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Computacion creativa y otros sueños por Francisco Serradilla

Francisco Serradilla es poeta y doctor en Informática. Su línea principal de investigación se refiere al desarrollo de Softbots (Robots Software) y Agentes Inteligentes en Internet. Ha colaborado abundamentemente con Almacén como articulista. Computación creativa y otros sueños se publicará los 25 de cada mes.

Bolonia, el conservadurismo... y la red

Este artículo va a hablar de lo que no es Bolonia. Bolonia no es un cambio en las metodologías docentes. Bolonia no es una renovación de los contenidos docentes. Bolonia no es una venta de la Universidad a las empresas ni a la privatización.

Ya está dicho.

El Acuerdo de Bolonia trata básicamente de la definición de una “unidad de medida” del trabajo realizado por un estudiante (el European Credit Transfer System) que sea común en todo el territorio de la Unión Europea para facilitar la movilidad entre universidades. Es decir, que si un estudiante se va durante un semestre a una universidad de otro país, ese semestre le sea reconocido en su universidad de origen y no tenga que andar mendigando convalidaciones, como sucede ahora. Facilitar la movilidad –una obsesión de la Unión Europea– implica esforzarse por alcanzar un mapa de titulaciones coherente en todo el territorio, y reflejar las particularidades curriculares de cada estudiante en el suplemento europeo al título.

Ni más ni menos.

Pero dicho esto, y puesto que hay que cambiar nuestro sistema universitario para adecuarlo a esta nueva unidad de medida (hasta ahora sólo se medían las horas de clase), y ello unido al enorme descenso de estudiantes en nuestras universidades, ¿por qué no aprovechar para innovar? ¿Por qué no actualizar nuestras titulaciones, muchas ellas de corte napoleónico, y renovar contenidos que hace mucho que no son útiles a la sociedad? ¿Por qué no echar una mirada al mundo en que vivimos –video on line, web, plataformas educativas a distancia, correo electrónico, blogs, wikis, foros– e incorporar algunas de estas herramientas al proceso formativo?

Hay universidades que claramente están impulsando la renovación, y otras que no tanto, o peor, que no la están impulsando en absoluto.

Es decir, el problema no es Bolonia, sino el mundo. Un mundo en el que la clase llamada “magistral” va dejando de tener sentido frente a opciones más participativas. ¿Qué sentido tiene repetir la misma historia a diez grupos de alumnos, a modo de actuación teatral, si ya existe el Cine? Las universidades americanas, que en todo esto nos llevan bastante ventaja, están poniendo los videos de sus clases en la red, de modo gratuito. ¿Para qué voy a ir a clase, digamos de Web Semántica, con el profesor X sin puedo ir a clase con su creador, Tim Berners-Lee?

Pero claro, esas opciones más participativas suponen para el profesorado mucho trabajo de reelaboración de contenidos, de atención a alumnos, de filtrado de recursos de interés y de aprendizaje de nuevas herramientas docentes y de nuevas técnicas pedagógicas. Y aquí nos encontramos con al menos dos problemas.

El primer problema es el atrincheramiento de cierto número de docentes (me temo que muchos) en sus modos de trabajo actuales. Hay demasiados profesores que llevan años contando las mismas cosas y contándolas de la misma manera. La clase magistral es cómoda. Uno la da y se va a su casa, o investiga, o hace gestión, que de las tres cosas hay en la Universidad. Es bastante desconocido incluso para los mismos estudiantes universitarios, pero en la Universidad el tiempo se reparte en tres tareas a partes iguales: docencia, investigación y gestión. Que sea a partes iguales no se lo cree nadie, porque además es imposible. Pero al profesorado le exigen, cada vez más, que participe en las tres si quiere prosperar en su profesión.

Un profesor debería dedicar entonces sobre unas 12-13 horas semanales a la docencia, de las cuales unas 8 son de clase magistral. Es decir, le quedan unas 5 para prepararlas. Cuando se llevan años contando las mismas cosas, se llega a que 1 hora de clase = 1 hora de trabajo. Cómodo, ¿no? Y encima algunos se toman la docencia al pie de la letra. Vamos, que no hacen otra cosa.

Si uno quiere reciclarse, el trabajo se duplica. O se triplica. Natural que muchos no quieran. Y algunos de ellos convencen a sus alumnos de que Bolonia es el horror, proclamando que las empresas harán la toma de la Bastilla, que estudiar será carísimo y cosas por el estilo, que supuestamente nacen del acuerdo de Bolonia (¿?).

El segundo problema es que nuestros políticos e instituciones están completamente de acuerdo, sean del signo que sean, en que este cambio hay que abordarlo “a coste cero” (sic). Mis propias estimaciones (no oficiales) indican que como mínimo habría que doblar el profesorado, en su vertiente docente, para que el cambio se realice de verdad. ¿Qué haremos? ¿Descuidar la investigación para invertir esas horas en más docencia? ¿Quedarnos como estamos? ¿Desarrollar una pobre implementación de los nuevos sistemas, siguiendo más o menos igual que ahora pero anunciando pomposamente que hacemos “talleres” o “aprendizaje colaborativo”, o “formación orientada a las competencias”? ¿Qué se hará con los profesores que no quieran abandonar sus métodos “de toda la vida”? Ya veremos qué pasa.

Pero si alguien nos contara que se va a abrir una nueva Universidad que formará a sus estudiantes para que desarrollen e innoven en la sociedad en la que les ha tocado vivir, que sus profesores velarán por optimizar los procesos pedagógicos para que el aprendizaje se produzca, que los contenidos de las clases serán modernos y se renovarán año a año, que si el proceso de enseñanza / aprendizaje funciona mal, porque los estudiantes no aprenden, se modificará para alcanzar ese objetivo, que los egresados ejercerán su función social sea en la empresa o no de la mejor forma posible, que tendremos buenos médicos, buenos abogados, buenos filólogos y buenos ingenieros, ¿quién no enviaría allí a sus hijos?

Francisco Serradilla | 25 de abril de 2009

Comentarios

  1. Sergio
    2009-04-25 12:43

    Bolonia sirve para facilitar la vida a los universitarios que ya estudian fuera de su país. En su mayoría, los de mayor nivel socioecónomico.

    ¿Calidad de la enseñanza? Ya producimos buenos abogados, médicos, filólogos e ingenieros. Y todos dispuestos a trabajar por mil euros. Qué más queremos.

    En mi opinión el único problema que existe en la Universidad es que es cada vez más difícil ocultar que las nuevas tecnologías han convertido al profesor en un elemento superfluo.

    Como no queremos (y esto se puede aplicar a otros muchos sectores económicos) que los cuatro millones de parados se conviertan en seis, pues hay que inventar algo que nos permita justificar empleos, contratar más burócratas y seguir huyendo hacia delante.

  2. María José
    2009-04-25 13:51

    Sergio, cada vez producimos peores ingenieros, médicos, abogados,… y no todos trabajan por mil euros, los mejores suelen prosperar. Yo le digo a mis alumnos que deberían protestar porque no vamos a poder hacer el verdadero cambio que Bolonia suponía como oportunidad, son demasiados alumnos para que los profesores que se quieran reciclar (y los hay, como en todos los ámbitos hay de todo, los que se preocupan y los que no) puedan hacerlo.

  3. Marcos
    2009-04-25 14:51

    Todo muy claro, Paco. Creo que en realidad los problemas que señalas son emuy parecidos a los que se tienen en la enseñanza no universitaria. Y la solución es muy compleja. Quizás sólo sea cuestión de tiempo.

    Hay que tener en cuenta, además, que es muy poca la orientación real de la que disponemos. Yo estoy inmerso en un proceso (crítico) de reflexión sobre qué importa y qué no en lo que hasta ahora son los contenidos oficiales de mi asignatura: y es realmente arduo ser capaz de distinguir lo que sigue valiendo y lo que no, lo que resulta totalmente desfasado y lo que habría que incorporar.

    Saludos

  4. Sergio
    2009-04-25 21:49

    Maria José, a lo mejor es verdad lo que dices (¡ojalá, porque el mundo sería justo!) pero no conozco a nadie que me diga que en su empresa no invierten o no contratan porque no encuentran profesionales competentes. Y nunca he oído que una multinacional abandone España por esa razón, siempre es por cuestión de costes…

    Y al mismo tiempo conozco muchas personas competentes trabajando por sueldos muy bajos en trabajos para los que están sobrecualificados.

  5. Francisco
    2009-04-25 22:16

    Este debate apresurado y a última hora sobre el proceso de Bolonia ha destapado las carencias de nuestro sistema universitario. En mi opinión el cambio es necesario. Por supuesto es imprescinible la homologación del sistema, es como contar con la misma moneda. Pero cuando hablo de cambios me refiero además a lo que ya se ha dicho aquí sobre las metodologías de aprendizaje, el contenido del mismo, la necesidad de formación del profesorado, la adaptación de espacios, de estructuras, de trabajar con grupos reducidos, de aplicar las nuevas tecnologías, etc… Ahora bien para eso hace falta dinero y ese es el mayor problema de nuestra Universidad. No es que no haya suficiente sino que no se ha planificado globalmente para ser eficientes en su inversión. Un ejemplo claro es la proliferación de Universidades en los últimos 15 años y con ellas la sobreoferta de titulaciones.

  6. joseluis
    2009-04-27 16:07

    Bastante de acuerdo, Sr. Serradilla, pero hay datos (los de trabajo) que se contradicen. Me explico, si un docente universitario “ideal” debe repartir su trabajo en tres tareas a partes iguales: docencia, investigación y gestión; si dado que “muchos” literal, no hacen más que repetirse (de donde, investigación = cero), resulta que “muchos” tienen una dedicación profesoral de un tercio a dos tercios de sus teóricas jornadas. Vamos, que ni palo al agua, los que se repiten tanto como el ajo. Que son los más …

    Y lo del anterior reparto de tareas se da de patadas, en mi opinión, con otro dato suyo: que “habría que doblar el profesorado”. ¿Cóoomo? Coexistiendo con los profesores de a repetirse tooodos los años lo mismo, y además, “investigación = cero”?

    Que las cifras no encajan, oiga. La dedicación cierta de un inmenso número de profesores universitarios españoles, es de quince horitas semanales de clase. Y con esos mimbres ya sabemos a qué llaman investigar. Bajarse a las cafeterías, será. No hay más que ver el ridículo papel de la Universidad española en estos tiempos de crisis. Ni recopilación, ni estudios, ni ideas ni opiniones: calladita está, o por mejor decir, ni le va ni le viene la crisis ajena. Que ellos, a cobrar cual funcionarios.

    Y eso que la matriculación baja. Son momentos de podar en el interior de carreras llenas de musgo, no de alargar Diplomaturas que si antes, a tres cursos, ahora (y simplifico) se les llamará Grados y oh milagro, en España serán las más, de cuatro cursos cuando en el común europeo, de tres. Que todo eso se da de patadas, en mi opinión. Más pienso que los profes debieran trabajar y bastante más, y dado el descenso de matriculación, que ya era hora, pues a reducir en lógica el coste para el contribuyente, que poco recibe, dicho de paso, como para que deba pagar doble profesorado.

    Si es que con esa Universidad gobernada por los funcionarios, no hay cómo cogerla. Lo siento … (y no, en nada defiendo las privadas).

  7. María José
    2009-04-27 16:53

    Joseluis, siempre estamos con lo mismo, que hay gente que no hace las cosas bien entre los funcionarios, en las empresas (yo he trabajado en los dos sitios y el ser humano se comporta igual en todas partes)… En cualquier trabajo siempre hay gente que se escaquea. Este problema hay que resolverlo, pero si porque hay gente que no funciona y no se toman medidas, no dejamos que los que quieren hacerlo bien lo hagan, pues no arreglamos nada. Así que los profesores que sí lo hacen (y los hay) no pueden asumir la nueva carga a coste cero. Tu propuesta de que los profesores que trabajan soporten la carga de los que no trabajan, ¿qué es un castigo por hacerlo bien?

  8. gsc
    2009-04-28 11:57

    Paco, ¿esas estimaciones tienen en cuenta que en lugar de dar la clase, la puede – y quizá debe, si el profesor anda tan falto de tiempo – dar Berners-Lee? Es decir, que el tiempo que antes se dedicaba a la elaboración y actualización de contenido se pueda dedicar ahora únicamente al filtrado y reelaboración. ¿Y qué la nueva metodología proporciona otras herramientas de apoyo al docente como pueden ser los alumnos mentores?

  9. joseluis
    2009-04-28 14:45

    María José (#7). Queda de lo más útil tener experiencia en ambos mundos, el empresarial y el universitario. Dado que en la universidad española perdí 15 años de mi vida como profesor asociado a tiempo parcial (un completo error de juventud), opino que sí, podríamos intentar paralelismos que vayan más allá de si unos trabajan y otros dejan de trabajar.

    Ante el descenso de matriculación, ¿la universidad española, plantea jubilaciones anticipadas, algún ERE? Jamás. Ante la evidencia de muchos profesores vagos y de ínfima productividad, ¿plantea quitárselos de encima y dar sus plazas a profesores con ganas de trabajar? Nunca. Ante la crisis económica, ¿quizá la universidad española, financiada básicamente por los contribuyentes, se propone racionalizar sus recursos y quizás ahorrar? Pues no sólo la respuesta es negativa, sino que demanda, otra vez más, ad nauseam, más gasto y más profesores para dar más cursos para la misma titulación futura.

    ¿Haría eso la empresa? Pues sencillamente, no. La universidad española sigue en su estafa docente y vive como un planeta aparte. Sólo que financiado por los demás. La universidad pública española de pública no tiene más que su financiación: está privatizada por los funcionarios que la gobiernan.

    Y en resumen, dado que la universidad española persiste en aprovechar deshonestamente alguna reformita a la boloñesa en su propio beneficio y el de sus socios (los profesores), creo que la solución está al revés: podarla de malas yerbas y luego sí, adelante con lo que haya que hacer. Entre tanto, lo lógico es que, a descenso de matriculación, disminuir sus presupuestos y el ahorro, dárselo a la enseñanza primaria y en especial, a la media.

  10. Paco
    2009-04-28 21:05

    #8: Espero que no sea una crítica…
    Naturalmente que esa es la salida, pero a pesar de eso sigue llevando mucho tiempo, porque te tienes que ver las clases de Berners-Lee para resolver dudas. No es broma, me está pasando con el curso de programación de iPhone de la Universidad de Stanford. :-P

    #9: Sin duda José Luis tuvo una mala experiencia en su juventud que le lleva a ver la Universidad peor de lo que es, en mi opinión. No todas las universidades son iguales, ni todas las Escuelas o Facultades, ni todos los Departamentos. (Por cierto que tengo curiosidad en saber cuál es esa horrenda universidad que te marcó tan profundamente). Efectivamente el comentario que dices contradictorio está puesto a propósito, porque ese tipo de profesor existe, lamentablemente. Pero no todos son así, ni siquiera muchos. Te puedo decir que en mi caso trabajo un promedio de 9 horas diarias en la Universidad, más no sé cuántas en mi casa. Pero es cierto, el jeta que retratas existe, aunque en mi entorno no creo que supere el 10%, lo que ya me parece muy lamentable. Hay al menos otro 10% que trabaja bastante más de 8 horas diarias. Pero repito que eso debe variar mucho entre unas universidades y otras. (Me vuelve a picar la curiosidad).

    Y por cierto, casi todas las universidades están hablando actualmente de jubilaciones anticipadas, mira por dónde, lo que mucho me temo es que no es para reemplazar al profesorado, sino para reducirlo.

  11. gsc
    2009-04-29 00:39

    No, es una duda.

    Me llama la atención que, suponiendo que se van a impartir las mismas asignaturas, cada una de ellas implique el doble de esfuerzo por parte del enseñante (suponiendo también que estamos hablando de profesor, no de “lecturer” o conferenciante). El doble, si la lección magistral es a domicilio, parece mucho tiempo, aunque entiendo que aún haya que prepararse “la lección”.

    Aunque claro, si la cosa cambia mucho (pero mucho mucho), y los alumnos (todos, no tres o cuatro por clase) dedican el tiempo en lugar de a repetir problemas ad náuseam a freír al profesor…

  12. María José
    2009-04-29 01:18

    gsc, es el doble de esfuerzo y más del doble de tiempo porque tienes mucho más trabajo de tutorización de los alumnos, tienes que leer y supervisar sus trabajos, contestar los mensajes, resolver dudas… Eso es mucho más trabajo que dar y preparar la clase magistral, es más gratificante si tienes buenos alumnos (que ese es el otro problema de la ecuación), pero más exigente.

  13. joseluis
    2009-04-29 15:48

    Paco (por #10). No personalicemos las críticas, que ni ando traumatizado ni ladro mi rencor por las esquinas. Nada de Freud tampoco. Sencillamente, la universidad española (y conozco cuatro, y he analizado los presupuestos de casi todas) es un ineficiente paquidermo. Donde aprovechan cuatro reformitas al estilo boloñés para requerir mucho mayores subvenciones que lo procedente, sin molestarse en subsanar sus grandes ineficiencias previas. Quieren más para lo mismo, que es malo y de bajo nivel pero muy bien pagado.

    Me indigna y mucho, el ridículo papel de la unversidad española, en estos tiempos de crisis: caspa funcionarial y nada más. Si quieres, lo concreto. ¿Qué han hecho en los últimos 30 años, por decir una cifra, los muchísimos y respectivos Departamentos y Facultades de Económicas y Empresariales y Gestión de Empresas y similares? Lo que se ha visto es el muy ridículo y eunuco (castrati) espectáculo de funcionarios, sin la menor idea en gestión de empresas, enseñando lo que no saben, cantando las ¿virtudes? de la economía de mercado (y ¿cuál?), mediante librillos casi todos de origen yanqui. Ridículo y provinciano, y nadie les pone de patitas a la calle, a esos preclaros vagos intelectuales, que a fin de mes cobrarán sin falta ni medro. Era eso…

  14. María José
    2009-04-29 21:27

    joseluis, el mismo ridículo que hacen la mayoría de las empresas españolas (y todas las actividades que se te ocurran), no sé en qué ámbito empresarial fructífero y eficiente te mueves, pero son tan buenas o malas como la universidad. En mi caso, no tengo duda que entre la empresa donde trabajé (que está muy bien considerada) y la universidad, con todas sus deficiencias, me parece más útil para la sociedad la segunda Así que las generalizaciones que haces son tan adecuadas/inadecuadas como las particularizaciones. Y si has trabajando en la universidad, salvo que estuvieras en la peor del mundo, habría gente (supongo que tú entre ellos) que lo haría bien, incluso algunos muy bien, así que ese empeño en echar todo abajo en lugar de intentar rescatar y mejorar lo bueno resulta un poco curioso.

  15. joseluis
    2009-04-29 22:16

    Bueno, María José, tienes tu parte de razón, pero la diferencia es que las empresas privadas no cargan con personal eterno y en cualquier caso lo pagan con dinero propio, mientras que las públicas sí, y lo pagan con dinero de los contribuyentes.

    Y no seas exageradamente cruel, en ningún momento he mostrado empeño en echar todo abajo. Eso sería Lampedusa y ya se sabe. No he dicho eso. Relee. He dicho que, en afán de racionalizar el gasto, se prive de profesores ineficientes. Para su mejora, creía haberlo puesto claro.


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