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¡Cuánta Maldad! por Juan Porras

Si una casa es una maquina de habitar, la sociedad es un trasto de dar por culo. Juan Porras estudió arquitectura y ha vendido miedo por teléfono. Ahora sobrevive como comercial de fortuna. Si tiene usted algún problema y si lo encuentra, quizás pueda contratarlo.

El mundo más perfecto

Cuando el Ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón dijo hace poco más de un año que la mujer embarazada sufre un machismo estructural que la presiona para interrumpir su embarazo la respuesta por parte de muchos fue asumir que Albertito es imbécil. Otros muchos que es malo, expresado en la forma “hay que ser hijo de puta”. Esto último puede ser cierto, soy muy mal juez del carácter de las personas, pero no es relevante. Lo primero sin embargo es completamente falso; Alberto Ruiz-Gallardón no es gilipollas. Muy al contrario, es uno de los políticos españoles con mayor dominio de la comunicación política y la mano izquierda. Es interesante esa figura del lenguaje; la mano izquierda es la de llevarse bien y la derecha la de dar hostias, pero me voy por las ramas… Si Alberto no es imbécil y en tanto no lo es entiende lo que está diciendo, ¿por qué lo dice?

¿Por qué en 2011 el representante estatal de Dakota del Sur Phil Jensen promovió una ley que de haberse aprobado habría acogido a los asesinos de personal de clínicas abortistas bajo el paraguas del homicidio justificado ? ¿Se aprobó en Nebraska e Iowa porque son todos imbéciles allí? Hablamos de estados en los que los embarazos adolescentes y el nivel de pobreza llega a cotas alarmantes pero cuando Americans United for Life le mandó su modelo de ley la adoptaron casi al dedillo. Se trata de un grupo dedicado a dificultar o prohibir el acceso de las mujeres al aborto, pero promueve leyes que no mencionan el aborto. ¿Idiotas?

Algunos sí. Christine Taylor, una madre de dos, embarazada, separada y desempleada, se cayó por las escaleras de su casa durante su segundo trimestre de embarazo. No le pasó nada pero fue a urgencias para asegurarse de que su niño nonato se encontraba bien y el personal del hospital llamó a la policía . Christine pasó dos días encerrada hasta que un juez la liberó, pero solo porque aún no estaba en su tercer trimestre de embarazo. Veréis, como consecuencia de la personalización jurídica de los fetos en estados como Iowa, la confidencialidad médico-paciente deja de existir en lo que respecta al embarazo. Si a alguno se le ha ocurrido pensar en El Cuento de la Doncella, no sois los únicos. Casos así son reveses, porque ponen el foco donde los promotores de estas leyes no quieren que esté. Le enseñan a quien no es capaz de prever las consecuencias de una ley así lo que implementarlas le hace a sus libertades y eso hace más difícil colar la siguiente. Fijémonos si no en el pobre Chris Smith, congresista por New Jersey desde hace 33 años. El bueno de Chris lleva toda su carrera política tratando de minar Roe vs Wade, el fallo del tribunal supremo americano que reconoce el derecho de una mujer a abortar. Estaban intentando que no se pudiesen usar fondos públicos para pagar un aborto, incluyendo seguros médicos privados, ya que al ser su coste desgravable de impuestos se les supone subvencionados. Pero existía una intolerable salvedad a esa regla; la violación. Hasta que a Chris se le ocurrió que hacía falta un grupo de senectos señores blancos decidiendo qué es exactamente una violación . Y esos senectos señores decidieron que una mujer ha sido realmente violada si ha opuesto resistencia. Mucha resistencia física. Decir “no” no cuenta. Llorar y pedir ayuda mientras ocurre tampoco. Ser menor de edad no cuenta. Ni ser disminuida psíquica o física. Tienes que luchar. Y perder.

Tenéis que entender que esto no es un ataque directo a los derechos de la mujer ni un intento por volver a los tiempos en que la carga de este delito recaía enteramente en la mujer. No. Eso es solo un efecto colateral. Una consecuencia de un intento enrevesado para salvar el obstáculo que es Roe Vs Wade. No tratando de hacer un túnel, sino rodeándolo y dejándolo sin efecto. La ley no salió adelante pero… la están peinando.

El politólogo*George Lakkoff* distingue dos tendencias de cara a la sociedad, presentes en todos nosotros en distintas proporciones; el Padre Protector (Nurturing en el original) y el Padre Autoritario. Ambas tendencias definen como reaccionamos a diferentes conceptos. El Padre Autoritario, raíz del pensamiento conservador, entiende el mundo como algo reglado con unas sendas claramente delimitadas. Aboga por la responsabilidad personal y saber jugar el papel que te toca. El Padre protector sin embargo entiende que la protección y seguridad ayuda al desarrollo y el progreso. Resulta paradójico, entonces, que sean los conservadores quienes digan estar en defensa del más débil, del feto. Solo que simplemente usan ese mensaje para captar padres protectores despistados.

Para el conservador el mundo es perfecto, el mejor de los mundos posibles de Leibniz. Luego los problemas que uno tenga han de ser responsabilidad de alguien. Propia o ajena pero ningún factor no humano juega un papel, puesto que si lo hiciera el mundo no sería perfecto y ordenado. El sufrimiento, por tanto, ha de tener un lugar y tratar de evitarlo es enmendar la perfección. Siglos de avances en medicina reproductiva no hacen sino privarle a la sociedad del necesario espectáculo de la miseria que provoca alejarse de la estrecha senda de lo correcto. Necesario por ejemplificante; “No le tengas lástima a esa pobrecilla, hijo… si hubiese sabido andar con cuidado no se vería en ese trago”. La Mano invisible del mercado, la hostilidad hacia educación y sanidad pública… todo para perpetuar el relato admonitorio del pecado como raíz del infortunio. No hace falta que creas en Dios si simplemente crees que todos tenemos lo que nos merecemos.

Albertito no es imbécil. Albertito no es original pero si es un buen estudiante. Uno que ha visto como los últimos treinta años de comunicación política republicana han sabido usar el aborto para capturar parte del sentimiento protector en el voto americano y ponerlo a trabajar en beneficio de una visión del mundo antitética. Y en esta tesitura en la que caen a diestro y siniestro las garantías de las que nos hemos dotado los que sabemos que este mundo dista mucho de ser perfecto, sabe qué clase de mensaje puede darle a su partido un poco de fuelle . En un escenario tan mediocre como es la política española parece un mago pese a que solo recicle trucos viejos que aprendió fuera. Queda por ver si enfrente tiene a alguien que se haya fijado en como se responde a estas marrullerías, porque si no lo hay podemos irnos preparando.

Juan Porras | 29 de mayo de 2013

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