Rafael Padilla: “Como todos los años por estas fechas, miles de familias andan pendientes de la caprichosa lotería que determinará, aun en contra de su voluntad, en qué colegio serán educados sus hijos. Las ves desquiciadas, sumando y restando, recelosas del vecino, extrañamente intranquilas. Y uno no acaba de explicarse el porqué de tanta zozobra si la lógica nos dice que ésta es una decisión que les corresponde. La respuesta es obvia: el derecho fundamental de los padres a elegir el centro de enseñanza que estimen más adecuado –derecho que deriva de una correcta interpretación del artículo 27 de la Constitución– sigue siendo interesadamente desoído. Pronto, incluso, asistiremos a ese espectáculo sórdido de investigaciones, persecuciones y delaciones al que nos ha ido acostumbrando un sistema dispuesto a imponer el modelo educativo decretado como óptimo por el poder reinante.” La lotería educativa.