a) Un pato.
b) Un reloj de cuco.
c) Un señor muy enfadado que me mira raro desde la otra punta del vagón y al que yo también miro un poco porque me recuerda a alguien, pero no sé a quién. No tengo ni idea de por qué está tan molesto conmigo, aunque igual todo son imaginaciones mías, no sé.
d) A y C son correctas.
e) ¡Yo quiero que Cataluña sea en realidad Noruega y nos demos cuenta de repente y todos digamos algo así como “pero qué despiste más tonto”!»
¿Y qué decir de las vergonzosas prejubilaciones que se hicieron en grandes empresas y bancos, donde se mandó a gente de 55 a casa con pensiones astronómicas que pagamos entre todos? ¿Y de la brutal especulación inmobiliaria que fomentó la Generación T, a gran escala y a escala doméstica, que arruinó a cientos de miles de jóvenes atrapados en hipotecas imposibles? ¿Y de las deudas que provocaron nuestros líderes y que habrá que pagar durante décadas?»
]]>Dupin, el primer detective, era un gran lector (“un apasionado de los libros”, dice Poe) y podríamos fácilmente asociar su figura con la del lector perfecto: descifra dos de los tres crímenes de los que se ocupa solo leyendo con inteligencia los periódicos, y en el tercero la clave del enigma está en la posibilidad de leer una carta robada. Lönrot, el detective de Borges, es un lector consumado y tenaz; la fidelidad a ese don lo conduce a la muerte. Los detectives del género leen y descifran signos y no entienden el sentido hasta que no reconstruyen el contexto, lo mismo que nos pasa a todos cuando leemos. Eso es lo que hace pensar en el detective, principalmente, como un buen lector.
]]>«Lo que tienen los finlandeses diferente […] es la extraordinaria formación que tiene el profesorado en Finlandia. Finlandia, junto con Singapur y con Corea del Sur, tienen una selección y una formación de los maestros extraordinaria en el mundo. […] Es un honor ser un maestro en Finlandia.»
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