«Estas imágenes no forman parte de nada publicado, pues apenas he o me han hecho público nada: las imágenes que me salen, suelen ser de forma ocasional y meramente para disfrute de a quien se las pueda hacer llegar…casi siempre trabajo de forma casera, tanto en producción como en difusión. Me pasan poemas, cuentos, textos lo que fuera y los ilustro, lo imprimo lo encuaderno a mano y hago una o dos copias para quien me facilita el texto. Queda entre el escritor y yo. Lo que sigue, pues, queda entre yo y los lectores de LdN.» Fernando de la Iglesia
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Deseo
Escalera
Estómago
Madrid
Músculo y cabeza
Nube con pantalones
Pareja
Pío pío
Sopa
Sostiene
Tertulia
Yo exclamo
Gerardo Rodríguez Canales, Geroca, (1954, Saltillo, Coahuila. México) es ilustrador, pintor, caricaturista y artista visual que ha abordado en sus obras los escenarios de la vida nocturna del norte de México. Esta selección de acrílicos sobre madera es parte de su más reciente exposición “Espumosas y voluminosas”: el retrato de las señoras meretrices que adornan las calles cada noche y que forman parte de un ámbito nocturno del cual surgen monstruosas, cachondas, sugerentes, violentas y coloridas bajo el pincel de Geroca.
Actualmente Geroca radica en Monterrey, Nuevo León, México, y publica sus “monos” en el periódico El Norte, de dicha ciudad. Elia M.
La ilustración y la pintura
Trabajo en un diario y en revistas como ilustrador. Ese es mi sustento. Paralelamente pinto y hago esculturas, que periódicamente exhibo. Trato de no ver las dos actividades como contradictorias o conflictivas; cuando soy ilustrador no me veo como un pintor frustrado ni como un artista que introduce el arte en la ilustración. Tengo muy claro que la ilustración es un arte aplicado: fabricamos sillas a medida, muchas veces para aposentaderas no muy agraciadas. Está bien, no deja de ser arte, pero los ilustradores no podemos creer que estamos pintando la Capilla Sistina si lo estamos haciendo dentro de un placard. Esto no quita que tratemos de hacer las cosas bien. Pero como dijo, si no me equivoco, Walter Gropius: «El arte no es el fin de nuestra labor, es la consecuencia». Y también, «el arte sigue a la función».
En cuanto a la pintura, cuando pinto desaparecen dos factores muy fuertes que hay en la ilustración: la función y el destinatario. Están allí, pero son mucho más difusos. Entonces el diálogo pasa a ser con uno mismo, y con sus búsquedas. Yo soy mayoritariamente autodidacta, y eso hace la búsqueda mucho más compleja. Primero hay que dominar el lenguaje, y luego las ideas irán surgiendo, pero todo es mucho más lento. Y cuanto más se domina la técnica, más misterios aparecen, porque se empieza a descubrir que se pueden decir más cosas. Mi principal escuela han sido los museos. Y cuando veo un cuadro de Rembrandt o de Velázquez o de Bacon o de Picasso, me pregunto «¿cómo lo hicieron?». Y cuando aprendo el (mínimo) secreto técnico, descubro otro detalle que antes había pasado desapercibido, fundido en el conjunto. Afortunadamnete toda esta lucha se ha ido volviendo placentera con el tiempo, y últimamente la estoy disfrutando muy a menudo. Y cuando lo que digo siento que vale la pena, me puedo dar por satisfecho.
Ambas actividades no son compartimentos estancos: es inevitable llevar algo de un lado al otro. Constantemente veo que en mis ilustraciones estoy citando a los Maestros, o delatando sus influencias. Y eso no está mal, todos somos aluvionales y nos formamos con lo que recibimos de los demás. De todas formas, la principal diferencia creo que es la relación con la realidad. La que muestra la ilustración es mucho más urgente y directa. Y la que trato en la pintura es mucho más misteriosa, incluso para mí. En la ilustración tengo que comunicar, soy parte de un diario o revista y debo informar, aunque sin palabras. Soy un periodista más. En la pintura, digo cosas que yo mismo estoy entendiendo varios años después. Pero por suerte en ese sector no tengo apuros. Y quedan muchas cosas por aprender. Como decía otro maestro, Francisco de Goya, «Todavía aprendo».
Aries
Barco Bolivia
Carmen Urna
Chávez
Chirac
Comida
Diego
Escorpio
Géminis
Hawkins
March
Tsunami silencioso
Víctor Hugo
«He encontrado en la textura cristalina y translucida de la encáustica y su capacidad de transmitir expresividad con su textura, el medio idóneo para alejarme del mundo plano al que se van reduciendo las imágenes artísticas transformadas através de los monitores y pantallas digitales, cada vez más comunes en el arte visual actual. Mis trabajos de pequeño formato apenas se aprecian bajo el plasma, requiriendo el acercamiento íntimo del observador en su propio espacio.
Mi serie actual es muy diferente de mi anterior serie de circuitos. En este busco capturar el ambiente de mi entorno inmediato, Blanes, un pueblecito pescador que aún conserva su espíritu con casitas de teja al lado del mar. Los colores que uso intentan recrear el ambiente costero. Otra ideas centrales de esta serie son el origen y el nacimiento, que se ven expresados con mayor intensidad en Baby Blue y los cuadros sobre Brote.
Algunas piezas son figurativas y expresan inocencia y ternura infantil. En otras intento que las figuras no se concreten, reduciendolas a contados símbolos que forman las claves de un pequeño nuevo mundo. Es en la abstracción expresionista donde me siento más agusto buscando el movimiento y equilibrio geométrico de líneas y color y hacia donde me dirijo ahora.»
Esther Fuldauer, estherfuldauer.com