas y tal. Cuando hablo de confirmación, de hay el enlace al libro, me refiero al sentido que le da Laing. No sea que se entienda otra cosa. Así, el poema (no la poesía o el poeta) una vez impreso (o sonorizado o digitalizado) requiere ser confirmado por otro (un lector o un oyente) para ser poema. Y Encendida la lámpara del aceite bendito esperas su llegada (la del otro), virgen prudente y necia, beata del incienso que perfuma sus pechos, que llegue cuando quiera ... o que resucite (el poema) en el otro (confirmando su existencia).

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